miércoles, 31 de octubre de 2012

Automatización, empleo y formación

 

Dos inquietudes: primero, creo que no puede generalizarse los promedios de ahorros de los costos operativos por cada empresa, ellos dependen de su estructura,  por cada rama productiva de bienes y servicios, del tamaño de la empresa, de su localización. En todo caso, sería interesante verificar la muestra utilizada.  Segundo, la automatización, por definición, desespecializa, recrea rutinas humanas que permiten substituir procesos cognitivos o manuales repetitivos, tediosos, peligrosos,  ergo, desemplea, pero que puede regenerar empleos si se acompaña de formación ex ante o ex post a los procesos de automatización. El desafío se encuentra allí, porque a fuerza de reducir empleos, la talla del mercado de los que producen, se reduce. A menos que la empresa ocupe posiciones dominantes, …

Automatizar procesos en una empresa puede ahorrar hasta un 50% en costos operativos

Miércoles, 31 de octubre del 2012
Este tipo de tecnología permite “tomar control sobre lo que está pasando” en cualquier organización y reduce los tiempos de ejecución de tareas específicas en un 80%, aseguró Miguel Hernández, gerente de desarrollo de negocio de Datco Perú.

Un banco peruano rediseñó, ya hace algunos años, su proceso de evaluación crediticia. Comenzó con productos como tarjetas de crédito y créditos de consumo , hasta llegar a los créditos hipotecarios . Como resultado, el proceso de entrega de estos productos pasó de durar una semana a solo quince minutos.
¿Qué sucedió? Miguel Hernández, gerente de desarrollo de negocio de Datco Perú, explicó que este cambio en el ritmo de trabajo se debió a la automatización de procesos. “Cuando haces esto, tomas control de la gestión en la empresa y, a la vez, te vuelves más eficiente y maximizas la productividad”, agregó.
“La teoría y la experiencia que tenemos nos dice que la reducción de costos es entre 30% y 50% cuando automatizas procesos. En términos de tiempo, estamos hablando —en muchos casos— de un 80% de reducción”, aseguró Hernández.
Esta última cifra va a depender de cómo se esté llevando hasta el momento el flujo de trabajo: si el proceso ya está marchando bien y solo falta automatizarlo, el ahorro de tiempo será menor, pero el beneficio en productividad aumentará.
Sin despidos
Uno de los mitos que acompañan la automatización de procesos es el recorte de personal, comentó el ejecutivo. En el caso del banco con el que Datco trabajó, lo que se dio fue una reorientación del trabajo de los empleados.
“Antes de tener el proceso automatizado, tenías unos 100 digitadores. De ese número, luego quedaron unos 40, mientras que los otros 60 fueron reubicados en otras áreas de la empresa, sin generar despidos”, detalló.
“Todas las empresas tienen procesos críticos para el negocio o administrativos —dijo Hernández— por lo que esto funciona en todos los sectores”. Hasta el momento, el sistema financiero ha sido el más exitoso en el rediseño de su flujo de trabajo a través de esta tecnología. Mientras menos se animen a dar este salto, “estamos perdiendo una oportunidad con respecto a otras empresas en la región”, advirtió.

domingo, 21 de octubre de 2012

Identidad Perdida o Pérdida de Identidad?



Fernando Henrique Cardozo, decía en la “Revue du Tiers Monde”, hace una veintena de años, que las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, TICs estaban cambiando, sustancialmente, las formas de organización y de producción de la sociedad. Hoy, los medios de tratamiento de la información y de las comunicaciones (ordenadores,  teléfonos, Internet,…) y sus nuevas materias primas: principalmente, datos personales y contenidos de vocación mercantil, refuerzan la insurgencia de una nueva sociedad de la información. Su flanco negativo, es que en ella se amenaza o vulnera – urbi, orbi y por un buen tiempo - los atributos de la personalidad del ser humano: existencia, nombre, sexo, domicilio, nacionalidad, usurpando o modificando su identidad, y/o alienando su patrimonio creativo. Para las comunicar, Internet  se sirve de números IP (Protocolo Internet) reemplazando los identificantes reales por virtuales: anónimos, pseudónimos o avatares; o domicilios, sexos o nacionalidades virtuales.  Así, los procesos de identidad e identificación de la persona humana, como su portabilidad en documentos oficiales o legales de estos rasgos ceden, sin ser necesariamente reemplazados. Además se altera, vía la gobernanza de Internet por auto-regulación o incipiente co-regulación, principios de soberanía y de jurisdicción detentados por el Estado en el ejercicio de la autoridad nacional y de la aplicación del derecho.

Su abogado le aconsejo bien, pero parcialmente. El problema de la identidad personal, no es solo obra de canallas, resentidos, o envidiosos, ni menos de acomplejados, imbéciles o aburridos, ni dirigidos contra la identidad de la persona humana o contra las personas morales o jurídicas, también, se barajan interés empresariales, extranjeros, y en última instancia se atenta contra las antiguas forma social de regulación y respeto de la identidad real. Siempre las regulaciones técnicas, económicas han sido más rápidas que las regulaciones políticas o jurídicas, pero ahora más que nunca, ello nos interpela sobre el tipo de sociedad que se construye, en la cual la identidad de persona deviene un valor mercantil que ni la persona ni las autoridades, técnicas, económicas; políticas o jurídicas nacionales son capaces de proteger eficazmente. El tiempo y la complejidad juegan en contra, y no exclusivamente contra Philip Roth o Mario Vargas Llosa.

La identidad perdida



En The New Yorker del 7 de septiembre de este año hay una “Carta abierta a Wikipedia” del novelista norteamericano Philip Roth que es sumamente instructiva. Cuenta cómo Roth, al descubrir la descripción errónea que hacía Wikipedia de su novela The Human Stain (“La mancha humana”), envió una carta al administrador de esa enciclopedia virtual pidiendo una rectificación. La respuesta que obtuvo fue sorprendente: aunque la entidad reconocía que un autor es “una indiscutible autoridad sobre su propia obra”,  su sola palabra no era suficiente para que Wikipedia admitiera haberse equivocado. Necesitaba, además, “otras fuentes secundarias” que avalaran la corrección.
En su carta abierta, Philip Roth demuestra, con precisiones y datos fehacientes, que su novela no está inspirada, como afirma Wikipedia, en la vida del crítico y ensayista Anatole Broyard, a quien conoció muy de paso y cuya vida privada ignoraba por completo, sino en la de su amigo Melvin Tumin, sociólogo y catedrático de la Universidad de Princeton, que, por haber usado en una clase una palabra considerada despectiva hacia los afroamericanos, se vio envuelto en una verdadera pesadilla de ataques y sanciones que por poco destruyen su vida, pese a sus muchos años dedicados a combatir como intelectual y académico la discriminación y el prejuicio racial en los Estados Unidos. Philip Roth publicó esta carta abierta en The New Yorker para tratar de contrarrestar de algún modo una falsedad respecto a su obra que la multitudinaria Wikipedia ha desparramado ya por el mundo entero.
No es esta la primera vez que el gran novelista norteamericano da esa batalla quijotesca en defensa de la verdad. Hace algunos años, descubrió en The New York Times que le atribuían una afirmación que no recordaba haber hecho. Después de no pocas gestiones y esfuerzos consiguió llegar a la fuente que había utilizado el diario para citarlo: una entrevista en un diario italiano, firmada por Tommaso Debenedetti. Que él no había dado jamás. Gracias a esta investigación, se descubrieron las proezas fraudulentas de Debenedetti, que, desde hacía ya varios años, publicaba –en la prensa de Italia y otros países– reportajes a personas de diversos oficios y funciones inventadas de pies a cabeza (yo merecí el honor de ser una de sus víctimas, y, otra de ellas, nada menos que Benedicto XVI). Demás está decir que las setenta y nueve colaboraciones falsas del personaje no han merecido sanción alguna y la historia de su fraude ha convertido al simpático Tommaso Debenedetti en un verdadero héroe de la civilización del espectáculo.
Ahora quisiera yo meterme en este artículo y contar dos episodios de mi vida reciente que muestran una inquietante vecindad con lo ocurrido a Philip Roth. Estaba en Buenos Aires y una señora, en la calle, me detuvo para felicitarme por mi “Elogio a la mujer”, que acababa de leer en Internet. Pensé que me confundía con otro pero, pocos días después, ya de regreso al Perú, dos personas más me aseguraron que habían leído el texto susodicho y firmado por mí. Finalmente, un alma caritativa o perversa me lo hizo llegar. Era breve, estúpido y de una cursilería rechinante (“La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad”, “Todas las mujeres bellas que he visto son las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran”, y cosas todavía peores). Pregunté a amigos fanáticos de la red si había alguna manera de identificar al falsario que había pergeñado esa excrecencia retórica usando mi nombre y me dijeron que en teoría sí, pero en la práctica no. Porque no hay nada más fácil que borrar las pistas de los fraudes retóricos, inyectando mentiras y embauques de esta índole. Podía intentarlo, desde luego, pero me costaría mucho tiempo y sin duda bastante dinero. Mejor me olvidaba del asunto. Es lo que hice, por supuesto.
Hasta que, uno o dos años después, recibí una llamada de un periodista de La Nación, de Buenos Aires, el diario que publica en Argentina mis artículos. Me preguntaba, sorprendido, si yo era el autor de un texto, firmado con mi nombre, titulado “Sí, lloro por ti Argentina”, que era una diatriba feroz contra los argentinos y que andaba circulando por Internet. En este caso, el texto que me atribuían era infame, pero no estúpido. El falsificador lo había urdido con una astucia cuidadosa, tomando frases que efectivamente yo había usado alguna vez, por ejemplo para criticar la política de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner o la del presidente Hugo Chávez, de Venezuela, y adobándolas con vilezas y vulgaridades pestilenciales de su propia cosecha (“el desquiciado, paria, bestia troglodita de la extinta y queridísima República de Venezuela”, “El peronismo es el partido de los resentidos más aberrantes, llenos de odio, de rencores viscerales, fanáticos, fascistas, enfermos de rabia inexplicable” y lindezas por el estilo).
Consulté a un abogado. Me explicó que el tema de los derechos de autor, del copyright, en el mundo digital es todavía un bosque confuso, objeto de múltiples negociaciones en las que todavía nadie se pone de acuerdo, y que, aunque en principio, mediante una larga y costosa investigación, podría llegar a la fuente de donde había salido originalmente el texto fraudulento, probablemente el esfuerzo sería inútil pues el o los falsificadores habrían tomado las precauciones necesarias para borrar las pistas, lanzando el artículo calumnioso no desde su propia computadora sino usando alguna de las que se alquilan en cualquier cibercafé. ¿No había nada que hacer, entonces?  En realidad, no. O, más bien, sí: tomarlo a la broma y olvidarse.
Y aquí llegamos a la parte más seria y trascendente del asunto, más permanente que lo anecdótico. La revolución tecnológica audiovisual, que ha impulsado las comunicaciones como nunca antes en la historia, y que ha dotado a la sociedad moderna de unos instrumentos que le permiten sortear todos los sistemas de censura, ha tenido también, como perverso e impremeditado efecto, el de poner en manos de la canalla intelectual y política, del resentido, el envidioso, el acomplejado, el imbécil o simplemente el aburrido, un arma que le permite violar y manipular lo que hasta ahora parecía el último santuario sacrosanto del individuo: su identidad. Técnicamente es hoy día posible desnaturalizar la vida real de una persona –qué es, cómo es, qué hace, qué dice, qué piensa, qué escribe– e ir sutilmente alterándola hasta desnaturalizarla del todo, provocando con ello, a veces, irreparables daños. Probablemente lo peor del caso es que estas operaciones delictivas ni siquiera resultan de una conspiración política, o empresarial, o cultural, sino, más pedestremente, de pobres diablos que de este modo tratan de combatir el tedio o la pavorosa sequedad de sus vidas. Necesitan divertirse de algún modo y ¿no es acaso un deporte divertido envilecer o ridiculizar o poner en situaciones de escándalo a los otros si, además, ello se puede perpetrar con la impunidad más absoluta?    
Por eso, los valerosos esfuerzos que un Philip Roth hace en defensa de su identidad de escritor y de ciudadano, para que le permitan seguir siendo lo que es y no una caricatura de sí mismo, aunque admirables, son probablemente totalmente inútiles. Vivimos en una época en que aquello que creíamos el último reducto de la libertad, la identidad personal, es decir, lo que hemos llegado a ser mediante nuestras acciones, decisiones, creencias, aquello que cristaliza nuestra trayectoria vital, ya no nos pertenece sino de una manera muy provisional y precaria. Al igual que la libertad política y cultural, también nuestra identidad nos puede ser ahora arrebatada, pero en este caso por tiranuelos y dictadores invisibles que en vez de látigos, espadas o cañones usan teclas y pantallas y se sirven del éter, de un fluido inmaterial y subrepticio y tan sutil y poderoso que puede invadir nuestra intimidad más secreta y reconstruirla a su capricho.
A lo largo de su historia, el ser humano ha debido enfrentar toda clase de enemigos de la libertad y, con grandes sacrificios y dejando el campo de batalla sembrado de innumerables víctimas, siempre ha conseguido derrotarlos. Y creo que también, a la larga, derrotaremos a este último. Pero esta victoria, me temo mucho, demorará y ni Philip Roth ni yo alcanzaremos a celebrarla.
Madrid, octubre de 2012

Contenidos de GoogleNews y Enlaces

Los motores de última generación, caso de Google, indexan todo contenido numérico, donde éste se encuentre, cualquiera que sea su formato, en tiempo casi real. La duración de conservación de esta información indexada y puesta en caché es además indefinida. Aparte de estas derivas técnicas, aun no reguladas, se vulnera la propiedad intelectual de los títulos de los periódicos. La eventualidad de beneficio comercial por el tráfico generado mediante enlaces, aducida por Google no sería justificable sino existe acuerdo mutuo, y dependiendo si el enlace es o no profundo.

145 periódicos retiran sus contenidos de GoogleNews


El País/ Los periódicos plantan cara a Google. Reclaman que el gigante de Internet, el buscador más utilizado en el mundo, les pague por usar sus contenidos. Algunos medios han trasladado esta reivindicación a sus gobiernos. Pero Brasil ha seguido una estrategia más radical: 145 cabeceras, que suman el 90% de la circulación, han decidido retirarse de Google News.
El conflicto entre el buscador y la prensa se puso de manifiesto una vez más durante la 68ª asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), clausurada esta semana en Sao Paulo (Brasil). “Google Noticias se beneficia comercialmente de este contenido de calidad y se niega a discutir un modelo de remuneración por la producción de estos materiales”, explicó en ese foro el presidente de la Asociación de Periódicos de Brasil (ANJ por sus siglas en portugués), Carlos Fernando Lindenberg.
Google argumenta que no tiene la responsabilidad de pagar por los contenidos puesto que su servicio ya beneficia a los periódicos al dirigirles grandes cantidades de tráfico a sus sitios.

jueves, 18 de octubre de 2012

Tecnologías de Información y de Comunicaciones e Inclusión




Concebir la telefonía como Internet móviles y la calidad y alcance de los servicios del operador telefónico, incluyendo el ancho de banda, como instrumentos de medición de la inclusión social, aparece como un enfoque parcial. Las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, particularmente ésta última, supone varias dimensiones: técnica, económica, política, jurídica, las mismas que para su explotación han venido siendo reguladas. La regulación técnica fue enteramente desarrollada por instituciones americanas, marcadas por un proceso de defensa, nacionalismo, libertarismo y autorregulación. La regulación económica quiso confirmar estas hipótesis, afirmando la inútil o innecesaria regulación de Internet, basada en que sus actividades digitales no sufren limitaciones de escasez, de amenazas sobre la viabilidad del proceso competitivo ni externalidades, debido a la casi total ausencia de barreras para su ingreso, pero que determinados Estados consideraron esta gobernanza y regulación incompletos e ilegítimos, exigiendo co-regular Internet. La regulación político-jurídica de los servicios de Internet, no solo supone acceso a la conexión, sino esencialmente a la información y contenidos, pues ello confronta las TICs a elementos constitutivos del Estado: territorio y nacionalidad, expresados vía la soberanía y jurisdicción, los mismos que son amenazados y violados diariamente por el carácter a-territorial de Internet y que los Estados deberán resolver a través de formas inéditas y consensuales. El desafío de la inclusión, en presencia de las TICs, no puede ser individual ni unidimensional, ni nacional, sino propone la participación de los Estados en un nuevo modelo de sociedad global, sociedad del conocimiento, en el cual el acceso y disposición a la información y contenidos, como a las comunicaciones (telefonía, Internet, y no solo móviles) devienen los elementos estratégicos. 

Telefonía e Internet móviles: indispensables para generar inclusión

http://blogs.gestion.pe/laeconomiadelainclusion/2012/10/telefonia-e-internet-moviles-i.html

 El uso inteligente de la tecnología móvil está permitiendo -en los países desarrollados y  en algunos países en desarrollo de Africa y Asia donde las condiciones son apropiadas- resolver eficientemente problemas de políticas públicas, sacudir al establishment empresarial y generar riqueza para muchos emprendedores innovadores y sus empleados.

1. En salud, los teléfonos móviles se utilizan para monitorear, enviar resultados de análisis y hasta atender pacientes a distancia, para mejorar la probabilidad de que los tratamientos se sigan, para pedir medicamentos desde zonas remotas y asegurar su abastecimiento, para compilar información sobre poblaciones distantes, entre otros.

2. En educación, los teléfonos móviles permiten reducir la dependencia en los maestros a través de la transmisión de contenidos hacia poblaciones analfabetas o con bajo grado de instrucción.

3. En agricultura y pesca, los teléfonos móviles permiten prestar asistencia técnica a distancia y enviar alertas sobre plagas, precios de mercado y fenómenos naturales a los campesinos o pescadores. También, por supuesto, para realizar empadronamientos y anunciar programas de gobierno que los beneficien.

4. En banca y seguros, los teléfonos móviles se utilizan para las transferencias, los pagos, las remesas, las aplicaciones para créditos y su desembolso, las solicitudes de afiliación a seguros y el reporte de siniestros, entre otros.

5. En el mercado de trabajo, los teléfonos móviles se utilizan para publicitar plazas, para aplicar a puestos de trabajo, para concertar entrevistas e incluso para notificar los resultados.

6. En el campo del control de riesgos y fraudes, los teléfonos móviles se utilizan para verificar la identidad e historial crediticio, judicial, penal y hasta autorizar y "firmar" transacciones.

7. En el campo de la democratización de las decisiones, los teléfonos móviles se utilizan para denunciar abusos al consumidor o prácticas corruptas al interior del gobierno, para capturar la participación de los ciudadanos en procesos presupuestarios o sus sugerencias y alertas de servicios o infraestructura que no funciona; y hasta para votar.

8. En general, tanto en transacciones privadas como en programas públicos, los teléfonos móviles se utilizan para acortar las distancias y hacer los procesos más eficientes.

En los años por venir, esta tendencia solo se acrecentará. La razón es intuitivamente muy simple: tres son los objetos que las personas reportan llevar consigo siempre, independientemente de la raza, la edad, el sexo, el nivel de ingresos, la religión, la ideología política o la nacionalidad: sus llaves, dinero en efectivo y teléfono móvil.

Eso explica que en el mundo existan 6 mil millones de teléfonos móviles para 7 mil millones de habitantes y que la tenencia de teléfonos móviles sea 5 veces más probable que la de un teléfono fijo. Mientras más sean las funciones que adquiera el teléfono móvil (ahora ya puede reemplazar el dinero en efectivo en algunos casos y en algunos casos ya está siendo utilizado como "llave" para desbloquear ciertos accesos como en el caso de los aeropuertos), éste irá adquiriendo cada vez más importancia como un elemento empoderador de las personas, sus familias y sus negocios.

La telefonía móvil en los países en desarrollo es una gran oportunidad para acortar las brechas con el mundo desarrollado. No debe sorprender por eso que 8 de cada 10 teléfonos móviles estén en los países en desarrollo. Tampoco debe sorprender que en algunos países como la India, China, Kenia, Uganda, Nigeria, entre otros, se están generando empresas que están desafiando al status-quo, rediseñando mercados tan tradicionales como el bancario o el de salud y, al hacerlo, beneficiando a millones de consumidores. Esto es absolutamente favorable.

En el Perú
Un desarrollo similar está ocurriendo en Perú pero a un paso mucho más lento, a pesar de que hoy ya existen más teléfonos móviles que habitantes en el país.

La razón es muy simple. La escasa competencia en el mercado hace que la oferta de las empresas no sea flexible y que los costos todavía sean excesivamente elevados, especialmente para los más pobres.

Para ilustrar este hecho, que se aplica a todas las empresas del sector, tomemos el caso de Telefónica cuyo contrato de concesión -según se conoce a través de la prensa- se está renegociando.

La situación entre Perú y España ha cambiado notoriamente desde que se firmó el primer contrato de concesión con Telefónica. Si bien es cierto que el PBI per cápita de España ajustado por paridad de poder de compra es todavía 3 veces el de Perú - es decir, que en promedio un español tiene 3 veces la capacidad de consumo de un peruano, hoy la penetración de teléfonos móviles por cada 100 habitantes es prácticamente la misma entre Perú y España. Hoy, además, para los inversionistas extranjeros, España es un país 3 veces más riesgoso que Perú.

Lamentablemente, a pesar de que los precios de los servicios de telefonía móvil en ambos mercados son muy similares, las ventajas que reciben los consumidores españoles son muchos mayores que las que reciben los peruanos.

Dos ejemplos críticos que - de corregirse - podrían activar una gran serie de oportunidades para emprendedores que utilicen la plataforma móvil para desarrollar negocios y, al mismo tiempo, abaratar un sinnúmero de costos para los hogares y empresas son los siguientes:

1. En España, para los clientes post-pago los SMS son ilimitados. En Perú, no.
2. En España, para los clientes post-pago con servicio de descarga de datos, no existe límites para las descargas. En Perú, sí. 

Con SMS y descarga de datos ilimitados para los clientes post-pago, es decir, si Telefónica otorgara en Perú los mismos beneficios que a los consumidores españoles para el mismo precio, podría contribuir a que Perú sea una economía mucho más productiva.

Por supuesto, esto todavía no sería suficiente para beneficiar a la gran mayoría de peruanos que todavía tiene solo teléfonos fijos o teléfonos móviles Prepago.  Pero ahí también puede hacerse algo.

En el caso de los teléfonos fijos, a pesar de que su tendencia es a la desaparición o su reemplazo por los teléfonos móviles, Teléfonica podría también, por ejemplo, dejar de cobrar el costo de instalación, como lo hace en España, considerando que los costos promedio de este producto también son muy similares.

Telefónica también podría, por ejemplo, adoptar una buena práctica común en muchos mercados europeos: permitir a los usuarios de teléfono móvil - pre-pago y post-pago - elegir una locación geográfica, definir un radio de 1 kilómetro a la redonda y asignar un número de teléfono fijo que pueda ser contestado en el móvil. Al aplicar el costo de llamada de fijo a fijo utilizando teléfonos móviles, siempre y cuando el cliente permanezca en esta zona, ¿se imaginan las enormes ganancias de eficiencia que habría para los microempresarios que pasan tantas horas en sus negocios?

En el caso de los teléfonos móviles prepago, considero que uno de los aspectos cruciales de la negociación de cualquier renovación del contrato de concesión debe ser otorgar SMS ilimitados a todos estos usuarios. Esto abriría las puertas para que el Estado pueda diseñar mecanismos costo - eficientes para interactuar en tiempo real con los ciudadanos.

Así como la realidad macroeconómica entre Perú y España ha cambiado en los últimos 20 años desde que se firmó el primer contrato de concesión con Telefónica, también lo han hecho los consumidores y la velocidad de cambio cada vez es más acelerada.

En los próximos 10 años, la penetración de los smartphones en Perú se habrá multiplicado varias veces y probablemente los SMS habrán perdido relevancia. Con muchos más smartphones por cada 100 habitantes, será crucial contar con servicios de descarga de datos rápidos y accesibles. En los próximos 10 años, los peruanos nos deberíamos poder beneficiar gracias a esta tecnología de las innovaciones de emprendedores de todo el mundo. Para poder hacerlo, las autoridades deben hacer todo lo posible por dejar abierta la posibilidad al ingreso de nuevos competidores, permitiendo que las empresas empaqueten productos o los amarren solo cuando el consumidor así lo prefiera y no como una condición predeterminada.

Los servicios que se le otorgan en concesión a Telefónica o cualquier otro operador deben verse como una infraestructura que debe facilitar transacciones, no apropiarse de ellas necesariamente. Piensen en un aeropuerto que se otorga en concesión e imagínense que en el aeropuerto, las líneas aéreas y todas las tiendas del duty free sean del mismo dueño. Eso es lo que predominantemente ocurre hoy con la infraestructura que las empresas concesionarias utilizan. Los consumidores no son lo libres que podrían para decidir qué comprar y a quién.

En los próximos 10 años, un campesino, conectado con el mercado debería poder invertir parte de sus ingresos en una tablet de bajo precio y poder comprar servicios educativos online para que su hijo no retrase su aprendizaje o, por ejemplo, consultar con especialistas de salud cualquier dolencia que lo aqueje.

En los próximos 10 años, los hogares deberían poder, si así lo deciden, utilizar el mismo presupuesto que dedican hoy a un servicio de cable de 250 canales para comprar directamente solo algunos episodios ú horas de programación de proveedores de cualquier lugar del mundo; y, acaso, utilizar cualquier excedente para otro tipo de entretenimiento online o servicio educativo.

La calidad de los proveedores de servicios de telefonía e internet que exista en los próximos años, así como la competencia que el Estado sea capaz de impulsar entre los participantes del mercado, será determinante en el progreso del país y la inclusión.

Si el gobierno ha decidido renegociar el contrato con Telefónica debería tener en cuenta tres aspectos:

1. Las empresas "maduras" como Telefónica, si no cuentan con los incentivos adecuados, pueden volverse lentas e ineficientes. El plazo y el contenido del contrato deben analizarse tratando de evitar sobreexponerse a este riesgo. El ingreso de nuevos competidores al mercado debe alentarse por todos los medios pues las industrias con estructura monopolística ú oligopolística tienen a innovar menos e invertir menos y cobrar más.

2. El Estado debe invertir e involucrarse mucho más en la ejecución de los proyectos con recursos del FITEL y tratar de separar el tema de la expansión de servicios en áreas rurales de la negociación del contrato. Está muy claro que estamos rezagados y que los progresos habrían podido ser mucho mayores. Falta más gerencia y resultados.

3. Es indispensable crear un ecosistema que permita que nuevos emprendimientos que aprovechen el uso de tecnologías de telefonía e internet móviles impulsen las ganancias de productividad en industrias que hoy todavía imponen costos excesivamente altos para la población como la bancaria o logística.

sábado, 6 de octubre de 2012

Cibercriminalidad, Revisión de Leyes TICs y Convenio de Budapest




Algunas leyes y jurisprudencias europeas han motivado sus decisiones relacionadas con la cibercriminalidad, en el ejemplo, de estafa:  clonación de tarjetas, como concurso real de delitos. Bajo esta modalidad son conculcadas una serie de libertades y derechos de la persona (bienes, intimidad, secretos profesiionales, propiedad intelectual,) además de infligir penas  principales (generalmente 5 años de prisión y 375 000 € de multa), complementarias y accesorias: prohibición del ejercicio de la profesión o calificación durante un cierto tiempo, inhabilitación del ejercicio de cargos públicos,   ejercitar una profesión comercial o industrial, de dirigir, de administrar, de gestionar o de controlar bajo cualquier titulo, directa o indirectamente, a título propio o de terceros, un empresa comercial o industrial o un sociedad comercial. Se ha estimado como agravante, detentar un profesión o calidad para la comisión de delitos (informático, telemático, matemático,) 

La reiterancia de las amenazas y violaciones requiere urgentemente la revisión de la legislación peruana sobre los temas referidos al derecho y las tecnologias de la informacion y de las comunicaciones, organizando un debate nacional, y en cibercriminaliad tniendo por base al Convenio de Budapest, a fin de actualizar y aplicar la ley conforme a las normativa internacional.


Capturan peligrosa banda de clonadores de tarjetas

 
Golpe a la criminalidad. La vida de lujos y estafas acabó para Jaime Gustavo Salomón Villalobos (54), quien lideraba una peligrosa banda de clonadores de tarjetas, que operaba en diversos países de Latinoamérica y Europa. El detenido fue capturado cuando retiraba dinero en una agencia bancaria situada en el cruce de las avenidas José Lavalle y Defensores del Morro, en Chorrillos.
La División Criminal (Divincri) de Miraflores allanó la lujosa casa de Jaime Salomón, en donde se halló 250 tarjetas falsas y cuatro skymmer (utilizado para leer bandas magnéticas), ubicada en la avenida Las Palmas 246, en la urbanización La Encantada de Villa, en el distrito en mención.
Además se incautó cámaras de video y una camioneta de placa D5C-822, la cual era utilizada para realizar las actividades delictivas.
En el lugar también se pudo capturar a los otros integrantes de la organización, identificados como Martín Ríos Ramos (37) y la colombiana Katherine Vélez Gallegos (25).