Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
Resumen
El 29 de junio de 2023, el Diario
Oficial de la Unión. Europea publicó el Dictamen del Comité Económico y Social.
Europeo (CESE) sobre :«Seguir Mejorando la Competitividad
Digital de la Unión Europea».
Entre sus principales Conclusiones,
el CESE reconoce
que la competitividad digital es vital para
la competitividad global de la UE y debe percibirse como una parte esencial de la
agenda de la Unión. El CESE apoya la postura de que la UE debe proporcionar un entorno
empresarial favorable, basado en una estrategia global que aúne y armonice los diferentes
ámbitos de la formulación de políticas y en cuyo marco la competitividad, la dimensión
social y el impacto de las empresas en el bienestar de la ciudadanía ocupen una
posición de vanguardia.
La ciudadanía europea debe participar
en la estrategia de competitividad digital y sentirse tranquila en lo que respecta
a uno de los asuntos más relevantes en materia digital y de recopilación de datos:
la ciberseguridad. El CESE considera que la UE debe promover una economía de los
datos europea mediante la mejora de la disponibilidad, la accesibilidad y la transferencia
de los datos, combinada con una protección adecuada de los mismos. Para ello, la
UE necesita un enfoque más estratégico que permita a las partes interesadas recopilar,
almacenar, poner en común, compartir y analizar datos de manera segura.
La Unión debe elevar los niveles de
seguridad mediante la «europeización» de los actuales regímenes nacionales de certificación
con el fin de garantizar un mercado armonizado entre los Estados miembros, antes
de elaborar nuevas propuestas de regímenes en el marco del Reglamento sobre la ciberseguridad
En opinión del CESE, está claro que
la excelencia en tecnologías fundamentales requiere un aumento significativo de
la inversión pública y privada en investigación e innovación, el desarrollo de infraestructuras
de I + D + i de categoría mundial, la atracción de talento y la creación de ecosistemas
basados en la cooperación entre empresas, universidades e instituciones de investigación.
Si bien es importante mejorar la incorporación de la IA, la tecnología cuántica
y otras tecnologías avanzadas, también debe reconocerse que muchas pymes afrontan
grandes retos a la hora de adoptar incluso las tecnologías digitales consideradas
básicas.
Una vez más, el CESE sostiene que
los recursos humanos constituyen uno de los activos europeos más importantes que
pueden cambiar el ritmo de desarrollo económico y social. Es necesario que los Estados
miembros inviertan decididamente en los sistemas de educación y formación, incluido
el aprendizaje permanente, a fin de responder a las necesidades presentes y futuras
en el terreno del desarrollo y de la aplicación de herramientas y soluciones digitales.
A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com
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Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Seguir mejorando la competitividad digital de la UE»
(Dictamen exploratorio)
(2023/C 228/03)
Ponente: | Gonçalo LOBO XAVIER |
Coponente: | Philip VON BROCKDORFF |
Consulta | Presidencia del Consejo Europeo, 14.11.2022 |
Base jurídica | Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea Dictamen exploratorio |
Sección competente | Mercado Único, Producción y Consumo |
Aprobado en sección | 4.4.2023 |
Aprobado en el pleno | 27.4.2023 |
Pleno n.o | 578 |
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) | 145/0/0 |
1. Conclusiones y recomendaciones
1.1. En opinión del Comité Económico y Social Europeo (CESE), no cabe duda de que la competitividad digital es vital para la competitividad global de la UE y debe percibirse como una parte esencial de la agenda de la Unión en esta materia, como ya se ha señalado en anteriores informes del Comité. Para que la UE tenga éxito en el entorno competitivo mundial, se requieren mejoras considerables en el terreno de la competitividad. A tal efecto, el CESE ha abogado por introducir un control de la competitividad que se atenga a las políticas y los objetivos de la UE y se integre en los procesos de formulación de políticas y legislación de la Unión. Debe incluir una evaluación exhaustiva del impacto de toda nueva iniciativa en la competitividad y garantizar que los aspectos relacionados con la competitividad se tengan debidamente en cuenta en la toma de decisiones. El CESE considera que, con esta perspectiva y con mensajes claros, resultaría más fácil impulsar la participación de los ciudadanos y motivarlos para alcanzar los objetivos generales. 1.2. El CESE apoya la postura de que la UE debe proporcionar un entorno empresarial favorable, basado en una estrategia global que aúne y armonice los diferentes ámbitos de la formulación de políticas y en cuyo marco la competitividad, la dimensión social y el impacto de las empresas en el bienestar de la ciudadanía ocupen una posición de vanguardia. En opinión del CESE, el objetivo debería ser potenciar la competitividad impulsada por la tecnología digital mejorando las condiciones que permiten, por un lado, que las empresas de la UE desarrollen y proporcionen soluciones digitales y, por otro, que toda la amplia gama de empresas de la UE (incluidos sectores como la fabricación, el transporte, la logística, el comercio minorista, la agricultura y la construcción, por citar solo los más pertinentes) adopten y usen soluciones digitales. 1.3. La ciudadanía europea debe participar en la estrategia de competitividad digital y sentirse tranquila en lo que respecta a uno de los asuntos más relevantes en materia digital y de recopilación de datos: la ciberseguridad. El CESE considera que la UE debe promover una economía de los datos europea mediante la mejora de la disponibilidad, la accesibilidad y la transferencia de los datos, combinada con una protección adecuada de los mismos. Para ello, la UE necesita un enfoque más estratégico que permita a las partes interesadas recopilar, almacenar, poner en común, compartir y analizar datos de manera segura. Es fundamental acelerar las iniciativas encaminadas a crear espacios de datos intereuropeos de índole sectorial que propicien un mejor análisis y utilización de los datos en beneficio de la sociedad europea, la UE y la competitividad de sus empresas. Los espacios de datos podrían fundamentar e impulsar nuevos innovadores industriales escalables y empresas emergentes. Un mercado único de datos que funcione correctamente también resulta crucial, porque está intrínsecamente vinculado al mercado único de bienes, servicios, capitales y personas y a los sistemas de energía y transporte. 1.4. Para el CESE, la inversión en una infraestructura digital global, eficaz y segura constituye un fundamento necesario para todo desarrollo digital. Esto puede observarse claramente en otras zonas geográficas que ocupan una posición de liderazgo en algunos ámbitos a escala mundial. Además de las redes digitales, los centros de datos, la capacidad informática, etc., dicho desarrollo también debe abarcar el acceso a la energía hipocarbónica y a las materias primas fundamentales que requieren los productos y sistemas digitales. 1.5. Para que la UE asuma el liderazgo en ámbitos críticos como el de la ciberseguridad, debe promover y apoyar esta, por una parte, e impulsar la competitividad de sus empresas, por otra. A este respecto, el CESE considera que la certificación de la UE debe seguir estando orientada al mercado y basada en las actuales normas internacionales. La Unión debe elevar los niveles de seguridad mediante la «europeización» de los actuales regímenes nacionales de certificación con el fin de garantizar un mercado armonizado entre los Estados miembros, antes de elaborar nuevas propuestas de regímenes en el marco del Reglamento sobre la ciberseguridad. Asimismo, la UE debe garantizar un marco legislativo coherente y armonizado a escala de la Unión y evitar incoherencias en su legislación, por ejemplo, los riesgos de que los requisitos no se ajusten a las disposiciones cibernéticas incluidas en la legislación vertical en el nuevo marco legislativo. 1.6. En opinión del CESE, está claro que la excelencia en tecnologías fundamentales requiere un aumento significativo de la inversión pública y privada en investigación e innovación, el desarrollo de infraestructuras de I + D + i de categoría mundial, la atracción de talento y la creación de ecosistemas basados en la cooperación entre empresas, universidades e instituciones de investigación. Si bien es importante mejorar la incorporación de la IA, la tecnología cuántica y otras tecnologías avanzadas, también debe reconocerse que muchas pymes afrontan grandes retos a la hora de adoptar incluso las tecnologías digitales consideradas básicas. La UE y los Estados miembros deben dedicar un esfuerzo específico a apoyar y facilitar la digitalización de las pymes. Este empeño conllevará la incorporación de las pymes a los centros de innovación, los espacios de datos y los ecosistemas empresariales. También es necesario sensibilizar a las pymes respecto a las oportunidades que brinda la digitalización, a las ayudas disponibles para el desarrollo de capacidades y a la pericia y las directrices técnicas disponibles sobre la regulación en este ámbito. 1.7. Una vez más, el CESE sostiene que los recursos humanos constituyen uno de los activos europeos más importantes que pueden cambiar el ritmo de desarrollo económico y social. Es necesario que los Estados miembros inviertan decididamente en los sistemas de educación y formación, incluido el aprendizaje permanente, a fin de responder a las necesidades presentes y futuras en el terreno del desarrollo y de la aplicación de herramientas y soluciones digitales. La UE también debe fomentar y facilitar la movilidad transfronteriza de trabajadores y de talento, tanto dentro de la UE como en cooperación con terceros países. Asimismo, el CESE sostiene que el grupo de la población en sus «años dorados» debe participar e involucrarse en este proceso. 1.8. Para que el marco regulador contribuya a la competitividad digital, la UE debe garantizar que la normativa sea adecuada a su finalidad, fomente la innovación y la inversión y ofrezca igualdad de condiciones y trato en el mercado único. La UE también ha de cooperar con países afines para mejorar las reglas y normas internacionales comunes. Al tiempo que se mantienen unos niveles elevados, toda normativa debe favorecer el éxito de la digitalización y la competitividad de las empresas. Además, el sector público debe digitalizar sus propias operaciones y servicios, incluidos los procesos administrativos. Acelerar los procedimientos de autorización de inversiones y otras transacciones comerciales es un ejemplo de necesidad urgente para la que la digitalización sería parte de la solución. 1.9. Apoya la idea de que el acceso a la financiación, ya sea capital riesgo, financiación pública o cualquier otra fuente de fondos, constituye otro requisito previo para el éxito y la eficiencia de la transformación digital. En lo que respecta al marco financiero plurianual, debe incrementarse la financiación del programa Europa Digital con el fin de reforzar, por ejemplo, el papel, la visibilidad y la accesibilidad de los centros de innovación digital. Se trata de un objetivo fundamentado, habida cuenta de que las empresas digitales crecen, en promedio, dos veces y media más rápido que las no digitales. Evidentemente, el CESE no pide una línea de inversión específica para la «transformación digital», sino que aboga por una estrategia combinada y razonable respecto al proceso de financiación de la digitalización con el fin de crear las condiciones adecuadas para todas las partes interesadas que participan en el ecosistema de la innovación. 1.10. Al igual que en numerosos ámbitos de la economía y la sociedad (estrategia industrial, sistemas sanitarios, comercio minorista, etc.), el CESE aboga por una estrategia inteligente y combinada en materia de capacidades. Muchos sectores preparan ya proyectos a gran escala relativos al perfeccionamiento y al reciclaje profesionales de sus trabajadores sobre la base de la digitalización y la transición ecológica. El CESE aboga por un programa coordinado de capacidades que permita a los trabajadores presentes y a los de nueva incorporación superar los retos que se plantean. Los Estados miembros deben asignar recursos suficientes para hacer frente a este reto, lo que ha de constituir una prioridad inmediata, especialmente para apoyar a las pymes que siguen enfrentándose a las dificultades derivadas de la crisis de la COVID-19 y la guerra de Ucrania. 1.11. El CESE considera que unos indicadores clave de rendimiento
ambiciosos y exigentes resultan fundamentales en este ámbito para impulsar y medir
la competitividad digital de la UE. Los indicadores actuales (basados en el Índice
de la Economía y la Sociedad Digitales) y los objetivos fijados en el contexto de
la Brújula Digital deben evaluarse y complementarse desde el punto de vista de la
competitividad digital: esto permitirá no solo supervisar a los facilitadores sino
también hacer un seguimiento de los beneficios del desarrollo digital, como los
nuevos productos digitales y su cuota en los mercados, unos procesos de producción
más eficientes y el consiguiente impacto en la productividad y el despliegue de
soluciones digitales ante los retos sociales (por ejemplo, la salud y el clima).
El seguimiento de los indicadores debe tener en cuenta los progresos realizados
a lo largo del tiempo en la UE y sus Estados miembros e incluir una comparación
con los competidores internacionales. Es igualmente importante motivar a la ciudadanía
mediante una mejor labor de comunicación y su participación en el proceso. 2.
Contexto general 2.1. El presente dictamen responde a la solicitud de la Presidencia sueca del Consejo de que el CESE elaborara un dictamen exploratorio en el ámbito de la competitividad de la UE como medida de seguimiento del Dictamen INT/1000 (1) sobre el control de la competitividad, aprobado a petición de la Presidencia checa. La Presidencia sueca del Consejo pidió al CESE que diera respuesta a esta pregunta: ¿Qué se necesita para que la UE siga mejorando su competitividad digital y, en particular, para que las empresas puedan beneficiarse de la digitalización? Este dictamen intentará centrarse en la competitividad de la UE en el contexto de la transición digital hacia un modelo de crecimiento económico más sostenible. Abordará las medidas y políticas necesarias para seguir mejorando la competitividad digital de la UE y, en particular, para que las empresas y los trabajadores puedan beneficiarse del proceso de digitalización. 2.2. Es importante recordar que, en el Dictamen INT/1000, el CESE reconoció que el mercado único y el modelo de crecimiento económico social de mercado de la UE han contribuido en gran medida a apoyar el crecimiento económico y el bienestar social en toda la Unión. Este fundamento es importante en cualquier propuesta encaminada a reforzar la competitividad digital y, en este caso concreto, no será diferente. 2.3. También es importante tomar conciencia de que la competitividad
de Europa en comparación con sus principales países competidores se ha deteriorado
en los últimos años, como demuestran los principales indicadores económicos de competitividad
y crecimiento de la productividad. Sin embargo, la digitalización es un ámbito en
el que la UE ha realizado avances significativos y podría constituir la base para
aumentar la competitividad y la rentabilidad de las empresas y mejorar las condiciones
laborales de los trabajadores. Se requiere una perspectiva de futuro a medio plazo
para trazar el camino que hay que seguir hacia la transición digital. 3.
Digitalización en el contexto de la agenda de competitividad
3.1. El CESE ha pedido a la Comisión que haga de la agenda de competitividad una de sus prioridades con el objetivo principal de mejorar la competitividad de la UE. Todas las iniciativas de la Comisión en el ámbito de la digitalización tienen por objeto facilitar la transición digital en las economías y las sociedades de toda la Unión. Sin embargo, el éxito de la transición requiere un compromiso firme y constante por parte de los Estados miembros. Este compromiso ya se expresa en las medidas de recuperación y resiliencia a escala de cada Estado miembro, pero el CESE considera que es posible que no todos los Estados miembros avancen hacia la digitalización al mismo ritmo y con la misma intensidad, lo que resulta crucial para que la UE devenga más competitiva. 3.2. La UE debe basarse más que nunca en el mercado único y, con el mismo grado de relevancia, ha de centrarse en el acceso a los mercados extranjeros, la inversión, el acceso a la financiación, los sistemas fiscales, la investigación, la innovación, las capacidades, la consolidación del mercado laboral, las microempresas y pymes y la doble transición, teniendo en cuenta además el marco de finanzas sostenibles y la coherencia de la competitividad con los objetivos sociales y medioambientales (2). La transición digital es fundamental para todo ello, ya que proporciona la base de la innovación, el refuerzo de la competitividad y el desarrollo del mercado laboral, al tiempo que brinda oportunidades para mejorar las condiciones de trabajo en el contexto de una economía social de mercado. 3.3. El CESE considera que la digitalización es el factor que impulsa que el mercado único alcance su potencial. Tras treinta años de beneficios sociales y económicos producto del mercado único, el CESE considera que puede lograrse mucho más y que, si se ejecuta con eficacia y con la misma intensidad e integración en toda la UE, la digitalización marcará una enorme diferencia para las empresas, los trabajadores y los ciudadanos de todas las edades y entornos sociales. 3.4. El CESE también considera que, para reforzar la competitividad de Europa, es fundamental apoyar las políticas que fomenten una economía emprendedora y basada en el conocimiento capaz de retener y atraer talento y ofrecer mejores condiciones laborales. Esto es lo que el CESE entiende por un proceso completo de transición digital en las empresas. En opinión del CESE, está claro que la UE debe proporcionar un entorno empresarial favorable en su conjunto, basado en una estrategia global que aúne y armonice los diferentes ámbitos de la formulación de políticas. 3.5. El CESE reconoce las numerosas iniciativas y políticas
que se han aplicado en el pasado para aumentar la competitividad, sin duda con buenas
intenciones. Sin embargo, la realidad ha demostrado que la UE se queda rezagada
con respecto a Estados Unidos y China en términos de productividad. En este contexto,
la digitalización ofrece una oportunidad para recuperar el terreno perdido respecto
a Estados Unidos y China, aplicando al mismo tiempo un modelo de crecimiento económico
más sostenible y centrado en el bienestar económico y social de la ciudadanía de
la UE. 4. Políticas de fomento de la digitalización en el contexto de la agenda de competitividad 4.1. En varios de sus dictámenes, el CESE ha expresado su opinión de que la transición digital requiere inversiones adicionales y más específicas en el desarrollo de capacidades digitales. También existe un sólido argumento económico a favor de una mayor inversión en recursos humanos y, en particular, en el vínculo entre el desarrollo de capacidades y la productividad e, indirectamente, la competitividad. Es necesario desarrollar toda una gama de competencias digitales para apoyar la innovación en el lugar de trabajo, El CESE considera que la innovación en el lugar de trabajo debe centrarse especialmente en los métodos de organización del trabajo y en la manera en que se utilizan y desarrollan las capacidades en el lugar de trabajo, y no solo en la oferta de trabajadores. Las condiciones de trabajo y empleo son tan importantes como la inversión en nuevas tecnologías o equipos. Por lo tanto, el CESE recomienda que las empresas y el sector público reflexionen sobre qué tipo de políticas y formas de organización del trabajo han demostrado ser eficaces en los casos de éxito y han fomentado la innovación mediante la inversión en capacidades. Tales éxitos podrían reproducirse posteriormente en otras empresas. 4.2. En dictámenes anteriores, el CESE también ha recomendado invertir en las infraestructuras necesarias para apoyar la digitalización en toda la UE. Una vez más, con los planes de recuperación y resiliencia se pretende hacer precisamente eso. Nuestra preocupación es que tal inversión pueda dirigirse en gran medida al sector público. El CESE reconoce que la transición hacia servicios públicos digitalizados, por ejemplo, en el poder judicial, aumenta indirectamente la competitividad mediante el refuerzo de la eficiencia. Dicho esto, las empresas también necesitan un nivel de inversión relativamente elevado y, sin el apoyo financiero disponible, las empresas de todos los tamaños, especialmente las pymes, pueden tener dificultades para mantener el gasto financiero que requieren la digitalización de sus procesos de trabajo y la inversión en su plantilla. 4.3. El CESE recomienda que se revisen las posibilidades de financiación de la digitalización que ofrecen las entidades estatales en la UE. En general, los regímenes encaminados a proporcionar apoyo financiero a las empresas en el ámbito de la digitalización se basan en proyectos, con un proceso formal de solicitud y aprobación requerido antes del inicio de las actividades de cada proyecto para obtener la financiación. Aparte de los procedimientos administrativos habituales previos a la adjudicación asociados a estos sistemas, que pueden suponer una carga para algunas empresas (aunque se están optimizando con el tiempo), los procesos actuales tienden a retrasar la puesta en marcha de los proyectos e iniciativas de apoyo a la digitalización en las empresas. 4.4. Tal situación puede resultar inviable en el caso de las empresas que requieren resultados inmediatos para iniciar el proceso de comercialización con el fin de mejorar los productos, servicios y procesos que les permiten mantener una ventaja competitiva, captar nuevos mercados y reducir costes, o simplemente responder a las necesidades de sus clientes. Por lo tanto, estos regímenes centrados en proyectos pueden disuadir a las empresas privadas de solicitar financiación. En este sentido, el CESE aboga por una forma de financiación nueva, aunque complementaria, basada en las actividades digitales y no solo en los proyectos. Según este enfoque, se concederían créditos fiscales o pagos en efectivo a las empresas en función de los gastos anuales destinados a actividades digitales que hayan declarado, para lo que sería necesario definir de antemano los gastos subvencionables en interés de la claridad. Los costes subvencionables comprenderían cualquier gasto en formación y desarrollo del personal en el ámbito de la digitalización. 4.5. Si bien el CESE reconoce la capacidad de la UE en el ámbito de la digitalización, con la consecución de avances en lo que atañe a los aspectos legislativo y tecnológico, consideramos que la inversión directa nacional y extranjera, en particular para apoyar la investigación y la innovación en el ámbito de la digitalización, sigue siendo crítica. En nuestra opinión, tal inversión también reforzará la competitividad de la UE en el mercado mundial. Aspirar a la autonomía estratégica en la producción de semiconductores es algo positivo y el CESE considera que la UE no puede permitirse el lujo de sufrir carencias que puedan perturbar las industrias europeas. Los semiconductores ocupan un lugar fundamental de la política industrial de la UE que tiene por objetivo lograr la autonomía estratégica en el ámbito digital. Si bien es necesario mitigar estos riesgos, el CESE advierte contra la adopción de un enfoque proteccionista que ponga en peligro las asociaciones en materia de investigación con empresas de tecnología digital de todo el mundo. 4.6. Un crecimiento económico sostenible basado en una transición digital eficaz es esencial para la prosperidad de la UE. Esto también está en consonancia con el objetivo de la Unión de lograr una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo, al progreso social y a un elevado nivel de protección y mejora de la calidad del medio ambiente. El CESE considera que tal objetivo solo puede lograrse potenciando el crecimiento de la productividad a partir de los niveles actuales en todos los sectores de la economía. El CESE considera que la digitalización desempeña y puede seguir desempeñando un papel fundamental en la consecución de los objetivos económicos y sociales mencionados. El CESE también señala que, en el sector manufacturero, el crecimiento de la productividad más rápido se ha dado en las industrias impulsadas por la tecnología, lo que respalda la opinión de que la digitalización puede aumentar los beneficios de las empresas y los ingresos reales de los trabajadores. Además, la digitalización es una forma esencial de avanzar en la transición ecológica, por lo que la UE debe maximizar las oportunidades promoviendo simultáneamente ambas vías de la doble transición. 4.7. Para lograr una competitividad digital real en la
economía y la sociedad, el CESE aboga por una estrategia inteligente y combinada
en materia de capacidades. Varios sectores preparan ya proyectos a gran escala relativos
al perfeccionamiento y al reciclaje profesionales de sus trabajadores sobre la base
de la digitalización y la transición ecológica. El CESE aboga por un programa coordinado
de fomento de las capacidades que permita a los trabajadores presentes y a los de
nueva incorporación superar los retos que se plantean: este programa debe ser una
prioridad. 5. Control de la competitividad y evaluación de los programas de digitalización 5.1. La competitividad digital es vital para alcanzar la competitividad global de la UE y debe percibirse como una parte esencial de la agenda de la Unión en esta materia. Para que la UE tenga éxito en un contexto de feroz competencia mundial, se requieren mejoras considerables en el terreno de la competitividad. A tal efecto, el CESE también ha abogado por introducir un control de la competitividad que se atenga a las políticas y los objetivos de la UE y se integre en los procesos de formulación de políticas y legislación de la Unión. También se necesitan estructuras de gobernanza adecuadas para garantizar que el control de la competitividad y la agenda se materialicen plenamente en la práctica. 5.2. El CESE toma nota de las actuales directrices y la caja de herramientas para la mejora de la legislación, pero destaca, al igual que el Comité de Control Reglamentario, la evidente necesidad de introducir mejoras, especialmente en lo que respecta a la aplicación de las medidas necesarias para aumentar la competitividad. 5.3. Por último, el CESE aboga por un uso eficaz de los recursos financieros asignados a las actividades de innovación e I + D relacionadas con el proceso de digitalización. En este contexto, también es fundamental evaluar el impacto y la correcta ejecución de los programas actuales que se hayan desarrollado para crear las condiciones que permitan impulsar la digitalización. La ciudadanía europea y, en particular, la sociedad civil organizada podrían percibir como positivo que se priorice el acceso a la financiación, tanto en términos de inversión privada como de inversión pública. |
Bruselas, 27 de abril de 2023.
El Presidente del Comité Económico y Social Europeo
Oliver RÖPKE
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