Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
Resumen
El 25 de mayo de 2023, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo (CESE) sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Digitalizar el sistema energético: plan de acción de la UE». Entre sus Conclusiones, el Comité Económico y Social Europeo (CESE):
· apoya los objetivos del plan de acción y acoge favorablemente la mayoría de las medidas que en él se proponen. En particular, el CESE ya ha dejado claro el vínculo entre la transición energética y la transformación digital, y ha señalado los beneficios de la digitalización en lo que atañe al ahorro energético, la reducción de la intensidad energética y una mejor gestión de las infraestructuras energéticas.
· declara que un enfoque compartimentado centrado únicamente en la digitalización y que no tenga en cuenta el marco general no generará los beneficios que se explican correctamente en el plan de acción. La digitalización del sistema energético debe crear soluciones cooperativas en las que se ofrezcan incentivos para que los usuarios participen en el sistema energético digitalizado, por ejemplo, mediante el uso de contadores inteligentes y de vehículos eléctricos de recarga bidireccional que contribuyan a la estabilidad del sistema eléctrico.
· expresa que es absolutamente necesario lograr que el sistema energético sea más inteligente y flexible, pero observa que dicho sistema está sujeto actualmente a la presión que ejercen deficiencias como la falta de flexibilidad de la red de transporte y distribución debido a insuficientes inversiones en infraestructuras energéticas.
· reitera que una estructura de suministro de energía climáticamente neutra, descentralizada y digitalizada puede tener importantes efectos positivos en el empleo y en la economía, especialmente en las economías regionales.
· propone reforzar el papel que desempeñan los consumidores activos en la digitalización, incentivando y permitiendo la utilización del mayor número posible de soluciones inteligentes, ya que estas pueden mejorar la eficiencia y el rendimiento del mercado interior de la energía.
· sustenta que las políticas digitales y energéticas de la UE ya están sirviendo de guía para la digitalización de la energía, ya que cuestiones como la interoperabilidad de los datos, la seguridad del suministro y la ciberseguridad, la privacidad y la protección de los consumidores no pueden depender únicamente del mercado y su correcta aplicación es clave.
· señala que hay que evitar por todos los medios la intrusión en la vida privada y el uso indebido de datos. Esto incluye no solo precauciones técnicas, sino también responsabilidades respecto de este espacio de datos, así como su seguimiento, por parte de las autoridades estatales sujetas a un control político y democrático. Al mismo tiempo, debe prestarse especial atención a la protección de los datos sobre infraestructuras críticas.
· afirma que es esencial garantizar que la digitalización no socave el marco de protección de los consumidores ya establecido en el mercado interior de la electricidad.
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acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas
y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones,
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Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones — Digitalizar el sistema energético: plan de acción de la UE»
[COM(2022) 552 final]
(2023/C 184/17)
Ponente: | Thomas KATTNIG |
Coponente: | Zsolt KÜKEDI |
Consulta | Comisión Europea, 25.11.2022 |
Base jurídica | Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea |
Sección competente | Transportes, Energía, Infraestructuras y Sociedad de la Información |
Aprobado en sección | 7.3.2023 |
Aprobado en el pleno | 22.3.2023 |
Pleno n.o | 577 |
Resultado de la votación (a favor/en contra/abstenciones) | 198/1/7 |
1. Conclusiones y
recomendaciones
1.1. El CESE apoya
los objetivos del
plan de acción
y acoge favorablemente la
mayoría de las
medidas que en
él se proponen.
En particular, el
CESE ya ha
dejado claro el
vínculo entre la
transición energética y
la transformación digital,
y ha señalado
los beneficios de
la digitalización en
lo que atañe
al ahorro energético,
la reducción de
la intensidad energética
y una mejor
gestión de las
infraestructuras energéticas. Sin
embargo, aunque el
tono optimista del
plan de acción
es una fuente
de inspiración, la
Comisión tiende a
pasar por alto
el hecho de que la
realidad física es
muy diferente de
los casos de uso de
la digitalización que
se mencionan en
dicho plan.
1.2. Si bien el
enfoque estratégico y
las medidas específicas
del plan de
acción apuntan en
la dirección correcta,
la Comisión no
integra el plan
en la política
energética general. Un enfoque compartimentado centrado
únicamente en la
digitalización y que
no tenga en
cuenta el marco
general no generará
los beneficios que se explican
correctamente en el
plan de acción.
La digitalización del
sistema energético debe
crear soluciones cooperativas
en las que
se ofrezcan incentivos
para que los
usuarios participen en
el sistema energético
digitalizado, por ejemplo,
mediante el uso
de contadores inteligentes
y de vehículos
eléctricos de recarga
bidireccional que contribuyan
a la estabilidad
del sistema eléctrico.
La negociación de la electricidad
producida entre pares,
el autoconsumo virtual
y el uso
compartido de energía
requieren herramientas digitales.
Sin embargo, se
considera que o
bien las barreras
administrativas hacen que
estas prácticas sean
poco atractivas, o
bien faltan incentivos
eficaces.
1.3. El CESE coincide
en que es
absolutamente necesario lograr
que el sistema
energético sea más
inteligente y flexible,
pero observa que
dicho sistema está
sujeto actualmente a
la presión que
ejercen deficiencias como
la falta de
flexibilidad de la
red de transporte
y distribución debido
a las insuficientes
inversiones en infraestructuras energéticas.
Algunos proveedores de
energía han obtenido
beneficios significativos, pero
no se ha
invertido suficientemente en
redes inteligentes para
alcanzar los objetivos
de la transición
energética. La expansión
y la transformación de
la red llevan
retraso, entre otras
cosas, porque el
marco regulador no
incentiva la inversión
en digitalización y
flexibilización, y las
redes existentes resultan
inapropiadas para el
transporte y la
distribución de energía
volátil. Con el
fin de evitar
interrupciones de la
red en el
sistema energético digitalizado,
urge proceder a
una transformación del
sistema energético mediante
el desarrollo y
la ampliación de
la red (redes
de transporte y
distribución).
1.4. El CESE pide
a la Comisión
Europea que incorpore
las ideas que
subyacen al «fomento
de las inversiones
en infraestructuras eléctricas
digitales» en una
enmienda al artículo
58 de la
Directiva (UE) 2019/944
del Parlamento Europeo
y del Consejo,
de 5 de
junio de 2019,
sobre normas comunes
para el mercado
interior de la
electricidad y por
la que se
modifica la Directiva
2012/27/UE (1),
a fin de
garantizar un marco
regulador que incentive
eficazmente la inversión
en la digitalización de las redes
eléctricas. Al mismo
tiempo, es necesario
desarrollar mercados de
flexibilidad para que
resulten atractivos el
consumo, la producción
y el prosumo
flexibles basados en
tecnologías digitales.
1.5. Más de seis
años después de
la presentación del
paquete de medidas
sobre energía limpia,
tanto las comunidades
de energía como
el autoconsumo colectivo
siguen desempeñando un papel menor
en los sistemas
energéticos europeos. Hasta
la fecha, la
Comisión Europea ha
hecho caso omiso
de la existencia
de obstáculos a
estas formas de
producción y consumo
de energía. La
ciudadanía europea debe
recibir incentivos que
acaben por convencerla
y motivarla para
que digitalice todas
sus actividades relacionadas
con la energía.
En muchos casos
también es necesario
ofrecer garantías claras
desde el punto
de vista jurídico
y administrativo. El
CESE insta a la Comisión
y a los
Estados miembros a
que emprendan iniciativas
en este ámbito,
incluido un apoyo
directo que permita
a las comunidades
de energía y
los colectivos de
prosumidores desarrollar su
pleno potencial, ya que estas
formas de producción
y consumo deben
convertirse en un
elemento esencial del
sistema, especialmente en
lo que se
refiere a la
seguridad del suministro.
De lo contrario,
las herramientas digitales
no supondrán ninguna
diferencia.
1.6. El CESE reitera
que, con el
enfoque correcto, una
estructura de suministro
de energía climáticamente neutra,
descentralizada y digitalizada
puede tener importantes
efectos positivos en
el empleo y
en la economía,
especialmente en las
economías regionales (2).
Habida cuenta de
la crisis actual,
la Unión Europea
necesita un enfoque
general para la
política energética que
combine las cuestiones
específicas relacionadas con
la energía y
el clima con
los objetivos de la política
de cohesión social
y regional.
1.7. No obstante, el
CESE observa que
una política de
cambio solo puede
culminar con éxito
si tiene en
cuenta las distintas
dinámicas sociales que
intervienen en la
transición y las
aborda en sus
estrategias y medidas.
Debe reforzarse el
papel que desempeñan
los consumidores activos
en la digitalización, incentivando
y permitiendo la
utilización del mayor
número posible de
soluciones inteligentes, ya
que estas pueden
mejorar la eficiencia
y el rendimiento
del mercado interior
de la energía.
Al mismo tiempo,
se ha de
tener en cuenta
a los operadores
del sistema de
distribución para garantizar
la seguridad del
suministro. Las herramientas
deben ser fáciles
de utilizar y
debe prestarse atención
a los grupos
vulnerables y a
las personas con
discapacidad. Por lo
tanto, resulta indispensable
una política para
una transición justa
y una gestión
política activa del
cambio. Si no
se tiene en
cuenta la dimensión
social en la
fase de ejecución,
la transformación podría
fracasar debido a
la reticencia de
la población.
1.8. Por lo que
se refiere al
futuro diseño de
los sistemas e
infraestructuras
energéticos, el CESE
ha subrayado en
repetidas ocasiones que
todos los consumidores
deben participar activamente
en el desarrollo
de sistemas de
energía inteligentes, y que deben
ofrecerse incentivos para
que la sociedad
civil pueda participar
en la transición
energética. Es muy
importante «conectar a
los innovadores locales
y regionales», como
señala la Comisión
en el apartado
7.3. Una acción
colectiva como la
cooperación entre ciudades
y comunidades inteligentes
puede crear las
soluciones mejores y más asequibles
que una región
pueda necesitar.
1.9. Las políticas digitales
y energéticas de
la UE ya
están sirviendo de guía para
la digitalización de la energía,
ya que cuestiones
como la interoperabilidad de
los datos, la
seguridad del suministro
y la ciberseguridad, la
privacidad y la
protección de los
consumidores no pueden
depender únicamente del
mercado y su
correcta aplicación es
clave. En este
contexto, el CESE
señala que hay
que evitar por
todos los medios
la intrusión en la vida
privada y el
uso indebido de
datos. Esto incluye
no solo precauciones
técnicas, sino también
responsabilidades respecto de
este espacio de
datos, así como
su seguimiento, por
parte de las
autoridades estatales sujetas
a un control
político y democrático.
Al mismo tiempo,
debe prestarse especial
atención a la
protección de los
datos sobre infraestructuras críticas.
1.10. En su Comunicación,
la Comisión afirma
que es esencial
garantizar que la
digitalización no socave
el marco de
protección de los
consumidores ya establecido
en el mercado
interior de la
electricidad. El CESE
toma nota de
ello y añade
que los derechos
de los consumidores
deben adaptarse y
mejorarse en el
mercado de la
energía. Los consumidores
no deben verse
perjudicados ni se
les debe cobrar
en exceso. Deben
beneficiarse de herramientas
digitales que, si
se desarrollan correctamente, pueden
contribuir a aumentar
la protección de
los consumidores.
1.11. Para todas las
iniciativas, es importante
que los consumidores
dispongan de un
contador inteligente en
su hogar. Este
no es el
caso en muchos
Estados miembros, razón
por la cual
urge redoblar los
esfuerzos por desplegar
más ampliamente los contadores inteligentes
como requisito previo
fundamental para la
mayoría de las
soluciones digitales en
el sector energético,
en particular para
el suministro de
electricidad y, en
menor medida, de
gas. Los Estados
miembros que aún
no hayan desplegado
plenamente los contadores
inteligentes deben acelerar
este proceso y
reforzar sus objetivos
nacionales con respecto
a este despliegue.
La experiencia adquirida
en el plano
internacional demuestra que
el despliegue de
contadores inteligentes es
más eficaz cuando
los operadores de
redes tienen la
obligación de rendir
cuentas. Los contadores
inteligentes deben considerarse
parte integrante de
la red eléctrica.
1.12. Existe el riesgo
de que los
nuevos servicios basados
en datos y
las soluciones tecnológicas
innovadoras no se
pongan en práctica
con la rapidez
necesaria si no hay suficientes
trabajadores cualificados y
profesionales formados para
ayudar a implantarlos.
Las medidas necesarias
en materia de
política educativa y
de mercado laboral
requieren recursos financieros
suficientes, así como
el desarrollo de
un plan de
acción que garantice
un enfoque coordinado.
El CESE considera
esencial que se
establezca una estrecha
cooperación con los
interlocutores sociales a
este respecto.
1.13. La ciberseguridad es
un requisito esencial
para garantizar la
fiabilidad del sistema
energético, cada vez
más digitalizado. La
evolución de las
últimas décadas, y
en particular los
acontecimientos recientes, ponen
de manifiesto el
peligro de los
ciberataques y los
actos de sabotaje
contra infraestructuras críticas.
Sin embargo, pueden
surgir problemas no
solo como consecuencia
de tales ataques
y sabotajes, sino
también por fallos
en los equipos
y programas informáticos,
por lo que
la Comisión debe
prestar especial atención
al diseño de
tales activos informáticos
durante la digitalización para
garantizar su solidez.
Un fallo o
una disfunción de
las infraestructuras críticas
puede dar lugar
a una escasez
de suministro devastadora
y poner en
peligro la seguridad
pública. Una mayor
descentralización de la
producción y utilización
de energía en
combinación con internet
aumentan la «superficie
de ataque» y
los riesgos relacionados
con el ciberespacio.
El sistema energético
digitalizado (en lo
que se refiere
tanto a los
equipos como a
los programas informáticos)
debe ser fiable
y garantizar una
disponibilidad continua.
1.14. El CESE considera
que no se
ha prestado el
nivel de atención
y apoyo que
cabría esperar para
una estrategia combinada
de transición energética
y digitalización en
las zonas rurales.
Pide que se
ponga rápidamente en
práctica la visión
a largo plazo
de la Comisión
para las zonas
rurales de la
UE y se
movilice a las
partes interesadas en el marco
del Pacto Rural
de la UE.
2. Antecedentes
2.1. La Comisión publicó
una Comunicación con
el objetivo de
impulsar la digitalización del
sistema energético. El plan de
acción de la
UE para la digitalización
del sistema energético tiene
por objeto alcanzar
los objetivos establecidos
en el informe
sobre prospectiva estratégica
en relación con
la doble transición
ecológica y digital,
en un contexto
en el que
las tecnologías digitales
contribuyen a la
creación de una
sociedad climáticamente neutra
y eficiente en
el uso de
los recursos, garantizando
al mismo tiempo
que todo el
mundo pueda beneficiarse
de esta transición.
2.2. En su plan
de acción de
la UE, la
Comisión propone un
conjunto de acciones
en cinco ámbitos:
promover la conectividad,
la interoperabilidad y
el intercambio continuo
de datos relativos
a la energía
mediante la creación
de un espacio
común de datos;
promover y coordinar
la inversión en
la red inteligente;
prestar mejores servicios
basados en la
innovación digital para
implicar a los
consumidores en la
transición energética; garantizar
la ciberseguridad en el sistema
energético, y velar
por que las
crecientes necesidades energéticas
del sector de
las TIC estén
en consonancia con
el Pacto Verde
Europeo. La Comisión
considera que la digitalización puede
mejorar la asequibilidad, la
sostenibilidad y la
resiliencia del sistema
energético de la UE.
2.3. Las soluciones inteligentes
están concebidas para
que los consumidores
tengan un mayor
control sobre su consumo y
sus facturas de
energía, mejorando así
la gestión del
uso de la
energía, aunque muchos
consumidores finales podrían
ser conscientes de
este potencial sin
necesidad de una
solución inteligente. Los
servicios energéticos innovadores
deben reducir el
consumo de energía,
y esta debe
utilizarse cuando sea
barata. Los contadores
inteligentes proporcionan información
importante para reducir
los costes de
consumo energético, por
ejemplo, en el caso
de la carga
inteligente de vehículos
eléctricos, y de
las bombas de
calor inteligentes combinadas
con paneles fotovoltaicos. Los
contadores inteligentes ayudan
a los clientes
a controlar los
datos que contienen
sus facturas y
les permiten prevenir
las facturas incorrectas
y la facturación
retroactiva, que figuran
actualmente entre las
principales preocupaciones de los consumidores.
El plan de
acción prevé el
apoyo a las
herramientas digitales, que
sirven a los
intereses de los
consumidores y, en
algunos casos, se
desarrollan en colaboración
con ellos, la
mejora de las
capacidades digitales, la
financiación de soluciones
digitales inteligentes a
través de programas
que puedan ayudar
a alcanzar el
objetivo de digitalizar
el sistema energético,
el apoyo a
las entidades reguladoras
nacionales en la
definición y el
seguimiento de los
indicadores comunes de
redes inteligentes, la
creación de un
espacio común europeo
de datos relativos
a la energía
y la estrecha
participación de todas
las partes interesadas
pertinentes, en particular
los operadores de
redes y los
proveedores de energía.
2.4. Según la Comisión,
las tecnologías de
la información y
la comunicación ofrecen
un gran potencial
para la ecologización. Las
soluciones digitales deben
contribuir a equilibrar
el suministro, el
almacenamiento y la
demanda de energía,
así como a
flexibilizar el sistema
energético, facilitando la
integración de fuentes
de energía renovables
y descentralizadas. Es
necesario desarrollar mercados
de flexibilidad para
que las inversiones
en opciones de flexibilidad resulten
atractivas,
independientemente de que
estas inversiones sean
realizadas por productores,
consumidores o prosumidores
que se beneficien
de las herramientas
digitales.
2.5. Al mismo tiempo,
el plan de
acción hace hincapié
en la necesidad
de frenar el
incremento del consumo
de energía en
el sector de
las TIC. El
plan de acción
también prevé la
creación de un
gemelo digital de
la red eléctrica
europea, el apoyo
a las comunidades
de energía a
través de herramientas
digitales, el desarrollo
de etiquetas energéticas
para ordenadores, centros
de datos y
cadenas de bloques,
y la elaboración
de un código
de conducta de
la UE para
la sostenibilidad de
las redes de
telecomunicaciones.
2.6. En un sistema
energético cada vez
más digitalizado, con
una producción, un
transporte y una
distribución
descentralizadas de la
energía, y un
mayor número de
dispositivos conectados digitalmente
en los hogares,
aumenta el riesgo
de espionaje, ciberdelincuencia y
fallos de los
equipos informáticos relacionados
con el consumo
de energía. Por
lo tanto, la
Comisión propone medidas
de ciberseguridad adecuadamente
coordinadas para reforzar
la resiliencia general
del sistema.
2.7. El plan de
acción señala que
estas tareas requieren
una actuación a
medio y largo
plazo, así como
un marco de
gobernanza. La Comisión
explica que contará
con la participación
de múltiples comunidades
de partes interesadas,
empresas y socios
internacionales, y señala
que la financiación
pública limitada debe
utilizarse con prudencia
y que se
requiere más inversión
privada.
3. Observaciones generales
3.1. En su plan
de acción, la
Comisión aborda acertadamente
el enorme potencial
de las tecnologías
digitales para aumentar
la flexibilidad del
sistema eléctrico. El
CESE apoya estos
objetivos y acoge
favorablemente la mayoría
de las medidas
propuestas en el
plan de acción.
En particular, el
CESE ya ha
dejado claro el
vínculo entre la
transición energética y
la transformación digital,
y ha señalado
los beneficios de
la digitalización en lo que
atañe al ahorro
energético, la reducción
de la intensidad
energética y una
mejor gestión de
las infraestructuras energéticas.
Sin embargo, aunque
el tono optimista
del plan de
acción es una
fuente de inspiración,
la Comisión tiende
a pasar por
alto el hecho
de que la
realidad física es
muy diferente de
los casos de
uso de la
digitalización que se
mencionan en dicho
plan.
3.2. El CESE considera
que los principales
retos a los
que se enfrenta
el sector de
la energía son:
la diversificación de
las fuentes de
energía de Europa,
la reducción de
la dependencia respecto
de las importaciones
de energía, la
necesidad de garantizar
un mercado interior
de la energía
integrado, la mejora
de la eficiencia
energética, la descarbonización de
la economía, la
reducción de las
emisiones, la transición
hacia una economía
hipocarbónica, con tecnologías
energéticas limpias y
con bajas emisiones
de carbono, el
aumento y la
expansión masiva de
las energías renovables
para alcanzar los
objetivos climáticos, el
fomento de la
investigación y educación
conexas, la garantía
de una transición
justa y el
apoyo a la
dimensión social de
la energía, en
particular la reducción
de la pobreza
energética. La digitalización del
sistema energético constituye
la base para
abordar tales tareas,
y puede ayudar
a hacer frente
a todos estos
retos fundamentales.
3.3. Si bien el
enfoque estratégico y
las medidas específicas
del plan de
acción apuntan en
la dirección correcta,
la Comisión no
integra el plan
en la política
energética general. Un
enfoque compartimentado centrado
únicamente en la
digitalización y que
no tenga en
cuenta el marco
general no generará
los beneficios que
se explican correctamente
en el plan
de acción.
3.4. La propuesta de
la Comisión ofrece
una visión de
una situación ideal
basada en un
sistema energético suficientemente desarrollado
(por ejemplo, redes
de transporte y
distribución) y lo
digitaliza. Sin embargo,
en Europa, deben
consolidarse en primer
lugar las redes
de transporte y
distribución, antes de
que pueda desarrollarse
una tecnología digital
compleja. No servirá
de nada digitalizar
si la energía
gestionada de forma
inteligente no puede
fluir a través
de las redes
de transporte. Además,
se despilfarra una
enorme cantidad de
energía en las
redes de transporte
y distribución. Incluso
hoy, el coste
de la electricidad
ecológica que no
puede utilizarse ni
transportarse y que
debe reducirse ascendió
a más de
2 000 millones
EUR antes de
la crisis energética
y a más
de 12 000
millones EUR durante
la crisis energética
en grandes países
como Alemania. Esta
pérdida económica se
multiplicará si no
se amplían rápidamente
las redes eléctricas
y las capacidades
de almacenamiento compatibles
con el sistema,
al tiempo que
se encuentran mejores
formas de utilizar
la electricidad directamente
in situ. La
digitalización en este
ámbito puede contribuir
a la identificación de
estas pérdidas y
a la utilización
de los datos
así generados en
el desarrollo de
las redes.
3.5. Es cierto que
se requieren inversiones
considerables en infraestructuras energéticas
para procurar que
las redes sean
inteligentes. También es
cierto que muchos
Estados miembros no
incentivan tales inversiones,
ya que su
regulación muestra un
claro sesgo hacia
la inversión en
activo fijo (CapEx),
y las inversiones
en digitalización son
principalmente gastos de
explotación (OpEx). La
coordinación y el
seguimiento de estas
inversiones y los
avances asociados no
serán suficientes. El
CESE pide a
la Comisión Europea
que incorpore las
ideas que subyacen
al «fomento de
las inversiones en
infraestructuras eléctricas digitales»
en una enmienda
al artículo 58
de la Directiva
(UE) 2019/944 sobre
normas comunes para
el mercado interior
de la electricidad,
a fin de
garantizar un marco
regulador que incentive
eficazmente la inversión
en la digitalización de las redes
eléctricas.
3.6. La Comisión Europea
señala acertadamente que
las herramientas digitales
desempeñan un papel
importante en el
desarrollo de los
sistemas colectivos de
autoconsumo y las
comunidades de energía.
Tanto la orientación
como la plataforma
de experimentación prevista
pueden resultar de
utilidad, pero no
son los aspectos
más importantes. Más
de cinco años
después de la
presentación del paquete
de medidas sobre
energía limpia, tanto
las comunidades de
energía como el
autoconsumo colectivo siguen
desempeñando un papel
menor en los
sistemas energéticos europeos.
En muchos casos,
las principales razones
de esta situación
son las importantes
barreras burocráticas y
la falta de
información por parte
de los consumidores
y los productores.
Hasta la fecha,
la Comisión Europea
ha hecho caso
omiso de la
existencia de estos
obstáculos. La ciudadanía
europea debe recibir
incentivos que acaben
por convencerla y
motivarla para que
digitalice todas sus
actividades relacionadas con
la energía. El
conjunto del sistema
energético digitalizado debe
ser tan atractivo
para las partes
que operan en
él que no
solo los incentivos
financieros contribuyan a
su creación, sino
que todo el
entorno les anime
a crear un
sistema energético controlado,
gestionado y seguro.
El CESE insta
a la Comisión
y a los
Estados miembros a
que emprendan iniciativas
en este ámbito,
incluido un apoyo
directo que permita
a las comunidades
de energía y
los colectivos de
prosumidores desarrollar su
pleno potencial, teniendo
en cuenta a
los operadores de
redes de distribución
para garantizar la
seguridad del suministro.
De lo contrario,
las herramientas digitales
no supondrán ninguna
diferencia.
3.7. La recarga bidireccional
de los vehículos
eléctricos representa otro
caso muy prometedor
que pone de
relieve que unos
consumidores más activos
pueden contribuir directamente
a la estabilidad
del sistema con
la tecnología digital,
incluidas las TIC,
tanto en el
lado de la red como
en el del
consumidor. Sin embargo,
apenas existen argumentos
económicos que justifiquen
la carga bidireccional
de los vehículos
eléctricos en toda
Europa, ya que
el mercado no
se concibió para
ofrecer incentivos de
mercado para el
suministro y el
consumo flexibles de
electricidad. En sus
esfuerzos por rediseñar
el mercado, la
Comisión debe centrarse,
en particular, en
diseñar un mercado
que haga atractivos
aspectos como los
mencionados en el
apartado 4.2 del
plan de acción
y contribuya a
generalizarlos, de modo
que la carga
bidireccional también pueda
ser utilizada en
el futuro por
los operadores de
redes como factor
de control de
la carga, lo
que también deberá
tenerse en cuenta
en la legislación
destinada a garantizar
la seguridad del
suministro.
3.8. El CESE reitera que,
con el enfoque
correcto, una estructura
de suministro de
energía climáticamente neutra,
descentralizada y digitalizada
puede tener importantes
efectos positivos en
el empleo y
en la economía,
especialmente en las
economías regionales (3).
Habida cuenta de
la crisis actual,
la Unión Europea
necesita un enfoque
general para la
política energética que
combine las cuestiones
específicas relacionadas con
la energía y
el clima con
los objetivos de
la política de
cohesión social y
regional.
3.9. El CESE hace
hincapié en que
el diseño tecnocrático
de las condiciones
del marco económico
y la promoción
financiera de las
nuevas tecnologías, especialmente
la digitalización del
sistema energético, desempeñan
un papel importante
en la transición
energética. Al mismo
tiempo, el CESE
observa que una
política de cambio
solo puede culminar
con éxito si
tiene en cuenta
las distintas dinámicas
sociales que intervienen
en la transición
y las aborda
en sus estrategias
y medidas. Debemos
reforzar el papel
que desempeñan los
consumidores en la
digitalización, incentivando la
utilización del mayor
número posible de
soluciones inteligentes, ya que estas
pueden ayudar a
mejorar la eficiencia
y el rendimiento
del mercado interior
de la energía,
con la estrecha
participación de todos
los eslabones de
la cadena de
valor de la
energía para garantizar
la seguridad del
suministro. Por lo
tanto, resulta indispensable
una política para
una transición justa
y una gestión
política activa del
cambio. Si no
se tiene en
cuenta la dimensión
social en la
fase de ejecución,
la transformación podría
fracasar debido a
la reticencia de
la población.
3.10. La transformación del
sistema energético puede
generar beneficios inesperados
para los proveedores
de servicios, que
pueden exigir tarifas
más elevadas por
sus nuevas soluciones.
Sin embargo, los
servicios, las aplicaciones
y los sistemas
de gestión de
la energía innovadores
pueden liberar un
enorme potencial sin
explotar para los
usuarios de energía,
y aliviar la
carga que representan
para los consumidores
los elevados precios
de la energía.
La digitalización puede
contribuir a que
los precios en
el mercado sean
comparables, a que
los precios de
las opciones de
flexibilidad, como la
inversión de la
carga, sean justos,
y a mostrar
en una fase
temprana del proceso
de mercado que
los consumidores de
energía, como los
hogares vulnerables, podrían
pagar menos por
el servicio prestado.
Por ejemplo, las
soluciones inteligentes de
contabilidad energética pueden
brindar a las
personas socialmente desfavorecidas la
oportunidad de utilizar
tanta energía como
puedan pagar y,
de este modo,
impedir que se
endeuden.
3.11. El CESE también
pide a la
Comisión que tenga
en cuenta la
realidad del mercado
de contadores inteligentes
y que intervenga
en caso necesario.
La instalación prevista
de contadores inteligentes
podría dar lugar
a costes elevados
para los inquilinos.
En la práctica,
apenas existe competencia
entre los distintos
proveedores de servicios
de medición. Las
investigaciones sectoriales realizadas
en Alemania y
Austria han puesto
de manifiesto que
existen indicios significativos de
la existencia de
un oligopolio no competitivo
en el sector
del subcontaje (4).
A fin de
garantizar la competencia,
se ha de
permitir que los
proveedores terceros también
puedan utilizar los
dispositivos de registro
del consumo. De
lo contrario, un
cambio de empresa
de facturación siempre
estaría asociado a los costes
de sustitución de
contadores existentes.
3.12. En este contexto,
el CESE reitera
su posición: es
esencial evitar una
sociedad energética en dos niveles.
No puede aceptarse
una situación en
la que solo
los hogares acomodados
y tecnológicamente bien
equipados se beneficien
de la transición
energética y todos
los demás tengan
que asumir los
gastos. Por lo
tanto, el CESE
apoya los incentivos
y herramientas para
la aplicación de
la Directiva de eficiencia energética
destinados a ayudar
a los clientes
y hogares vulnerables,
y señala que
unos objetivos ambiciosos
en materia de
calefacción y refrigeración
urbanas pueden empeorar
las condiciones de
las viviendas sociales.
3.13. Por lo que
se refiere al
futuro diseño de
los sistemas e
infraestructuras
energéticos, el CESE
ha subrayado en
repetidas ocasiones que
todos los consumidores
—hogares, empresas y
comunidades de energía—
deben participar activamente
en el desarrollo
de sistemas de
energía inteligentes, y
que deben ofrecerse
incentivos para que
la sociedad civil
pueda participar en
la transición energética,
pero también para
que contribuya a
su financiación. Es
muy importante «conectar
a los innovadores
locales y regionales»,
como señala la
Comisión en el
apartado 7.3. Una
acción colectiva como
la cooperación entre
ciudades y comunidades
inteligentes puede crear
las soluciones mejores
y más asequibles
que una región
pueda necesitar.
3.14. El plan de
acción prevé la
creación de un
espacio común europeo
de datos relativos
a la energía
y una gobernanza
prudente para garantizar
los intercambios y
el uso coordinados
de datos relativos
a la energía
a escala de
la UE. Las
políticas digitales y
energéticas de la
UE ya están
sirviendo de guía
para la digitalización de la energía,
ya que cuestiones
como la interoperabilidad de
los datos, la
seguridad del suministro
y la ciberseguridad, la
privacidad y la
protección de los
consumidores no pueden
depender únicamente del
mercado y su
correcta aplicación es
clave. En este
contexto, el CESE
señala que hay
que evitar por
todos los medios
la intrusión en
la vida privada
y el uso
indebido de datos.
Esto incluye no
solo precauciones técnicas,
sino también responsabilidades respecto
de este espacio
de datos, así
como su seguimiento,
por parte de
las autoridades estatales
sujetas a un
control político y
democrático. Debe promoverse
la propiedad de
los datos públicos,
ya que los
datos son un
factor económico importante
en una sociedad
digitalizada y en
red. Por otra
parte, deben evitarse
los monopolios privados
de datos por
parte de los
GAFA (5).
Al mismo tiempo,
debe prestarse especial
atención a la
protección de los
datos sobre infraestructuras críticas.
3.15. El espacio de
datos propuesto representa
un enfoque prometedor,
pero requiere normas
claras que regulen
el acceso a
los datos anonimizados
para todos los
participantes en el
mercado interesados en
utilizarlos, por ejemplo
para planificar mejor
el comercio y
el uso compartido
de energía. Es
importante profundizar con
rapidez en la
«gobernanza sólida» mencionada
en el plan
de acción mediante
la formulación de
derechos básicos para
todos los agentes
del mercado, incluidos
los consumidores, los
prosumidores, las empresas
comercializadoras de energía,
etc.
3.16. Por lo que
se refiere a
la coordinación estratégica
a escala de
la UE, el
plan de acción
prevé la creación
de un Grupo
de Expertos en
Energía Inteligente (anteriormente, Grupo
de Trabajo sobre
Redes Inteligentes). Su
objetivo es contribuir
a la creación
del marco europeo
para el intercambio
de datos relativos
a la energía,
reforzar la coordinación
de los intercambios
de datos para
el sector de
la energía a
escala de la
UE, determinar los
principios rectores y
garantizar la coherencia
entre las diferentes
prioridades e iniciativas
en materia de
intercambio de datos,
y apoyar a la Comisión
en el desarrollo
y el despliegue
de un espacio
común europeo de
datos relativos a
la energía. El
CESE señala que,
en este contexto,
deben elaborarse orientaciones
y objetivos inequívocos,
y que la
implicación de los
interlocutores sociales y de la
sociedad civil organizada
es esencial.
3.17. La idea de
apoyar a los
gestores de redes
de transporte y
a los gestores
de redes de
distribución en la
creación de un
gemelo digital de
la red eléctrica
constituye un enfoque
interesante y puede
ayudar a mejorar
la modelización de
la red. Sin
embargo, es necesario
especificar exactamente qué
papel desempeñará el
gemelo digital en la planificación
de la expansión
de la red,
en la tarea
de procurar que
la red sea
más inteligente, en
la integración de
opciones de flexibilidad,
incluidas las centrales
eléctricas virtuales, el
prosumo energético y
el uso compartido
de energía, y
en la optimización
de la resiliencia.
A este respecto,
también parece necesario
modificar la Directiva
(UE) 2019/944.
3.18. En su Comunicación,
la Comisión afirma
que es esencial
garantizar que la
digitalización no socave
el marco de
protección de los
consumidores ya establecido
en el mercado
interior de la
electricidad. El CESE
toma nota de
ello y añade
que los derechos
de los consumidores
deben adaptarse y
mejorarse en el
mercado de la
energía. Los consumidores
no deben verse
perjudicados ni se
les debe cobrar
en exceso. Debe
prestarse especial atención
a los grupos
vulnerables, las personas
con discapacidad y
las personas con
escasas competencias digitales.
En este contexto,
se requieren normas
de protección adecuadas,
puesto que ya
resulta evidente que
numerosos consumidores no
disponen de una
visión de conjunto
de la información
y las facturas
digitales.
3.19. La Comunicación establece
que el potencial
de los Estados
miembros para establecer
precios regulados, en
particular para los
clientes vulnerables y
las personas en
situación de pobreza
energética, no debe
verse afectado negativamente
por la digitalización. Las
herramientas digitales también
permiten a las
autoridades públicas cartografiar,
supervisar y abordar
mejor la pobreza
energética, mientras que
el sector de
la energía puede
optimizar aún más
sus operaciones, centrándose
en la seguridad
del suministro, y dar prioridad
al uso de
energías renovables.
3.20. El CESE acoge
con satisfacción el
anuncio de la
Comisión de garantizar
que los principales
proyectos de I+i
colaboren para identificar
estrategias que procuren
la participación de los consumidores
en el diseño
y el uso
de herramientas digitales
accesibles y asequibles
de aquí a
mediados de 2023.
El CESE señala
una vez más que sigue
siendo necesaria una
inversión significativa en
investigación e innovación.
En este
contexto, las inversiones
públicas en sistemas
inteligentes de energías
renovables son de
gran importancia de
cara a garantizar
la seguridad del
suministro, luchar contra
la pobreza energética,
garantizar precios asequibles
y crear empleo.
El CESE recomienda
una vez más,
como hizo en
su Dictamen ECO/569,
que se aplique
la regla de
oro a la
inversión pública. Para
todas las iniciativas,
es importante que
los consumidores dispongan
de un contador
inteligente en su
hogar. Este no
es el caso
en muchos Estados
miembros, razón por
la cual urge
redoblar los esfuerzos
por desplegar más
ampliamente los contadores
inteligentes como requisito
previo fundamental para
la mayoría de
las soluciones digitales
en el sector
energético. Los Estados
miembros que aún
no hayan desplegado
plenamente los contadores
inteligentes deben acelerar
este proceso y
reforzar sus objetivos
nacionales con respecto
a este despliegue.
3.21. Existe el riesgo
de que los
nuevos servicios basados
en datos y
las soluciones tecnológicas
innovadoras no se
pongan en práctica
con la rapidez
necesaria si no
hay suficientes trabajadores
cualificados y profesionales
formados para ayudarles
a implantarlos (6).
El CESE considera
que, para alcanzar
los objetivos, deben
adoptarse inmediatamente las
medidas adecuadas, en
estrecha cooperación con
los interlocutores sociales.
3.22. En cualquier caso,
se requieren suficientes
programas y recursos
financieros para formar
a los desempleados
de larga duración,
a las mujeres
y a los
jóvenes, en particular
a través de
programas específicos, y
para crear unas
condiciones marco atractivas
para estos colectivos.
Se incluyen aquí
las garantías de
empleo, así como
una iniciativa de
formación y cualificación
y una amplia
gama de oportunidades
de reciclaje profesional
y formación continua.
Las medidas necesarias
en materia de
política educativa y
de mercado laboral
requieren recursos financieros
suficientes, así como
el desarrollo de
un plan de
acción que garantice
un enfoque coordinado.
3.23. El CESE aboga
por una estrecha
cooperación entre los
proveedores de formación
y las empresas
en el diseño
de cursos de
formación destinados a
proporcionar las capacidades
y competencias necesarias para
la transformación digital
y sostenible de
la economía, también
mediante la formación
complementaria y el
reciclaje profesional de
trabajadores y empresarios.
El Año Europeo
de las Competencias
2023 se utilizará
para reforzar y
aplicar eficazmente estas
medidas.
3.24. La ciberseguridad es
un requisito esencial
para garantizar la
fiabilidad del sistema
energético, cada vez
más digitalizado. La
evolución de las
últimas décadas, y
en particular los
acontecimientos recientes, ponen
de manifiesto el
peligro de los
ciberataques y los
actos de sabotaje
contra infraestructuras críticas.
Sin embargo, pueden
surgir problemas no
solo como consecuencia
de tales ataques
y sabotajes, sino
también por fallos
en los equipos
y programas informáticos,
por lo que
la Comisión debe
prestar especial atención
al diseño de
tales activos informáticos
durante la digitalización para
garantizar su solidez.
Un fallo o
una disfunción de
las infraestructuras críticas
puede dar lugar
a una escasez
de suministro devastadora
y poner en
peligro la seguridad
pública. Una mayor
descentralización de la
producción y utilización
de energía en
combinación con internet
aumentan la «superficie
de ataque» y
los riesgos relacionados
con el ciberespacio.
3.25. Toda la cadena
de valor del
sistema energético, desde
la producción y
el transporte hasta
la distribución y
el consumidor, incluidas
todas las interfaces
digitales a lo
largo de su
trayectoria, puede ser
un objetivo de
ciberataques y ataques
físicos. Redunda en
interés de todos
en Europa proteger
mejor esta infraestructura crítica.
La UE debe
estar mejor preparada
para posibles ataques
de este tipo.
Por consiguiente, el
CESE pide que
se evalúen críticamente
de forma inmediata
las medidas adoptadas
hasta la fecha
y que se
elabore una estrategia
global para proteger
a la UE
frente a amenazas
como las catástrofes
naturales, los ataques
físicos y los
ciberataques. En este
contexto, el CESE
llama la atención
sobre sus dictámenes
anteriores dedicados a esta cuestión
(7)
y recomienda que
toda inversión extranjera
en sectores estratégicos
en la Unión
esté en consonancia
con la política
de seguridad de
la UE.
3.26. El sector de
las TIC representa
aproximadamente el 7
% del consumo
mundial de electricidad.
Por lo tanto,
en el marco
de la doble
transición ecológica y
digital, resulta esencial
garantizar que las
crecientes necesidades energéticas
de dicho sector
se reduzcan en
consonancia con el
objetivo de neutralidad
climática. El CESE
conviene en que
es fundamental abordar
el consumo de
energía y recursos
a lo largo
de toda la
cadena de valor
de las TIC
y las principales
fuentes emergentes adicionales
de consumo de
energía relacionado con
las TIC. Ya
existen soluciones para reutilizar el
calor residual de los centros
de datos con
el fin de
calentar hogares y
empresas. Por lo
tanto, es importante
que el calor
residual se trate
en pie de
igualdad con las
energías renovables como
parte de la
revisión de la
Directiva sobre fuentes
de energía renovables
(RED III) y
de otras normativas
en materia de
energía relacionadas con
el paquete de
medidas «Objetivo 55».
Sin embargo, se
requieren soluciones concretas
y viables que
puedan servir como
buenas prácticas para
lograr resultados óptimos.
3.27. Los criterios técnicos
interoperables, la ciberseguridad, la
protección de datos
y otros elementos
clave de un
sistema energético digitalizado
deben garantizarse a
escala mundial, en
foros internacionales y en cooperación
con países socios.
Para avanzar en
la doble transición
ecológica y digital
con los países
socios a través
de contactos bilaterales,
el CESE pide
a la Comisión
que integre los
aspectos digital y
ecológico en los
proyectos, asociaciones y
acuerdos de cooperación
relacionados con la
energía.
4. Observaciones específicas
4.1. El CESE considera
que no se
ha prestado el
nivel de atención
y apoyo que
cabría esperar para
una estrategia combinada
de transición energética
y digitalización en
las zonas rurales.
Pide que se
ponga rápidamente en
práctica la visión
a largo plazo
de la Comisión
para las zonas
rurales de la
UE y se
movilice a las
partes interesadas en el marco
del Pacto Rural
de la UE.
4.2. El CESE recomienda
garantizar la igualdad
en el mercado
laboral en el
sector energético explorando oportunidades
para las mujeres,
evitando al mismo
tiempo que la
transición energética y
la transformación digital
se conviertan en
trampas para las
carreras y los
salarios de las
mujeres, y ampliando
el diálogo social
y los convenios
colectivos sobre igualdad
en las empresas
energéticas de toda
Europa.
Bruselas, 22
de marzo de
2023.
La Presidenta del
Comité Económico y
Social Europeo
Christa SCHWENG
(1) DO L 158
de 14.6.2019, p. 125.
(2) DO C 367
de 10.10.2018, p. 1.
(3) DO C 367
de 10.10.2018, p. 1.
(4)
Por ejemplo, se
constató que el
mayor proveedor de
servicios de medición
en Austria había
intentado impedir el
acceso de proveedores
terceros a sus
contadores inteligentes mediante
el uso de
métodos de protección
de los equipos
informáticos [Autoridad Federal
de Competencia de
Austria (BWB), 2022].
(5)
Los cuatro gigantes
de internet: Google,
Apple, Facebook y
Amazon.
(6)
Sobre la base
de los resultados
de la consulta
pública, la Comisión
ha determinado deficiencias
en el desarrollo
de capacidades y
una falta de
trabajadores cualificados adecuados
como los obstáculos
más importantes para
la adopción de
las tecnologías digitales
(Informe de síntesis
disponible en «Díganos
lo que piensa»).
(7) DO C 286
de 16.7.2021, p. 170.
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