Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Université de Montpellier I Francia.
M. Sc. Institut Agronomique Méditerranéen
cferreyros@hotmail.com
Conclusiones y recomendaciones.
1. El plan de la
Comisión Europea para la Brújula Digital 2030 llega en un momento crítico para
la Unión y para el mundo entero. El CESE aplaude la iniciativa y el objetivo de
utilizar las tecnologías digitales para mejorar la vida de los ciudadanos, crear
más puestos de trabajo, facilitar el progreso y reforzar la competitividad
europea. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia y las posibilidades
de los avances digitales, ha subrayado la necesidad de realizar ajustes y ha
cambiado el modo en que las personas socializan y trabajan.
2. El CESE
considera que la innovación digital siempre debe salvaguardar los derechos
fundamentales, garantizando la salud, la seguridad y la privacidad (protección
de los datos personales) de todos. Es crucial que los ciudadanos perciban que
los avances y el crecimiento tienen un impacto positivo en su calidad de vida.
Los efectos de las nuevas tecnologías que nos ayudan en nuestra vida diaria
deben ser ventajosos y distribuirse de manera justa para beneficiar realmente a
la sociedad, y el derecho a la salud siempre debe prevalecer y reconocerse en
la lista de derechos fundamentales de la ciudadanía digital.
3. El CESE
subraya la necesidad de restablecer la confianza de la ciudadanía y mejorar la
ciberseguridad y la ciberresiliencia mediante la «seguridad desde el diseño» a
lo largo de toda la cadena de valor digital, de ofrecer a las personas una
mayor capacidad de elección y de control de sus datos («ética de los datos»), y
de determinar la responsabilidad de los intermediarios para luchar contra los
contenidos ilícitos y nocivos.
4. La
accesibilidad en línea a todos los servicios públicos básicos tanto europeos
como nacionales es un objetivo justificado. Sin embargo, el CESE advierte que
no se debe dejar a nadie atrás y que es esencial apoyar a quienes no pueden
beneficiarse inmediatamente del proceso de digitalización. Aún existe un grupo
significativo de personas que carece de los conocimientos y las competencias e
incluso de los equipos y programas informáticos necesarios para beneficiarse de
estos servicios. El CESE pide a la Comisión que apoye a quienes se encuentran
en un proceso de transición.
5. El CESE
señala el enorme riesgo de carencias en el aprendizaje que pueden derivarse de
una inversión desequilibrada. Desde los niños hasta las personas mayores, deben
tenerse en cuenta los efectos de la pobreza digital, por lo que es prioritario
prestar especial atención a los riesgos reales. La inversión en infraestructura
debe llevarse a cabo al mismo tiempo que la inversión en formación para reducir
los desfases.
6. El CESE
subraya la necesidad de contribuir a la mejora de las capacidades y al
reciclaje profesional de las personas. Para ello, es necesario promover la
igualdad de oportunidades impulsando las asociaciones público-privadas para la
mejora de las capacidades y el reciclaje profesional (tanto en la población
activa actual como en la educación de adultos) y fomentando una actitud de
aprendizaje permanente para todos.
7. El CESE
considera necesario modernizar la educación con vistas a una sociedad digital.
Es esencial impulsar la digitalización de los sistemas educativos actualizando
los contenidos educativos con arreglo a la era digital y crear ecosistemas
público-privados para implementar nuevas metodologías educativas que sean abiertas
y accesibles con el fin de brindar las mismas oportunidades a todas las
personas.
8. Los
avances digitales entrañan riesgos como el fraude, las violaciones de la
privacidad y la falta de transparencia, que podrían socavar los objetivos
establecidos en el documento. El CESE considera que deben crearse las
condiciones necesarias para evitar tales riesgos y regular las
responsabilidades a escala de la UE.
9. El CESE
hace hincapié en la necesidad de tomar en consideración estrategias para hacer
frente a los posibles desplazamientos de puestos de trabajo como consecuencia
de la deslocalización tecnológica. Como se ha afirmado en dictámenes
anteriores, se reconoce que la IA y la robótica no solo desplazarán y
transformarán puestos de trabajo, sino que eliminarán algunos y crearán otros.
En cualquier caso, la UE debe garantizar que todos los trabajadores tengan
acceso al sistema de protección social, en consonancia con el conjunto de
derechos sociales de Europa.
10. El CESE
considera que, para gestionar la transición digital de forma inclusiva y
socialmente responsable y hacer frente a la pérdida de puestos de trabajo,
sobre todo en el período posterior a la COVID-19, una de las prioridades debe
ser la creación de un fondo europeo financiado principalmente mediante la
imposición de las principales empresas tecnológicas, con el objetivo de
beneficiar a los trabajadores que están perdiendo su empleo y sus negocios
debido a la digitalización de la economía, a través de una formación adecuada,
la mejora de sus capacidades y el reciclaje profesional.
11. El CESE
pide, asimismo, una estrategia coordinada que aborde eficazmente el punto de
partida de Europa y que se adapte a los cambios tecnológicos y sociales que se
han producido en los últimos años y que se han acelerado como consecuencia de
la pandemia. A este respecto, se considera primordial una estrategia industrial
que abarque la política de competencia y una normativa específica por sectores,
concretamente para lograr una conectividad segura.
___________________________________________________________
Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Brújula Digital 2030: el enfoque de Europa para el Decenio Digital»
[COM(2021) 118 final]
(2021/C 374/05)
Ponente: | Gonçalo LOBO XAVIER |
Consulta | Comisión Europea, 21.4.2021 |
Fundamento jurídico | Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea |
Sección competente | Mercado Único, Producción y Consumo |
Aprobado en sección | 15.6.2021 |
Aprobado en el pleno | 7.7.2021 |
Pleno n.o | 562 |
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) | 207/0/3 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. El plan de la Comisión Europea para la
Brújula Digital 2030 llega en un momento crítico para la Unión y para el mundo
entero. El CESE aplaude la iniciativa y el objetivo de utilizar las tecnologías
digitales para mejorar la vida de los ciudadanos, crear más puestos de trabajo,
facilitar el progreso y reforzar la competitividad europea. La pandemia ha
puesto de manifiesto la importancia y las posibilidades de los avances
digitales, ha subrayado la necesidad de realizar ajustes y ha cambiado el modo
en que las personas socializan y trabajan. La UE tiene que abordar estos retos
de forma adecuada. Contar con una estrategia, un plan con unas metas
específicas y una manera de medir los avances es esencial para convertir las
intenciones en resultados.
1.2. El CESE considera que la innovación
digital siempre debe salvaguardar los derechos fundamentales, garantizando la
salud, la seguridad y la privacidad (protección de los datos personales) de
todos. Es crucial que los ciudadanos perciban que los avances y el crecimiento
tienen un impacto positivo en su calidad de vida. Los efectos de las nuevas
tecnologías que nos ayudan en nuestra vida diaria deben ser ventajosos y
distribuirse de manera justa para beneficiar realmente a la sociedad, y el
derecho a la salud siempre debe prevalecer y reconocerse en la lista de
derechos fundamentales de la ciudadanía digital.
1.3. El CESE subraya la necesidad de
restablecer la confianza de la ciudadanía y mejorar la ciberseguridad y la
ciberresiliencia mediante la «seguridad desde el diseño» a lo largo de toda la
cadena de valor digital, de ofrecer a las personas una mayor capacidad de
elección y de control de sus datos («ética de los datos»), y de determinar la
responsabilidad de los intermediarios para luchar contra los contenidos
ilícitos y nocivos.
1.4. La accesibilidad en línea a todos los
servicios públicos básicos tanto europeos como nacionales es un objetivo
justificado. Sin embargo, el CESE advierte que no se debe dejar a nadie atrás y
que es esencial apoyar a quienes no pueden beneficiarse inmediatamente del
proceso de digitalización. Aún existe un grupo significativo de personas que
carece de los conocimientos y las competencias e incluso de los equipos y
programas informáticos necesarios para beneficiarse de estos servicios. El CESE
pide a la Comisión que apoye a quienes se encuentran en un proceso de
transición.
1.5. El CESE señala el enorme riesgo de
carencias en el aprendizaje que pueden derivarse de una inversión
desequilibrada. Desde los niños hasta las personas mayores, deben tenerse en
cuenta los efectos de la pobreza digital, por lo que es prioritario prestar especial
atención a los riesgos reales. La inversión en infraestructura debe llevarse a
cabo al mismo tiempo que la inversión en formación para reducir los desfases.
1.6. El CESE subraya la necesidad de
contribuir a la mejora de las capacidades y al reciclaje profesional de las
personas. Para ello, es necesario promover la igualdad de oportunidades
impulsando las asociaciones público-privadas para la mejora de las capacidades
y el reciclaje profesional (tanto en la población activa actual como en la educación
de adultos) y fomentando una actitud de aprendizaje permanente para todos.
1.7. El CESE considera necesario modernizar la
educación con vistas a una sociedad digital. Es esencial impulsar la
digitalización de los sistemas educativos actualizando los contenidos
educativos con arreglo a la era digital y crear ecosistemas público-privados
para implementar nuevas metodologías educativas que sean abiertas y accesibles
con el fin de brindar las mismas oportunidades a todas las personas.
1.8. Los avances digitales entrañan riesgos
como el fraude, las violaciones de la privacidad y la falta de transparencia,
que podrían socavar los objetivos establecidos en el documento. El CESE
considera que deben crearse las condiciones necesarias para evitar tales
riesgos y regular las responsabilidades a escala de la UE.
1.9. El CESE hace hincapié en la necesidad de
tomar en consideración estrategias para hacer frente a los posibles
desplazamientos de puestos de trabajo como consecuencia de la deslocalización
tecnológica. Como se ha afirmado en dictámenes anteriores, se reconoce que la
IA y la robótica no solo desplazarán y transformarán puestos de trabajo, sino
que eliminarán algunos y crearán otros. En cualquier caso, la UE debe
garantizar que todos los trabajadores, ya sean asalariados, autónomos o falsos
autónomos, tengan acceso al sistema de protección social, en consonancia con el
conjunto de derechos sociales de Europa. Es preciso fomentar el diálogo social
sobre estas cuestiones, a todos los niveles, y dar prioridad a la adecuación
entre los derechos y las obligaciones, y la actual economía digital basada en
plataformas.
1.10. El CESE considera que, para gestionar la
transición digital de forma inclusiva y socialmente responsable y hacer frente
a la pérdida de puestos de trabajo, sobre todo en el período posterior a la
COVID-19, una de las prioridades debe ser la creación de un fondo europeo
financiado principalmente mediante la imposición de las principales empresas
tecnológicas, con el objetivo de beneficiar a los trabajadores que están
perdiendo su empleo y sus negocios debido a la digitalización de la economía, a
través de una formación adecuada, la mejora de sus capacidades y el reciclaje
profesional.
1.11. El CESE pide, asimismo, una estrategia
coordinada que aborde eficazmente el punto de partida de Europa y que se adapte
a los cambios tecnológicos y sociales que se han producido en los últimos años
y que se han acelerado como consecuencia de la pandemia. A este respecto, se
considera primordial una estrategia industrial que abarque la política de
competencia y una normativa específica por sectores, concretamente para lograr
una conectividad segura.
2. Observaciones generales
2.1. El CESE apoya el plan de la Comisión
Europea para la Brújula Digital 2030: el enfoque de Europa para el Decenio
Digital, como parte de un plan de acción más amplio para impulsar la
recuperación económica y social de Europa.
2.2. En lo que respecta a la tecnología y el
tratamiento de datos, la crisis de la COVID-19 ha mostrado un alto grado de
dependencia exterior al que hay que hacer frente con eficiencia y celeridad.
Deben aprovecharse mejor las bazas de Europa en estos ámbitos y es necesaria una
mayor participación de los ciudadanos europeos.
2.3. El CESE hace hincapié en el concepto de
no dejar a nadie atrás. El analfabetismo digital en Europa sigue siendo
elevado, el 35 % según la Comisión, y debe paliarse la falta de acceso a los
recursos digitales. No obstante, debe garantizarse la atención personal en las
relaciones económicas y administrativas. También es importante garantizar que
la digitalización no reporte beneficios solo a unos pocos. El Decenio Digital
debe redundar en beneficio de todos.
2.4. Las empresas europeas, especialmente las
pymes, requieren apoyo en sus esfuerzos de digitalización y capacitación para
competir a escala mundial. En los casos en que la UE posea o financie recursos
informáticos, tales como equipos de computación cuántica, el acceso a los
mismos debe distribuirse de manera justa, en función de criterios objetivos.
2.5. En cualquier caso, las ambiciones y el
dinero público por sí solos no darán los resultados deseados. También se
necesita una estrategia coordinada que aborde eficazmente el punto de partida
de Europa y que se adapte a los cambios tecnológicos y sociales que se han
producido en los últimos años y que se han acelerado como consecuencia de la
pandemia. A este respecto, se considera primordial una estrategia industrial
que abarque la política de competencia y una normativa específica por sectores,
concretamente para lograr una conectividad segura.
2.6. El CESE acoge con satisfacción la visión
de desarrollar un ecosistema de educación e innovación digital y destaca la
necesidad de aprovechar las instituciones científicas y académicas europeas de
primer nivel para alcanzar este objetivo.
2.7. Es necesario impulsar la cooperación
pública y privada existente y crear más sinergias para asegurar un nuevo pacto
digital basado en un modelo de gobernanza que combine aspectos sociales,
medioambientales y económicos, para lograr una transición digital justa,
inclusiva y sostenible a largo plazo.
2.8. El CESE hace hincapié en la necesidad de
tomar en consideración estrategias para hacer frente a los posibles
desplazamientos de puestos de trabajo como consecuencia de la deslocalización
tecnológica. Como se ha afirmado en dictámenes anteriores (1), se reconoce que la IA y la
robótica no solo desplazarán y transformarán puestos de trabajo, sino que
eliminarán algunos y crearán otros. En cualquier caso, la UE debe garantizar
que todos los trabajadores, ya sean asalariados, autónomos o falsos autónomos,
tengan acceso al sistema de protección social, en consonancia con el conjunto
de derechos sociales de Europa. Hay que promover el diálogo social sobre estas
cuestiones a todos los niveles. Deberían adoptarse y coordinarse medidas de
apoyo a las personas desplazadas, a ser posible financiadas mediante un
impuesto de la UE a las empresas que más se benefician de la economía digital.
2.9. No debe pasarse por alto el papel del
capital de riesgo, los mercados de valores y la inversión privada en general.
Las empresas privadas impulsarán el desarrollo tecnológico en Europa y la UE
solo estará en condiciones de competir a escala mundial si sigue siendo un
lugar atractivo para dichas inversiones. Todo lo anterior debe llevarse a cabo
con el debido respeto de las normas sociales.
2.10. Los ambiciosos objetivos de conectividad
deberían ir de la mano de un compromiso con el establecimiento de un marco
normativo más favorable que apoye la inversión privada en la infraestructura de
la red. Será de vital importancia adecuar tanto la estrategia industrial de la
UE como la visión de liderazgo europeo en conectividad digital a la política de
competencia y la práctica reguladora del sector de las telecomunicaciones.
2.11. La hoja de ruta del Decenio Digital
establece planes para que la Unión Europea desarrolle «su propia
infraestructura y sus capacidades en la nube» con el fin de evitar que los
datos producidos en Europa se trasladen fuera de ella, que es donde acaba actualmente
más del 90 % de los datos europeos. Europa no debe pecar de ingenua ni cejar en
su lucha por obtener una mayor independencia y por mantener los datos de sus
ciudadanos, especialmente los datos sensibles, dentro de sus fronteras. En este
sentido, se considera un paso en la dirección correcta el objetivo del plan del
Decenio Digital de contar con 10 000 nodos de proximidad y en la nube con alto
grado de seguridad y neutros desde el punto de vista climático. El proyecto
GAIA X debe acelerarse y ponerse en funcionamiento a la mayor brevedad.
2.12. El CESE apoya la idea de promover un
sector tecnológico europeo para reducir la dependencia de los gigantes
tecnológicos estadounidenses y chinos y ponerse al día en ámbitos como el
despliegue de la tecnología 5G, la fabricación de chips y la gestión de datos,
pero pone en guardia contra el enfoque de una economía de datos proteccionista
en Europa. Deberían promoverse las asociaciones y la cooperación a escala
internacional.
2.13. Para alcanzar estos objetivos, será
necesario dar empleo a 20 millones de expertos en tecnología en los sectores
laborales pertinentes antes de 2030, en comparación con los 7,8 millones
actuales. En 2019, solo el 18 % de los 7,8 millones de trabajadores especializados
en TIC correspondía a mujeres. La diversidad en los sectores digitales es
esencial y ayudará a dar forma a la visión del mundo y sus desafíos,
concretamente para reducir los riesgos de sesgo. Es necesario efectuar un
estricto seguimiento del objetivo de una representación de género más
equilibrada y fomentar el acceso de la mujer a las disciplinas CTIM. Debe
promoverse el diálogo social a todos los niveles (empresarial, industrial y
nacional), dado que puede contribuir a la consecución de este objetivo. En los
Estados miembros deben promoverse campañas intensas, empezando por las escuelas
primarias, para animar a las niñas a elegir disciplinas científicas y
tecnológicas. La brecha digital es un enorme desafío. En muchas zonas rurales
aún no se dispone ni siquiera de la tecnología 3G. Europa y los Estados
miembros deberían ofrecer incentivos para fomentar la inversión en las zonas
rurales a fin de garantizar que ningún ciudadano se quede atrás.
2.14. Estas inversiones podrían promover la
cohesión territorial y el desarrollo regional, y permitir a las personas que
así lo deseen llevar una vida más plena fuera de las grandes urbes (los
«pueblos inteligentes» a los que se hace referencia en la Comunicación). El
trabajo a distancia debe desarrollarse mediante el diálogo social y la
negociación colectiva a todos los niveles, con el fin de salvaguardar la salud
y el bienestar de los trabajadores.
2.15. El CESE anima a la Comisión Europea a
establecer incentivos para que las personas se trasladen fuera de las grandes
zonas urbanas, promoviendo así el desarrollo económico y social de las zonas
rurales. Para ello, es imprescindible crear las infraestructuras adecuadas,
especialmente en los ámbitos de las telecomunicaciones y el transporte.
2.16. En el próximo decenio habrá que abordar
importantes retos medioambientales y todas las medidas adoptadas en este
contexto también deberán tener en cuenta el aspecto medioambiental. Además, la
Brújula Digital debería utilizarse como una herramienta adicional que
contribuya a alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo y reducir el
impacto medioambiental.
2.17. Asimismo, las tecnologías digitales
deben ser transparentes, inclusivas, no discriminatorias, justas y carentes de
sesgos, lo cual reviste mayor importancia si cabe dada la creciente
digitalización de los servicios públicos. Actualmente, según la Comisión, el 65
% de los ciudadanos europeos cuenta con unas competencias digitales básicas. El
objetivo es elevar este porcentaje al 80 % antes de 2030. Se considera esencial
incluir y apoyar al 20 % restante de la población (alrededor de 90 millones de
personas de la UE) para reducir la pobreza y la exclusión. Por lo general,
estos ciudadanos viven en zonas rurales y se encuentran entre los más pobres y
los de mayor edad. Podrían volverse aún más vulnerables a la hora de
interactuar con unos servicios públicos y privados cada vez más digitalizados.
El CESE destaca la necesidad de garantizar la atención personal en las
relaciones económicas y administrativas.
2.18. El CESE respalda plenamente el objetivo
de poder acceder en línea a todos los servicios públicos esenciales en la UE, y
considera que los historiales médicos de los ciudadanos europeos también
deberán ser totalmente digitales, ya que se espera que el 80 % de los
ciudadanos utilice una identidad digital. No obstante, esto también requerirá
esfuerzos coordinados y voluntad política por parte de todos los Estados
miembros. Para alcanzar este objetivo, el CESE aboga por la participación de
las organizaciones de la sociedad civil. Los equipos digitales básicos para
acceder a los servicios públicos deberían ser, en principio, gratuitos. En
cualquier caso, la digitalización de los servicios públicos no debe dar lugar a
mayores obstáculos financieros para los usuarios.
3. Observaciones específicas
3.1. Habida cuenta de la creciente
digitalización de la vida, es necesario prestar especial atención a la
ciberseguridad y el riesgo de fraude, por lo que se considera esencial educar a
los ciudadanos a este respecto. La regulación de la tecnología ponible es particularmente
preocupante y debe ser objeto de especial atención.
3.2. Las leyes europeas relativas a la
economía digital están evolucionando con rapidez. Es necesario sensibilizar a
los ciudadanos y las empresas sobre sus derechos y obligaciones en el ámbito
digital. Debería llevarse a cabo un esfuerzo constante por consolidar las
iniciativas legislativas y facilitar la comprensión y la aplicación de la
legislación por parte de los ciudadanos y las empresas.
3.3. El CESE acoge con satisfacción el
seguimiento periódico de los objetivos y el sistema de gobernanza propuestos en
la Comunicación, y considera que los proyectos plurinacionales son esenciales
para lograr la visión que se expone en la misma.
3.4. El CESE propone la elaboración de
estudios de casos sobre determinados sectores en los Estados miembros y en
países no pertenecientes a la UE, con el fin de adoptar o promover las mejores
prácticas a nivel europeo. Deberían promoverse los espacios controlados de
pruebas, que proporcionan un entorno seguro en el que probar nuevas ideas y
modelos empresariales. Una economía digital ambiciosa debe establecer pruebas
prácticas ágiles y permisivas.
4. Ciudadanos con competencias digitales y
profesionales del sector digital muy cualificados
4.1. El CESE apoya el objetivo de dar empleo a
20 millones de especialistas en TIC, con convergencia entre mujeres y hombres (2) (base de
referencia de 2019: 7,8 millones). Sin duda, esto requerirá inversiones en
sistemas educativos adecuados que puedan contribuir a la consecución de dicho
objetivo.
4.2. La digitalización de los servicios de
profesiones liberales estrechamente vinculados a asuntos de interés público
como la sanidad, la seguridad, el Derecho y el nivel de vida, tiene un impacto
significativo en la sociedad y requiere nuevos enfoques profesionales y éticos (3). Su éxito depende tanto de
profesionales altamente cualificados como de competencias digitales y la comprensión
de los usuarios, pacientes, clientes y consumidores.
4.3. El CESE destaca la creciente necesidad de
mejora de las capacidades y de reciclaje profesional de las personas, que
promueve una actitud de aprendizaje permanente para todos.
4.4. La pandemia ha impulsado la educación a
distancia. Al mismo tiempo, ha quedado claro que esto conlleva un alto riesgo
de desfase en el aprendizaje de los niños de las clases sociales más bajas. En
la puesta en práctica del plan de acción de los objetivos digitales para 2030,
se ha de prestar especial atención a la pobreza digital.
5. El papel global de la UE en el Decenio
Digital y unas condiciones de competencia equitativas para las pymes
5.1. Evidentemente, en lo que respecta a las
pymes, resulta esencial apoyar sus esfuerzos de digitalización mediante
diferentes enfoques, pero también es importante destacar su papel como
impulsoras de la innovación en tecnologías digitales.
5.2. El desarrollo de programas informáticos
es un subsector en rápido crecimiento en el proceso digital. El apoyo a las
pymes innovadoras merece una atención específica. El CESE respalda los
mecanismos financieros que puedan garantizar un apoyo adecuado a las pymes para
garantizar una transición fluida. Al mismo tiempo, se ha de velar por la
continuidad, para lo cual es necesario prever actualizaciones para que los
usuarios no se vean obligados a invertir constantemente en nuevos programas.
5.3. Todas las empresas, ya sean pymes,
empresas emergentes o en expansión, necesitan capital. Los objetivos
establecidos en el documento ponen de relieve la urgencia de realizar una unión
de los mercados de capitales que tenga en cuenta las soluciones de mercado y
reduzca la dependencia de la financiación bancaria y el apoyo anticipado, que
favorezca la transferencia de ahorros entre los distintos Estados miembros que
buscan el mejor rendimiento; además, es necesario eliminar el sesgo fiscal en
favor de la deuda. Las empresas innovadoras necesitan capital y un régimen
fiscal que no penalice en exceso a los empresarios con tipos marginales de
imposición sobre sus ganancias de capital.
6. Riesgos y salvaguardias
6.1. La necesidad de seguridad, previsibilidad
y salud, tanto física como mental, también debe ser una prioridad en este
contexto. Es importante concienciar aún más a las personas sobre la seguridad,
además de contar con la tecnología necesaria para mejorar la calidad de vida y
el empleo. Con arreglo a este principio, el CESE considera que la Comisión
Europea, en su labor anual de seguimiento prevista para evaluar la percepción
de la ciudadanía europea sobre el respeto de sus derechos y valores, debería
garantizar la protección efectiva del derecho a la salud.
6.2. Al mismo tiempo, el CESE recomienda que
la UE acompañe esta nueva revolución industrial con una estrategia específica
de control de la contaminación electromagnética total generada por las distintas
tecnologías disponibles en la actualidad. Esto permitiría medir la evolución de
la contaminación electromagnética en toda Europa para desarrollar estudios
específicos sobre el tema con el fin de velar por el estado de salud de la
población sobre la base de los interesantes «cruces de datos» que podrán
realizarse cuando la historia clínica electrónica europea sea finalmente una
realidad. Este seguimiento, que ha de ser realizado por cada Estado miembro,
debe dar lugar a una base de datos europea única. Debería desarrollarse una
política europea para reforzar la confianza de la ciudadanía en este ámbito.
6.3. Las tecnologías digitales deben estar al
servicio de los ciudadanos europeos, que nunca deberían tratarse como objetos o
meras fuentes de datos. Deben tenerse en cuenta las directrices éticas y
técnicas existentes como, por ejemplo, las Directrices éticas para una IA
fiable elaboradas por el grupo de expertos de alto nivel sobre la IA.
6.4. El CESE recomienda que, en vista de los
riesgos que conlleva el tratamiento de datos, se tomen medidas para garantizar
que no se conserven más datos de los que realmente necesita una empresa, y que
dichos datos solo se conserven el tiempo estrictamente necesario. De forma
paralela, la innovación basada en datos es un factor clave para ser competitivo
en el entorno digital y las autoridades deberían impulsar un marco regulador
intersectorial de intercambio de datos que permita dicho intercambio
otorgándole un papel central al usuario. El marco aplicable debe promover el
acceso a los datos y centrarse en la interoperabilidad.
6.5. El 20 % del Mecanismo de Recuperación y
Resiliencia (MRR) está destinado a la conectividad digital y el 37 % a la
transición ecológica. Esto requiere una visión ambiciosa y coherente para la
industria de telecomunicaciones europea y un compromiso con un marco regulador
más favorable que apoye la inversión privada en infraestructura de red y
también el desarrollo de servicios de telecomunicaciones integrados soberanos
con tecnologías en la nube, de proximidad, de datos y de IA.
6.6. El CESE considera que la transición
digital debe ajustarse a la transición hacia una economía más ecológica y tener
en cuenta el impacto medioambiental. El uso de los recursos (incluidos los más
escasos) y su consumo energético deben ser razonables. Debería exigirse transparencia
a nivel europeo en lo que respecta a la huella de carbono de los servicios en
la nube, a fin de permitir a cualquier organización calcular su huella de
carbono digital y de desarrollar planes para reducirla.
6.7. El CESE destaca la necesidad de seguir el
ritmo de la rápida evolución de los modelos tecnológicos y empresariales,
procurando eliminar los vacíos normativos, especialmente los que puedan
perjudicar a los consumidores y a los ciudadanos más vulnerables.
Bruselas, 7 de julio de 2021.
La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo
Christa SCHWENG
(1) DO C 440 de 6.12.2018, p. 1.
(2) Indicador DESI «2b1». Actualmente, el porcentaje de mujeres entre los especialistas en TIC en activo es solo del 18 %.
(3) DO C 286 de 16.7.2021, p. 8.
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