Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
RESUMEN
El Comité Económico y Social Europeo,
CESE, sobre: a) la comunicación de la Comisión al Parlamento
Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y
al Comité de las Regiones «Un Plan Industrial del Pacto Verde para la era de cero
emisiones netas» y b)
la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece
un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de fabricación de productos
de tecnología de cero emisiones netas (Ley sobre la industria de cero emisiones
netas), entre sus principales Conclusiones y Recomendaciones, afirma que la Unión Europea debe seguir siendo un emplazamiento industrial.
Debe ocupar de manera asertiva su lugar como agente mundial e identificar los instrumentos,
herramientas y medidas de carácter político que necesita para ser más rápida e innovadora
y resultar de nuevo atractiva para los inversores, manteniendo al mismo tiempo sus
valores sociales y medioambientales, como el buen funcionamiento del diálogo social
y de los sistemas de protección social, el respeto del Estado de Derecho y la estabilidad
de las instituciones.
Observa que el contexto económico mundial ha cambiado respecto
de la UE, constatándose el declive del sistema multilateral basado en normas y un
aumento del proteccionismo. Ha aumentado la competencia por las inversiones internacionales,
en buena parte a raíz de Ley estadounidense de reducción de la inflación, pero también
del incremento de la competencia por las materias primas, la evolución de los precios
de la energía y los cambios en la configuración de las cadenas de suministro mundiales.
Por lo tanto, la UE debe reevaluar sus prioridades políticas para mejorar su competitividad
estructural y sostenible. Habida cuenta de la necesidad de reforzar la competitividad
de las empresas de la UE, debe integrarse un control de la competitividad en los
procesos de toma de decisiones de la UE que garantice un equilibrio entre las dimensiones
económica, social y medioambiental de los procesos de toma de decisiones para las
propuestas legislativas.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) está convencido
de que será imposible alcanzar los objetivos establecidos para el Pacto Verde, la
Década Digital y los sectores industrial, espacial o automovilístico sin una base
industrial sólida, así como el acceso a fuentes seguras y sostenibles de materias
primas fundamentales.
La contratación pública y las decisiones
sobre cómo distribuir la financiación pública son instrumentos importantes para
orientar la política industrial. Debe garantizarse que las decisiones respectivas
de los Estados miembros de la UE, incluidas las ayudas estatales y las subvenciones,
no distorsionen el mercado único ni amenacen la convergencia económica y la cohesión
social en toda la UE, sino que se centren en el desarrollo regional. El CESE critica
el hecho de que las actuales propuestas de la Comisión sobre el Plan Industrial
del Pacto Verde (GDIP, por sus siglas en inglés) y la Ley sobre la industria de
cero emisiones netas no tengan esto suficientemente en cuenta.
A fin de acceder a normas
similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados
interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones,
auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com
____________________________________________________
Dictamen Comité Económico y Social Europeo sobre
a) la comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones «Un Plan Industrial del Pacto Verde para la era de cero emisiones netas»
[COM(2023) 62 final]
b) la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de fabricación de productos de tecnología de cero emisiones netas (Ley sobre la industria de cero emisiones netas)
[COM(2023) 161 final — 2023/0081 (COD)]
(2023/C 349/27)
Ponente: | Sandra PARTHIE |
Consulta |
| ||||||
Base jurídica |
| ||||||
Sección competente | Mercado Único, Producción y Consumo | ||||||
Aprobado en sección | 29.6.2023 | ||||||
Aprobado en el pleno | 13.7.2023 | ||||||
Pleno n.o | 580 | ||||||
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) | 193/3/3 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. La Unión Europea debe seguir siendo un emplazamiento
industrial. Debe ocupar de manera asertiva su lugar como agente mundial e identificar
los instrumentos, herramientas y medidas de carácter político que necesita para
ser más rápida e innovadora y resultar de nuevo atractiva para los inversores, manteniendo
al mismo tiempo sus valores sociales y medioambientales, como el buen funcionamiento
del diálogo social y de los sistemas de protección social, el respeto del Estado
de Derecho y la estabilidad de las instituciones.
1.2. El contexto económico mundial ha cambiado
respecto de la UE, constatándose el declive del sistema multilateral basado en normas
y un aumento del proteccionismo. Ha aumentado la competencia por las inversiones
internacionales, en buena parte a raíz de Ley estadounidense de reducción de la
inflación, pero también del incremento de la competencia por las materias primas,
la evolución de los precios de la energía y los cambios en la configuración de las
cadenas de suministro mundiales. Por lo tanto, la UE debe reevaluar sus prioridades
políticas para mejorar su competitividad estructural y sostenible. Habida cuenta
de la necesidad de reforzar la competitividad de las empresas de la UE, debe integrarse
un control de la competitividad en los procesos de toma de decisiones de la UE que
garantice un equilibrio entre las dimensiones económica, social y medioambiental
de los procesos de toma de decisiones para las propuestas legislativas.
1.3. El Comité Económico y Social Europeo (CESE)
está convencido de que será imposible alcanzar los objetivos establecidos para el
Pacto Verde, la Década Digital y los sectores industrial, espacial o automovilístico
sin una base industrial sólida, así como el acceso a fuentes seguras y sostenibles
de materias primas fundamentales. Con carácter prioritario, el CESE pide que se
lleve a cabo una auditoría para determinar cómo puede la UE controlar y mejorar
sus cadenas de valor y evitar dependencias excesivas.
1.4. El CESE subraya que no podremos alcanzar los
objetivos climáticos para 2050 sin construir una economía circular competitiva.
Por lo tanto, Europa debe encontrar formas de ser más eficiente en cuanto a recursos
y materiales mediante el despliegue generalizado de medidas de gestión de la demanda
para reducir dicha demanda: diseño ecológico y circularidad, eficiencia energética,
refuerzo de la sostenibilidad de los productos y apoyo a prácticas y técnicas innovadoras
específicas.
1.5. Garantizar la existencia y el desarrollo de
un sector industrial diversificado, con una amplia gama de sectores y productores
así como «ecosistemas industriales» —incluidas las pymes y los agentes de la economía
social— debe constituir la base de la política industrial europea. Es importante
evitar centrarse demasiado en la promoción de determinadas tecnologías y en la selección
de los presuntos «ganadores» mediante medidas reguladoras. En su lugar, es preciso
disponer de una política global de apoyo a la innovación y la investigación.
1.6. El CESE pide a la Comisión y a los Estados
miembros que velen por que el Plan Industrial de la UE contribuya a crear puestos
de trabajo de calidad con unas condiciones laborales justas y una buena remuneración,
y que promueva la democracia en el lugar de trabajo, la negociación colectiva y
el respeto de los convenios colectivos.
1.7. La contratación pública y las decisiones sobre
cómo distribuir la financiación pública son instrumentos importantes para orientar
la política industrial. Debe garantizarse que las decisiones respectivas de los
Estados miembros de la UE, incluidas las ayudas estatales y las subvenciones, no
distorsionen el mercado único ni amenacen la convergencia económica y la cohesión
social en toda la UE, sino que se centren en el desarrollo regional. El CESE critica
el hecho de que las actuales propuestas de la Comisión sobre el Plan Industrial
del Pacto Verde (GDIP, por sus siglas en inglés) y la Ley sobre la industria de
cero emisiones netas no tengan esto suficientemente en cuenta.
2.
Observaciones generales
2.1. La UE debe seguir siendo un emplazamiento
industrial. El CESE aboga por un marco regulador que atraiga, facilite y aumente
la producción industrial en la UE de una manera sostenible y socialmente responsable.
Este llamamiento se refiere no solo a las nuevas tecnologías, sino también a las
industrias manufactureras, que constituyen un componente clave para la resiliencia
de las economías y las cadenas de suministro europeas, etc.
2.2. El producto interior bruto (PIB) pone de manifiesto
el deterioro de la competitividad europea: el PIB por habitante en la UE era de
aproximadamente el 70 % del de los Estados Unidos en la década de 2000; en la actualidad,
solo es ligeramente inferior al 66 %. En 1999, solo el 5 % de la inversión bruta
mundial tuvo lugar en China; en 2020 fue del 29 %, mayor que en cualquier otro lugar.
En Estados Unidos y la UE, dicha tasa disminuyó significativamente durante el mismo
período: en Estados Unidos, del 29 % al 20 %, y en la UE, del 23 % al 15 %. La UE
tiene la capacidad de cambiar esta situación: completar el mercado único podría
añadir más de 700 000 millones EUR en producción económica a lo largo de diez años,
y una economía digital común podría aportar otros 178 000 millones EUR. La UE también
podría seguir estableciendo y promoviendo con éxito normas europeas a escala mundial.
2.3. La UE está soportando, en mayor medida que
sus competidores mundiales, unos precios de la energía y una inflación extremadamente
elevados, mientras que, al mismo tiempo, otras economías mundiales subvencionan
y favorecen a sus propias industrias. Estos factores generan un riesgo de desindustrialización
en la UE. Para superar estas dificultades y otros retos actuales y futuros, es necesario
reforzar la competitividad estructural y sostenible, así como la resiliencia de
la economía de la UE. Entre los requisitos previos fundamentales para la competitividad
industrial de Europa figuran unos precios de la energía asequibles y un abastecimiento
energético seguro.
2.4. El contexto económico mundial ha cambiado
drásticamente en los últimos años; la UE ya no puede contar con un sistema económico
y comercial multilateral operativo basado en normas, sino que afronta crecientes
distorsiones del mercado mundial derivadas de medidas como la Ley estadounidense
de reducción de la inflación destinada a ayudar a los agentes industriales estadounidenses
mediante créditos fiscales, un apoyo financiero generoso y requisitos de contenido
local en detrimento de los agentes económicos no estadounidenses, o los regímenes
de subvenciones chinos proteccionistas más antiguos, que también favorecen a los
agentes nacionales y corresponden a una agenda económica nacionalista. La UE tiene
que dar una respuesta contundente e identificar los instrumentos, herramientas y
medidas e de carácter político que necesita para ser más rápida e innovadora y resultar
de nuevo atractiva para los inversores, manteniendo al mismo tiempo sus valores
sociales y medioambientales.
2.5. En este contexto, el CESE acoge con satisfacción
las propuestas de la Comisión Europea de GDIP y de Ley sobre industria de cero emisiones
netas, que ofrecen orientación y previsibilidad a los agentes industriales de la
UE y constituyen un compromiso para fortalecer los fabricantes europeos y los ecosistemas
conexos. Los esfuerzos que implica la transición hacia una economía descarbonizada
de aquí a 2050 equivalen a una segunda revolución industrial y deben entenderse
como tal, incluidos los compromisos políticos, económicos y sociales necesarios.
2.6. En particular, el CESE apoya los mensajes
claros que figuran en ambos documentos sobre la necesidad de una inversión global
en la transición hacia una economía y una sociedad sostenibles. El objetivo de la
política industrial ecológica también debe ser obtener beneficios en materia de
bienestar social. Acogemos con satisfacción que la Ley sobre industria de cero emisiones
netas se centre en las carencias de capacidades y recursos humanos que frenan actualmente
la transición. Sin embargo, siguen sin abordarse cuestiones tales como la manera
de alcanzar las metas y los objetivos establecidos y qué medidas efectivas se adoptarán.
2.7. Por consiguiente, el CESE pide a la Comisión
Europea que sea más específica en cuanto a las medidas efectivas que pretende emprender
para mejorar los factores de localización y la competitividad de las economías europeas
y para diferenciar a la UE de sus rivales sistémicos. Estas medidas deberían centrarse
en mejorar la conectividad dentro del mercado único para todos los Estados miembros,
en particular mediante el desarrollo y la mejora de las infraestructuras y las interconexiones
para el transporte y la energía, incluidas las redes.
2.8. El CESE señala que los empleadores, los trabajadores
y la ciudadanía también están viviendo momentos difíciles, como consecuencia de
una perturbación en el suministro de energía, una perturbación en la oferta de mano
de obra y perturbaciones en la cadena de suministro e inflación, todo lo cual hace
pesar sobre todos ellos una importante carga acumulativa. Por lo tanto, el objetivo
del GDIP y de la Ley sobre industria de cero emisiones netas de la UE debería ser
reducir y no aumentar estas cargas.
2.9. El CESE también considera que a los consumidores
les incumbe contribuir a impulsar la transición a cero emisiones netas de aquí a
2050. Sus decisiones a favor o en contra de determinados productos, así como su
apoyo, tolerancia o ausencia de ambos en lo referente a las condiciones de fabricación
y producción en la UE, pero también en terceros países, son un elemento importante
para lograr cambios. El CESE apoya su empoderamiento (1) y subraya
la necesidad de que los consumidores tomen decisiones conscientes.
3.
Observaciones particulares
3.1.
Marco reglamentario
3.1.1. La formulación de políticas de la UE debe
basarse en la innovación, la excelencia y en personas muy competentes y cualificadas,
y centrarse en reducir la burocracia y los costes siempre que sea posible. Como
una de las piedras angulares de la UE, el Estado de Derecho proporciona seguridad
y estabilidad al entorno empresarial y debe respetarse en todas las circunstancias.
Un diálogo social estructurado sobre una base tripartita entre los gobiernos, los
sindicatos y las organizaciones empresariales es indispensable para garantizar la
estabilidad, la aceptación social y la resiliencia económica.
3.1.2. La Ley sobre industria de cero emisiones
netas propone un conjunto de medidas para mejorar las condiciones favorables para
la fabricación de tecnologías de cero emisiones netas, incluido un marco regulador
simplificado con, por ejemplo, procedimientos de concesión de permisos más rápidos
y ventanillas únicas en la administración. Es de vital importancia que estos procedimientos
de concesión de permisos más rápidos se apliquen a lo largo de toda la cadena de
valor de los proyectos de tecnologías de cero emisiones neta, sin perjuicio de los
objetivos sociales y medioambientales establecidos en el Reglamento. Aunque el CESE
está de acuerdo con este enfoque, insta a los legisladores a que no limiten estas
mejoras a las tecnologías de cero emisiones netas, sino a que sean la norma para
todos los sectores económicos.
3.1.3. El CESE señala que, en última instancia,
la transformación de la industria europea va mucho más allá de la fabricación de
tecnologías limpias, ya que Europa alberga muchas industrias pesadas y primarias
de gran consumo de energía que deben descarbonizarse y que no están incluidas en
el GDIP. Una estrategia industrial coherente para Europa consiste en un crecimiento
económico integrador que garantice que todos los Estados miembros y regiones participen
en la transición industrial ecológica y se beneficien de ella. Por lo tanto, es
fundamental que el GDIP evite cualquier fragmentación del mercado único y aspire
a la cohesión entre los Estados miembros y las regiones.
3.1.4. El CESE está convencido de que se puede
desarrollar un programa de simplificación ecológica que mejore los procesos de concesión
de permisos para los proyectos ecológicos, al tiempo que se respeta la legislación
medioambiental. Aumentar la experiencia, la capacidad y las competencias de las
autoridades locales y nacionales es un paso necesario, junto con la digitalización
y simplificación de los procesos de autorización. Las mejoras en la eficiencia de
los procedimientos de concesión de permisos deben lograrse mediante una planificación
adecuada y un aumento de la capacidad de los niveles administrativos pertinentes,
en particular a través de más personal y trabajadores calificados. Habida cuenta
de la necesidad de reforzar la competitividad de las empresas de la UE, debe integrarse
un control de la competitividad en los procesos de toma de decisiones de la UE que
garantice un equilibrio entre las dimensiones económica, social y medioambiental
de los procesos de toma de decisiones para las propuestas legislativas.
3.1.5. El CESE subraya que el Reglamento debe completarse
con otros instrumentos, como subvenciones, a fin de evitar una pérdida de PIB y
bienestar. Los requisitos de información, en particular en toda la legislación medioambiental,
digital y económica de la UE, deben racionalizarse y, cuando sea posible, armonizarse
para evitar una proliferación de normas, caos regulatorios y fragmentación del mercado
único.
3.2.
Acceso a las inversiones y facilitación de las mismas
3.2.1. Los agentes económicos de la UE se enfrentan
a una competencia mundial feroz. Para mejorar la competitividad, el tiempo constituye
un factor fundamental. Por lo tanto, el CESE subraya que las decisiones relativas
al apoyo financiero y al acceso a la financiación deben adoptarse con mayor rapidez,
también en el contexto de los distintos programas de ayuda europeos, como REPowerEU,
InvestEU, entre otros. La existencia de procedimientos largos y dilatados –y la
jungla impenetrable que constituyen en materia financiera– disuadirá a los inversores
de Europa y socavará los esfuerzos por atraer inversiones.
3.2.2. Por consiguiente, el CESE destaca que el
apoyo a la financiación debe ser viable, oportuno y más fácilmente accesible tanto
en cuanto a los costes de funcionamiento como a los gastos de capital, para las
empresas de todos los tamaños, incluidas las pymes. Pide una evaluación de los instrumentos
existentes con el fin de identificar y fomentar los más exitosos. El CESE considera
que el GDIP debe determinar cuándo y dónde es esencial una financiación pública
para apoyar, sobre la base de condicionalidades claras, la transición de industrias
importantes y, a la inversa, cuándo la financiación privada puede suplir posibles
carencias, siempre que se establezcan los incentivos reglamentarios adecuados.
3.2.3. El CESE advierte de que es probable que
la mera flexibilización de las normas sobre ayudas estatales sin el establecimiento
de mecanismos financieros adicionales a escala de la UE se traduzca en una mayor
divergencia entre las economías de la UE, ya que es posible que algunos Estados
miembros de la UE no dispongan del margen presupuestario para invertir en la transición
ecológica. La reorientación de los préstamos en el marco del Mecanismo de Recuperación
y Resiliencia y REPowerEU hacia los sectores industriales limpios solo puede ser
efectiva si estos se complementan con subvenciones significativas para operaciones
que no necesariamente generarán retornos de la inversión, como pueden ser el desarrollo
de infraestructuras públicas, las subvenciones a hogares que no disponen de los
recursos para invertir en renovación y en energías renovables a pequeña escala,
y la enseñanza y el reciclaje profesional.
3.2.4. El CESE propone que el GDIP se centre también
en promover la contratación pública ecológica, ya que esto convierte a las autoridades
públicas en compradores de productos ecológicos. Los recursos en el marco del GDIP,
incluidos los últimos planes nacionales de recuperación y resiliencia, podrían cubrir
los costes asociados a la contratación pública ecológica, hasta que se convierta
en un requisito común con arreglo al Derecho de la UE. El apoyo público debe estar
sujeto a requisitos destinados a mejorar la protección del medio ambiente, ayudar
a las empresas a ofrecer puestos de trabajo de calidad, promover el acceso a la
formación y crear períodos de prácticas de alta calidad. Además, es importante que
las licitaciones sean más accesibles para las pymes. A tal fin, el CESE pide a la
Comisión que instaure una base de datos fácil de utilizar.
3.2.5. A la hora de abordar los fallos de mercado
y los sectores con una financiación privada insuficiente, la nueva financiación
conjunta de la UE debería proporcionar un apoyo eficaz a varios segmentos de la
industria de las tecnologías limpias, en particular a las pymes. Debe evitar distorsiones
del mercado interior y contribuir a mejorar la cohesión económica en toda la UE.
En este contexto, el CESE subraya que las exenciones temporales a las normas sobre
ayudas estatales deben seguir siendo temporales y también deben tener carácter específico.
También debería dirigirse al reciclaje profesional, la formación y la transición
justa de los trabajadores para garantizar una base de capacidades con perspectivas
de futuro.
3.2.6. El CESE es consciente de que es difícil
generar financiación adicional a escala de la UE. A medio plazo, debería entablarse
un debate serio sobre los nuevos recursos propios de la UE —y el Fondo para la Soberanía
Europea—, independientemente de las negociaciones del próximo MFP. A corto plazo,
la financiación disponible a través del Fondo de Innovación del RCDE debe estar
concentrada al principio del período y dirigirse a las tecnologías punteras de sectores
con emisiones difíciles de reducir.
3.3.
Mercados y cadenas de suministro
3.3.1. En 2021, la Comisión Europea publicó una
lista de «ecosistemas industriales» como parte de su estrategia industrial. Su objetivo
es comprender mejor tanto las interconexiones como las carencias en las estructuras
económicas y las cadenas de suministro de Europa. En este contexto, el CESE pide
a la Comisión Europea que reconozca las interdependencias entre las cadenas de valor
y el papel que desempeñan los productos químicos, las materias primas y, en particular,
las industrias y los procesos primarios en la transición hacia una economía de cero
emisiones netas y circular. El hecho de centrarse en las tecnologías de cero emisiones
netas no debe llevar a generar nuevas carencias en las cadenas de suministro europeas
debido a la falta de concentración en las necesidades de otros sectores, como los
de gran consumo de energía. De no abordar sus inquietudes, como los elevados precios
de la energía, la UE corre el riesgo de perder partes importantes, quizá incluso
estratégicas, de los ecosistemas industriales.
3.3.2. El CESE también desea subrayar la necesidad
acceder a la energía y a las materias primas a un precio competitivo. Estas políticas
deben estar respaldadas por acuerdos comerciales y por un alcance mundial de las
materias primas. Al mismo tiempo, el CESE reconoce que una carrera mundial por los
recursos de materias primas no es sostenible. Por lo tanto, Europa debe encontrar
formas de ser más eficiente en cuanto a recursos y materiales mediante el despliegue
generalizado de medidas de gestión de la demanda para reducir dicha demanda: diseño
ecológico y circularidad, eficiencia energética, refuerzo de la sostenibilidad de
los productos y apoyo a prácticas y técnicas innovadoras específicas. Con carácter
prioritario, el CESE pide que se lleve a cabo una auditoría para determinar cómo
puede la UE controlar y mejorar sus cadenas de valor y evitar dependencias excesivas.
3.3.3. El CESE hace hincapié en la necesidad de
establecer relaciones comerciales más sólidas con terceros países, impulsando los
trabajos sobre acuerdos de libre comercio que también promuevan nuestros valores,
al tiempo que se siguen desarrollando y utilizando instrumentos de defensa comercial,
como mecanismos antidumping, anticoercitivos y de control de las inversiones extranjeras.
3.3.4. El acceso a la energía y a las materias
primas a precios competitivos es crucial para mantener la producción industrial
y las actividades conexas en la UE. A la hora de desarrollar su competitividad,
resiliencia e influencia mundial, la UE debe basarse en la economía de mercado abierta
y en sociedades abiertas como activos fundamentales, y reorientar su acción hacia
las condiciones esenciales para crear prosperidad y bienestar.
3.4.
Mejorar las capacidades para la creación de empleo de calidad en las tecnologías
de cero emisiones netas
3.4.1. El CESE apoya los principios de unos sistemas
de aprendizaje permanente eficaces y una mejor previsión de las futuras necesidades
en materia de capacidades. En este contexto, pedimos la participación estructural
de los interlocutores sociales en las academias para una industria de cero emisiones
netas previstas. Además, el CESE considera que un marco regulador mejorado para
el reconocimiento conjunto de las cualificaciones no debería limitarse a los puestos
de trabajo relacionados con las tecnologías de cero emisiones netas, sino ampliarse
a todos los sectores y capacidades. El CESE señala que la manera de apoyar a la
industria europea consiste en invertir en sus trabajadores y apoyarlos, en particular
protegiendo el empleo y ayudando a quienes participan en regímenes de reducción
del tiempo de trabajo.
3.4.2. El CESE está convencido de que será necesaria
una mejora de las capacidades y formación para apoyar la transformación. En general,
los sectores de riesgo asociados a elevadas emisiones suponen una pequeña amenaza,
pero en algunas regiones europeas el impacto a corto plazo podría ser devastador.
Solo la inversión en la mejora de las capacidades, el acceso al reciclaje profesional
y la promoción de la diversificación económica hacia actividades más ecológicas
harán que la transición sea gestionable, lo que permitirá afrontar los tensiones
actuales de los mercados y mejorar la reasignación del mercado laboral. Las reestructuraciones
de todo tipo pueden anticiparse y gestionarse mejor mediante la participación temprana
de los representantes organizados de los trabajadores (2). El
CESE pide a la Comisión y a los Estados miembros que velen por que el Plan Industrial
de la UE contribuya a crear puestos de trabajo de calidad con unas condiciones laborales
justas y una buena remuneración, y que promueva la negociación colectiva y el respeto
de los convenios colectivos.
3.4.3. En relación con la propuesta de instaurar
academias para una industria de cero emisiones netas, el CESE señala que la UE cuenta
con estructuras de formación y cualificación profesional consolidadas y subraya
que no existe base jurídica para introducir disposiciones de este tipo en materia
de política de formación (profesional) a través de un Reglamento. El proyecto de
Reglamento no refleja la realidad vivida en las empresas y en los Estados miembros
de la UE, lo que también se demuestra por el hecho de que no se prevé la participación
continua de los interlocutores sociales ni de ninguna otra organización pertinente.
Por lo tanto, aunque el CESE aboga por que los aspectos de la propuesta de Reglamento
relativos a la enseñanza y la formación se aborden en el marco de una Recomendación,
como es práctica habitual en este ámbito político, el Comité pide a las instituciones
de la UE que al menos involucren activamente a los interlocutores sociales, así
como a la red de cámaras europeas, en las actividades de las academias europeas
para una industria de cero emisiones netas y la Plataforma Europea de Cero Emisiones
Netas.
3.4.4. Los cálculos de la Comisión Europea demuestran
la existencia de un potencial significativo de creación de empleo en el ámbito de
la tecnología de cero emisiones netas, con la necesidad de disponer de 180 000 trabajadores
para la producción de hidrógeno con pilas de combustible, 66 000 para la generación
de energía solar fotovoltaica y 800 000 para la fabricación de baterías. Por consiguiente,
el CESE pide a la Comisión y a los Estados miembros que no solo apoyen las condiciones
marco para el desarrollo de capacidades necesarias en la UE, sino que también aceleren
y normalicen la expedición de permisos de trabajo para los trabajadores cualificados
procedentes de terceros países.
3.5.
Innovación
3.5.1. La capacidad de innovación es otra forma
de aumentar la productividad y es esencial para el desarrollo, la adaptabilidad
y la renovación de las empresas. Tanto la inversión privada como la pública en investigación
e innovación son necesarias para el éxito de la UE en el futuro. Debe facilitarse
la cooperación entre empresas, universidades y organizaciones de innovación como
forma práctica importante de mejorar la innovación productiva. La participación
de los trabajadores también puede contribuir positivamente al aprovechamiento de
todo el potencial de la innovación y del cambio previsto.
3.5.2. En la actualidad, la mayor parte de la financiación
de la UE se destina principalmente a las primeras fases del desarrollo tecnológico
y a la adopción de estas tecnologías por parte de los usuarios intermedios. El apoyo
a la capacidad de fabricación y a la expansión sigue siendo escaso. El CESE considera
que esto debe corregirse.
3.5.3. El CESE reconoce que no debe exagerarse
la importancia de las materias primas fundamentales para las actividades industriales
de la UE. A este respecto, la innovación debe centrarse, con carácter prioritario,
en los productos de sustitución, así como en los productos y los materiales que
pueden reducir la dependencia de la UE de las materias primas y fundamentales a
las que no puede acceder fácilmente.
3.6.
Gobernanza
3.6.1. El capítulo VII de la propuesta de Ley sobre
la industria de cero emisiones netas establece una estructura, la denominada Plataforma
Europea de Cero Emisiones Netas, concebida como un organismo de referencia en el
que la Comisión y los Estados miembros pueden debatir, intercambiar información
y compartir buenas prácticas sobre cuestiones relacionadas con el Reglamento. No
obstante, el CESE desea subrayar que la Comisión debería recabar contribuciones
no solo de expertos sino predominantemente de representantes de la industria de
cero emisiones netas y de los sindicatos de dichos sectores. El CESE acoge con satisfacción
el impulso para una mejor coordinación y debe participar en la Plataforma para contribuir
estructuralmente a su trabajo con los puntos de vista de los trabajadores, los empresarios
y la sociedad civil.
3.7.
Tecnologías estratégicas de cero emisiones netas
3.7.1. El CESE acoge favorablemente el enfoque
de la inversión prioritaria y el apoyo a las tecnologías limpias. Sin embargo, la
lista de tecnologías amparada por la Ley sobre la industria de cero emisiones netas
propuesta ignora en gran medida la descarbonización de las industrias de gran consumo
de energía y la dimensión de circularidad. No podemos alcanzar los objetivos climáticos
para 2050 si no construimos una economía circular competitiva: el uso de los residuos,
el carbono capturado o los recursos renovables como materias primas son todas formas
viables de limitar las emisiones en todas las industrias y reducir la dependencia
de la UE de las importaciones de materias primas. Por consiguiente, el CESE pide
a los legisladores que amplíen en consecuencia la lista de tecnologías estratégicas
de cero emisiones netas.
3.7.2. El CESE apoya el establecimiento de metas
y objetivos claros relativos a la capacidad de fabricación en Europa, en particular
los objetivos de cubrir el 10 % de la extracción de nuestros minerales estratégicos,
con un firme compromiso de mantener la protección del medio ambiente, de alcanzar
el 40 % del refinamiento de materiales, incluido el avance en la capacidad minera
y, de este modo, crear un valor añadido real, y de alcanzar un índice de reciclado
del 15 % para 2030.
3.7.3. El CESE señala que existe un alto riesgo
de que aumenten los costes de producción, ya que casi el 25 % de las emisiones proceden
de sectores con escaso margen de reducción, que no se descarbonizarán a la velocidad
deseada sin incurrir en costes de producción más elevados. Esto podría traducirse
en una perturbación de la oferta y en una incapacidad para satisfacer las necesidades
del mercado. Hasta que se adopten las nuevas tecnologías, es muy probable que aumenten
los costes de producción, provocando escasez y dando lugar a precios más elevados
que se transfieren a otros productos de la cadena de valor.
Bruselas, 13 de julio
de 2023.
El Presidente del Comité Económico y Social Europeo
Oliver RÖPKE
(1) Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo que modifica las Directivas 2005/29/CE y 2011/83/UE en lo que respecta al empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica mediante una mejor protección contra las prácticas desleales y una mejor información [COM(2022) 143 final — 2022/0092 (COD)] (DO C 443 de 22.11.2022, p. 75).
(2) Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Democracia en el trabajo» (Dictamen exploratorio a petición de la Presidencia española) (DO C 228 de 29.6.2023, p. 43).
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