Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
El
Derecho de la Competencia basado en tecnologías y aplicaciones digitales tienen
un efecto directo sobre la Economía y el Derecho Digital, por la creación de
mercados digitales y su impacto sobre los mercados físicos, los productores y
consumidores, como las regulaciones,
particularmente, las plataformas digitales.
La economía digital presenta cuatro características específicas: la no localización de sus actividades, el rol central de las plataformas, la importancia de los efectos de la red y la explotación de los datos, que la distinguen de la economía tradicional, en particular por la creación de cadenas de valor que ellas inducen.
Las plataformas ofrecen una amplia gama de oportunidades para un acceso rápido y eficiente a los mercados de consumo internacionales, por lo que se han convertido en el punto de entrada para millones de empresas. Sin embargo, algunos problemas estructurales dan lugar a prácticas comerciales desleales, monopólicas, anticompetitivas entre las empresas que dependen de las plataformas en línea para llegar a sus clientes socavando el potencial de innovación de las plataformas.
La Comunicación de la Comisión sobre las plataformas en línea, de mayo de 2016, identificó algunos ámbitos en los que son necesarios más esfuerzos para garantizar un ecosistema de confianza, legítimo y orientado a la innovación en la Unión Europea, UE. Como consecuencia de ello, en abril de 2018 la Comisión presentó una propuesta de Reglamento de la UE sobre equidad y transparencia en el comercio de plataformas en línea, así como la creación de un Observatorio de la economía de las plataformas en línea. Esta iniciativa responde al compromiso asumido por el presidente Juncker en su discurso sobre el estado de la Unión de 2017 de garantizar un entorno empresarial equitativo, previsible, sostenible y fiable en la economía en línea.
Las plataformas digitales, incluyendo las plataformas públicas, por los bienes y servicios ofrecidos ejercen dominio sobre sectores económicos estratégicos y/o prioritarios de países o grupos de países, contribuyendo a desregulaciones nacionales, conflicto de jurisdicción y competencia, impacto sobre la soberanía y seguridad nacionales, prácticas anticompetitivas y de discutible "optimización fiscal".
Las regulaciones jurídicas y económicas tradicionales, actuales, no reconocen las nuevas formas de producir y generar beneficios en el mundo digital, especialmente, por el rol que juegan los usuarios en la generación de valor para las empresas digitales. Existe una desconexión, o un "desajuste", entre el territorio, donde se crea el valor y el lugar donde se afecta éste. Las diferencias que existen entre el espacio real y el ámbito virtual pudieran darnos algunas pistas sobre ello.
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"Derecho
de Competencia, Economía y Regulación Digital".
La tecnología y su aplicaciones digitales tienen un fuerte impacto sobre la economía digital trastornando los mercados existentes como creando otros nuevos. Las empresas de este sector se han desarrollado hasta el punto de poder ejercer dominio sobre sectores enteros de la economía global: los famosos GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft) son los mejores ejemplos. Las características de estos nuevos modelos de negocios hacen intervenir sistemáticamente las nociones de mercado multifaz, de plataforma, de Big Data, pero también de concepción de monopolios, oligopolios, posiciones dominantes, bajo la forma "del ganador se lo lleva todo". Estos modelos de negocios permiten a quienes los practican de pretender extraerse a las empresas que los practican de las limitaciones de los mercados donde operan, y así poder ganar en eficiencia, bajar sus precios, generar mayores excedentes en detrimento de los actores convencionales. A fin de responder rápidamente a los trastornos causados por estos, se introducen nuevas regulaciones, muy a menudo en detrimento del consumidor, presuntamente primer beneficiario de las innovaciones aportadas por las empresas digitales.
Podemos plantearnos la pregunta de sí el derecho relacionado a la competencia, vinculada a la economía digital, es capaz de regular esta dominación. A primera vista, las características mencionadas anteriormente son contrarias, por no encontrarse adaptadas las herramientas económicas ni regulatorias a estos modelos innovadores. No obstante, en Europa se está desarrollando una colaboración entre las autoridades reguladoras, requisito previo necesario para analizar y comprender los fenómenos transfronterizos globales, y al mismo tiempo, la evolución de la jurisprudencia que ha permitido responder a la innovación tecnológica con innovación jurídica.
El derecho de la competencia,
por su flexibilidad, parece bastante capaz y adecuado de comprender e integrar los
desarrollos digitales y no dejar sin sustento especificidades o
regulaciones sectoriales. La vía más pertinente será aquella de adecuar las
autoridades y los procedimientos para comprender las especificidades de la
economía digital al mismo tiempo que proseguir la innovación jurídica para lograr
gestionar los efectos de estos nuevos mercados en beneficio de todos.
Aún quedan muchos cambios por delante que modificarán
profundamente nuestras sociedades, así como las relaciones jurídicas en las que
se basan. La puesta en el mercado de objetos cada vez más conectados creará o
modificará muchos mercados interdependientes, lo que no dejará de plantear
nuevos problemas que habrá que afrontar. El derecho de competencia y las
organismos que la practican deben poder evolucionar para apoyar estos cambios
para el beneficio general.
Si desea mayor información sobre "Derecho de Competencia, Economía y Regulación Digital".,
sírvanse consultarnos al correo electrónico:cferreyros@ferreyros-ferreyros.com del Estudio Jurídico Ferreyros-Ferreyros.com .
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