Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
Resumen
La principal Conclusión del Dictamen del Comité Económico y Social Europeo, CESE, sobre la Ley Europea de Chips es acoger con satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de los semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de suministro y reducir las dependencias externas. La Ley Europea de Chips representa una oportunidad única para que todos los Estados miembros de la UE actúen juntos con el objetivo de reforzar la base tecnológica.Industriales
Igualmente, el Dictamen complementario de la Comision Consutliva de las Transformaciones Industriales, CCMI, sobre la misma Ley Europea de Chips, en particular sobre el Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de material de defensa y aeroespacial apoya plenamente los ambiciosos objetivos de la Ley Europea de Chips. El CESE cree que los semiconductores son una pieza central de la geopolítica moderna y del liderazgo tecnológico-industrial. Así pues, fomentar un ecosistema europeo de los semiconductores de última generación y unas cadenas de suministro resilientes es fundamental para la autonomía estratégica, la soberanía tecnológica, la resiliencia y la competitividad industrial de la Unión, también en los sectores estratégicos de la defensa y la industria aeroespacial.
Si desea mayor información sobre estos temas, consúltenos al correo electrónico: cferreyros@hotmail.com
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Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones sobre la «Ley Europea de Chips»
[COM(2022) 45 final]
(2022/C 365/05)
(2022/C …/05) | Ponente: Heiko WILLEMS |
Consulta | Comisión Europea, 2.5.2022 |
Base jurídica | Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea |
Sección competente | Sección de Mercado Único, Producción y Consumo |
Aprobado en sección | 1.6.2022 |
Aprobado en el pleno | 15.6.2022 |
Pleno n.o | 570 |
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) | 203/0/6 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. El CESE acoge con satisfacción el
objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de los
semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de
suministro y reducir las dependencias externas. La Ley de Chips representa una
oportunidad única para que todos los Estados miembros de la UE actúen juntos
con el objetivo de reforzar la base tecnológica.
1.2. Además de los tamaños de estructura
pequeños (< 2 nm), deben tenerse en cuenta las necesidades de los clientes
industriales y los puntos fuertes de la industria europea de semiconductores,
en particular también en el ámbito de los semiconductores de potencia y
sensores de tamaño considerablemente mayor. El dominio de tamaños de estructura
menores no es el único determinante para el éxito del ecosistema de los
semiconductores. Los requisitos específicos para la microelectrónica seguirán
diferenciándose de forma constante y también se necesitará una variedad cada
vez mayor de soluciones de chip diferenciadas que sean innovadoras, con
independencia de su tamaño. El CESE recomienda, por tanto, un planteamiento
holístico centrado de forma significativa en la capacidad de innovación para el
ecosistema de los semiconductores.
1.3. A fin de mitigar la escasez de
semiconductores a largo plazo, es importante el acceso a materias primas,
entidades de investigación y desarrollo, propiedad intelectual y conocimientos
especializados tecnológicos, así como la disponibilidad de mano de obra
cualificada. Para ello, resultan necesarias inversiones privadas e importantes
ayudas públicas. El CESE pide a la Comisión que concrete sus planes de
inversión, especialmente en lo que se refiere a la financiación de las
inversiones.
1.4. El CESE reconoce que el fomento de
la industria de los semiconductores constituye un proyecto de futuro
estratégico central para la Unión, que a largo plazo será determinante para la
seguridad del suministro y el futuro de Europa como polo de innovación y centro
económico. No obstante, la rentabilidad de estas instalaciones debe estar
garantizada, como mínimo, a medio plazo para que las inversiones procedentes de
fondos públicos resulten eficaces y sostenibles. Debe evitarse una carrera por
las subvenciones, y los fondos han de gastarse de manera eficiente, sin crear
situaciones de exceso de capacidad ni distorsiones del mercado.
1.5. El CESE está convencido de que el
ecosistema europeo de semiconductores debe reforzarse, con miras a lograr una
autonomía estratégica abierta. La cadena de valor de los semiconductores es una
de las más globalizadas. Debido al alto grado de interdependencia entre países
en el mercado de los semiconductores, el desarrollo de una cadena de valor
cerrada en cada región del mundo no tendría sentido desde el punto de vista
económico. Sin embargo, los segmentos tecnológicos que son especialmente
vulnerables, a causa por ejemplo de preocupaciones geopolíticas o de su
importancia estratégica, deberían recibir el apoyo necesario.
1.6. Esta interdependencia internacional
también debe tenerse en cuenta respecto a las medidas de emergencia previstas.
Al tiempo que la Comisión Europea aumenta la resiliencia de Europa, también
debe reforzar las asociaciones internacionales.
1.7. El CESE deplora la ausencia de una evaluación
de impacto.
1.8. El CESE desea llamar la atención sobre
sus Dictámenes al respecto (1).
2. Observaciones generales
2.1. En un mundo cada vez más
digitalizado, los semiconductores son un componente esencial en una amplia
variedad de ámbitos económicos y de la vida, tanto para la industria como para
los consumidores. En los últimos años, el valor de los chips vendidos a nivel
mundial ha aumentado constantemente, y para el año 2022 se prevé un crecimiento
del 11 % (2). Además, sin los semiconductores no es posible
alcanzar los objetivos de una transformación verde y digital. El progreso
tecnológico en este ámbito posibilita innovaciones intersectoriales a lo largo
de toda la cadena de valor.
2.2. La relevancia geopolítica de los
semiconductores también va en aumento, La cadena de valor de los
semiconductores es una de las más globalizadas. Ningún Estado cuenta con total
autonomía respecto del proceso completo de creación de valor; más bien existe
un alto grado de división del trabajo y de interdependencia entre países y
regiones, debido a los elevados costes y a las complejas fases de producción.
El CESE está convencido, por tanto, de que el desarrollo de una cadena de valor
cerrada en cada región del mundo no tendría sentido desde el punto de vista
económico. Antes bien, un análisis detallado de los puntos fuertes y débiles
del ecosistema europeo de semiconductores debería servir de punto de partida
para un debate sobre de qué manera una inversión bien orientada podría aumentar
la resiliencia de Europa. Paralelamente, la Comisión Europea también debería
reforzar las asociaciones internacionales en el ecosistema de los
semiconductores para crear sinergias. Sin embargo, los segmentos tecnológicos
que son especialmente vulnerables, a causa por ejemplo de preocupaciones
geopolíticas o de su importancia estratégica, deberían recibir el apoyo
necesario, tanto desde el punto de vista financiero como político.
2.3. Teniendo en cuenta las crecientes
tensiones geopolíticas y las situaciones de escasez a lo largo de la cadena de
valor de los semiconductores, algunas regiones económicas ya están procediendo
con inversiones masivas. Con el «CHIPS for America Act», los Estados Unidos
planifican inversiones por valor de 52 000 millones de dólares estadounidenses
(USD) en el período comprendido entre 2021 y 2026, así como la eliminación de
dependencias críticas (3). China ve el sector de los semiconductores como un
sector clave para la orientación estratégica de China, y quiere movilizar de
aquí a 2025 aproximadamente 150 000 millones USD (4). El objetivo de China es garantizar para entonces
el 70 % de su demanda mediante el autoabastecimiento. Sin embargo, queda por
ver si este objetivo es realista.
2.4. Habida cuenta de la situación
geopolítica, el CESE reconoce la necesidad urgente de medidas de la Unión
Europea en este ámbito, a fin de reducir las dependencias estratégicas y
económicas. En la Brújula Digital (5), la Comisión definió el objetivo de que, para
2030, la producción de semiconductores de vanguardia y sostenibles en Europa
suponga al menos el 20 % de la producción mundial. La propuesta del «Itinerario
hacia la Década Digital» para 2030 (6) ha reafirmado esta ambición. El CESE acoge con
satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de
los semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de
suministro y reducir las dependencias externas, y apoya el objetivo de
desempeñar un papel importante en el ecosistema de semiconductores en todo el
mundo.
2.5. El CESE señala que los 43 000
millones EUR previstos por la Comisión Europea no son «nuevos fondos». El
grueso del presupuesto ya está asignado, por ejemplo en Horizonte Europa y el
programa Europa Digital, y solo se reasignará. Los 43 000 millones EUR solo
pueden alcanzarse con importantes inversiones privadas, que aún habrá que
conseguir. Esto contrasta claramente con los 52 000 millones USD aportados por
los Estados Unidos. Al mismo tiempo, el CESE señala la necesidad de evitar una
carrera de subvenciones y de gastar el dinero de manera eficiente.
2.6. El CESE lamenta la ausencia de una
evaluación de impacto de la Comunicación y sus propuestas conexas.
3. Observaciones específicas
3.1. A continuación, el CESE valora
aspectos específicos de los objetivos estratégicos de la estrategia europea
sobre los chips.
3.2. Inversión basada en políticas
3.2.1. A fin de alcanzar los objetivos de la
estrategia sobre los chips, la Comisión quiere movilizar un total de alrededor
de 43 000 millones EUR de inversión pública y privada. Este incluye la
inversión pública de 11 000 millones EUR para la iniciativa Chips para Europa.
Asimismo, la Comisión apuesta por la combinación de distintas medidas, como la
aportación de capital propio, un Fondo de Chips de 2 000 millones EUR,
préstamos del BEI y recursos de las medidas dirigidas a la microelectrónica
incluidas en los planes de recuperación y resiliencia, así como de fondos
nacionales o regionales. Además, la Comisión destaca las ayudas para la innovación
y la investigación industriales a través de los proyectos importantes de
interés común europeo (PIICE). El CESE apoya, en principio, los ambiciosos
planes de inversión. Sin embargo, los detalles de su financiación siguen sin
estar claros. El CESE pide a la Comisión que concrete las inversiones
previstas.
3.3. Reforzar el liderazgo en materia de
investigación y tecnología
3.3.1. En el programa marco de investigación
Horizonte Europa ya se establece el objetivo de fomentar las tecnologías de
próxima generación. El CESE apoya expresamente este objetivo. El objetivo de la
Comisión Europea es que las futuras actividades de investigación que apoyará la
Empresa Común Chips contribuyan a reforzar las futuras necesidades de las
industrias verticales y a garantizar que se abordan los retos sociales y
medioambientales.
3.3.2. La Comisión quiere que las labores de
investigación se centren en las tecnologías para obtener tamaños de
transistores inferiores a 2 nm, tecnologías disruptivas para la inteligencia artificial
(IA), procesadores de potencia ultrabaja y eficientes desde el punto de vista
energético, materiales nuevos, así como la integración heterogénea y 3D de
distintos materiales, y nuevas soluciones de diseño. El CESE acoge con
satisfacción este planteamiento y lo apoya en principio. Europa ofrece una
situación de partida óptima como polo de investigación. Mediante la creación de
propiedad intelectual específica para la cadena de valor europea de los
semiconductores, entre otros, sobre la base del enfoque RISC-V de código
abierto, deben seguir mejorándose las competencias de las soluciones de
semiconductores para un gran número de sectores importantes.
3.3.3. El CESE valora positivamente el fomento de
la integración de funciones clave, un consumo sostenible de energía, una mayor
potencia computacional o tecnologías disruptivas como los chips neuromórficos e
integrados para IA, la fotónica integrada, gráficos y otras tecnologías basadas
en materiales en 2D. Además de los tamaños de estructura pequeños (< 2 nm),
también deben tenerse en cuenta las necesidades de los clientes industriales y
los puntos fuertes de la industria europea de semiconductores, en particular en
el ámbito de los semiconductores de potencia y sensores de tamaño
considerablemente mayor. Aunque tecnologías como la IA, el aprendizaje
automático, la 5G y 6G y la informática de alto rendimiento requieren
soluciones de chip de 5 nm y más pequeñas, la producción industrial sigue
necesitando una gran cantidad de chips especializados con estructuras
considerablemente mayores. Por lo tanto, Europa no debería centrarse
exclusivamente en los tamaños de estructura más pequeños. El CESE está
convencido de que el dominio de tamaños de estructura menores (< 10 nm) no
es el único determinante para el éxito del ecosistema de los semiconductores.
Más bien, en el futuro, los requisitos específicos para la microelectrónica
seguirán diferenciándose de forma constante y se necesitarán cada vez más
soluciones de chip diferenciadas que también sean innovadoras, con
independencia de su tamaño. El CESE recomienda, por tanto, un planteamiento
holístico, que se centre ante todo en el potencial innovador del ecosistema de
los semiconductores.
3.3.4. El CESE apoya la investigación de chips
cuánticos y acoge con satisfacción que se pongan a disposición para tal fin
recursos procedentes del buque insignia de las tecnologías cuánticas en el
marco de Horizonte Europa.
3.4. Liderazgo en materia de diseño,
fabricación y embalaje
3.4.1. El CESE acoge favorablemente el objetivo
de reforzar la tecnología de los semiconductores y las capacidades de
innovación en la UE y de fomentar un ecosistema de semiconductores dinámico y
resiliente. Hay que valorar positivamente el enfoque holístico, que contempla
no solo a los actores de la innovación tecnológica, sino también a las
industrias proveedoras y usuarias. El CESE destaca que debe reforzarse toda la
cadena de valor y el ecosistema de los semiconductores, dado que, además de los
chips, la competencia en materia de materiales y de procesos, incluido el
embalaje, desempeña un papel fundamental a la hora de posibilitar nuevas
tecnologías de semiconductores. Es importante una colaboración estrecha entre
los agentes de la oferta y los de la demanda, con el asesoramiento de la Alianza
sobre tecnologías de procesadores y semiconductores junto con otras partes
interesadas. El CESE recomienda avanzar rápidamente con la iniciativa. No
obstante, en última instancia, la aplicación concreta de las medidas
determinará si son eficaces y si se producen también de hecho las inversiones
esperadas.
3.4.2. La Comisión Europea tiene intención de
crear una infraestructura de diseño para tecnologías de semiconductores
integradas. Todas las partes interesadas, incluidas las pymes, deben poder
tener acceso a la infraestructura. El CESE acoge con satisfacción que deban
establecerse disposiciones claras en materia de derechos de propiedad
intelectual. Esto resulta decisivo para el éxito de una plataforma de este tipo
con elevadas inversiones en investigación. Asimismo, el CESE considera que la
participación y, ante todo, la puesta a disposición de diseños deben tener
carácter voluntario. El concepto de cooperación y creación de sinergias,
también a nivel internacional, es muy positivo. No obstante, también resulta
determinante en este caso la aplicación concreta. La plataforma solo tendrá
éxito si existe una gran voluntad de participación por parte de los diferentes
agentes del mundo académico, la investigación, las universidades, el desarrollo
de productos y la industria.
3.4.3. El CESE acoge con satisfacción la
intención de crear líneas piloto innovadoras para crear prototipos basadas en
líneas piloto existentes. Su vinculación con la plataforma de infraestructura
de diseño también parece conveniente.
3.4.4. La industria de los semiconductores
produce una serie de productos de alta tecnología importantes para un gran
número de aplicaciones. Esta variedad de productos está integrada en mercados
internacionales. Por lo tanto, el CESE subraya que cualquier esfuerzo en
materia de certificación debe basarse en normas y estándares internacionales.
En este contexto, resulta importante una estrecha cooperación con los
fabricantes, los usuarios y los socios internacionales. Recientemente, la
industria de los semiconductores ha estado en el centro de tensiones
comerciales regionales y fricciones en la cadena de suministro. En combinación
con las ambiciones de los agentes económicos emergentes, esto genera
planteamientos a nivel nacional y regional en cuanto a la normalización y
tensiones en la normalización internacional, en el establecimiento de normas
internacionales y en los sistemas de certificación vinculados. La UE debe hacer
todo lo posible por desarrollar normas impulsadas por el mercado que puedan
traducirse en normas internacionales. Para este fin, es de vital importancia la
cooperación tanto dentro de la UE como con los socios internacionales.
3.4.5. El CESE comparte la valoración de la
Comisión de que es probable que la inversión privada en instalaciones de
semiconductores avanzadas requiera importantes ayudas públicas. En este
contexto, en la ponderación en materia de ayudas estatales, la Comisión
pretende, de conformidad con el artículo 107, apartado 3, letra c), del TFUE,
basarse en el carácter pionero de las instalaciones de producción, y anuncia
que sería posible el uso de recursos públicos para cubrir incluso hasta el 100
% de un déficit de financiación probado si, en su defecto, Europa no dispusiera
de estas instalaciones. El CESE reconoce que el fomento de la industria de los
semiconductores constituye un proyecto de futuro estratégico central para la
Unión, que a largo plazo será determinante para la seguridad del suministro y
el futuro de Europa como polo de innovación y centro económico. Al mismo
tiempo, el CESE señala que la concesión de ayudas estatales significativas —de
hasta el 100 %— financiadas por los contribuyentes podría dar lugar a
inversiones que no son viables desde el punto de vista comercial y repercutir
negativamente en el mercado. Si las correspondientes cuotas de subvenciones y
los fondos correspondientes son demasiado elevados y cubren cualquier riesgo
económico, podrían darse como resultado unas condiciones de competencia
desleales. El CESE señala asimismo el riesgo de que se produzcan costosas
carreras de subvenciones entre países, principalmente cuando el emplazamiento
de las instalaciones avanzadas de semiconductores no se haya seleccionado de
forma óptima. El CESE remite a la Comunicación de la Comisión titulada «Una
política de competencia adaptada a los nuevos retos» (7), en la que se deja claro que estas ayudas tendrían
que estar sujetas a sólidas salvaguardias y que los beneficios deben
compartirse ampliamente y sin discriminación en toda la economía europea. El
CESE reconoce que el principio del carácter pionero crea condiciones atractivas
para la creación de nuevas instalaciones, que pueden tener a su vez un efecto
catalizador en otros agentes económicos. No obstante, en última instancia la
rentabilidad de estas instalaciones debe estar garantizada, como mínimo, a
medio plazo para que las inversiones procedentes de fondos públicos resulten
eficaces. Únicamente de este modo puede evitarse el peor caso: el de una
fábrica de semiconductores infrautilizada que genera diariamente costes
millonarios.
3.5. Facilitar la inversión privada
3.5.1. El CESE considera positiva la creación del
denominado «Fondo de Chips». Cabe celebrar que facilite a las empresas, en
particular a las pymes y las empresas emergentes, el acceso a recursos de
financiación adecuados.
3.6. Abordar la grave escasez de capacidades
profesionales
3.6.1. La digitalización y el cambio tecnológico
requieren una educación y formación permanentes. El CESE pide a la Comisión y a
los Estados miembros que atajen las carencias de cualificaciones en los
sectores digitales clave a fin de poder responder a la elevada demanda de
personal cualificado, tanto con titulación universitaria como sin ella,
principalmente en el ámbito de las CTIM (ciencias, tecnologías, ingenierías y
matemáticas). A este respecto, debe preparase el terreno ya en la escuela. En
el afianzamiento de la orientación profesional y en materia de estudios deben
sentarse además las bases para el aprendizaje permanente. En este contexto,
también resulta fundamental en particular la promoción estructural de una mayor
participación de las mujeres en el sector de la tecnología de la información
(TI) mediante programas para la mejora de las competencias digitales. Las
empresas también deben contribuir a ello ofreciendo a las mujeres la
posibilidad de mejorar sus conocimientos de TI mediante una variedad de
programas y formación para las competencias digitales. En este ámbito, son
pioneras iniciativas a nivel de la Unión y a nivel de los Estados miembros que
pretenden el afianzamiento de más mujeres en la digitalización, como por
ejemplo WomenTechEU (8) o SheTransformsIT (9). Es preciso intensificar la cooperación entre las
iniciativas nacionales y las iniciativas europeas.
3.7. Comprensión de las cadenas de suministro
mundiales y anticipación de futuras crisis
3.7.1. El CESE elogia el enfoque estratégico de
registrar y evaluar las posibles situaciones de escasez en la cadena de
suministro de los semiconductores. El seguimiento es un instrumento importante
para evaluar y prever tendencias y acontecimientos que puedan provocar
interrupciones en la cadena de suministro de los semiconductores. La Comisión
Europea ya está llevando a cabo una encuesta entre las partes interesadas (10) con respecto al ecosistema de los semiconductores.
El objetivo es recopilar información sobre la demanda actual de chips y obleas,
así como previsiones comerciales concretas para la demanda futura. Esto
constituye también una contribución al tercer pilar de la Ley de Chips y a las
medidas inmediatas iniciales. No obstante, el CESE pide a la Comisión que trate
los resultados de esta encuesta de forma estrictamente confidencial, dado que
junto con la pregunta relativa a la producción concreta de semiconductores se
solicitan datos sensibles y, en determinadas circunstancias, secretos
comerciales. Por lo tanto, es importante que dichas encuestas sean voluntarias
y que estos datos sensibles se traten con la máxima confidencialidad.
3.7.2. El CESE considera que las medidas
previstas en caso de interrupciones son muy amplias. El establecimiento de
prioridades de pedidos para sectores críticos, los programas de adquisición
comunes o los controles de exportación constituyen intervenciones profundas en
el mercado que deben reservarse para situaciones absolutamente excepcionales.
En el contexto de un ecosistema basado en el mercado, unas cadenas de valor
globalizadas y un alto nivel de interdependencia entre las distintas regiones
del mundo, la intervención estatal debe limitarse al mínimo necesario. La
Comisión debería exponer con más detalle las condiciones previas de las medidas
previstas. El CESE critica, asimismo, que el «consejo de semiconductores», que
debe adoptar decisiones sobre las medidas, esté compuesto exclusivamente por
representantes de los Estados miembros y de la Comisión, y no incluya a los
agentes económicos e interlocutores sociales pertinentes.
3.8. Cooperación internacional
3.8.1. Debido a la interdependencia mundial del
ecosistema de los semiconductores, deben coordinarse a escala internacional los
esfuerzos por reforzar la industria de los semiconductores, por ejemplo en el
marco del G7 y el G20, para apoyar toda la cadena de valor de los
semiconductores y crear sinergias. El CESE aboga por un acceso al mercado en
igualdad de condiciones y unas condiciones de competencia equitativas. Aquí se incluyen
la eliminación recíproca de obstáculos a la inversión y la prevención de nuevas
restricciones comerciales como medidas de represalia. Deben desarrollarse
estrategias conjuntas en estrecha coordinación con la industria y los
interlocutores sociales para salvaguardar la cadena de suministro de los
semiconductores, incluidos los equipos, materiales y materias primas. El
desarrollo de normas europeas impulsadas por el mercado y consensuadas, con el
fin de trasladarlas al ámbito internacional, así como la cooperación
internacional en materia de normalización, también son fundamentales para
lograr economías de escala que beneficien a los usuarios finales con productos
asequibles y de alta calidad.
Bruselas,
15 de junio de 2022.
La
Presidenta del Comité Económico y Social Europeo
Christa
SCHWENG
(1) Dictamen del Comité Económico y Social
Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo
por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo
de semiconductores (Ley de Chips) [COM(2022) 46 final — 2022/32 (COD)] (véase
la página 34 del presente Diario Oficial), Dictamen del Comité Económico y
Social Europeo -sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del
Consejo por el que se modifica el Reglamento (UE) n.o 1305/2013 en
lo que respecta a una medida específica destinada a proporcionar ayuda temporal
excepcional en el marco del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader)
en respuesta a las repercusiones de la invasión de Ucrania por parte de Rusia
[COM(2022) 242] (véase la página 40 del presente Diario Oficial) y Dictamen de
la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI) sobre la Ley
Europea de Chips: Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de
material de defensa y aeroespacial (Dictamen complementario al presente
Dictamen).
(2) IC Insights:
https://www.icinsights.com/news/bulletins/2022-Semiconductor-Sales-To-Grow-11-After-Surging-25-In-2021/.
(3) Senate Passage of USICA Marks
Major Step Toward Enacting Needed Semiconductor Investments - Semiconductor
Industry Association (semiconductors.org).
(4) A new world under construction:
China and semiconductors | McKinsey.
(5) COM(2021) 118.
(6) COM(2021) 574.
(7) COM(2021) 713 final.
(8) Women TechEU (europa.eu).
(9) Digitalisierung braucht mehr Frauen |
SheTransformsIT.
(10)
https://ec.europa.eu/growth/news/stakeholder-survey-european-chip-demand-2022-02-16_en.
ANEXO
Dictamen de la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI) sobre la Ley Europea de Chips: Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de material de defensa y aeroespacial
(Dictamen complementario al Dictamen INT/984)
Ponente: | Maurizio MENSI |
Coponente: | Jan PIE |
Decisión del Pleno | 18.1.2022 |
Base jurídica | Artículo 37, apartado 2, del Reglamento interno |
| Dictamen complementario |
Sección competente | Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI) |
Aprobado en sección | 13.5.2022 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. El CESE cree que los semiconductores
son una pieza central de la geopolítica moderna y del liderazgo
tecnológico-industrial. Así pues, fomentar un ecosistema europeo de los
semiconductores de última generación y unas cadenas de suministro resilientes
es fundamental para la autonomía estratégica, la soberanía tecnológica, la
resiliencia y la competitividad industrial de la Unión, también en los sectores
estratégicos de la defensa y la industria aeroespacial. Por tanto, el CESE
apoya plenamente los ambiciosos objetivos de la Ley Europea de Chips.
1.2. El CESE cree que para que la Unión
logre sus ambiciosos objetivos en el ámbito de los semiconductores se necesitan
más recursos de los actualmente contemplados. Con el fin de aprovechar de la
mejor forma posible sus recursos limitados, la Unión también debería plantearse
dar prioridad a determinadas tecnologías o segmentos de la cadena de valor y de
acometer esfuerzos complementarios con socios afines.
1.3. El CESE está firmemente convencido
de que la Ley Europea de Chips debería garantizar que, de manera especial, se
proporcione a la defensa y a la industria aeroespacial un apoyo que se
corresponda con su importancia estratégica y su condición de sectores críticos,
con independencia de su tamaño como mercado. Esta necesidad debería reflejarse
en todos los pilares de la iniciativa, en particular incentivando nuevos
diseños de chips que se ajusten a los requisitos específicos de la defensa y la
industria aeroespacial. Las medidas concretas conllevarían el acceso
prioritario a las líneas piloto y la posibilidad de dar preferencia a los pedidos
de los sectores críticos dirigidos a las instalaciones de producción integrada
y a las fundiciones abiertas de la UE fuera del «modo de crisis».
1.4. En opinión del CESE, las partes
interesadas industriales en el ámbito de los semiconductores y de sectores
críticos situados en etapas posteriores de la cadena deberían ser miembros de
pleno derecho del Consejo Europeo de Semiconductores y de sus órganos
subsidiarios con el fin de garantizar la máxima coordinación entre los
responsables políticos y los agentes del mercado correspondientes a todas las
etapas de la cadena.
1.5. El CESE considera que hacen falta
inversiones en la producción de chips en Europa, tanto de tecnologías avanzadas
como maduras, a fin de garantizar unas cadenas de suministro resilientes para
la fabricación de material de defensa y aeroespacial, y que se debería apoyar
la innovación en relación con todos los tipos de semiconductores que necesita
la industria europea.
1.6. En opinión del CESE, la estrategia
de la Unión debería incluir medidas específicas para abordar el suministro de
materias primas.
1.7. El CESE considera que, para evitar
el perjuicio que conllevaría una carrera por las subvenciones, la financiación
debería coordinarse en el ámbito de la Unión en la medida de lo posible,
mientras que el mecanismo de control de las ayudas estatales que recoge el
artículo 107 del TFUE debería ajustarse para garantizar la previsibilidad de la
evaluación y la coherencia con otros objetivos de la Unión.
1.8. El CESE considera que deberían
concederse ayudas estatales a las instalaciones de producción integrada y a las
fundiciones abiertas de la UE que beneficien de forma directa a varios Estados
miembros, y que las ayudas públicas podrían centrarse en iniciativas
estrechamente relacionadas con aplicaciones ecológicas.
1.9. En opinión del CESE, la recopilación
de datos para supervisar las cadenas de suministro y anticiparse a futuras
crisis debería llevarla a cabo un solo organismo de la Unión.
1.10. El CESE aboga por implantar un marco de
gestión de datos apropiado que abarque la transparencia de los datos, su
interoperabilidad, su intercambio, su accesibilidad y su seguridad.
1.11. El CESE considera que, en tanto que
sectores estratégicos, la defensa y la industria aeroespacial deberían tener
prioridad a la hora de desarrollar procedimientos de certificación, y que la
iniciativa Chips para Europa podría respaldar el desarrollo de normas militares
y civiles conjuntas en el contexto de la Estrategia Europea de Normalización.
1.12. El CESE considera que la Ley Europea de
Chips debe mantener una coherencia y una vinculación clara con todos los demás
instrumentos políticos nacionales y de la Unión que presenten objetivos
conexos, en particular con la Alianza Industrial sobre tecnologías de
procesadores y semiconductores, el Observatorio de Tecnologías Críticas de la
UE y la Alianza Europea sobre Materias Primas.
1.13. El CESE acoge favorablemente la Ley
Europea de Chips y pide que se pongan en marcha sin demora las negociaciones
sobre la iniciativa y que esta se aplique de forma rápida, ambiciosa y eficaz.
2. Contexto general
2.1. En un mundo cada vez más
digitalizado, los semiconductores son un componente esencial en numerosos
ámbitos económicos y de la vida. Se emplean en todos los productos digitales,
hacen posibles tecnologías clave del futuro como la inteligencia artificial, el
5G y la computación en la nube/perimetral, y sustentan las infraestructuras
críticas en las que se apoyan nuestras sociedades.
2.2. Los semiconductores también son
fundamentales para la fabricación de material de defensa y aeroespacial. Los
sofisticados sistemas de los que dependen cada vez más las fuerzas armadas
europeas y otros usuarios finales contienen chips de todo tipo, incluidos
muchos de los que se encuentran en productos comerciales. Sin embargo, mientras
que la producción de chips comerciales se centra en la rentabilidad económica
en grandes volúmenes, la defensa y la industria aeroespacial requieren pequeños
volúmenes y dan especial importancia a la durabilidad, la fiabilidad y la
seguridad de la información. Los sectores de la defensa y la industria
aeroespacial representaron en conjunto alrededor del 1 % del mercado mundial de
chips en 2020 (1).
2.3. La aceleración de la transformación
digital en todo el mundo está alimentando una demanda creciente de todo tipo de
semiconductores en todos los sectores industriales, y se prevé que esta se
duplique de aquí a 2030. La pandemia de coronavirus reforzó la demanda y
trastornó las cadenas de suministro mundiales; desde entonces, todos los
sectores industriales situados en etapas posteriores de la cadena se han visto
afectados por importantes problemas de abastecimiento en todo el mundo. Esta
situación ha dado lugar a elevados retrasos en las entregas, cancelaciones de
pedidos y cierres de fábricas, con graves consecuencias económicas. Por
ejemplo, para los fabricantes de la zona del euro la relación entre los índices
de gestores de compras correspondientes a los nuevos pedidos y a los plazos de
entrega de los proveedores se triplicó holgadamente entre 2019 y 2021, en
especial en las industrias que utilizan semiconductores para la producción (por
ejemplo, automoción y equipos tecnológicos), mientras que la producción de
vehículos de motor en la zona del euro disminuyó en un 18,2 % entre noviembre
de 2020 y marzo de 2021 (2).
2.4. Esta evolución ha puesto de
manifiesto la dependencia de Europa de un pequeño número de proveedores
extranjeros de chips y componentes, y su consiguiente vulnerabilidad a los
trastornos en las cadenas de suministro. En concreto, los sectores de la
defensa y la industria aeroespacial de la Unión han acusado esta vulnerabilidad
de manera intensa. Incapaces de responder a la creciente demanda mundial e
impulsados por una lógica de mercado, los fabricantes de chips dan prioridad a
los mercados nacionales y a las industrias que demandan grandes volúmenes y
desatienden al resto.
2.5. Los chips son un componente esencial
para nuestras economías, por lo que los trastornos en las cadenas de suministro
representan un reto de carácter económico y potencialmente social. Sin embargo,
cuando se trata de sectores estratégicos como la defensa y la industria
aeroespacial, la dependencia también se convierte en un problema de seguridad,
al poner en peligro el abastecimiento de material de defensa y aeroespacial en
la Unión.
2.6. Esto resulta extremadamente
problemático en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en el que los
flujos comerciales y tecnológicos se utilizan como arma, lo que hace de los
semiconductores un elemento crítico desde el punto de vista geopolítico. A raíz
de ello, las principales economías están realizando grandes esfuerzos para
aumentar su capacidad de producción y reducir sus dependencias. Por ejemplo,
Estados Unidos tiene previsto invertir 52 000 millones de dólares en su
ecosistema de semiconductores de aquí a 2026, China se ha propuesto movilizar
150 000 millones de dólares con el fin de alcanzar una autosuficiencia del 70 %
en 2025 y Corea del Sur aspira a movilizar hasta 450 000 millones de dólares de
inversión privada hasta 2030.
2.7. En este contexto, la Unión debe
reducir urgentemente su dependencia, impulsar su competitividad e incrementar
la seguridad en el suministro de chips reforzando su posición en las cadenas de
suministro mundiales. Este objetivo cobra especial importancia para un sector
estratégico como el de la defensa y la industria aeroespacial. Al mismo tiempo,
la elevada complejidad, los costes y las barreras a la entrada en el mercado
hacen que la autarquía en la producción de semiconductores no sea ni realista
ni deseable. Por consiguiente, reforzar las asociaciones internacionales
resultará determinante para mejorar la seguridad de abastecimiento europea.
2.8. En la Estrategia Industrial para
2020, la Comisión reconoció que los semiconductores son un área industrial
estratégica en la que se deben abordar las dependencias europeas. En la Brújula
Digital para 2021 se estableció el objetivo de duplicar la cuota europea de
producción mundial de chips de vanguardia y sostenibles hasta el 20 % en 2030.
En su discurso sobre el estado de la Unión de 2021, la presidenta de la
Comisión, Ursula von der Leyen, anunció la Ley Europea de Chips, dirigida a
crear un ecosistema europeo de chips de última generación. Por último, en marzo
de 2022, el Consejo Europeo reafirmó la importancia de esta iniciativa al pedir
que se reduzcan las dependencias estratégicas de la Unión en ámbitos altamente
sensibles, en particular el de los semiconductores.
3. Observaciones generales
3.1. Visión
3.1.1. Aunque Europa tiene una fuerte presencia
en algunos segmentos de la cadena de valor de los chips (por ejemplo, I+D,
equipos de fabricación), debe reforzar su posición a lo largo de toda la
cadena. Por lo tanto, el CESE acoge favorablemente el objetivo de la Comisión
Europea de aprovechar los puntos fuertes existentes para cerrar la brecha «de
la investigación a la producción».
3.1.2. El CESE manifiesta su preocupación por que
la estrategia de Europa no aborde con la suficiente profundidad la cuestión de
las materias primas, que suponen una dimensión fundamental de la seguridad del
suministro en la que Europa depende de terceros países para la adquisición de
determinados insumos (por ejemplo, recubrimientos fotosensibles o silicio
metálico). La Ley Europea de Chips debería incorporar medidas específicas para
abordar este riesgo, en particular vínculos con la Alianza Europea sobre
Materias Primas.
3.1.3. El CESE apoya sin fisuras el objetivo de
impulsar la producción europea de semiconductores de vanguardia y sostenibles.
Sin embargo, algunos sectores decisivos, como el de la fabricación de material
de defensa y aeroespacial, también necesitan chips de generaciones anteriores.
Por tanto, el CESE considera que es necesario invertir en la producción de
chips de tecnologías tanto avanzadas como maduras con el fin de garantizar la
resiliencia de las cadenas de suministro.
3.1.4. El CESE está firmemente convencido de que
para apoyar el desarrollo de la capacidad tecnológica y la innovación a gran
escala en el conjunto de la Unión es imprescindible una elevada participación
de todo el ecosistema que abarque a las empresas emergentes, las empresas
emergentes en expansión y las pymes además de a las compañías más grandes.
3.2. Inversiones
3.2.1. Para alcanzar los objetivos de su
Estrategia Europea de Chips, la Comisión cuenta con unos 43 000 millones de
euros de inversión impulsada por políticas de aquí a 2030, incluidos 11 000
millones de euros de inversión pública en el marco de la iniciativa Chips para
Europa. No obstante, es necesario aclarar mucho más las fuentes y las cuantías
de la financiación, el uso de los créditos presupuestarios existentes y los
objetivos que debe respaldar cada línea presupuestaria.
3.2.2. El CESE expresa sus dudas de que la
cuantía de las inversiones públicas previstas en la Estrategia Europea de
Chips, algunas de los cuales ya estaban comprometidas para acciones en el
ámbito de la microelectrónica, se corresponda con este nivel de ambición. Los
competidores industriales de la UE han dedicado, y continúan dedicando, un
apoyo mucho mayor a sus ecosistemas de semiconductores, que ya están mejor
posicionados en la cadena de valor mundial. Por ello, el CESE cree que se
necesitan más recursos que los previstos actualmente para alcanzar los
objetivos declarados de esta ambiciosa iniciativa, tanto en términos de cuota
de mercado como de calendario. La reducción de la carga administrativa para
acceder a esos recursos debería entenderse como una prioridad.
3.2.3. Para utilizar sus recursos limitados de la
manera más eficiente, la Unión también debería plantearse dar prioridad a
determinadas tecnologías o segmentos de la cadena de valor. En este sentido, la
coordinación con socios afines podría garantizar la complementariedad y evitar
la duplicación de esfuerzos.
3.2.4. El CESE también considera que las
reasignaciones presupuestarias procedentes de Horizonte Europa y Europa Digital
no deberían dejar a otras áreas prioritarias —como el espacio, la inteligencia
artificial y la ciberseguridad— sin recursos suficientes para alcanzar sus
propios objetivos específicos. Además, no deberían realizarse reasignaciones
desde el Fondo Europeo de Defensa, dado que esto reduciría los ya limitados
recursos que se destinan al sector estratégico de la defensa.
3.3. Sectores críticos
3.3.1. La Ley Europea de Chips reconoce la
importancia de los «sectores críticos», entre los que se encuentran el de la
defensa y la industria aeroespacial, y dispone que reciban un trato prioritario
en caso de trastornos significativos del suministro. El CESE acoge
favorablemente este planteamiento estratégico, puesto que refleja el papel
esencial de estos sectores en la seguridad y la resiliencia de nuestras
sociedades.
3.3.2. Sin embargo, el CESE cree que la noción de
«sectores críticos» debería tener reflejo en todos los pilares de la
iniciativa. En particular, la iniciativa Chips para Europa debería incluir
medidas específicas para respaldar los sectores críticos, incluido el acceso
prioritario a las líneas piloto, mientras que las instalaciones de producción
integrada y las fundiciones abiertas de la UE deberían reservar un mínimo de su
capacidad de producción total para cubrir la demanda de estos sectores.
3.4. Importancia estratégica de la defensa y
la industria aeroespacial
3.4.1. El CESE está firmemente convencido de que
la Ley Europea de Chips debería garantizar el apoyo a los sectores de la
defensa y la industria aeroespacial conforme a su importancia estratégica y su
condición de sectores «críticos». El apoyo debe tener en cuenta las
características específicas de estos sectores, incluida su exigua cuota de
mercado y su limitada capacidad para influir en las correspondientes
inversiones y decisiones de mercado.
3.4.2. Dadas estas particularidades, garantizar
la seguridad del suministro para estos sectores exige un equilibrio adecuado
entre un planteamiento orientado al mercado y basado en el volumen y otro
estratégico basado en la criticidad. Este equilibrio debería reflejarse, en
particular, en la priorización relativa de los pedidos a las instalaciones de
producción y en la asignación de productos tras las compras comunes, donde la fabricación
de material de defensa y aeroespacial competiría con industrias mucho más
grandes.
3.5. Medio ambiente
3.5.1. El CESE considera que la Ley Europea de
Chips debería estar en plena consonancia con el objetivo estratégico de la
Unión de lograr una economía ecológica y sostenible en su territorio para 2030
y respaldar dicho objetivo. Con este fin, se debería reforzar la investigación
sobre el impacto medioambiental de las iniciativas en materia de
semiconductores para comprender en toda su dimensión el impacto medioambiental
del conjunto de la cadena de valor, y no solo el comportamiento del producto
final.
3.5.2. Por consiguiente, las ayudas públicas
deberían centrarse en aquellas iniciativas en materia de semiconductores que
estén estrechamente ligadas a aplicaciones ecológicas, en particular
concediendo mejores condiciones para recibir apoyo público a las empresas que
desarrollen ese tipo de productos.
3.6. Gobernanza
3.6.1. Las partes interesadas del sector están
mejor situadas que nadie para seguir las tendencias del mercado y evaluar las
posibles soluciones a los trastornos de suministro. Por tanto, el CESE está
firmemente convencido de que estas partes interesadas, en especial las de la
industria de los semiconductores y de los sectores críticos, deberían
implicarse de manera directa en la gobernanza de la Estrategia de Chips, en
particular como miembros de pleno derecho del Consejo de Semiconductores y de
sus subgrupos. La participación de los sectores de todas las etapas de la
cadena también mejorará su coordinación mutua, lo que permitirá a la industria
hacer frente a los trastornos de suministro sin una intervención significativa
en el mercado.
3.7. Coherencia
3.7.1. En el ámbito de la Unión, ya son varios
los instrumentos políticos centrados en los chips, como Horizonte Europa,
Europa Digital, la Alianza Industrial sobre Procesadores y Tecnologías de
Semiconductores y el Observatorio de Tecnologías Críticas. La Alianza Europea
sobre Materias Primas también trata temas relacionados. Para maximizar la
eficacia y la eficiencia generales, estos instrumentos y la Ley Europea de
Chips deben ser totalmente coherentes y estar claramente vinculados entre sí.
Se requerirá coordinación entre las iniciativas de la Unión y los proyectos
nacionales que los Estados miembros están elaborando activamente.
4. Observaciones específicas
4.1. Reforzar el liderazgo en materia de
investigación y tecnología
4.1.1. El CESE acoge favorablemente la intención
de la Comisión Europea de apoyar las tecnologías de última generación, como los
transistores de menos de 2 nm, las tecnologías de inteligencia artificial
disruptivas y los chips cuánticos. Estas tecnologías tienen un gran potencial
para responder a las futuras necesidades de las industrias estratégicas, entre
ellas la de defensa y la industria aeroespacial, por lo que es vital
desarrollar y proteger rápidamente la propiedad intelectual e industrial
europea en estos campos.
4.1.2. Al mismo tiempo, las industrias europeas
situadas en etapas posteriores de la cadena, como la de defensa y la
aeroespacial, seguirán necesitando chips especializados con mayores dimensiones
características. Por este motivo, la Ley Europea de Chips no debería centrarse
exclusivamente en los chips de menores dimensiones, sino promover la innovación
para todos los tipos de chips necesarios.
4.2. Liderazgo en materia de diseño,
fabricación y embalaje
4.2.1. El CESE acoge favorablemente el énfasis
que la iniciativa Chips para Europa pone en la estrecha colaboración entre los
agentes de la oferta y la demanda, así como la función consultiva prevista de
la Alianza Industrial sobre Procesadores y Tecnologías de Semiconductores, que
contribuirán a garantizar la coherencia de los esfuerzos.
4.2.2. El CESE está firmemente convencido de que
para la resiliencia y la autonomía de la industria europea de defensa y
aeroespacial es especialmente importante que la Unión posea capacidades propias
para diseñar la electrónica del futuro, incluyendo características como la
ciberprotección, las capacidades de inteligencia artificial, la modularidad y
la reutilización.
4.2.3. El CESE apoya plenamente la creación de
líneas piloto innovadoras para la creación de prototipos. Con el fin de
impulsar las sinergias entre la producción comercial y el sector de fabricación
de material de defensa y aeroespacial, de gran importancia estratégica, los
diseños de chip desarrollados en este contexto deberían tener en cuenta los
requisitos exclusivos de estos dos sectores. Los diseños destinados a cubrir
las necesidades de defensa y aeroespaciales también deberían tener acceso
prioritario a las líneas piloto.
4.2.4. El CESE considera que, en tanto que
sectores estratégicos, la defensa y la industria aeroespacial deberían ser
prioritarios de cara a elaborar procedimientos de certificación. Asimismo, la
elaboración de normas será fundamental. Para maximizar las posibilidades de
sinergia, la iniciativa Chips para Europa podría apoyar el desarrollo de normas
militares y civiles conjuntas en el contexto de la Estrategia Europea de
Normalización.
4.3. Fomento del ecosistema europeo y
garantización de la seguridad de suministro
4.3.1. El CESE concuerda en que será necesario un
apoyo público notable y rápido para incentivar las grandes inversiones privadas
necesarias para reforzar la capacidad de producción de Europa. Garantizar la
seguridad jurídica y reducir en la medida de lo posible los trámites
burocráticos será clave para atraer estas inversiones. Por tanto, es
fundamental definir con claridad los criterios para la designación de las
instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE y para la
autorización de ayudas estatales, así como simplificar los procedimientos
administrativos. También se deberían determinar los criterios para coordinar
las diferentes medidas de apoyo disponibles con el fin de garantizar una
aplicación eficaz y no discriminatoria de las normas sobre ayudas estatales.
4.3.2. El CESE celebra que el principio de
«carácter pionero» permita apoyar la innovación no solo en cuanto a nodo
tecnológico, sino también a tecnología de procesos, rendimiento y
sostenibilidad. Se podría introducir un principio complementario de «utilidad
común para la UE» a fin de reconocer aquellas instalaciones que benefician
directamente a varios Estados (por ejemplo, mediante el compromiso de
suministrar a empresas de varios Estados miembros en igualdad de condiciones).
4.3.3. Para evitar una costosa carrera por las
subvenciones entre los Estados miembros, el CESE propone que se coordine la
financiación pública en el ámbito de la Unión en la medida de lo posible (por
ejemplo, utilizando el marco de las empresas comunes y los PIICE y coordinando
los capítulos digitales de los planes nacionales de recuperación y resiliencia,
que está previsto dediquen un 20 % —esto es, 145 000 millones EUR— a la
transformación digital). También sería oportuno adaptar la aplicación del
mecanismo de control de las ayudas estatales conforme al artículo 107 del TFUE
para permitir una evaluación más rápida y predecible de las ayudas públicas. En
ese sentido cabe señalar que, por ejemplo, el marco temporal asociado a la
COVID-19 ha demostrado garantizar eficazmente un apoyo oportuno y adecuado, y
lo mismo sucede con las directrices sobre las ayudas a la banda ancha. Si bien
las ayudas públicas a las instalaciones de producción integrada y las
fundiciones abiertas de la UE pueden recibir un apoyo de hasta el 100 % de la
brecha de financiación, sería muy deseable que se proporcionasen orientaciones
adicionales sobre el análisis. Por ejemplo, las instalaciones de producción
integrada y las fundiciones abiertas de la UE que también cumplan el criterio
de «utilidad común para la UE» podrían optar a una autorización más rápida de
las ayudas.
4.3.4. El CESE considera que, al evaluar las ayudas
estatales, la Comisión debería tener en cuenta otros objetivos: por ejemplo,
los de promover sectores estratégicos como el de defensa y el aeroespacial y
garantizar la coherencia con los objetivos de sostenibilidad de la Unión.
4.4. Abordar la grave escasez de capacidades
profesionales
4.4.1. Las competencias digitales son
determinantes para alcanzar las ambiciones de Europa en el ámbito de los
semiconductores, y su demanda seguirá creciendo. Por ello, el CESE acoge
favorablemente la intención de abordar las carencias de Europa en materia de
competencias digitales y pide que se apliquen de manera ambiciosa las
iniciativas pertinentes previstas.
4.5. Comprensión de las cadenas de suministro
mundiales y anticipación de futuras crisis
4.5.1. El CESE acoge favorablemente el énfasis
estratégico en cartografiar y supervisar las cadenas de suministro y detectar
los riesgos de trastornos. Algunos riesgos son especialmente relevantes para
los sectores de la defensa y la industria aeroespacial, como la repercusión
para los proveedores de las políticas ambientales, sociales y de gobernanza, la
reglamentación de la Unión (como el Reglamento REACH) y las políticas
exteriores y de exportación de los países de los proveedores de fuera de la
Unión (por ejemplo, la normativa ITAR/EAR estadounidense).
4.5.2. Esta tarea exige un planteamiento que
refleje la naturaleza compleja y transfronteriza de las cadenas de suministro y
garantice la coherencia de la información. El CESE pide por ello que la
recopilación de datos se realice de forma centralizada por un único órgano
designado a escala de la UE ante el que las empresas de todo el territorio de
la Unión presentarían la información siguiendo unos requisitos claros y
simplificados. Deben establecerse mecanismos adecuados para garantizar la
confidencialidad de la información sensible proporcionada por la industria.
4.5.3. Por último, es importante tener claras las
normas aplicables en «modo de crisis». Por ejemplo, puesto que la mayoría de
los tipos de chips se utilizan en diferentes industrias, durante una situación
de escasez mundial es probable que empresas de diversos sectores críticos
necesiten acceder a los mismos productos y capacidades de producción. Por ello,
es necesario definir criterios claros para la priorización de los pedidos y la
asignación de productos tras las compras comunes.
4.6. Cooperación internacional
4.6.1. El ecosistema mundial de los semiconductores es complejo,
especializado y muy interdependiente. Por ello, los esfuerzos para impulsar la
capacidad de producción y la resiliencia en el ámbito de la Unión deben ir
acompañados de la cooperación con socios internacionales afines. Aprovechar los
puntos fuertes de cada parte y desarrollar estrategias coordinadas contribuirá
a impulsar las sinergias, evitar la duplicación de esfuerzos y aumentar la
eficiencia a lo largo de toda la cadena de valor.
A la hora de cooperar con sus
socios en el ámbito de los chips, la Unión debería aprovechar al máximo los
foros existentes, como el Consejo UE-EE. UU. de Comercio y Tecnología, con
participación de las partes interesadas de la industria por su experiencia y su
papel en la aplicación de los proyectos sobre el terreno.
Bruselas,
13 de mayo de 2022.
El
Presidente de la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales
Pietro
Francesco DE LOTTO
(1) TechNavio, Semiconductor Market
in Military and Aerospace Industry by Product and Geography-Forecast and
Analysis, 2021-2025, noviembre de 2021; Gartner, «Worldwide Semiconductor
Revenue Grew 10,4 % in 2020», Comunicado de prensa de Gartner, 12 de
abril de 2021.
(2) Attinasi, Maria Grazia, et al.«The
semiconductor shortage and its implication for euro area trade, production and
prices», ECB Economic Bulletin 4/2021, abril de 2021 (URL).
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