Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor
en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
Resumen
El Dictamen del Comité Económico y Social
Europeo, CESE, sobre Propuesta de Reglamento del
Parlamento Europeo y del Consejo acerca de normas armonizadas para un acceso
justo a los datos y su utilización (Ley de Datos), por el que se establece un
marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de
Chips) acoge con gran satisfacción el
plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las
industrias nacionales de semiconductores por el que se establece un marco de
medidas para reforzar el sistema europeo de semiconductores.
La Ley
de Chips no dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro
hincapié en un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia
para la industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de
aplicación.
Para ello, los
segmentos de chips necesarios para las industrias europeas existentes deben
abordarse con medidas adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a
las crisis de estos segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de
fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino
que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro,
a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.
Si desea mayor
información sobre estos temas, consúltenos
al correo electrónico: cferreyros@hotmail.com
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Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre
la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se
establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de
semiconductores (Ley de Chips)
[COM(2022) 46 final — 2022/0032 (COD)]
(2022/C 365/06)
Ponente: |
Dirk BERGRATH |
Consulta |
Parlamento Europeo, 07/03/2022 Consejo, 17.3.2022 |
Base jurídica |
Artículos 114, 172, apartado 3, 182, apartado 1,
y 304 del TFUE |
Órgano competente |
Sección de Mercado Único, Producción y Consumo |
Aprobado en la Sección |
1.6.2022 |
Aprobación en el pleno |
15.6.2022 |
Pleno n.o |
570 |
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) |
205/0/5 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. Se acoge con gran satisfacción el plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las industrias nacionales de semiconductores. En particular, el objetivo de mejorar la transparencia y la cooperación a lo largo de la cadena de valor y de reducir las dependencias mundiales en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los ensayos y el montaje mediante un apoyo específico debe ocupar un lugar central en la Ley de Chips.
1.2. Sin embargo, la Ley de Chips no
dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro hincapié en
un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia para la
industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de aplicación. Cabe
mejorar en este sentido y dedicar una atención complementaria a los segmentos
de chips realmente necesarios para la industria.
1.3. La Ley de Chips apenas contribuirá a
resolver los problemas actuales de las cadenas de suministro, cuyos efectos
pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector automovilístico y en
los sectores de la ingeniería mecánica. Por lo tanto, los segmentos de chips
necesarios para las industrias europeas existentes deben abordarse con medidas
adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a las crisis de estos
segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de
semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también
beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las
industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.
1.4. Por ejemplo, las decisiones que
marquen el rumbo de la política industrial deben depender no solo del tamaño de
los chips, sino también de un análisis de las necesidades específicas entre los
clientes industriales, para garantizar que las medidas de apoyo previstas se
adecuan al fin previsto.
1.5. Entre los criterios adicionales que
deberían utilizarse figuran la eficiencia energética de los chips, el tipo de
materias primas utilizadas para su producción y que esta sea lo más circular
posible. Por tanto, la Comisión, los Estados miembros y la industria deberían
debatir sobre cómo diversificar las fuentes de suministro y, en particular,
cómo reciclar mejor las materias primas fundamentales en la microelectrónica en
el marco de una economía circular industrializada.
1.6. En particular, la Estrategia Europea
de Chips no debe limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar
todos los tipos de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes
pasivos y los materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas.
El principio «del laboratorio a la fábrica» presentado por la Comisión se queda
demasiado corto, ya que la cadena de valor no termina en la fabricación.
1.7. Con el fin de garantizar la
disponibilidad de los profesionales necesarios para aplicar las medidas de
apoyo a la política industrial, la Comisión propone una serie de medidas de
capacitación. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy orientado
a los trabajadores altamente cualificados, lo que resulta crucial para el éxito
del salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No
obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo
industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en
particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.
2. Introducción y observaciones generales
2.1. La Ley de Chips de la UE propone
aprovechar los puntos fuertes de Europa y abordar las deficiencias pendientes,
desarrollar un ecosistema próspero de semiconductores y una cadena de
suministro resiliente, estableciendo al mismo tiempo medidas para prepararse,
anticipar y responder a futuras interrupciones de la cadena de suministro.
2.2. La «Propuesta de Reglamento del
Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas
para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips)» (1) acompaña a la Comunicación «Una ley de Chips para Europa» (2).
3. Observaciones generales
3.1. Presentación de la propuesta
3.1.1. El Comité Económico y Social Europeo (CESE)
acoge con satisfacción la propuesta y, en particular, que se aborde la
necesidad detectada de actuar en aras de la seguridad de la cadena de
suministro y la transparencia y la colaboración a lo largo de la cadena de
valor. Con la seguridad del suministro, la Ley de Chips retoma una cuestión
crucial para el éxito de la transformación ecológica y digital.
3.1.2. En este sentido, el CESE celebra que se
reconozca como un problema la dependencia de proveedores de terceros países, en
particular en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los
ensayos y el montaje.
3.1.3. El CESE señala que la Ley de Chips apenas
contribuirá a resolver los problemas de las cadenas de suministro, cuyos
efectos pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector
automovilístico. Por tanto, debería profundizarse más en el segmento de los chips
muy utilizados hoy en día y en el futuro tanto en la industria automovilística
como en el sector de los electrodomésticos y la ingeniería mecánica, es decir,
sobre todo los semiconductores de más de 16 nm, y deberían desarrollarse
medidas específicas sobre cómo aumentar la resiliencia a las crisis de este
segmento. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de
semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también
beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las
industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.
3.1.4. El CESE acoge favorablemente el objetivo de
reforzar la posición de Europa en el mercado a través de una mejor
interconexión a lo largo de la cadena de valor y, en particular, centrando la
atención en aquellos segmentos que entrañan mayores costes y riesgos.
3.1.5. En términos generales, el CESE acoge con
satisfacción las medidas propuestas, así como de los requisitos que se imponen
a los Estados miembros y a la industria.
3.1.6. El CESE lamenta que sobre todo estas últimas
fases del proceso de producción, es decir, el empaquetado, los ensayos y el
montaje, no sean objeto de una atención exhaustiva en la Ley de Chips y, por
tanto, sigan constituyendo puntos vulnerables en el ecosistema.
3.1.7. El CESE lamenta en este sentido que el
ecosistema de la microelectrónica no se refleje adecuadamente en la Ley de
Chips, que prefiere centrarse en el segmento de vanguardia.
3.1.8. El CESE considera que ha perdido relevancia
la cuestión del tamaño de la estructura, es decir, en particular el número de
nanómetros especificado. Dado que, de todos modos, el número de nanómetros
especificado ya no describe una dimensión física real (3), debería volver a debatirse si un enfoque centrado
exclusivamente en los nanómetros sigue siendo razonable o si debería recurrirse
a otros criterios complementarios más orientados a las necesidades concretas de
las industrias consumidoras, pero que también reflejen los objetivos de la
transformación ecológica y digital.
3.1.9. Así pues, la correspondiente estrategia
debería centrarse en la cuestión relativa a qué necesidades industriales
deberán satisfacerse en los próximos decenios para conservar y consolidar la
competitividad de la industria europea. En particular, la estrategia no debe
limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar todos los tipos
de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes pasivos y los
materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas, abarcando de
este modo todo el espectro del ecosistema. Esta estrategia también debe abarcar
la logística general, así como la seguridad del suministro de componentes
básicos y materias primas fundamentales. Además, dado que los mercados de
microelectrónica son muy dinámicos, esta Estrategia debe revisarse
periódicamente en colaboración con los foros pertinentes de partes interesadas,
para comprobar si sigue estando actualizada.
3.1.10. El CESE acoge con satisfacción que
la propuesta también aborde firmemente los segmentos de los semiconductores que
reducirán el consumo de energía en las industrias del futuro, como el sector de
las TIC, y en particular los centros de datos y los proveedores de servicios en
la nube.
3.1.11. El CESE celebra el reconocimiento de
instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE. No
obstante, pide a la Comisión que defina con mayor claridad los indicadores que
se utilizan para evaluar que dichas instalaciones «tienen un claro impacto
positivo en la cadena de valor de los semiconductores de la Unión a la hora de
garantizar la seguridad del suministro y aumentar el número de trabajadores
cualificados».
3.1.12. El CESE también acoge con
satisfacción que se conceda la posibilidad de revocar la decisión
correspondiente si se pone de manifiesto que la solicitud de este estatus se
basó en información falsa o que entretanto haya quedado obsoleta. La Comisión
debe velar por una supervisión sin fisuras para garantizar el cumplimiento de
las normas.
3.1.13. En principio, el CESE acoge
favorablemente que se faculte a las autoridades designadas de los Estados
miembros para recabar información de la industria que les permita tener una
visión general tanto de las cadenas de suministro y de valor como de sus principales
agentes. Sería deseable que la consulta fuera uniforme en toda la UE, de modo
que las empresas no tuvieran que volver a alinearse en cada Estado miembro.
Esto reduciría al mínimo la burocracia. Para ello, es en efecto razonable
considerar que las instalaciones de producción integrada y las fundiciones
abiertas de la UE son de interés público. Del mismo modo, es razonable que se
anime a los Estados miembros a crear programas nacionales de apoyo y
procedimientos de autorización. Dado que la información obtenida puede tener
carácter sensible, es importante tratarla de forma confidencial. En particular,
debe existir transparencia en cuanto a lo que ocurre con los datos solicitados.
3.1.14. El CESE acoge con satisfacción que
se aborde específicamente la escasez de capacidades, con especial atención a la
necesidad de hacer que el ecosistema de los semiconductores sea más atractivo
para los nuevos talentos y a la clara necesidad de formación continua de la
actual mano de obra en el sector para superar la brecha tecnológica. Sin
embargo, para este último grupo las medidas propuestas no tienen un alcance
suficiente, y deberían ponerse en marcha programas de garantía de empleo más
específicos.
3.1.15. El CESE celebra el anuncio de la
creación de un Consorcio Europeo de Infraestructuras de Chips y pide tanto a su
coordinador como a la Comisión que garanticen la representatividad de la
composición del Consorcio y, en particular, que estén representados en este
todos los sectores del ecosistema de los semiconductores.
3.2. Respuesta a las crisis: la transparencia
y la priorización de productos como instrumentos útiles de apoyo a la seguridad
de la cadena de suministro
3.2.1. En líneas generales, el CESE acoge con
satisfacción la propuesta de creación de una caja de herramientas para
garantizar la resiliencia frente a las fluctuaciones del mercado mundial. Estas
herramientas serán adecuadas para aumentar la transparencia a lo largo de la
cadena de valor y, de esta forma, contribuir a mejorar la seguridad del
suministro.
3.2.2. En particular, el sistema de alerta temprana
ayudará a anticipar los cuellos de botella y a preparar las contramedidas
adecuadas si todos los agentes cumplen sus obligaciones y existe la confianza
necesaria en el tratamiento prudente de la información. En este sentido, debe
garantizarse que todos los sectores y partes interesadas dispongan de vías de
notificación y, en particular, que se pongan mecanismos adecuados a disposición
de las empresas y los interlocutores sociales.
3.2.3. La posibilidad de priorizar los pedidos
estratégicamente relevantes en instalaciones de producción integrada y
fundiciones abiertas de la UE, así como en instalaciones de producción que
hayan aceptado esta opción a cambio de ayudas estatales, puede ser un medio
adecuado para garantizar la seguridad del suministro, pero equivale al mismo
tiempo a una intervención en el mercado. Por ello, se pide a la Comisión que
defina con mayor claridad en qué situaciones esto es adecuado y previsible.
3.2.4. En el caso de la contratación pública, los
proyectos de compras comunes pueden representar asimismo un complemento
razonable que permitirá disponer de materias primas y productos finales a los
que los Estados miembros no podrían acceder individualmente, o para los que
solo dispondrían de un acceso limitado.
3.2.5. Sin embargo, junto a estos mecanismos, la
Comisión y los Estados miembros deberían considerar también el almacenamiento
de reservas estratégicas tanto de materias primas fundamentales como de
determinados tipos de chip —seleccionados sobre la base de criterios
transparentes—, con el fin de garantizar la seguridad del suministro en
sectores críticos. Dada la multitud y variedad de requisitos de los chips y la
rapidez del desarrollo tecnológico, la Comisión debería desarrollar criterios
claros y transparentes para decidir si el almacenamiento estratégico tiene
sentido y, en caso afirmativo, cuándo recurrir a él.
3.3. Una evaluación de riesgos integral debe
contemplar todo el ecosistema
3.3.1. El CESE celebra que deba realizarse una
evaluación de riesgos para todos los sectores del ecosistema y para toda la
cadena de valor, es decir, también en lo que respecta en particular a las
fuentes de materias primas procedentes de terceros países.
3.3.2. Sin embargo, el CESE hace hincapié en que
una evaluación de riesgos orientada a la búsqueda de soluciones también
requiere una reducción estratégicamente controlada de las dependencias
críticas, con el fin de aumentar la resiliencia de la Unión Europea. Por tanto,
la Comisión debe debatir con los Estados miembros sobre cómo diversificar las
fuentes de suministro y, en particular, cómo reciclar mejor las materias primas
fundamentales para la microelectrónica en el marco de una economía circular industrializada.
Para ello, es necesario debatir sobre cómo crear las infraestructuras
necesarias —por ejemplo las instalaciones de desmontaje—, qué requisitos es
necesario imponer a los productos para una economía de reciclaje lo más amplia
e industrializada posible y qué certificaciones son razonables y practicables
para permitir un reciclaje de materias primas lo más inmediato y completo
posible.
3.3.3. El CESE también subraya que el apoyo a las
instalaciones de producción europeas ayudará a alcanzar los objetivos del Pacto
Verde Europeo. No solo se acortarán las cadenas de suministro y las rutas de
transporte. La inversión en tecnologías de producción avanzadas también
reducirá el impacto ambiental y permitirá atender a un uso óptimo de las
materias primas, al reciclaje más amplio posible de los residuos y a un
tratamiento eficiente del agua potable. De este modo, en la producción de
última generación no solo se presta atención a la mejora de la eficiencia
energética, sino también a la huella ambiental.
3.3.4. El CESE subraya asimismo que el apoyo a las
instalaciones de producción europeas mejorará el cumplimiento de las normas
sociales mínimas, como las consagradas en la Carta Social Europea o en la Carta
de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, mejorando así la huella
social.
3.3.5. El CESE destaca que para lograr la
resiliencia estratégica de la industria europea es necesario tener en cuenta
todo el ecosistema de los semiconductores. El principio «del laboratorio a la
fábrica» presentado por la Comisión se queda demasiado corto, ya que la cadena
de valor no termina en la fabricación y, por tanto, solo resulta parcialmente
adecuado para lograr que el mercado europeo dependa menos de los riesgos
globales. Si no se aborda específicamente la etapa de empaquetado, ensamblado y
prueba de la cadena de valor, el riesgo de, por ejemplo, catástrofes naturales
o interrupción de las rutas de transporte —que la actual crisis de suministro
ha propiciado—, se mantiene desproporcionadamente elevado. Como se señala en la
Ley de Chips de la Comisión, la cuota de mercado de la Unión en el segmento del
empaquetado es tan solo de un 5 %, es decir, incluso notablemente inferior a la
cuota de mercado de la industria en su conjunto.
3.3.6. El CESE hace hincapié en que una visión
integral del ecosistema que incluya los procesos de empaquetado, ensamblado y
prueba contribuye asimismo al cumplimiento del Pacto Verde Europeo. De hecho,
desde el punto de vista ecológico, no es razonable mantener la etapa de
fabricación en Europa para luego enviar los productos a terceros países,
probarlos y empaquetarlos allí y, a continuación, volver a importarlos a la
Unión. Aparte del balance ecológico, las cadenas de valor tan prolongadas son
mucho más vulnerables a los riesgos, y debe encontrarse el equilibrio adecuado
en el sentido de una autonomía estratégica abierta, de modo que se alcance la
resiliencia sin correr el riesgo de quedar aislados del mercado mundial.
3.3.7. Por lo tanto, el CESE recomienda, sobre todo
con el fin de evitar segmentaciones geográficas no deseadas o concentraciones
de determinados segmentos de mercado más rentables o con mayores costes, que se
examine mejor el papel de toda la cadena de suministro y, en particular, que en
la estrategia de semiconductores se conceda más espacio a los procesos de
empaquetado, ensamblado y prueba dentro de la Unión.
3.3.8. Por ello, el CESE anima a que se examinen
las tecnologías de empaquetado más innovadoras que sean adecuadas para
utilizarse de un modo rentable y energéticamente eficiente en Europa, y a que
se les dedique una atención adicional para que, de esta forma, la Unión reduzca
su dependencia de los riesgos y fluctuaciones del mercado a nivel mundial.
3.4. La cofinanciación como medida razonable
para la reducción de riesgos y costes
3.4.1. El CESE acoge con satisfacción que los
criterios mencionados permitan las ayudas estatales, especialmente si, en caso
contrario, las instalaciones en cuestión no estuvieran disponibles en la Unión
o solo lo estuvieran de forma limitada, y si estas revisten un interés
estratégico especial.
3.4.2. El CESE también acoge favorablemente que
deba preverse la viabilidad a largo plazo de las instalaciones sin más ayudas
estatales, así como el firme compromiso de contribuir a la innovación en el
ecosistema de los semiconductores de la Unión también a largo plazo.
3.4.3. El CESE destaca que los efectos de los
incentivos deben ser realmente mensurables y que debe evitarse la
cofinanciación de actividades ya planificadas, con el fin de garantizar que los
fondos dispuestos tengan realmente un efecto positivo en la innovación y el
empleo en todo el ecosistema de los semiconductores.
3.4.4. No obstante, el CESE echa en falta criterios
que vayan más allá, sobre todo porque deben poder cubrirse hasta el 100 %
déficits de financiación justificables. Aquí también deben desempeñar un papel
importante los criterios de política social, como la postura de la empresa en
cuestión respecto del diálogo social y la negociación colectiva, la
colaboración prioritaria con proveedores con sede en la Unión y el número de
puestos de trabajo adicionales sostenibles creados gracias a las inversiones,
así como la calidad de las condiciones de trabajo.
3.4.5. El CESE anima a que no se concentre la
financiación en determinados segmentos del ecosistema de los semiconductores,
sino que, junto a los criterios mencionados, se preste atención a un equilibrio
del apoyo financiero a lo largo de la cadena de valor.
3.5. Competencias y medidas de capacitación
como motores adicionales de innovación
3.5.1. El CESE se congratula de que la Ley de Chips
incluya un enfoque centrado en las competencias y la capacitación. Las
inversiones públicas dirigidas a la formación y el perfeccionamiento
profesional, así como fundamentalmente a la adquisición de capacidades y el
reciclaje profesional, son cruciales para el éxito de la transformación
ecológica y digital. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy
orientado a los trabajadores altamente cualificados y se centre especialmente
en los programas de posgrado, lo que sin duda resulta crucial para el éxito del
salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No
obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo
industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en
particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.
3.5.2. El ecosistema de los semiconductores debe
ser más atractivo para los trabajadores. Para ello se recomienda que, además de
ofrecer programas de posgrado atractivos, se adopte un enfoque que tenga en
cuenta todo el sistema educativo. El ecosistema debe promoverse ya desde los
centros de educación secundaria, por ejemplo mediante una revisión de los
programas de las materias científicas para que aborden las necesidades
específicas del ecosistema. Esto permite planificar con tiempo la carrera
profesional y tomar las decisiones correspondientes. Un acceso simplificado a
prácticas de alta calidad, remuneradas y basadas en las necesidades,
actividades de aprendizaje por observación y programas de tutoría en el sector,
así como a oportunidades de información profesional actualizadas, también
podría aumentar el atractivo del sector.
3.5.3. Por último, también se ha de abordar la
formación de los trabajadores ya empleados en el ecosistema de los
semiconductores en el uso de nuevos métodos de producción y los requisitos
específicos de diseño y producción de semiconductores de menos de 10 nm, para
hacer posible una transición fluida a la próxima generación tecnológica. En
este sentido, cabe celebrar la creación de una Red Europea de Centros de
Competencias, en la cual se debe prestar atención a la oferta de medidas
específicas dirigidas al perfeccionamiento profesional de los trabajadores
actualmente empleados en el sector.
3.5.4. Con objeto de garantizar el éxito de la
transformación ecológica y digital, debe prestarse una atención específica a la
mejora continua de las capacidades y el reciclaje profesional de quienes
trabajan en sectores y regiones sometidos actualmente o en el futuro a un
cambio estructural. Una política industrial activa debería fijarse el objetivo
de centrar su atención particularmente en las regiones afectadas por la
desindustrialización y la emigración desproporcionada de personas en edad
laboral e incentivar las inversiones en estas regiones. Además, es necesario
debatir sobre cómo se pueden combinar las medidas de perfeccionamiento y
reciclaje profesionales con el trabajo a tiempo parcial o las prestaciones por
desempleo, y sobre cómo se puede ofrecer a los trabajadores afectados la
posibilidad de participar en las medidas de reciclaje profesional pertinentes
en empresas de transferencia dado el caso.
3.5.5. También se ha de animar a los Estados
miembros a que establezcan por su parte los programas correspondientes y a que
los integren en sus estrategias nacionales de capacitación.
Bruselas,
15 de junio de 2022.
La
Presidenta del Comité Económico y Social Europeo
Christa
SCHWENG
(1) COM(2022) 46 final.
(2) COM(2022) 45 final.
(3) https://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.jsp?tp=&arnumber=9063714.
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