lunes, 24 de julio de 2023

MARCO LEGISLATIVO PARA SISTEMAS ALIMENTARIOS SOSTENIBLES - DICTAMEN DEL COMITE EUROPEO DE LAS REGIONES.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@hotmail.com   

RESUMEN  

Las Observaciones preliminares del Dictamen del Comité Europeo de las Regiones (CDR) sobre el Marco Legislativo para Sistemas Alimentarios Sostenibles, acogen con satisfacción la intención de la Comisión Europea de plantearlo, tal como se expone en el programa de trabajo de la Comisión para 2023. Resaltan, que un sistema alimentario sostenible debe garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas de tal forma que no se pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones y debe contribuir a todos los aspectos de la sostenibilidad medioambiental, social y económica. Destacan, que el sistema alimentario abarca «los elementos y actividades relacionados con la producción y el consumo de alimentos, así como sus efectos, en particular las consecuencias económicas, sanitarias y medioambientales», desde la producción primaria, transformación, circulacion y consumo, incluyendo los agentes que participan, a los que ya se dirige principalmente la legislación actualmente en vigor, al tiempo que se tiene en cuenta la dimensión social y cultural de la alimentación y la necesidad de respetar las dietas tradicionales. Pide, a la Comisión Europea garantizar las políticas horizontales y sectoriales relacionadas con los alimentos y los sistemas alimentarios, en consonancia con los objetivos y metas fijados en el futuro marco legislativo para sistemas alimentarios sostenibles, en la Estrategia «De la granja a la mesa», en la Legislación Europea sobre el Clima, en la Estrategia sobre Biodiversidad y en los objetivos de contaminación cero, con una evaluación adecuada y un seguimiento periódico.

El Dictamen se completa con otros aspectos relacionados a: Un enfoque armonizado común a toda la UE; Gobernanza; Alimentación saludable y sostenible; Contratación pública en el ámbito alimentario; Etiquetado y Seguridad alimentaria, propiamente tal.

En Latinoamérica ha habido ensayos similares: la Comunidad Andina creó un sistema llamado “Sistema de Agricultura, Seguridad Alimentaria y Conservacion del Ambiente” en 1983; recientemente el Perú, en julio de 2021, promulgó la Ley Nº 31315, Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, país que según las Naciones Unidad tenia en noviembre de 2022 la mayor inseguridad alimentaria, ver: “La crisis alimentaria avanza en Perú, más de la mitad de la población carece de comida suficientey experimenta actualmente dificultades para la aceptacion del etiquetado (polígonos) de productos alimentarios, nutricionales.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com

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RECOMENDACIONES POLÍTICAS

Dictamen del Comité Europeo de las Regiones sobre el «Marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles»

(2023/C 257/05)

Ponente:

Joke SCHAUVLIEGE (BE/PPE), vicepresidenta del Parlamento de Flandes

 

RECOMENDACIONES POLÍTICAS

Observaciones preliminares

EL COMITÉ EUROPEO DE LAS REGIONES (CDR)

1. acoge con satisfacción la intención de la Comisión Europea de plantear un marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles, tal como se expone en el programa de trabajo de la Comisión para 2023;

 

2. hace hincapié en que un sistema alimentario sostenible debe garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición de todas las personas de tal forma que no se pongan en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales para las futuras generaciones (1) y debe contribuir a todos los aspectos de la sostenibilidad medioambiental, social y económica;

3. destaca que el sistema alimentario abarca «los elementos y actividades relacionados con la producción y el consumo de alimentos, así como sus efectos, en particular las consecuencias económicas, sanitarias y medioambientales» (2), desde la granja hasta la mesa, lo cual incluye la producción primaria, la transformación, la venta al por menor y la restauración, además de los productores y consumidores, a los que ya se dirige principalmente la legislación actualmente en vigor, al tiempo que se tiene en cuenta la dimensión social y cultural de la alimentación y la necesidad de respetar las dietas tradicionales;

4. pide a la Comisión Europea que garantice que las políticas horizontales y sectoriales relacionadas con los alimentos y los sistemas alimentarios estén en consonancia con los objetivos y metas fijados en el futuro marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles, en la Estrategia «De la granja a la mesa», en la Legislación Europea sobre el Clima, en la Estrategia sobre Biodiversidad y en los objetivos de contaminación cero, con una evaluación adecuada y un seguimiento periódico;

5. pide a la Comisión Europea que lleve a cabo una evaluación adecuada del impacto del futuro marco legislativo sobre los sistemas alimentarios y productivos europeos y de los resultados mediante un seguimiento periódico, y que limite todo lo posible el recurso a la legislación delegada y de aplicación para aspectos decisivos y con repercusiones en los sistemas de producción europeos, de conformidad con el principio de subsidiariedad y de cooperación leal, tal como se establece en los Tratados;

6. pide, a este respecto, que el futuro Reglamento prevea una evaluación por parte de la Comisión Europea y que de aquí a 2030 se revisen todas las políticas horizontales y sectoriales existentes relacionadas con los alimentos y los sistemas alimentarios para garantizar que sean coherentes con los objetivos y metas del futuro Reglamento sobre el marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles y los apoyen; 

7. insiste, en particular, en que los Reglamentos de la política agrícola común (PAC) también deben armonizarse con este nuevo Reglamento sobre el marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles cuando se revisen después de 2027; 

8. destaca la voluntad de la ciudadanía de la Unión de avanzar hacia una producción de alimentos segura, sostenible, justa, que ofrezca una garantía de cantidad y de calidad para todos y a un precio asequible, responsable en cuanto al uso de los recursos desde el punto de vista climático, que respete los principios de sostenibilidad, el medio ambiente, la biodiversidad y los ecosistemas, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria, tal como se expresa en el informe final de la Conferencia sobre el Futuro de Europa; 

9. pide que se determinen las principales causas de la exposición de las personas y el medio ambiente y de la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, así como del aire y el suelo; 

10. pide a los entes locales y regionales y a otras autoridades públicas que, en el contexto de la aplicación de las normas de contratación pública y las directrices de la Comisión sobre contratación pública ecológica, fijen sus propios objetivos para la adquisición de alimentos saludables, estacionales, locales y ecológicos como parte de una estrategia sostenible de contratación, lo que contribuirá a apoyar la puesta en práctica de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; 

11. destaca el papel estratégico de las zonas rurales para el clima y la seguridad alimentaria, y la producción de alimentos sanos y variados, ya que preservan los suelos agrícolas y su fertilidad. Esto se ve facilitado por la coexistencia de actividades de ganadería y de cultivo en las zonas y paisajes rurales de toda la UE, ya que crean empleo en la agricultura, las industrias agroalimentarias y los sectores asociados. Las regiones y ciudades tienen un importante papel que desempeñar en la conservación de las zonas rurales y del medio ambiente, un aspecto que la propuesta de la Comisión debe tener en cuenta;

12. reitera su petición de establecer un objetivo vinculante para reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de aquí a 2030 en el contexto de la revisión de la Directiva marco del Parlamento Europeo y del Consejo (3) sobre residuos y sobre la base del trabajo racionalizado por la Plataforma de la UE sobre pérdidas y desperdicio de alimentos; llama la atención sobre las recomendaciones formuladas por el panel ciudadano europeo sobre el desperdicio de alimentos (4);

13. recuerda la contribución de la gestión sostenible de los bosques y otros terrenos forestales, así como de los sistemas agroforestales, a la producción de alimentos y al mantenimiento de una única salud, destaca el interés creciente por los productos alimentarios silvestres y hace una llamada a favorecer el aprovechamiento ganadero de los terrenos antes mencionados para prevenir incendios forestales, recuperar la biodiversidad y mantener e incrementar los servicios ecosistémicos de las zonas rurales;

Un enfoque armonizado común a toda la UE

14. hace hincapié en la urgente necesidad de establecer un marco integral para unos sistemas alimentarios sostenibles en la Unión a fin de que la sostenibilidad sea un elemento central de todas las políticas relacionadas con la alimentación, garantizando al mismo tiempo una mayor coherencia de las políticas;

15. pide un enfoque integral y equilibrado cuyos pilares económicos, sociales y medioambientales se basen en definiciones claras, científicas y comunes a toda la Unión de la sostenibilidad, los principios y los objetivos generales;

16. insta a las autoridades de la UE, nacionales, locales y regionales a velar por que la sostenibilidad se integre en todas las políticas relacionadas con la alimentación. La legislación marco debería analizar cómo aclarar las responsabilidades de todos los agentes del sistema alimentario mediante el establecimiento de una cooperación multinivel que recabe la participación a escala de la UE, nacional, regional y local. Cualquier ampliación de las competencias del nivel local y regional debe ir acompañada de apoyo, directrices y recursos financieros adecuados para cumplir las obligaciones adicionales;

17. los Estados miembros con regiones ultraperiféricas, que figuran en el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, podrán tener en cuenta las necesidades específicas de estas regiones en lo que respecta a la utilización de productos fitosanitarios cuando adopten los objetivos de reducción nacionales para 2030, debido a las condiciones climáticas y los cultivos particulares de estas regiones. Esto no dará lugar al establecimiento de objetivos menos ambiciosos en las regiones ultraperiféricas;

18. destaca la importancia de la innovación tecnológica para lograr la sostenibilidad medioambiental, a la vez que se garantiza la sostenibilidad económica y social y se mantienen los niveles de producción actuales;

Gobernanza

19. está convencido de que las ciudades y regiones son agentes clave en este ámbito y desempeñan un papel importante a la hora de abordar los retos de los sistemas alimentarios, y de que debe tenerse en cuenta dicho papel, respetando debidamente el principio de subsidiariedad; la alimentación constituye una actividad enmarcada en los sectores de la salud y la educación, así como dentro de organizaciones administrativas especializadas. Además, las regiones y ciudades tienen un importante papel que desempeñar a la hora de promover una asistencia sanitaria eficaz y equitativa y unos hábitos de vida adecuados para los distintos grupos de población. Por lo tanto, la alimentación como actividad económica está claramente vinculada al desarrollo regional y a la ordenación del territorio, que a menudo son responsabilidad de las regiones y ciudades;

20. destaca la importancia de la innovación social para satisfacer las necesidades colectivas y favorecer la sostenibilidad de los sistemas de producción y de consumo alimentarios;

21. destaca la importancia de unas cadenas de valor más cortas que acerquen a los agricultores a los consumidores a través de la venta directa, lo que permitirá ofrecer alimentos asequibles a los consumidores y garantizar, al mismo tiempo, que el precio respete a los productores, permitiéndoles vivir dignamente de su actividad;

22. reitera por ello su llamamiento a establecer una plataforma multilateral sobre sistemas alimentarios sostenibles, en la que participe el Comité Europeo de las Regiones junto con otras partes interesadas pertinentes y con la sociedad civil, para crear una red de apoyo que facilite a las regiones y ciudades europeas la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles y, al mismo tiempo, tenga en cuenta las diferencias regionales y las especificidades y tradiciones de los territorios;

23. llama la atención sobre el papel desempeñado por los distintos intervinientes en los sistemas alimentarios como posibles «agentes del cambio»: desde los productores primarios —agricultores y pescadores— hasta los distintos productores y operadores empresariales, los fabricantes, comerciantes y minoristas de alimentos, las empresas de hostelería y servicios de restauración, los agentes sanitarios y los consumidores;

24. pide a la Comisión Europea que establezca un mecanismo de «quien contamina paga» y «quien actúa obtiene» con el fin de recompensar a los agricultores u otros productores de alimentos que vayan más allá de los requisitos legales mínimos de la UE y aporten beneficios medioambientales adicionales a la sociedad de la Unión, y a fin de ofrecer incentivos a los demás para que mejoren la sostenibilidad de su producción;

Alimentación saludable y sostenible

25. insiste en que el marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles debe incorporar el concepto de «entorno alimentario» para facilitar el acceso a una alimentación saludable y sostenible, ya que los entornos alimentarios poco saludables e insostenibles son la principal causa de los hábitos dietéticos inadecuados;

26. hace hincapié en el papel de las ciudades y regiones a la hora de configurar unos entornos alimentarios que promuevan dietas asequibles y accesibles, sostenibles y saludables, y, al mismo tiempo, apoyen a los productores sostenibles; en ese sentido, destaca la importancia de la planificación urbanística para facilitar el acceso a opciones alimentarias saludables. Esto resulta especialmente importante en las proximidades de las escuelas y en las zonas con una oferta insuficiente de alimentos saludables («desiertos alimentarios»); 

27. destaca el potencial del programa de la Unión de distribución de frutas, hortalizas y leche en las escuelas para facilitar la transición hacia unos sistemas alimentarios sostenibles; 

28. pide una revisión del programa de la Unión de distribución de frutas, hortalizas y leche en las escuelas para fomentar el consumo de productos que contribuyan a una alimentación sana con más productos de origen vegetal y sostenible y promover al mismo tiempo una «reconexión» con la agricultura a través de actividades educativas en explotaciones agrícolas sostenibles. La revisión debe examinar en profundidad los requisitos de los entes locales y regionales para la promoción de las dietas sanas y sostenibles; 

29. pide que se actualicen periódicamente las directrices dietéticas nacionales para apoyar una alimentación saludable y sostenible y respaldar la transición hacia unos sistemas alimentarios más sostenibles; 

30. pide que las campañas de promoción de productos agroalimentarios se ajusten a los objetivos de la Estrategia «De la granja a la mesa» y del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer;

31. pide que prioritariamente se destine dinero público a alimentos asociados a una dieta saludable, sostenible y con más productos de origen vegetal. Esto debería ir acompañado de apoyo y asesoramiento para los municipios y las regiones, que son compradores públicos de primera magnitud; 

32. pide que las políticas de fijación de precios velen por que los precios de los alimentos estén en consonancia con su coste real y hagan que disminuya el precio relativo de los alimentos más sostenibles, como las opciones alimentarias con productos de origen vegetal; 

33. pide que las subvenciones de la Unión apoyen a los pequeños agricultores para que produzcan alimentos ecológicos y recompensen a las personas agricultoras que aplican prácticas sostenibles y promueven el bienestar de los animales; 

34. pide incentivos fiscales y la aplicación de un IVA mínimo para los alimentos de primera necesidad; 

35. manifiesta su preocupación por que se puedan reintroducir organismos modificados genéticamente (OMG) en nuestros alimentos europeos con la futura propuesta de Reglamento europeo sobre los vegetales producidos mediante nuevas técnicas genómicas. Este deberá basarse en una evaluación exhaustiva y en datos científicos sólidos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En cualquier caso, todo producto alimenticio que contenga OMG debe llevar una etiqueta que indique su presencia en la parte frontal del envase;

Contratación pública en el ámbito alimentario

36. reitera su llamamiento (5) a eliminar las restricciones en la aplicación de criterios de sostenibilidad derivadas de las actuales normas sobre contratación pública. La legislación de la UE sobre competencia prohíbe especificar preferencias territoriales (por ejemplo, alimentos locales) en los contratos públicos; señala que, en la actualidad, las autoridades públicas que deseen incluir a proveedores y productores locales y apoyar la economía alimentaria regional se exponen a acciones legales por posible infracción de las normas del mercado común si aprovechan las lagunas existentes. Hay que dejar claro que las ciudades y las regiones, como principales órganos de contratación pública, deben recibir apoyo y asesoramiento; 

37. subraya que la contratación pública de alimentos sostenibles, saludables, estacionales y locales constituye una potente herramienta para la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles en consonancia con las políticas de sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible y anima a aplicar criterios de contratación pública ecológica;

38. subraya la necesidad de aumentar la proporción de los alimentos de origen vegetal como base de un sistema alimentario más resiliente, más sostenible y neutro desde el punto de vista climático; en este sentido, destaca los beneficios para la salud y la cultura de las dietas tradicionales; 

39. manifiesta su preocupación por la introducción de alimentos cultivados en laboratorio en los mercados europeos, ya que esto no garantizará la calidad, el bienestar y la protección de la cultura y las tradiciones. Los alimentos cultivados en laboratorio siguen siendo costosos, lo que supone una barrera importante que habría que superar;

40. subraya que una cadena alimentaria hipocarbónica de la granja a la mesa contribuye a los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero impulsando la innovación científica y técnica y aplicando al mismo tiempo los principios de circularidad en la agricultura; 

41. destaca la necesidad de que expertos nacionales e internacionales en materia de contratación pública participen en la definición de los criterios para apoyar, por un lado, la puesta en práctica a escala local, y por el otro, a compradores públicos como el Estado, las regiones y las ciudades, además de fomentar un uso más estratégico de la contratación pública; 

42. pide que se elaboren guías prácticas destinadas a los funcionarios encargados de la contratación pública sobre el modo de utilizar la contratación para promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una alimentación saludable, estacional, local y ecológica; defiende que se creen redes de compradores públicos y se las apoye financieramente a fin de compartir orientaciones, conocimientos especializados y buenas prácticas;

43. reitera la necesidad de que la UE y los Estados miembros presten apoyo financiero y técnico para un uso más estratégico de la contratación que esté en consonancia con las estrategias y objetivos nacionales y locales en materia de alimentación; 

44. destaca los beneficios de una contratación de alimentos socialmente responsable que fomente la presencia de agricultores en las zonas rurales e incluya a la economía social y las cooperativas sociales a lo largo de toda la cadena de suministro;

45. propone fijar objetivos progresivos específicos por país para la contratación pública de alimentos sostenibles, en consonancia con la Estrategia «De la granja a la mesa»;

Etiquetado 

46. señala que la introducción de un etiquetado armonizado de los alimentos sostenibles debería ser proporcionada, legalmente regulada y obligatoria y desarrollarse sobre la base de datos científicos sólidos e independientes y que no debería interferir con sistemas existentes como las indicaciones geográficas al clasificar los alimentos de una forma arbitraria que podría inducir a confusión a los consumidores en su elección de alimentos; 

47. hace hincapié en que el etiquetado de sostenibilidad debe basarse en criterios científicos e incluir todos los aspectos: medioambientales, sociales y nutricionales. Este debe expresarse a través de indicadores individuales con el fin de minimizar las transacciones entre las diferentes dimensiones de sostenibilidad. El CDR apoya un etiquetado sencillo, a escala de la UE, que se base en información científica sólida e independiente y se encuentre en la parte frontal de los envases alimentarios. Este indicador debe poner de relieve los productos con un rendimiento alto o bajo, a fin de ayudar al consumidor a elegir con conocimiento de causa al comprar sus productos alimenticios. En este sentido, destaca la importancia de las campañas de sensibilización, los programas educativos sobre alimentación sostenible y otras iniciativas a escala de las comunidades locales ya desde la primera infancia;

48. subraya que el etiquetado debe vincularse a la política de comercialización y promoción, así como a la reducción de envases y residuos de envases;

49. señala que es imprescindible aportar a los agricultores soluciones eficaces de tratamientos orgánicos o biológicos con objeto de reducir el uso de plaguicidas y productos químicos para mejorar la resiliencia de las explotaciones ante las perturbaciones externas, proteger la salud de las personas y la naturaleza y preservar la fertilidad del suelo, reforzando en última instancia la seguridad alimentaria;

50. considera que los sistemas de etiquetado voluntarios para los alimentos adoptados sin coordinación a escala europea, podrían tener efectos distorsionadores y negativos en el mercado único, que perjudicarían especialmente a los pequeños y medianos productores; reconoce, al mismo tiempo, que esas consideraciones no dejan de lado el imperativo de garantizar un alto nivel de protección de la salud humana en la definición y aplicación de todas las políticas y actividades;

51. anima a que las políticas de la UE ayuden a los consumidores a tomar decisiones alimentarias con conocimiento de causa, saludables y sostenibles, también mediante la adopción de sistemas europeos de etiquetado armonizados, proporcionados y desarrollados sobre la base de información científica sólida e independiente;

52. subraya que el etiquetado de los alimentos debe llevarse a cabo de manera coordinada y armonizada a escala europea, sin crear ningún tipo de restricción cuantitativa o cualitativa al comercio intraeuropeo ni poner en peligro el buen funcionamiento del mercado único, a menos que esté justificado por imperativos como la protección de la salud humana;

Seguridad alimentaria

53. pide a la Unión que garantice la seguridad alimentaria, invierta en una producción agrícola local sostenible y acorte sus cadenas de suministro;

54. subraya que la logística y el transporte de alimentos entre los Estados miembros deben estar garantizados incluso en caso de crisis;

55. pide que se reduzcan las dependencias diversificando las fuentes de importaciones clave a través de una política comercial firme que también influya en los socios comerciales de la Unión con objeto de avanzar hacia una mayor sostenibilidad exigiéndoles para la importación de sus productos las mismas condiciones sanitarias de producción que a los agricultores de la UE;

56. pide una coherencia y coordinación sólidas entre las políticas de la Unión en materia de producción, consumo y comercio sostenibles de alimentos, a fin de que las prácticas insostenibles den paso a otras que no lo sean. En este sentido, el marco sobre sistemas alimentarios sostenibles también debe garantizar la coherencia y la armonización entre las políticas de la UE en materia de producción sostenible de alimentos, consumo y comercio, para asegurarse de que los productos agroalimentarios importados respeten las mismas normas sociales y medioambientales de producción que se aplican en la Unión Europea de conformidad con las normas de la Organización Mundial del Comercio; 

57. subraya que es necesario reforzar la política de investigación e innovación en materia de alimentos sostenibles. Europa deberá disponer de una legislación que estimule el uso de nuevas técnicas innovadoras. 


Bruselas, 25 de mayo de 2023. 

El Presidente del Comité Europeo de las Regiones

Vasco ALVES CORDEIRO


(1) FAO, 2014. (2) Food systems — OECD. (3) Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008, sobre los residuos y por la que se derogan determinadas Directivas (DO L 312 de 22.11.2008, p. 3). (4) flw_eu-actions_fwrt_20230210_recom-cit_0.pdf (europa.eu)

(5) Dictamen del Comité de las Regiones «Hacia una política alimentaria sostenible de la UE que genere empleo y crecimiento en las regiones y ciudades de Europa» (DO C 272 de 17.8.2017, p. 14).


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