lunes, 26 de septiembre de 2022

MARCO DE MEDIDAS PARA REFORZAR EL ECOSISTEMA EUROPEO DE SEMICONDUCTORES (LEY DE CHIPS) - DICTAMEN DEL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO SOBRE LA PROPUESTA DE REGLAMENTO DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO.

 Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@hotmail.com   

Resumen  

El Dictamen del Comité Económico y Social Europeo, CESE, sobre Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo acerca de normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización (Ley de Datos), por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips) acoge con gran satisfacción el plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las industrias nacionales de semiconductores por el que se establece un marco de medidas para reforzar el sistema europeo de semiconductores.

La Ley de Chips no dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro hincapié en un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia para la industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de aplicación.

Para ello, los segmentos de chips necesarios para las industrias europeas existentes deben abordarse con medidas adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a las crisis de estos segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

Si desea mayor información sobre estos temas,  consúltenos al correo electrónico:  cferreyros@hotmail.com

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Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips)

[COM(2022) 46 final — 2022/0032 (COD)]

(2022/C 365/06)

Ponente:

Dirk BERGRATH

 

Consulta

Parlamento Europeo, 07/03/2022

Consejo, 17.3.2022

Base jurídica

Artículos 114, 172, apartado 3, 182, apartado 1, y 304 del TFUE

Órgano competente

Sección de Mercado Único, Producción y Consumo

Aprobado en la Sección

1.6.2022

Aprobación en el pleno

15.6.2022

Pleno n.o

570

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

205/0/5

1.   Conclusiones y recomendaciones

       1.1.           Se acoge con gran satisfacción el plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las industrias nacionales de semiconductores. En particular, el objetivo de mejorar la transparencia y la cooperación a lo largo de la cadena de valor y de reducir las dependencias mundiales en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los ensayos y el montaje mediante un apoyo específico debe ocupar un lugar central en la Ley de Chips.

 

       1.2.           Sin embargo, la Ley de Chips no dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro hincapié en un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia para la industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de aplicación. Cabe mejorar en este sentido y dedicar una atención complementaria a los segmentos de chips realmente necesarios para la industria.

 

       1.3.           La Ley de Chips apenas contribuirá a resolver los problemas actuales de las cadenas de suministro, cuyos efectos pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector automovilístico y en los sectores de la ingeniería mecánica. Por lo tanto, los segmentos de chips necesarios para las industrias europeas existentes deben abordarse con medidas adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a las crisis de estos segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

 

       1.4.           Por ejemplo, las decisiones que marquen el rumbo de la política industrial deben depender no solo del tamaño de los chips, sino también de un análisis de las necesidades específicas entre los clientes industriales, para garantizar que las medidas de apoyo previstas se adecuan al fin previsto.

 

       1.5.           Entre los criterios adicionales que deberían utilizarse figuran la eficiencia energética de los chips, el tipo de materias primas utilizadas para su producción y que esta sea lo más circular posible. Por tanto, la Comisión, los Estados miembros y la industria deberían debatir sobre cómo diversificar las fuentes de suministro y, en particular, cómo reciclar mejor las materias primas fundamentales en la microelectrónica en el marco de una economía circular industrializada.

 

       1.6.           En particular, la Estrategia Europea de Chips no debe limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar todos los tipos de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes pasivos y los materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas. El principio «del laboratorio a la fábrica» presentado por la Comisión se queda demasiado corto, ya que la cadena de valor no termina en la fabricación.

 

       1.7.           Con el fin de garantizar la disponibilidad de los profesionales necesarios para aplicar las medidas de apoyo a la política industrial, la Comisión propone una serie de medidas de capacitación. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy orientado a los trabajadores altamente cualificados, lo que resulta crucial para el éxito del salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.

2.   Introducción y observaciones generales

       2.1.           La Ley de Chips de la UE propone aprovechar los puntos fuertes de Europa y abordar las deficiencias pendientes, desarrollar un ecosistema próspero de semiconductores y una cadena de suministro resiliente, estableciendo al mismo tiempo medidas para prepararse, anticipar y responder a futuras interrupciones de la cadena de suministro.

 

       2.2.           La «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips)» (1) acompaña a la Comunicación «Una ley de Chips para Europa» (2).

3.   Observaciones generales

3.1.   Presentación de la propuesta

          3.1.1.    El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge con satisfacción la propuesta y, en particular, que se aborde la necesidad detectada de actuar en aras de la seguridad de la cadena de suministro y la transparencia y la colaboración a lo largo de la cadena de valor. Con la seguridad del suministro, la Ley de Chips retoma una cuestión crucial para el éxito de la transformación ecológica y digital.

 

          3.1.2.    En este sentido, el CESE celebra que se reconozca como un problema la dependencia de proveedores de terceros países, en particular en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los ensayos y el montaje.

 

          3.1.3.    El CESE señala que la Ley de Chips apenas contribuirá a resolver los problemas de las cadenas de suministro, cuyos efectos pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector automovilístico. Por tanto, debería profundizarse más en el segmento de los chips muy utilizados hoy en día y en el futuro tanto en la industria automovilística como en el sector de los electrodomésticos y la ingeniería mecánica, es decir, sobre todo los semiconductores de más de 16 nm, y deberían desarrollarse medidas específicas sobre cómo aumentar la resiliencia a las crisis de este segmento. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

 

          3.1.4.    El CESE acoge favorablemente el objetivo de reforzar la posición de Europa en el mercado a través de una mejor interconexión a lo largo de la cadena de valor y, en particular, centrando la atención en aquellos segmentos que entrañan mayores costes y riesgos.

 

          3.1.5.    En términos generales, el CESE acoge con satisfacción las medidas propuestas, así como de los requisitos que se imponen a los Estados miembros y a la industria.

 

          3.1.6.    El CESE lamenta que sobre todo estas últimas fases del proceso de producción, es decir, el empaquetado, los ensayos y el montaje, no sean objeto de una atención exhaustiva en la Ley de Chips y, por tanto, sigan constituyendo puntos vulnerables en el ecosistema.

 

          3.1.7.    El CESE lamenta en este sentido que el ecosistema de la microelectrónica no se refleje adecuadamente en la Ley de Chips, que prefiere centrarse en el segmento de vanguardia.

 

          3.1.8.    El CESE considera que ha perdido relevancia la cuestión del tamaño de la estructura, es decir, en particular el número de nanómetros especificado. Dado que, de todos modos, el número de nanómetros especificado ya no describe una dimensión física real (3), debería volver a debatirse si un enfoque centrado exclusivamente en los nanómetros sigue siendo razonable o si debería recurrirse a otros criterios complementarios más orientados a las necesidades concretas de las industrias consumidoras, pero que también reflejen los objetivos de la transformación ecológica y digital.

 

          3.1.9.    Así pues, la correspondiente estrategia debería centrarse en la cuestión relativa a qué necesidades industriales deberán satisfacerse en los próximos decenios para conservar y consolidar la competitividad de la industria europea. En particular, la estrategia no debe limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar todos los tipos de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes pasivos y los materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas, abarcando de este modo todo el espectro del ecosistema. Esta estrategia también debe abarcar la logística general, así como la seguridad del suministro de componentes básicos y materias primas fundamentales. Además, dado que los mercados de microelectrónica son muy dinámicos, esta Estrategia debe revisarse periódicamente en colaboración con los foros pertinentes de partes interesadas, para comprobar si sigue estando actualizada.

 

             3.1.10.            El CESE acoge con satisfacción que la propuesta también aborde firmemente los segmentos de los semiconductores que reducirán el consumo de energía en las industrias del futuro, como el sector de las TIC, y en particular los centros de datos y los proveedores de servicios en la nube.

 

             3.1.11.            El CESE celebra el reconocimiento de instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE. No obstante, pide a la Comisión que defina con mayor claridad los indicadores que se utilizan para evaluar que dichas instalaciones «tienen un claro impacto positivo en la cadena de valor de los semiconductores de la Unión a la hora de garantizar la seguridad del suministro y aumentar el número de trabajadores cualificados».

 

             3.1.12.            El CESE también acoge con satisfacción que se conceda la posibilidad de revocar la decisión correspondiente si se pone de manifiesto que la solicitud de este estatus se basó en información falsa o que entretanto haya quedado obsoleta. La Comisión debe velar por una supervisión sin fisuras para garantizar el cumplimiento de las normas.

 

             3.1.13.            En principio, el CESE acoge favorablemente que se faculte a las autoridades designadas de los Estados miembros para recabar información de la industria que les permita tener una visión general tanto de las cadenas de suministro y de valor como de sus principales agentes. Sería deseable que la consulta fuera uniforme en toda la UE, de modo que las empresas no tuvieran que volver a alinearse en cada Estado miembro. Esto reduciría al mínimo la burocracia. Para ello, es en efecto razonable considerar que las instalaciones de producción integrada y las fundiciones abiertas de la UE son de interés público. Del mismo modo, es razonable que se anime a los Estados miembros a crear programas nacionales de apoyo y procedimientos de autorización. Dado que la información obtenida puede tener carácter sensible, es importante tratarla de forma confidencial. En particular, debe existir transparencia en cuanto a lo que ocurre con los datos solicitados.

 

             3.1.14.            El CESE acoge con satisfacción que se aborde específicamente la escasez de capacidades, con especial atención a la necesidad de hacer que el ecosistema de los semiconductores sea más atractivo para los nuevos talentos y a la clara necesidad de formación continua de la actual mano de obra en el sector para superar la brecha tecnológica. Sin embargo, para este último grupo las medidas propuestas no tienen un alcance suficiente, y deberían ponerse en marcha programas de garantía de empleo más específicos.

 

             3.1.15.            El CESE celebra el anuncio de la creación de un Consorcio Europeo de Infraestructuras de Chips y pide tanto a su coordinador como a la Comisión que garanticen la representatividad de la composición del Consorcio y, en particular, que estén representados en este todos los sectores del ecosistema de los semiconductores.

3.2.   Respuesta a las crisis: la transparencia y la priorización de productos como instrumentos útiles de apoyo a la seguridad de la cadena de suministro

          3.2.1.    En líneas generales, el CESE acoge con satisfacción la propuesta de creación de una caja de herramientas para garantizar la resiliencia frente a las fluctuaciones del mercado mundial. Estas herramientas serán adecuadas para aumentar la transparencia a lo largo de la cadena de valor y, de esta forma, contribuir a mejorar la seguridad del suministro.

 

          3.2.2.    En particular, el sistema de alerta temprana ayudará a anticipar los cuellos de botella y a preparar las contramedidas adecuadas si todos los agentes cumplen sus obligaciones y existe la confianza necesaria en el tratamiento prudente de la información. En este sentido, debe garantizarse que todos los sectores y partes interesadas dispongan de vías de notificación y, en particular, que se pongan mecanismos adecuados a disposición de las empresas y los interlocutores sociales.

 

          3.2.3.    La posibilidad de priorizar los pedidos estratégicamente relevantes en instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE, así como en instalaciones de producción que hayan aceptado esta opción a cambio de ayudas estatales, puede ser un medio adecuado para garantizar la seguridad del suministro, pero equivale al mismo tiempo a una intervención en el mercado. Por ello, se pide a la Comisión que defina con mayor claridad en qué situaciones esto es adecuado y previsible.

 

          3.2.4.    En el caso de la contratación pública, los proyectos de compras comunes pueden representar asimismo un complemento razonable que permitirá disponer de materias primas y productos finales a los que los Estados miembros no podrían acceder individualmente, o para los que solo dispondrían de un acceso limitado.

 

          3.2.5.    Sin embargo, junto a estos mecanismos, la Comisión y los Estados miembros deberían considerar también el almacenamiento de reservas estratégicas tanto de materias primas fundamentales como de determinados tipos de chip —seleccionados sobre la base de criterios transparentes—, con el fin de garantizar la seguridad del suministro en sectores críticos. Dada la multitud y variedad de requisitos de los chips y la rapidez del desarrollo tecnológico, la Comisión debería desarrollar criterios claros y transparentes para decidir si el almacenamiento estratégico tiene sentido y, en caso afirmativo, cuándo recurrir a él.

3.3.   Una evaluación de riesgos integral debe contemplar todo el ecosistema

          3.3.1.    El CESE celebra que deba realizarse una evaluación de riesgos para todos los sectores del ecosistema y para toda la cadena de valor, es decir, también en lo que respecta en particular a las fuentes de materias primas procedentes de terceros países.

 

          3.3.2.    Sin embargo, el CESE hace hincapié en que una evaluación de riesgos orientada a la búsqueda de soluciones también requiere una reducción estratégicamente controlada de las dependencias críticas, con el fin de aumentar la resiliencia de la Unión Europea. Por tanto, la Comisión debe debatir con los Estados miembros sobre cómo diversificar las fuentes de suministro y, en particular, cómo reciclar mejor las materias primas fundamentales para la microelectrónica en el marco de una economía circular industrializada. Para ello, es necesario debatir sobre cómo crear las infraestructuras necesarias —por ejemplo las instalaciones de desmontaje—, qué requisitos es necesario imponer a los productos para una economía de reciclaje lo más amplia e industrializada posible y qué certificaciones son razonables y practicables para permitir un reciclaje de materias primas lo más inmediato y completo posible.

 

          3.3.3.    El CESE también subraya que el apoyo a las instalaciones de producción europeas ayudará a alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo. No solo se acortarán las cadenas de suministro y las rutas de transporte. La inversión en tecnologías de producción avanzadas también reducirá el impacto ambiental y permitirá atender a un uso óptimo de las materias primas, al reciclaje más amplio posible de los residuos y a un tratamiento eficiente del agua potable. De este modo, en la producción de última generación no solo se presta atención a la mejora de la eficiencia energética, sino también a la huella ambiental.

 

          3.3.4.    El CESE subraya asimismo que el apoyo a las instalaciones de producción europeas mejorará el cumplimiento de las normas sociales mínimas, como las consagradas en la Carta Social Europea o en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, mejorando así la huella social.

 

          3.3.5.    El CESE destaca que para lograr la resiliencia estratégica de la industria europea es necesario tener en cuenta todo el ecosistema de los semiconductores. El principio «del laboratorio a la fábrica» presentado por la Comisión se queda demasiado corto, ya que la cadena de valor no termina en la fabricación y, por tanto, solo resulta parcialmente adecuado para lograr que el mercado europeo dependa menos de los riesgos globales. Si no se aborda específicamente la etapa de empaquetado, ensamblado y prueba de la cadena de valor, el riesgo de, por ejemplo, catástrofes naturales o interrupción de las rutas de transporte —que la actual crisis de suministro ha propiciado—, se mantiene desproporcionadamente elevado. Como se señala en la Ley de Chips de la Comisión, la cuota de mercado de la Unión en el segmento del empaquetado es tan solo de un 5 %, es decir, incluso notablemente inferior a la cuota de mercado de la industria en su conjunto.

 

          3.3.6.    El CESE hace hincapié en que una visión integral del ecosistema que incluya los procesos de empaquetado, ensamblado y prueba contribuye asimismo al cumplimiento del Pacto Verde Europeo. De hecho, desde el punto de vista ecológico, no es razonable mantener la etapa de fabricación en Europa para luego enviar los productos a terceros países, probarlos y empaquetarlos allí y, a continuación, volver a importarlos a la Unión. Aparte del balance ecológico, las cadenas de valor tan prolongadas son mucho más vulnerables a los riesgos, y debe encontrarse el equilibrio adecuado en el sentido de una autonomía estratégica abierta, de modo que se alcance la resiliencia sin correr el riesgo de quedar aislados del mercado mundial.

 

          3.3.7.    Por lo tanto, el CESE recomienda, sobre todo con el fin de evitar segmentaciones geográficas no deseadas o concentraciones de determinados segmentos de mercado más rentables o con mayores costes, que se examine mejor el papel de toda la cadena de suministro y, en particular, que en la estrategia de semiconductores se conceda más espacio a los procesos de empaquetado, ensamblado y prueba dentro de la Unión.

 

          3.3.8.    Por ello, el CESE anima a que se examinen las tecnologías de empaquetado más innovadoras que sean adecuadas para utilizarse de un modo rentable y energéticamente eficiente en Europa, y a que se les dedique una atención adicional para que, de esta forma, la Unión reduzca su dependencia de los riesgos y fluctuaciones del mercado a nivel mundial.

3.4.   La cofinanciación como medida razonable para la reducción de riesgos y costes

          3.4.1.    El CESE acoge con satisfacción que los criterios mencionados permitan las ayudas estatales, especialmente si, en caso contrario, las instalaciones en cuestión no estuvieran disponibles en la Unión o solo lo estuvieran de forma limitada, y si estas revisten un interés estratégico especial.

 

          3.4.2.    El CESE también acoge favorablemente que deba preverse la viabilidad a largo plazo de las instalaciones sin más ayudas estatales, así como el firme compromiso de contribuir a la innovación en el ecosistema de los semiconductores de la Unión también a largo plazo.

 

          3.4.3.    El CESE destaca que los efectos de los incentivos deben ser realmente mensurables y que debe evitarse la cofinanciación de actividades ya planificadas, con el fin de garantizar que los fondos dispuestos tengan realmente un efecto positivo en la innovación y el empleo en todo el ecosistema de los semiconductores.

 

          3.4.4.    No obstante, el CESE echa en falta criterios que vayan más allá, sobre todo porque deben poder cubrirse hasta el 100 % déficits de financiación justificables. Aquí también deben desempeñar un papel importante los criterios de política social, como la postura de la empresa en cuestión respecto del diálogo social y la negociación colectiva, la colaboración prioritaria con proveedores con sede en la Unión y el número de puestos de trabajo adicionales sostenibles creados gracias a las inversiones, así como la calidad de las condiciones de trabajo.

 

          3.4.5.    El CESE anima a que no se concentre la financiación en determinados segmentos del ecosistema de los semiconductores, sino que, junto a los criterios mencionados, se preste atención a un equilibrio del apoyo financiero a lo largo de la cadena de valor.

3.5.   Competencias y medidas de capacitación como motores adicionales de innovación

          3.5.1.    El CESE se congratula de que la Ley de Chips incluya un enfoque centrado en las competencias y la capacitación. Las inversiones públicas dirigidas a la formación y el perfeccionamiento profesional, así como fundamentalmente a la adquisición de capacidades y el reciclaje profesional, son cruciales para el éxito de la transformación ecológica y digital. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy orientado a los trabajadores altamente cualificados y se centre especialmente en los programas de posgrado, lo que sin duda resulta crucial para el éxito del salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.

 

          3.5.2.    El ecosistema de los semiconductores debe ser más atractivo para los trabajadores. Para ello se recomienda que, además de ofrecer programas de posgrado atractivos, se adopte un enfoque que tenga en cuenta todo el sistema educativo. El ecosistema debe promoverse ya desde los centros de educación secundaria, por ejemplo mediante una revisión de los programas de las materias científicas para que aborden las necesidades específicas del ecosistema. Esto permite planificar con tiempo la carrera profesional y tomar las decisiones correspondientes. Un acceso simplificado a prácticas de alta calidad, remuneradas y basadas en las necesidades, actividades de aprendizaje por observación y programas de tutoría en el sector, así como a oportunidades de información profesional actualizadas, también podría aumentar el atractivo del sector.

 

          3.5.3.    Por último, también se ha de abordar la formación de los trabajadores ya empleados en el ecosistema de los semiconductores en el uso de nuevos métodos de producción y los requisitos específicos de diseño y producción de semiconductores de menos de 10 nm, para hacer posible una transición fluida a la próxima generación tecnológica. En este sentido, cabe celebrar la creación de una Red Europea de Centros de Competencias, en la cual se debe prestar atención a la oferta de medidas específicas dirigidas al perfeccionamiento profesional de los trabajadores actualmente empleados en el sector.

 

          3.5.4.    Con objeto de garantizar el éxito de la transformación ecológica y digital, debe prestarse una atención específica a la mejora continua de las capacidades y el reciclaje profesional de quienes trabajan en sectores y regiones sometidos actualmente o en el futuro a un cambio estructural. Una política industrial activa debería fijarse el objetivo de centrar su atención particularmente en las regiones afectadas por la desindustrialización y la emigración desproporcionada de personas en edad laboral e incentivar las inversiones en estas regiones. Además, es necesario debatir sobre cómo se pueden combinar las medidas de perfeccionamiento y reciclaje profesionales con el trabajo a tiempo parcial o las prestaciones por desempleo, y sobre cómo se puede ofrecer a los trabajadores afectados la posibilidad de participar en las medidas de reciclaje profesional pertinentes en empresas de transferencia dado el caso.

 

          3.5.5.    También se ha de animar a los Estados miembros a que establezcan por su parte los programas correspondientes y a que los integren en sus estrategias nacionales de capacitación.

Bruselas, 15 de junio de 2022.

La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo

Christa SCHWENG


(1)  COM(2022) 46 final.

(2)  COM(2022) 45 final.

(3)  https://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.jsp?tp=&arnumber=9063714.


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