lunes, 26 de septiembre de 2022

MARCO DE MEDIDAS PARA REFORZAR EL ECOSISTEMA EUROPEO DE SEMICONDUCTORES (LEY DE CHIPS) - DICTAMEN DEL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO SOBRE LA PROPUESTA DE REGLAMENTO DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO.

 Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@hotmail.com   

Resumen  

El Dictamen del Comité Económico y Social Europeo, CESE, sobre Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo acerca de normas armonizadas para un acceso justo a los datos y su utilización (Ley de Datos), por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips) acoge con gran satisfacción el plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las industrias nacionales de semiconductores por el que se establece un marco de medidas para reforzar el sistema europeo de semiconductores.

La Ley de Chips no dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro hincapié en un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia para la industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de aplicación.

Para ello, los segmentos de chips necesarios para las industrias europeas existentes deben abordarse con medidas adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a las crisis de estos segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

Si desea mayor información sobre estos temas,  consúltenos al correo electrónico:  cferreyros@hotmail.com

____________________________________________________________

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips)

[COM(2022) 46 final — 2022/0032 (COD)]

(2022/C 365/06)

Ponente:

Dirk BERGRATH

 

Consulta

Parlamento Europeo, 07/03/2022

Consejo, 17.3.2022

Base jurídica

Artículos 114, 172, apartado 3, 182, apartado 1, y 304 del TFUE

Órgano competente

Sección de Mercado Único, Producción y Consumo

Aprobado en la Sección

1.6.2022

Aprobación en el pleno

15.6.2022

Pleno n.o

570

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

205/0/5

1.   Conclusiones y recomendaciones

       1.1.           Se acoge con gran satisfacción el plan para aumentar la resiliencia de la industria europea y reforzar las industrias nacionales de semiconductores. En particular, el objetivo de mejorar la transparencia y la cooperación a lo largo de la cadena de valor y de reducir las dependencias mundiales en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los ensayos y el montaje mediante un apoyo específico debe ocupar un lugar central en la Ley de Chips.

 

       1.2.           Sin embargo, la Ley de Chips no dedica la misma atención a todo el ecosistema, sino que hace claro hincapié en un segmento de los semiconductores que, si bien tendrá relevancia para la industria del futuro, en la actualidad apenas ofrece margen de aplicación. Cabe mejorar en este sentido y dedicar una atención complementaria a los segmentos de chips realmente necesarios para la industria.

 

       1.3.           La Ley de Chips apenas contribuirá a resolver los problemas actuales de las cadenas de suministro, cuyos efectos pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector automovilístico y en los sectores de la ingeniería mecánica. Por lo tanto, los segmentos de chips necesarios para las industrias europeas existentes deben abordarse con medidas adicionales y específicas para aumentar la resiliencia a las crisis de estos segmentos. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

 

       1.4.           Por ejemplo, las decisiones que marquen el rumbo de la política industrial deben depender no solo del tamaño de los chips, sino también de un análisis de las necesidades específicas entre los clientes industriales, para garantizar que las medidas de apoyo previstas se adecuan al fin previsto.

 

       1.5.           Entre los criterios adicionales que deberían utilizarse figuran la eficiencia energética de los chips, el tipo de materias primas utilizadas para su producción y que esta sea lo más circular posible. Por tanto, la Comisión, los Estados miembros y la industria deberían debatir sobre cómo diversificar las fuentes de suministro y, en particular, cómo reciclar mejor las materias primas fundamentales en la microelectrónica en el marco de una economía circular industrializada.

 

       1.6.           En particular, la Estrategia Europea de Chips no debe limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar todos los tipos de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes pasivos y los materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas. El principio «del laboratorio a la fábrica» presentado por la Comisión se queda demasiado corto, ya que la cadena de valor no termina en la fabricación.

 

       1.7.           Con el fin de garantizar la disponibilidad de los profesionales necesarios para aplicar las medidas de apoyo a la política industrial, la Comisión propone una serie de medidas de capacitación. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy orientado a los trabajadores altamente cualificados, lo que resulta crucial para el éxito del salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.

2.   Introducción y observaciones generales

       2.1.           La Ley de Chips de la UE propone aprovechar los puntos fuertes de Europa y abordar las deficiencias pendientes, desarrollar un ecosistema próspero de semiconductores y una cadena de suministro resiliente, estableciendo al mismo tiempo medidas para prepararse, anticipar y responder a futuras interrupciones de la cadena de suministro.

 

       2.2.           La «Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips)» (1) acompaña a la Comunicación «Una ley de Chips para Europa» (2).

3.   Observaciones generales

3.1.   Presentación de la propuesta

          3.1.1.    El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge con satisfacción la propuesta y, en particular, que se aborde la necesidad detectada de actuar en aras de la seguridad de la cadena de suministro y la transparencia y la colaboración a lo largo de la cadena de valor. Con la seguridad del suministro, la Ley de Chips retoma una cuestión crucial para el éxito de la transformación ecológica y digital.

 

          3.1.2.    En este sentido, el CESE celebra que se reconozca como un problema la dependencia de proveedores de terceros países, en particular en los ámbitos del diseño, la fabricación, el empaquetado, los ensayos y el montaje.

 

          3.1.3.    El CESE señala que la Ley de Chips apenas contribuirá a resolver los problemas de las cadenas de suministro, cuyos efectos pueden apreciarse actualmente, por ejemplo, en el sector automovilístico. Por tanto, debería profundizarse más en el segmento de los chips muy utilizados hoy en día y en el futuro tanto en la industria automovilística como en el sector de los electrodomésticos y la ingeniería mecánica, es decir, sobre todo los semiconductores de más de 16 nm, y deberían desarrollarse medidas específicas sobre cómo aumentar la resiliencia a las crisis de este segmento. Esto no solo reforzará la actual industria de fabricación de semiconductores en Europa y contribuirá a su modernización, sino que también beneficiará, a través de la mejora de la seguridad del suministro, a las industrias manufactureras europeas dependientes de los chips.

 

          3.1.4.    El CESE acoge favorablemente el objetivo de reforzar la posición de Europa en el mercado a través de una mejor interconexión a lo largo de la cadena de valor y, en particular, centrando la atención en aquellos segmentos que entrañan mayores costes y riesgos.

 

          3.1.5.    En términos generales, el CESE acoge con satisfacción las medidas propuestas, así como de los requisitos que se imponen a los Estados miembros y a la industria.

 

          3.1.6.    El CESE lamenta que sobre todo estas últimas fases del proceso de producción, es decir, el empaquetado, los ensayos y el montaje, no sean objeto de una atención exhaustiva en la Ley de Chips y, por tanto, sigan constituyendo puntos vulnerables en el ecosistema.

 

          3.1.7.    El CESE lamenta en este sentido que el ecosistema de la microelectrónica no se refleje adecuadamente en la Ley de Chips, que prefiere centrarse en el segmento de vanguardia.

 

          3.1.8.    El CESE considera que ha perdido relevancia la cuestión del tamaño de la estructura, es decir, en particular el número de nanómetros especificado. Dado que, de todos modos, el número de nanómetros especificado ya no describe una dimensión física real (3), debería volver a debatirse si un enfoque centrado exclusivamente en los nanómetros sigue siendo razonable o si debería recurrirse a otros criterios complementarios más orientados a las necesidades concretas de las industrias consumidoras, pero que también reflejen los objetivos de la transformación ecológica y digital.

 

          3.1.9.    Así pues, la correspondiente estrategia debería centrarse en la cuestión relativa a qué necesidades industriales deberán satisfacerse en los próximos decenios para conservar y consolidar la competitividad de la industria europea. En particular, la estrategia no debe limitarse únicamente a los procesadores, sino que debe abordar todos los tipos de circuitos integrados e incluir asimismo los componentes pasivos y los materiales de empaquetado, así como la fabricación de máquinas, abarcando de este modo todo el espectro del ecosistema. Esta estrategia también debe abarcar la logística general, así como la seguridad del suministro de componentes básicos y materias primas fundamentales. Además, dado que los mercados de microelectrónica son muy dinámicos, esta Estrategia debe revisarse periódicamente en colaboración con los foros pertinentes de partes interesadas, para comprobar si sigue estando actualizada.

 

             3.1.10.            El CESE acoge con satisfacción que la propuesta también aborde firmemente los segmentos de los semiconductores que reducirán el consumo de energía en las industrias del futuro, como el sector de las TIC, y en particular los centros de datos y los proveedores de servicios en la nube.

 

             3.1.11.            El CESE celebra el reconocimiento de instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE. No obstante, pide a la Comisión que defina con mayor claridad los indicadores que se utilizan para evaluar que dichas instalaciones «tienen un claro impacto positivo en la cadena de valor de los semiconductores de la Unión a la hora de garantizar la seguridad del suministro y aumentar el número de trabajadores cualificados».

 

             3.1.12.            El CESE también acoge con satisfacción que se conceda la posibilidad de revocar la decisión correspondiente si se pone de manifiesto que la solicitud de este estatus se basó en información falsa o que entretanto haya quedado obsoleta. La Comisión debe velar por una supervisión sin fisuras para garantizar el cumplimiento de las normas.

 

             3.1.13.            En principio, el CESE acoge favorablemente que se faculte a las autoridades designadas de los Estados miembros para recabar información de la industria que les permita tener una visión general tanto de las cadenas de suministro y de valor como de sus principales agentes. Sería deseable que la consulta fuera uniforme en toda la UE, de modo que las empresas no tuvieran que volver a alinearse en cada Estado miembro. Esto reduciría al mínimo la burocracia. Para ello, es en efecto razonable considerar que las instalaciones de producción integrada y las fundiciones abiertas de la UE son de interés público. Del mismo modo, es razonable que se anime a los Estados miembros a crear programas nacionales de apoyo y procedimientos de autorización. Dado que la información obtenida puede tener carácter sensible, es importante tratarla de forma confidencial. En particular, debe existir transparencia en cuanto a lo que ocurre con los datos solicitados.

 

             3.1.14.            El CESE acoge con satisfacción que se aborde específicamente la escasez de capacidades, con especial atención a la necesidad de hacer que el ecosistema de los semiconductores sea más atractivo para los nuevos talentos y a la clara necesidad de formación continua de la actual mano de obra en el sector para superar la brecha tecnológica. Sin embargo, para este último grupo las medidas propuestas no tienen un alcance suficiente, y deberían ponerse en marcha programas de garantía de empleo más específicos.

 

             3.1.15.            El CESE celebra el anuncio de la creación de un Consorcio Europeo de Infraestructuras de Chips y pide tanto a su coordinador como a la Comisión que garanticen la representatividad de la composición del Consorcio y, en particular, que estén representados en este todos los sectores del ecosistema de los semiconductores.

3.2.   Respuesta a las crisis: la transparencia y la priorización de productos como instrumentos útiles de apoyo a la seguridad de la cadena de suministro

          3.2.1.    En líneas generales, el CESE acoge con satisfacción la propuesta de creación de una caja de herramientas para garantizar la resiliencia frente a las fluctuaciones del mercado mundial. Estas herramientas serán adecuadas para aumentar la transparencia a lo largo de la cadena de valor y, de esta forma, contribuir a mejorar la seguridad del suministro.

 

          3.2.2.    En particular, el sistema de alerta temprana ayudará a anticipar los cuellos de botella y a preparar las contramedidas adecuadas si todos los agentes cumplen sus obligaciones y existe la confianza necesaria en el tratamiento prudente de la información. En este sentido, debe garantizarse que todos los sectores y partes interesadas dispongan de vías de notificación y, en particular, que se pongan mecanismos adecuados a disposición de las empresas y los interlocutores sociales.

 

          3.2.3.    La posibilidad de priorizar los pedidos estratégicamente relevantes en instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE, así como en instalaciones de producción que hayan aceptado esta opción a cambio de ayudas estatales, puede ser un medio adecuado para garantizar la seguridad del suministro, pero equivale al mismo tiempo a una intervención en el mercado. Por ello, se pide a la Comisión que defina con mayor claridad en qué situaciones esto es adecuado y previsible.

 

          3.2.4.    En el caso de la contratación pública, los proyectos de compras comunes pueden representar asimismo un complemento razonable que permitirá disponer de materias primas y productos finales a los que los Estados miembros no podrían acceder individualmente, o para los que solo dispondrían de un acceso limitado.

 

          3.2.5.    Sin embargo, junto a estos mecanismos, la Comisión y los Estados miembros deberían considerar también el almacenamiento de reservas estratégicas tanto de materias primas fundamentales como de determinados tipos de chip —seleccionados sobre la base de criterios transparentes—, con el fin de garantizar la seguridad del suministro en sectores críticos. Dada la multitud y variedad de requisitos de los chips y la rapidez del desarrollo tecnológico, la Comisión debería desarrollar criterios claros y transparentes para decidir si el almacenamiento estratégico tiene sentido y, en caso afirmativo, cuándo recurrir a él.

3.3.   Una evaluación de riesgos integral debe contemplar todo el ecosistema

          3.3.1.    El CESE celebra que deba realizarse una evaluación de riesgos para todos los sectores del ecosistema y para toda la cadena de valor, es decir, también en lo que respecta en particular a las fuentes de materias primas procedentes de terceros países.

 

          3.3.2.    Sin embargo, el CESE hace hincapié en que una evaluación de riesgos orientada a la búsqueda de soluciones también requiere una reducción estratégicamente controlada de las dependencias críticas, con el fin de aumentar la resiliencia de la Unión Europea. Por tanto, la Comisión debe debatir con los Estados miembros sobre cómo diversificar las fuentes de suministro y, en particular, cómo reciclar mejor las materias primas fundamentales para la microelectrónica en el marco de una economía circular industrializada. Para ello, es necesario debatir sobre cómo crear las infraestructuras necesarias —por ejemplo las instalaciones de desmontaje—, qué requisitos es necesario imponer a los productos para una economía de reciclaje lo más amplia e industrializada posible y qué certificaciones son razonables y practicables para permitir un reciclaje de materias primas lo más inmediato y completo posible.

 

          3.3.3.    El CESE también subraya que el apoyo a las instalaciones de producción europeas ayudará a alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo. No solo se acortarán las cadenas de suministro y las rutas de transporte. La inversión en tecnologías de producción avanzadas también reducirá el impacto ambiental y permitirá atender a un uso óptimo de las materias primas, al reciclaje más amplio posible de los residuos y a un tratamiento eficiente del agua potable. De este modo, en la producción de última generación no solo se presta atención a la mejora de la eficiencia energética, sino también a la huella ambiental.

 

          3.3.4.    El CESE subraya asimismo que el apoyo a las instalaciones de producción europeas mejorará el cumplimiento de las normas sociales mínimas, como las consagradas en la Carta Social Europea o en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, mejorando así la huella social.

 

          3.3.5.    El CESE destaca que para lograr la resiliencia estratégica de la industria europea es necesario tener en cuenta todo el ecosistema de los semiconductores. El principio «del laboratorio a la fábrica» presentado por la Comisión se queda demasiado corto, ya que la cadena de valor no termina en la fabricación y, por tanto, solo resulta parcialmente adecuado para lograr que el mercado europeo dependa menos de los riesgos globales. Si no se aborda específicamente la etapa de empaquetado, ensamblado y prueba de la cadena de valor, el riesgo de, por ejemplo, catástrofes naturales o interrupción de las rutas de transporte —que la actual crisis de suministro ha propiciado—, se mantiene desproporcionadamente elevado. Como se señala en la Ley de Chips de la Comisión, la cuota de mercado de la Unión en el segmento del empaquetado es tan solo de un 5 %, es decir, incluso notablemente inferior a la cuota de mercado de la industria en su conjunto.

 

          3.3.6.    El CESE hace hincapié en que una visión integral del ecosistema que incluya los procesos de empaquetado, ensamblado y prueba contribuye asimismo al cumplimiento del Pacto Verde Europeo. De hecho, desde el punto de vista ecológico, no es razonable mantener la etapa de fabricación en Europa para luego enviar los productos a terceros países, probarlos y empaquetarlos allí y, a continuación, volver a importarlos a la Unión. Aparte del balance ecológico, las cadenas de valor tan prolongadas son mucho más vulnerables a los riesgos, y debe encontrarse el equilibrio adecuado en el sentido de una autonomía estratégica abierta, de modo que se alcance la resiliencia sin correr el riesgo de quedar aislados del mercado mundial.

 

          3.3.7.    Por lo tanto, el CESE recomienda, sobre todo con el fin de evitar segmentaciones geográficas no deseadas o concentraciones de determinados segmentos de mercado más rentables o con mayores costes, que se examine mejor el papel de toda la cadena de suministro y, en particular, que en la estrategia de semiconductores se conceda más espacio a los procesos de empaquetado, ensamblado y prueba dentro de la Unión.

 

          3.3.8.    Por ello, el CESE anima a que se examinen las tecnologías de empaquetado más innovadoras que sean adecuadas para utilizarse de un modo rentable y energéticamente eficiente en Europa, y a que se les dedique una atención adicional para que, de esta forma, la Unión reduzca su dependencia de los riesgos y fluctuaciones del mercado a nivel mundial.

3.4.   La cofinanciación como medida razonable para la reducción de riesgos y costes

          3.4.1.    El CESE acoge con satisfacción que los criterios mencionados permitan las ayudas estatales, especialmente si, en caso contrario, las instalaciones en cuestión no estuvieran disponibles en la Unión o solo lo estuvieran de forma limitada, y si estas revisten un interés estratégico especial.

 

          3.4.2.    El CESE también acoge favorablemente que deba preverse la viabilidad a largo plazo de las instalaciones sin más ayudas estatales, así como el firme compromiso de contribuir a la innovación en el ecosistema de los semiconductores de la Unión también a largo plazo.

 

          3.4.3.    El CESE destaca que los efectos de los incentivos deben ser realmente mensurables y que debe evitarse la cofinanciación de actividades ya planificadas, con el fin de garantizar que los fondos dispuestos tengan realmente un efecto positivo en la innovación y el empleo en todo el ecosistema de los semiconductores.

 

          3.4.4.    No obstante, el CESE echa en falta criterios que vayan más allá, sobre todo porque deben poder cubrirse hasta el 100 % déficits de financiación justificables. Aquí también deben desempeñar un papel importante los criterios de política social, como la postura de la empresa en cuestión respecto del diálogo social y la negociación colectiva, la colaboración prioritaria con proveedores con sede en la Unión y el número de puestos de trabajo adicionales sostenibles creados gracias a las inversiones, así como la calidad de las condiciones de trabajo.

 

          3.4.5.    El CESE anima a que no se concentre la financiación en determinados segmentos del ecosistema de los semiconductores, sino que, junto a los criterios mencionados, se preste atención a un equilibrio del apoyo financiero a lo largo de la cadena de valor.

3.5.   Competencias y medidas de capacitación como motores adicionales de innovación

          3.5.1.    El CESE se congratula de que la Ley de Chips incluya un enfoque centrado en las competencias y la capacitación. Las inversiones públicas dirigidas a la formación y el perfeccionamiento profesional, así como fundamentalmente a la adquisición de capacidades y el reciclaje profesional, son cruciales para el éxito de la transformación ecológica y digital. Sin embargo, llama la atención que el enfoque esté muy orientado a los trabajadores altamente cualificados y se centre especialmente en los programas de posgrado, lo que sin duda resulta crucial para el éxito del salto tecnológico a un segmento de semiconductores de menos de 10 nm. No obstante, esto no puede llevarnos a obviar que, para mejorar el arraigo industrial del ecosistema, se deben facilitar las oportunidades de acceso, en particular, a los trabajadores que no se consideran altamente cualificados.

 

          3.5.2.    El ecosistema de los semiconductores debe ser más atractivo para los trabajadores. Para ello se recomienda que, además de ofrecer programas de posgrado atractivos, se adopte un enfoque que tenga en cuenta todo el sistema educativo. El ecosistema debe promoverse ya desde los centros de educación secundaria, por ejemplo mediante una revisión de los programas de las materias científicas para que aborden las necesidades específicas del ecosistema. Esto permite planificar con tiempo la carrera profesional y tomar las decisiones correspondientes. Un acceso simplificado a prácticas de alta calidad, remuneradas y basadas en las necesidades, actividades de aprendizaje por observación y programas de tutoría en el sector, así como a oportunidades de información profesional actualizadas, también podría aumentar el atractivo del sector.

 

          3.5.3.    Por último, también se ha de abordar la formación de los trabajadores ya empleados en el ecosistema de los semiconductores en el uso de nuevos métodos de producción y los requisitos específicos de diseño y producción de semiconductores de menos de 10 nm, para hacer posible una transición fluida a la próxima generación tecnológica. En este sentido, cabe celebrar la creación de una Red Europea de Centros de Competencias, en la cual se debe prestar atención a la oferta de medidas específicas dirigidas al perfeccionamiento profesional de los trabajadores actualmente empleados en el sector.

 

          3.5.4.    Con objeto de garantizar el éxito de la transformación ecológica y digital, debe prestarse una atención específica a la mejora continua de las capacidades y el reciclaje profesional de quienes trabajan en sectores y regiones sometidos actualmente o en el futuro a un cambio estructural. Una política industrial activa debería fijarse el objetivo de centrar su atención particularmente en las regiones afectadas por la desindustrialización y la emigración desproporcionada de personas en edad laboral e incentivar las inversiones en estas regiones. Además, es necesario debatir sobre cómo se pueden combinar las medidas de perfeccionamiento y reciclaje profesionales con el trabajo a tiempo parcial o las prestaciones por desempleo, y sobre cómo se puede ofrecer a los trabajadores afectados la posibilidad de participar en las medidas de reciclaje profesional pertinentes en empresas de transferencia dado el caso.

 

          3.5.5.    También se ha de animar a los Estados miembros a que establezcan por su parte los programas correspondientes y a que los integren en sus estrategias nacionales de capacitación.

Bruselas, 15 de junio de 2022.

La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo

Christa SCHWENG


(1)  COM(2022) 46 final.

(2)  COM(2022) 45 final.

(3)  https://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.jsp?tp=&arnumber=9063714.


«LEY EUROPEA DE CHIPS» - DICTAMEN DEL COMITÉ ECONÓMICO Y SOCIAL EUROPEO Y DE LA COMISION CONSULTIVA DE LAS TRANSFORMACIONES INDUSTRIALES.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@hotmail.com   

Resumen   

La principal Conclusión del Dictamen del Comité Económico y Social Europeo, CESE, sobre la Ley Europea de Chips es acoger con satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de los semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de suministro y reducir las dependencias externas. La Ley Europea de Chips representa una oportunidad única para que todos los Estados miembros de la UE actúen juntos con el objetivo de reforzar la base tecnológica.Industriales 

Igualmente, el Dictamen complementario de la Comision Consutliva de las Transformaciones Industriales, CCMI, sobre la misma Ley Europea de Chips, en particular sobre el Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de material de defensa y aeroespacial apoya plenamente los ambiciosos objetivos de la Ley Europea de ChipsEl CESE cree que los semiconductores son una pieza central de la geopolítica moderna y del liderazgo tecnológico-industrial. Así pues, fomentar un ecosistema europeo de los semiconductores de última generación y unas cadenas de suministro resilientes es fundamental para la autonomía estratégica, la soberanía tecnológica, la resiliencia y la competitividad industrial de la Unión, también en los sectores estratégicos de la defensa y la industria aeroespacial. 

Si desea mayor información sobre estos temas,  consúltenos al correo electrónico:  cferreyros@hotmail.com

____________________________________________________________

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones sobre la «Ley Europea de Chips»

[COM(2022) 45 final]

(2022/C 365/05)

(2022/C …/05)

Ponente: Heiko WILLEMS

Consulta

Comisión Europea, 2.5.2022

Base jurídica

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

Sección de Mercado Único, Producción y Consumo

Aprobado en sección

1.6.2022

Aprobado en el pleno

15.6.2022

Pleno n.o

570

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

203/0/6

1.   Conclusiones y recomendaciones

      1.1.            El CESE acoge con satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de los semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de suministro y reducir las dependencias externas. La Ley de Chips representa una oportunidad única para que todos los Estados miembros de la UE actúen juntos con el objetivo de reforzar la base tecnológica.

 

      1.2.            Además de los tamaños de estructura pequeños (< 2 nm), deben tenerse en cuenta las necesidades de los clientes industriales y los puntos fuertes de la industria europea de semiconductores, en particular también en el ámbito de los semiconductores de potencia y sensores de tamaño considerablemente mayor. El dominio de tamaños de estructura menores no es el único determinante para el éxito del ecosistema de los semiconductores. Los requisitos específicos para la microelectrónica seguirán diferenciándose de forma constante y también se necesitará una variedad cada vez mayor de soluciones de chip diferenciadas que sean innovadoras, con independencia de su tamaño. El CESE recomienda, por tanto, un planteamiento holístico centrado de forma significativa en la capacidad de innovación para el ecosistema de los semiconductores.

 

      1.3.            A fin de mitigar la escasez de semiconductores a largo plazo, es importante el acceso a materias primas, entidades de investigación y desarrollo, propiedad intelectual y conocimientos especializados tecnológicos, así como la disponibilidad de mano de obra cualificada. Para ello, resultan necesarias inversiones privadas e importantes ayudas públicas. El CESE pide a la Comisión que concrete sus planes de inversión, especialmente en lo que se refiere a la financiación de las inversiones.

 

      1.4.            El CESE reconoce que el fomento de la industria de los semiconductores constituye un proyecto de futuro estratégico central para la Unión, que a largo plazo será determinante para la seguridad del suministro y el futuro de Europa como polo de innovación y centro económico. No obstante, la rentabilidad de estas instalaciones debe estar garantizada, como mínimo, a medio plazo para que las inversiones procedentes de fondos públicos resulten eficaces y sostenibles. Debe evitarse una carrera por las subvenciones, y los fondos han de gastarse de manera eficiente, sin crear situaciones de exceso de capacidad ni distorsiones del mercado.

 

      1.5.            El CESE está convencido de que el ecosistema europeo de semiconductores debe reforzarse, con miras a lograr una autonomía estratégica abierta. La cadena de valor de los semiconductores es una de las más globalizadas. Debido al alto grado de interdependencia entre países en el mercado de los semiconductores, el desarrollo de una cadena de valor cerrada en cada región del mundo no tendría sentido desde el punto de vista económico. Sin embargo, los segmentos tecnológicos que son especialmente vulnerables, a causa por ejemplo de preocupaciones geopolíticas o de su importancia estratégica, deberían recibir el apoyo necesario.

 

      1.6.            Esta interdependencia internacional también debe tenerse en cuenta respecto a las medidas de emergencia previstas. Al tiempo que la Comisión Europea aumenta la resiliencia de Europa, también debe reforzar las asociaciones internacionales.

 

         1.7.         El CESE deplora la ausencia de una evaluación de impacto.

 

        1.8.          El CESE desea llamar la atención sobre sus Dictámenes al respecto (1).

2.   Observaciones generales

      2.1.            En un mundo cada vez más digitalizado, los semiconductores son un componente esencial en una amplia variedad de ámbitos económicos y de la vida, tanto para la industria como para los consumidores. En los últimos años, el valor de los chips vendidos a nivel mundial ha aumentado constantemente, y para el año 2022 se prevé un crecimiento del 11 % (2). Además, sin los semiconductores no es posible alcanzar los objetivos de una transformación verde y digital. El progreso tecnológico en este ámbito posibilita innovaciones intersectoriales a lo largo de toda la cadena de valor.

 

      2.2.            La relevancia geopolítica de los semiconductores también va en aumento, La cadena de valor de los semiconductores es una de las más globalizadas. Ningún Estado cuenta con total autonomía respecto del proceso completo de creación de valor; más bien existe un alto grado de división del trabajo y de interdependencia entre países y regiones, debido a los elevados costes y a las complejas fases de producción. El CESE está convencido, por tanto, de que el desarrollo de una cadena de valor cerrada en cada región del mundo no tendría sentido desde el punto de vista económico. Antes bien, un análisis detallado de los puntos fuertes y débiles del ecosistema europeo de semiconductores debería servir de punto de partida para un debate sobre de qué manera una inversión bien orientada podría aumentar la resiliencia de Europa. Paralelamente, la Comisión Europea también debería reforzar las asociaciones internacionales en el ecosistema de los semiconductores para crear sinergias. Sin embargo, los segmentos tecnológicos que son especialmente vulnerables, a causa por ejemplo de preocupaciones geopolíticas o de su importancia estratégica, deberían recibir el apoyo necesario, tanto desde el punto de vista financiero como político.

 

      2.3.            Teniendo en cuenta las crecientes tensiones geopolíticas y las situaciones de escasez a lo largo de la cadena de valor de los semiconductores, algunas regiones económicas ya están procediendo con inversiones masivas. Con el «CHIPS for America Act», los Estados Unidos planifican inversiones por valor de 52 000 millones de dólares estadounidenses (USD) en el período comprendido entre 2021 y 2026, así como la eliminación de dependencias críticas (3). China ve el sector de los semiconductores como un sector clave para la orientación estratégica de China, y quiere movilizar de aquí a 2025 aproximadamente 150 000 millones USD (4). El objetivo de China es garantizar para entonces el 70 % de su demanda mediante el autoabastecimiento. Sin embargo, queda por ver si este objetivo es realista.

 

      2.4.            Habida cuenta de la situación geopolítica, el CESE reconoce la necesidad urgente de medidas de la Unión Europea en este ámbito, a fin de reducir las dependencias estratégicas y económicas. En la Brújula Digital (5), la Comisión definió el objetivo de que, para 2030, la producción de semiconductores de vanguardia y sostenibles en Europa suponga al menos el 20 % de la producción mundial. La propuesta del «Itinerario hacia la Década Digital» para 2030 (6) ha reafirmado esta ambición. El CESE acoge con satisfacción el objetivo de la Comisión Europea de reforzar el ecosistema de los semiconductores, aumentar sustancialmente la resiliencia y la seguridad de suministro y reducir las dependencias externas, y apoya el objetivo de desempeñar un papel importante en el ecosistema de semiconductores en todo el mundo.

 

      2.5.            El CESE señala que los 43 000 millones EUR previstos por la Comisión Europea no son «nuevos fondos». El grueso del presupuesto ya está asignado, por ejemplo en Horizonte Europa y el programa Europa Digital, y solo se reasignará. Los 43 000 millones EUR solo pueden alcanzarse con importantes inversiones privadas, que aún habrá que conseguir. Esto contrasta claramente con los 52 000 millones USD aportados por los Estados Unidos. Al mismo tiempo, el CESE señala la necesidad de evitar una carrera de subvenciones y de gastar el dinero de manera eficiente.

 

      2.6.            El CESE lamenta la ausencia de una evaluación de impacto de la Comunicación y sus propuestas conexas.

3.   Observaciones específicas

      3.1.            A continuación, el CESE valora aspectos específicos de los objetivos estratégicos de la estrategia europea sobre los chips.

3.2.   Inversión basada en políticas

         3.2.1.      A fin de alcanzar los objetivos de la estrategia sobre los chips, la Comisión quiere movilizar un total de alrededor de 43 000 millones EUR de inversión pública y privada. Este incluye la inversión pública de 11 000 millones EUR para la iniciativa Chips para Europa. Asimismo, la Comisión apuesta por la combinación de distintas medidas, como la aportación de capital propio, un Fondo de Chips de 2 000 millones EUR, préstamos del BEI y recursos de las medidas dirigidas a la microelectrónica incluidas en los planes de recuperación y resiliencia, así como de fondos nacionales o regionales. Además, la Comisión destaca las ayudas para la innovación y la investigación industriales a través de los proyectos importantes de interés común europeo (PIICE). El CESE apoya, en principio, los ambiciosos planes de inversión. Sin embargo, los detalles de su financiación siguen sin estar claros. El CESE pide a la Comisión que concrete las inversiones previstas.

3.3.   Reforzar el liderazgo en materia de investigación y tecnología

         3.3.1.      En el programa marco de investigación Horizonte Europa ya se establece el objetivo de fomentar las tecnologías de próxima generación. El CESE apoya expresamente este objetivo. El objetivo de la Comisión Europea es que las futuras actividades de investigación que apoyará la Empresa Común Chips contribuyan a reforzar las futuras necesidades de las industrias verticales y a garantizar que se abordan los retos sociales y medioambientales.

 

         3.3.2.      La Comisión quiere que las labores de investigación se centren en las tecnologías para obtener tamaños de transistores inferiores a 2 nm, tecnologías disruptivas para la inteligencia artificial (IA), procesadores de potencia ultrabaja y eficientes desde el punto de vista energético, materiales nuevos, así como la integración heterogénea y 3D de distintos materiales, y nuevas soluciones de diseño. El CESE acoge con satisfacción este planteamiento y lo apoya en principio. Europa ofrece una situación de partida óptima como polo de investigación. Mediante la creación de propiedad intelectual específica para la cadena de valor europea de los semiconductores, entre otros, sobre la base del enfoque RISC-V de código abierto, deben seguir mejorándose las competencias de las soluciones de semiconductores para un gran número de sectores importantes.

 

         3.3.3.      El CESE valora positivamente el fomento de la integración de funciones clave, un consumo sostenible de energía, una mayor potencia computacional o tecnologías disruptivas como los chips neuromórficos e integrados para IA, la fotónica integrada, gráficos y otras tecnologías basadas en materiales en 2D. Además de los tamaños de estructura pequeños (< 2 nm), también deben tenerse en cuenta las necesidades de los clientes industriales y los puntos fuertes de la industria europea de semiconductores, en particular en el ámbito de los semiconductores de potencia y sensores de tamaño considerablemente mayor. Aunque tecnologías como la IA, el aprendizaje automático, la 5G y 6G y la informática de alto rendimiento requieren soluciones de chip de 5 nm y más pequeñas, la producción industrial sigue necesitando una gran cantidad de chips especializados con estructuras considerablemente mayores. Por lo tanto, Europa no debería centrarse exclusivamente en los tamaños de estructura más pequeños. El CESE está convencido de que el dominio de tamaños de estructura menores (< 10 nm) no es el único determinante para el éxito del ecosistema de los semiconductores. Más bien, en el futuro, los requisitos específicos para la microelectrónica seguirán diferenciándose de forma constante y se necesitarán cada vez más soluciones de chip diferenciadas que también sean innovadoras, con independencia de su tamaño. El CESE recomienda, por tanto, un planteamiento holístico, que se centre ante todo en el potencial innovador del ecosistema de los semiconductores.

 

         3.3.4.      El CESE apoya la investigación de chips cuánticos y acoge con satisfacción que se pongan a disposición para tal fin recursos procedentes del buque insignia de las tecnologías cuánticas en el marco de Horizonte Europa.

3.4.   Liderazgo en materia de diseño, fabricación y embalaje

         3.4.1.      El CESE acoge favorablemente el objetivo de reforzar la tecnología de los semiconductores y las capacidades de innovación en la UE y de fomentar un ecosistema de semiconductores dinámico y resiliente. Hay que valorar positivamente el enfoque holístico, que contempla no solo a los actores de la innovación tecnológica, sino también a las industrias proveedoras y usuarias. El CESE destaca que debe reforzarse toda la cadena de valor y el ecosistema de los semiconductores, dado que, además de los chips, la competencia en materia de materiales y de procesos, incluido el embalaje, desempeña un papel fundamental a la hora de posibilitar nuevas tecnologías de semiconductores. Es importante una colaboración estrecha entre los agentes de la oferta y los de la demanda, con el asesoramiento de la Alianza sobre tecnologías de procesadores y semiconductores junto con otras partes interesadas. El CESE recomienda avanzar rápidamente con la iniciativa. No obstante, en última instancia, la aplicación concreta de las medidas determinará si son eficaces y si se producen también de hecho las inversiones esperadas.

 

         3.4.2.      La Comisión Europea tiene intención de crear una infraestructura de diseño para tecnologías de semiconductores integradas. Todas las partes interesadas, incluidas las pymes, deben poder tener acceso a la infraestructura. El CESE acoge con satisfacción que deban establecerse disposiciones claras en materia de derechos de propiedad intelectual. Esto resulta decisivo para el éxito de una plataforma de este tipo con elevadas inversiones en investigación. Asimismo, el CESE considera que la participación y, ante todo, la puesta a disposición de diseños deben tener carácter voluntario. El concepto de cooperación y creación de sinergias, también a nivel internacional, es muy positivo. No obstante, también resulta determinante en este caso la aplicación concreta. La plataforma solo tendrá éxito si existe una gran voluntad de participación por parte de los diferentes agentes del mundo académico, la investigación, las universidades, el desarrollo de productos y la industria.

 

         3.4.3.      El CESE acoge con satisfacción la intención de crear líneas piloto innovadoras para crear prototipos basadas en líneas piloto existentes. Su vinculación con la plataforma de infraestructura de diseño también parece conveniente.

 

         3.4.4.      La industria de los semiconductores produce una serie de productos de alta tecnología importantes para un gran número de aplicaciones. Esta variedad de productos está integrada en mercados internacionales. Por lo tanto, el CESE subraya que cualquier esfuerzo en materia de certificación debe basarse en normas y estándares internacionales. En este contexto, resulta importante una estrecha cooperación con los fabricantes, los usuarios y los socios internacionales. Recientemente, la industria de los semiconductores ha estado en el centro de tensiones comerciales regionales y fricciones en la cadena de suministro. En combinación con las ambiciones de los agentes económicos emergentes, esto genera planteamientos a nivel nacional y regional en cuanto a la normalización y tensiones en la normalización internacional, en el establecimiento de normas internacionales y en los sistemas de certificación vinculados. La UE debe hacer todo lo posible por desarrollar normas impulsadas por el mercado que puedan traducirse en normas internacionales. Para este fin, es de vital importancia la cooperación tanto dentro de la UE como con los socios internacionales.

 

         3.4.5.      El CESE comparte la valoración de la Comisión de que es probable que la inversión privada en instalaciones de semiconductores avanzadas requiera importantes ayudas públicas. En este contexto, en la ponderación en materia de ayudas estatales, la Comisión pretende, de conformidad con el artículo 107, apartado 3, letra c), del TFUE, basarse en el carácter pionero de las instalaciones de producción, y anuncia que sería posible el uso de recursos públicos para cubrir incluso hasta el 100 % de un déficit de financiación probado si, en su defecto, Europa no dispusiera de estas instalaciones. El CESE reconoce que el fomento de la industria de los semiconductores constituye un proyecto de futuro estratégico central para la Unión, que a largo plazo será determinante para la seguridad del suministro y el futuro de Europa como polo de innovación y centro económico. Al mismo tiempo, el CESE señala que la concesión de ayudas estatales significativas —de hasta el 100 %— financiadas por los contribuyentes podría dar lugar a inversiones que no son viables desde el punto de vista comercial y repercutir negativamente en el mercado. Si las correspondientes cuotas de subvenciones y los fondos correspondientes son demasiado elevados y cubren cualquier riesgo económico, podrían darse como resultado unas condiciones de competencia desleales. El CESE señala asimismo el riesgo de que se produzcan costosas carreras de subvenciones entre países, principalmente cuando el emplazamiento de las instalaciones avanzadas de semiconductores no se haya seleccionado de forma óptima. El CESE remite a la Comunicación de la Comisión titulada «Una política de competencia adaptada a los nuevos retos» (7), en la que se deja claro que estas ayudas tendrían que estar sujetas a sólidas salvaguardias y que los beneficios deben compartirse ampliamente y sin discriminación en toda la economía europea. El CESE reconoce que el principio del carácter pionero crea condiciones atractivas para la creación de nuevas instalaciones, que pueden tener a su vez un efecto catalizador en otros agentes económicos. No obstante, en última instancia la rentabilidad de estas instalaciones debe estar garantizada, como mínimo, a medio plazo para que las inversiones procedentes de fondos públicos resulten eficaces. Únicamente de este modo puede evitarse el peor caso: el de una fábrica de semiconductores infrautilizada que genera diariamente costes millonarios.

3.5.   Facilitar la inversión privada

         3.5.1.      El CESE considera positiva la creación del denominado «Fondo de Chips». Cabe celebrar que facilite a las empresas, en particular a las pymes y las empresas emergentes, el acceso a recursos de financiación adecuados.

3.6.   Abordar la grave escasez de capacidades profesionales

         3.6.1.      La digitalización y el cambio tecnológico requieren una educación y formación permanentes. El CESE pide a la Comisión y a los Estados miembros que atajen las carencias de cualificaciones en los sectores digitales clave a fin de poder responder a la elevada demanda de personal cualificado, tanto con titulación universitaria como sin ella, principalmente en el ámbito de las CTIM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas). A este respecto, debe preparase el terreno ya en la escuela. En el afianzamiento de la orientación profesional y en materia de estudios deben sentarse además las bases para el aprendizaje permanente. En este contexto, también resulta fundamental en particular la promoción estructural de una mayor participación de las mujeres en el sector de la tecnología de la información (TI) mediante programas para la mejora de las competencias digitales. Las empresas también deben contribuir a ello ofreciendo a las mujeres la posibilidad de mejorar sus conocimientos de TI mediante una variedad de programas y formación para las competencias digitales. En este ámbito, son pioneras iniciativas a nivel de la Unión y a nivel de los Estados miembros que pretenden el afianzamiento de más mujeres en la digitalización, como por ejemplo WomenTechEU (8) o SheTransformsIT (9). Es preciso intensificar la cooperación entre las iniciativas nacionales y las iniciativas europeas.

3.7.   Comprensión de las cadenas de suministro mundiales y anticipación de futuras crisis

         3.7.1.      El CESE elogia el enfoque estratégico de registrar y evaluar las posibles situaciones de escasez en la cadena de suministro de los semiconductores. El seguimiento es un instrumento importante para evaluar y prever tendencias y acontecimientos que puedan provocar interrupciones en la cadena de suministro de los semiconductores. La Comisión Europea ya está llevando a cabo una encuesta entre las partes interesadas (10) con respecto al ecosistema de los semiconductores. El objetivo es recopilar información sobre la demanda actual de chips y obleas, así como previsiones comerciales concretas para la demanda futura. Esto constituye también una contribución al tercer pilar de la Ley de Chips y a las medidas inmediatas iniciales. No obstante, el CESE pide a la Comisión que trate los resultados de esta encuesta de forma estrictamente confidencial, dado que junto con la pregunta relativa a la producción concreta de semiconductores se solicitan datos sensibles y, en determinadas circunstancias, secretos comerciales. Por lo tanto, es importante que dichas encuestas sean voluntarias y que estos datos sensibles se traten con la máxima confidencialidad.

 

         3.7.2.      El CESE considera que las medidas previstas en caso de interrupciones son muy amplias. El establecimiento de prioridades de pedidos para sectores críticos, los programas de adquisición comunes o los controles de exportación constituyen intervenciones profundas en el mercado que deben reservarse para situaciones absolutamente excepcionales. En el contexto de un ecosistema basado en el mercado, unas cadenas de valor globalizadas y un alto nivel de interdependencia entre las distintas regiones del mundo, la intervención estatal debe limitarse al mínimo necesario. La Comisión debería exponer con más detalle las condiciones previas de las medidas previstas. El CESE critica, asimismo, que el «consejo de semiconductores», que debe adoptar decisiones sobre las medidas, esté compuesto exclusivamente por representantes de los Estados miembros y de la Comisión, y no incluya a los agentes económicos e interlocutores sociales pertinentes.

3.8.   Cooperación internacional

         3.8.1.      Debido a la interdependencia mundial del ecosistema de los semiconductores, deben coordinarse a escala internacional los esfuerzos por reforzar la industria de los semiconductores, por ejemplo en el marco del G7 y el G20, para apoyar toda la cadena de valor de los semiconductores y crear sinergias. El CESE aboga por un acceso al mercado en igualdad de condiciones y unas condiciones de competencia equitativas. Aquí se incluyen la eliminación recíproca de obstáculos a la inversión y la prevención de nuevas restricciones comerciales como medidas de represalia. Deben desarrollarse estrategias conjuntas en estrecha coordinación con la industria y los interlocutores sociales para salvaguardar la cadena de suministro de los semiconductores, incluidos los equipos, materiales y materias primas. El desarrollo de normas europeas impulsadas por el mercado y consensuadas, con el fin de trasladarlas al ámbito internacional, así como la cooperación internacional en materia de normalización, también son fundamentales para lograr economías de escala que beneficien a los usuarios finales con productos asequibles y de alta calidad.

Bruselas, 15 de junio de 2022.

La Presidenta del Comité Económico y Social Europeo

Christa SCHWENG


(1)  Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establece un marco de medidas para reforzar el ecosistema europeo de semiconductores (Ley de Chips) [COM(2022) 46 final — 2022/32 (COD)] (véase la página 34 del presente Diario Oficial), Dictamen del Comité Económico y Social Europeo -sobre la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se modifica el Reglamento (UE) n.o 1305/2013 en lo que respecta a una medida específica destinada a proporcionar ayuda temporal excepcional en el marco del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en respuesta a las repercusiones de la invasión de Ucrania por parte de Rusia [COM(2022) 242] (véase la página 40 del presente Diario Oficial) y Dictamen de la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI) sobre la Ley Europea de Chips: Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de material de defensa y aeroespacial (Dictamen complementario al presente Dictamen).

(2)  IC Insights: https://www.icinsights.com/news/bulletins/2022-Semiconductor-Sales-To-Grow-11-After-Surging-25-In-2021/.

(3)  Senate Passage of USICA Marks Major Step Toward Enacting Needed Semiconductor Investments - Semiconductor Industry Association (semiconductors.org).

(4)  A new world under construction: China and semiconductors | McKinsey.

(5)  COM(2021) 118.

(6)  COM(2021) 574.

(7)  COM(2021) 713 final.

(8)  Women TechEU (europa.eu).

(9)  Digitalisierung braucht mehr Frauen | SheTransformsIT.

(10)  https://ec.europa.eu/growth/news/stakeholder-survey-european-chip-demand-2022-02-16_en.


ANEXO

Dictamen de la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI) sobre la Ley Europea de Chips: Impacto de la Ley Europea de Chips en la fabricación de material de defensa y aeroespacial

(Dictamen complementario al Dictamen INT/984)

Ponente:

Maurizio MENSI

Coponente:

Jan PIE

Decisión del Pleno

18.1.2022

Base jurídica

Artículo 37, apartado 2, del Reglamento interno

 

Dictamen complementario

Sección competente

Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales (CCMI)

Aprobado en sección

13.5.2022

1.   Conclusiones y recomendaciones

      1.1.            El CESE cree que los semiconductores son una pieza central de la geopolítica moderna y del liderazgo tecnológico-industrial. Así pues, fomentar un ecosistema europeo de los semiconductores de última generación y unas cadenas de suministro resilientes es fundamental para la autonomía estratégica, la soberanía tecnológica, la resiliencia y la competitividad industrial de la Unión, también en los sectores estratégicos de la defensa y la industria aeroespacial. Por tanto, el CESE apoya plenamente los ambiciosos objetivos de la Ley Europea de Chips.

 

      1.2.            El CESE cree que para que la Unión logre sus ambiciosos objetivos en el ámbito de los semiconductores se necesitan más recursos de los actualmente contemplados. Con el fin de aprovechar de la mejor forma posible sus recursos limitados, la Unión también debería plantearse dar prioridad a determinadas tecnologías o segmentos de la cadena de valor y de acometer esfuerzos complementarios con socios afines.

 

      1.3.            El CESE está firmemente convencido de que la Ley Europea de Chips debería garantizar que, de manera especial, se proporcione a la defensa y a la industria aeroespacial un apoyo que se corresponda con su importancia estratégica y su condición de sectores críticos, con independencia de su tamaño como mercado. Esta necesidad debería reflejarse en todos los pilares de la iniciativa, en particular incentivando nuevos diseños de chips que se ajusten a los requisitos específicos de la defensa y la industria aeroespacial. Las medidas concretas conllevarían el acceso prioritario a las líneas piloto y la posibilidad de dar preferencia a los pedidos de los sectores críticos dirigidos a las instalaciones de producción integrada y a las fundiciones abiertas de la UE fuera del «modo de crisis».

 

      1.4.            En opinión del CESE, las partes interesadas industriales en el ámbito de los semiconductores y de sectores críticos situados en etapas posteriores de la cadena deberían ser miembros de pleno derecho del Consejo Europeo de Semiconductores y de sus órganos subsidiarios con el fin de garantizar la máxima coordinación entre los responsables políticos y los agentes del mercado correspondientes a todas las etapas de la cadena.

 

      1.5.            El CESE considera que hacen falta inversiones en la producción de chips en Europa, tanto de tecnologías avanzadas como maduras, a fin de garantizar unas cadenas de suministro resilientes para la fabricación de material de defensa y aeroespacial, y que se debería apoyar la innovación en relación con todos los tipos de semiconductores que necesita la industria europea.

 

      1.6.            En opinión del CESE, la estrategia de la Unión debería incluir medidas específicas para abordar el suministro de materias primas.

 

      1.7.            El CESE considera que, para evitar el perjuicio que conllevaría una carrera por las subvenciones, la financiación debería coordinarse en el ámbito de la Unión en la medida de lo posible, mientras que el mecanismo de control de las ayudas estatales que recoge el artículo 107 del TFUE debería ajustarse para garantizar la previsibilidad de la evaluación y la coherencia con otros objetivos de la Unión.

 

      1.8.            El CESE considera que deberían concederse ayudas estatales a las instalaciones de producción integrada y a las fundiciones abiertas de la UE que beneficien de forma directa a varios Estados miembros, y que las ayudas públicas podrían centrarse en iniciativas estrechamente relacionadas con aplicaciones ecológicas.

 

      1.9.            En opinión del CESE, la recopilación de datos para supervisar las cadenas de suministro y anticiparse a futuras crisis debería llevarla a cabo un solo organismo de la Unión.

 

        1.10.        El CESE aboga por implantar un marco de gestión de datos apropiado que abarque la transparencia de los datos, su interoperabilidad, su intercambio, su accesibilidad y su seguridad.

 

        1.11.        El CESE considera que, en tanto que sectores estratégicos, la defensa y la industria aeroespacial deberían tener prioridad a la hora de desarrollar procedimientos de certificación, y que la iniciativa Chips para Europa podría respaldar el desarrollo de normas militares y civiles conjuntas en el contexto de la Estrategia Europea de Normalización.

 

        1.12.        El CESE considera que la Ley Europea de Chips debe mantener una coherencia y una vinculación clara con todos los demás instrumentos políticos nacionales y de la Unión que presenten objetivos conexos, en particular con la Alianza Industrial sobre tecnologías de procesadores y semiconductores, el Observatorio de Tecnologías Críticas de la UE y la Alianza Europea sobre Materias Primas.

 

        1.13.        El CESE acoge favorablemente la Ley Europea de Chips y pide que se pongan en marcha sin demora las negociaciones sobre la iniciativa y que esta se aplique de forma rápida, ambiciosa y eficaz.

2.   Contexto general

      2.1.            En un mundo cada vez más digitalizado, los semiconductores son un componente esencial en numerosos ámbitos económicos y de la vida. Se emplean en todos los productos digitales, hacen posibles tecnologías clave del futuro como la inteligencia artificial, el 5G y la computación en la nube/perimetral, y sustentan las infraestructuras críticas en las que se apoyan nuestras sociedades.

 

      2.2.            Los semiconductores también son fundamentales para la fabricación de material de defensa y aeroespacial. Los sofisticados sistemas de los que dependen cada vez más las fuerzas armadas europeas y otros usuarios finales contienen chips de todo tipo, incluidos muchos de los que se encuentran en productos comerciales. Sin embargo, mientras que la producción de chips comerciales se centra en la rentabilidad económica en grandes volúmenes, la defensa y la industria aeroespacial requieren pequeños volúmenes y dan especial importancia a la durabilidad, la fiabilidad y la seguridad de la información. Los sectores de la defensa y la industria aeroespacial representaron en conjunto alrededor del 1 % del mercado mundial de chips en 2020 (1).

 

      2.3.            La aceleración de la transformación digital en todo el mundo está alimentando una demanda creciente de todo tipo de semiconductores en todos los sectores industriales, y se prevé que esta se duplique de aquí a 2030. La pandemia de coronavirus reforzó la demanda y trastornó las cadenas de suministro mundiales; desde entonces, todos los sectores industriales situados en etapas posteriores de la cadena se han visto afectados por importantes problemas de abastecimiento en todo el mundo. Esta situación ha dado lugar a elevados retrasos en las entregas, cancelaciones de pedidos y cierres de fábricas, con graves consecuencias económicas. Por ejemplo, para los fabricantes de la zona del euro la relación entre los índices de gestores de compras correspondientes a los nuevos pedidos y a los plazos de entrega de los proveedores se triplicó holgadamente entre 2019 y 2021, en especial en las industrias que utilizan semiconductores para la producción (por ejemplo, automoción y equipos tecnológicos), mientras que la producción de vehículos de motor en la zona del euro disminuyó en un 18,2 % entre noviembre de 2020 y marzo de 2021 (2).

 

      2.4.            Esta evolución ha puesto de manifiesto la dependencia de Europa de un pequeño número de proveedores extranjeros de chips y componentes, y su consiguiente vulnerabilidad a los trastornos en las cadenas de suministro. En concreto, los sectores de la defensa y la industria aeroespacial de la Unión han acusado esta vulnerabilidad de manera intensa. Incapaces de responder a la creciente demanda mundial e impulsados por una lógica de mercado, los fabricantes de chips dan prioridad a los mercados nacionales y a las industrias que demandan grandes volúmenes y desatienden al resto.

 

      2.5.            Los chips son un componente esencial para nuestras economías, por lo que los trastornos en las cadenas de suministro representan un reto de carácter económico y potencialmente social. Sin embargo, cuando se trata de sectores estratégicos como la defensa y la industria aeroespacial, la dependencia también se convierte en un problema de seguridad, al poner en peligro el abastecimiento de material de defensa y aeroespacial en la Unión.

 

      2.6.            Esto resulta extremadamente problemático en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas en el que los flujos comerciales y tecnológicos se utilizan como arma, lo que hace de los semiconductores un elemento crítico desde el punto de vista geopolítico. A raíz de ello, las principales economías están realizando grandes esfuerzos para aumentar su capacidad de producción y reducir sus dependencias. Por ejemplo, Estados Unidos tiene previsto invertir 52 000 millones de dólares en su ecosistema de semiconductores de aquí a 2026, China se ha propuesto movilizar 150 000 millones de dólares con el fin de alcanzar una autosuficiencia del 70 % en 2025 y Corea del Sur aspira a movilizar hasta 450 000 millones de dólares de inversión privada hasta 2030.

 

      2.7.            En este contexto, la Unión debe reducir urgentemente su dependencia, impulsar su competitividad e incrementar la seguridad en el suministro de chips reforzando su posición en las cadenas de suministro mundiales. Este objetivo cobra especial importancia para un sector estratégico como el de la defensa y la industria aeroespacial. Al mismo tiempo, la elevada complejidad, los costes y las barreras a la entrada en el mercado hacen que la autarquía en la producción de semiconductores no sea ni realista ni deseable. Por consiguiente, reforzar las asociaciones internacionales resultará determinante para mejorar la seguridad de abastecimiento europea.

 

      2.8.            En la Estrategia Industrial para 2020, la Comisión reconoció que los semiconductores son un área industrial estratégica en la que se deben abordar las dependencias europeas. En la Brújula Digital para 2021 se estableció el objetivo de duplicar la cuota europea de producción mundial de chips de vanguardia y sostenibles hasta el 20 % en 2030. En su discurso sobre el estado de la Unión de 2021, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunció la Ley Europea de Chips, dirigida a crear un ecosistema europeo de chips de última generación. Por último, en marzo de 2022, el Consejo Europeo reafirmó la importancia de esta iniciativa al pedir que se reduzcan las dependencias estratégicas de la Unión en ámbitos altamente sensibles, en particular el de los semiconductores.

3.   Observaciones generales

3.1.   Visión

         3.1.1.      Aunque Europa tiene una fuerte presencia en algunos segmentos de la cadena de valor de los chips (por ejemplo, I+D, equipos de fabricación), debe reforzar su posición a lo largo de toda la cadena. Por lo tanto, el CESE acoge favorablemente el objetivo de la Comisión Europea de aprovechar los puntos fuertes existentes para cerrar la brecha «de la investigación a la producción».

 

         3.1.2.      El CESE manifiesta su preocupación por que la estrategia de Europa no aborde con la suficiente profundidad la cuestión de las materias primas, que suponen una dimensión fundamental de la seguridad del suministro en la que Europa depende de terceros países para la adquisición de determinados insumos (por ejemplo, recubrimientos fotosensibles o silicio metálico). La Ley Europea de Chips debería incorporar medidas específicas para abordar este riesgo, en particular vínculos con la Alianza Europea sobre Materias Primas.

 

         3.1.3.      El CESE apoya sin fisuras el objetivo de impulsar la producción europea de semiconductores de vanguardia y sostenibles. Sin embargo, algunos sectores decisivos, como el de la fabricación de material de defensa y aeroespacial, también necesitan chips de generaciones anteriores. Por tanto, el CESE considera que es necesario invertir en la producción de chips de tecnologías tanto avanzadas como maduras con el fin de garantizar la resiliencia de las cadenas de suministro.

 

         3.1.4.      El CESE está firmemente convencido de que para apoyar el desarrollo de la capacidad tecnológica y la innovación a gran escala en el conjunto de la Unión es imprescindible una elevada participación de todo el ecosistema que abarque a las empresas emergentes, las empresas emergentes en expansión y las pymes además de a las compañías más grandes.

3.2.   Inversiones

         3.2.1.      Para alcanzar los objetivos de su Estrategia Europea de Chips, la Comisión cuenta con unos 43 000 millones de euros de inversión impulsada por políticas de aquí a 2030, incluidos 11 000 millones de euros de inversión pública en el marco de la iniciativa Chips para Europa. No obstante, es necesario aclarar mucho más las fuentes y las cuantías de la financiación, el uso de los créditos presupuestarios existentes y los objetivos que debe respaldar cada línea presupuestaria.

 

         3.2.2.      El CESE expresa sus dudas de que la cuantía de las inversiones públicas previstas en la Estrategia Europea de Chips, algunas de los cuales ya estaban comprometidas para acciones en el ámbito de la microelectrónica, se corresponda con este nivel de ambición. Los competidores industriales de la UE han dedicado, y continúan dedicando, un apoyo mucho mayor a sus ecosistemas de semiconductores, que ya están mejor posicionados en la cadena de valor mundial. Por ello, el CESE cree que se necesitan más recursos que los previstos actualmente para alcanzar los objetivos declarados de esta ambiciosa iniciativa, tanto en términos de cuota de mercado como de calendario. La reducción de la carga administrativa para acceder a esos recursos debería entenderse como una prioridad.

 

         3.2.3.      Para utilizar sus recursos limitados de la manera más eficiente, la Unión también debería plantearse dar prioridad a determinadas tecnologías o segmentos de la cadena de valor. En este sentido, la coordinación con socios afines podría garantizar la complementariedad y evitar la duplicación de esfuerzos.

 

         3.2.4.      El CESE también considera que las reasignaciones presupuestarias procedentes de Horizonte Europa y Europa Digital no deberían dejar a otras áreas prioritarias —como el espacio, la inteligencia artificial y la ciberseguridad— sin recursos suficientes para alcanzar sus propios objetivos específicos. Además, no deberían realizarse reasignaciones desde el Fondo Europeo de Defensa, dado que esto reduciría los ya limitados recursos que se destinan al sector estratégico de la defensa.

3.3.   Sectores críticos

         3.3.1.      La Ley Europea de Chips reconoce la importancia de los «sectores críticos», entre los que se encuentran el de la defensa y la industria aeroespacial, y dispone que reciban un trato prioritario en caso de trastornos significativos del suministro. El CESE acoge favorablemente este planteamiento estratégico, puesto que refleja el papel esencial de estos sectores en la seguridad y la resiliencia de nuestras sociedades.

 

         3.3.2.      Sin embargo, el CESE cree que la noción de «sectores críticos» debería tener reflejo en todos los pilares de la iniciativa. En particular, la iniciativa Chips para Europa debería incluir medidas específicas para respaldar los sectores críticos, incluido el acceso prioritario a las líneas piloto, mientras que las instalaciones de producción integrada y las fundiciones abiertas de la UE deberían reservar un mínimo de su capacidad de producción total para cubrir la demanda de estos sectores.

3.4.   Importancia estratégica de la defensa y la industria aeroespacial

         3.4.1.      El CESE está firmemente convencido de que la Ley Europea de Chips debería garantizar el apoyo a los sectores de la defensa y la industria aeroespacial conforme a su importancia estratégica y su condición de sectores «críticos». El apoyo debe tener en cuenta las características específicas de estos sectores, incluida su exigua cuota de mercado y su limitada capacidad para influir en las correspondientes inversiones y decisiones de mercado.

 

         3.4.2.      Dadas estas particularidades, garantizar la seguridad del suministro para estos sectores exige un equilibrio adecuado entre un planteamiento orientado al mercado y basado en el volumen y otro estratégico basado en la criticidad. Este equilibrio debería reflejarse, en particular, en la priorización relativa de los pedidos a las instalaciones de producción y en la asignación de productos tras las compras comunes, donde la fabricación de material de defensa y aeroespacial competiría con industrias mucho más grandes.

3.5.   Medio ambiente

         3.5.1.      El CESE considera que la Ley Europea de Chips debería estar en plena consonancia con el objetivo estratégico de la Unión de lograr una economía ecológica y sostenible en su territorio para 2030 y respaldar dicho objetivo. Con este fin, se debería reforzar la investigación sobre el impacto medioambiental de las iniciativas en materia de semiconductores para comprender en toda su dimensión el impacto medioambiental del conjunto de la cadena de valor, y no solo el comportamiento del producto final.

 

         3.5.2.      Por consiguiente, las ayudas públicas deberían centrarse en aquellas iniciativas en materia de semiconductores que estén estrechamente ligadas a aplicaciones ecológicas, en particular concediendo mejores condiciones para recibir apoyo público a las empresas que desarrollen ese tipo de productos.

3.6.   Gobernanza

         3.6.1.      Las partes interesadas del sector están mejor situadas que nadie para seguir las tendencias del mercado y evaluar las posibles soluciones a los trastornos de suministro. Por tanto, el CESE está firmemente convencido de que estas partes interesadas, en especial las de la industria de los semiconductores y de los sectores críticos, deberían implicarse de manera directa en la gobernanza de la Estrategia de Chips, en particular como miembros de pleno derecho del Consejo de Semiconductores y de sus subgrupos. La participación de los sectores de todas las etapas de la cadena también mejorará su coordinación mutua, lo que permitirá a la industria hacer frente a los trastornos de suministro sin una intervención significativa en el mercado.

3.7.   Coherencia

         3.7.1.      En el ámbito de la Unión, ya son varios los instrumentos políticos centrados en los chips, como Horizonte Europa, Europa Digital, la Alianza Industrial sobre Procesadores y Tecnologías de Semiconductores y el Observatorio de Tecnologías Críticas. La Alianza Europea sobre Materias Primas también trata temas relacionados. Para maximizar la eficacia y la eficiencia generales, estos instrumentos y la Ley Europea de Chips deben ser totalmente coherentes y estar claramente vinculados entre sí. Se requerirá coordinación entre las iniciativas de la Unión y los proyectos nacionales que los Estados miembros están elaborando activamente.

4.   Observaciones específicas

4.1.   Reforzar el liderazgo en materia de investigación y tecnología

         4.1.1.      El CESE acoge favorablemente la intención de la Comisión Europea de apoyar las tecnologías de última generación, como los transistores de menos de 2 nm, las tecnologías de inteligencia artificial disruptivas y los chips cuánticos. Estas tecnologías tienen un gran potencial para responder a las futuras necesidades de las industrias estratégicas, entre ellas la de defensa y la industria aeroespacial, por lo que es vital desarrollar y proteger rápidamente la propiedad intelectual e industrial europea en estos campos.

 

         4.1.2.      Al mismo tiempo, las industrias europeas situadas en etapas posteriores de la cadena, como la de defensa y la aeroespacial, seguirán necesitando chips especializados con mayores dimensiones características. Por este motivo, la Ley Europea de Chips no debería centrarse exclusivamente en los chips de menores dimensiones, sino promover la innovación para todos los tipos de chips necesarios.

4.2.   Liderazgo en materia de diseño, fabricación y embalaje

         4.2.1.      El CESE acoge favorablemente el énfasis que la iniciativa Chips para Europa pone en la estrecha colaboración entre los agentes de la oferta y la demanda, así como la función consultiva prevista de la Alianza Industrial sobre Procesadores y Tecnologías de Semiconductores, que contribuirán a garantizar la coherencia de los esfuerzos.

 

         4.2.2.      El CESE está firmemente convencido de que para la resiliencia y la autonomía de la industria europea de defensa y aeroespacial es especialmente importante que la Unión posea capacidades propias para diseñar la electrónica del futuro, incluyendo características como la ciberprotección, las capacidades de inteligencia artificial, la modularidad y la reutilización.

 

         4.2.3.      El CESE apoya plenamente la creación de líneas piloto innovadoras para la creación de prototipos. Con el fin de impulsar las sinergias entre la producción comercial y el sector de fabricación de material de defensa y aeroespacial, de gran importancia estratégica, los diseños de chip desarrollados en este contexto deberían tener en cuenta los requisitos exclusivos de estos dos sectores. Los diseños destinados a cubrir las necesidades de defensa y aeroespaciales también deberían tener acceso prioritario a las líneas piloto.

 

         4.2.4.      El CESE considera que, en tanto que sectores estratégicos, la defensa y la industria aeroespacial deberían ser prioritarios de cara a elaborar procedimientos de certificación. Asimismo, la elaboración de normas será fundamental. Para maximizar las posibilidades de sinergia, la iniciativa Chips para Europa podría apoyar el desarrollo de normas militares y civiles conjuntas en el contexto de la Estrategia Europea de Normalización.

4.3.   Fomento del ecosistema europeo y garantización de la seguridad de suministro

         4.3.1.      El CESE concuerda en que será necesario un apoyo público notable y rápido para incentivar las grandes inversiones privadas necesarias para reforzar la capacidad de producción de Europa. Garantizar la seguridad jurídica y reducir en la medida de lo posible los trámites burocráticos será clave para atraer estas inversiones. Por tanto, es fundamental definir con claridad los criterios para la designación de las instalaciones de producción integrada y fundiciones abiertas de la UE y para la autorización de ayudas estatales, así como simplificar los procedimientos administrativos. También se deberían determinar los criterios para coordinar las diferentes medidas de apoyo disponibles con el fin de garantizar una aplicación eficaz y no discriminatoria de las normas sobre ayudas estatales.

 

         4.3.2.      El CESE celebra que el principio de «carácter pionero» permita apoyar la innovación no solo en cuanto a nodo tecnológico, sino también a tecnología de procesos, rendimiento y sostenibilidad. Se podría introducir un principio complementario de «utilidad común para la UE» a fin de reconocer aquellas instalaciones que benefician directamente a varios Estados (por ejemplo, mediante el compromiso de suministrar a empresas de varios Estados miembros en igualdad de condiciones).

 

         4.3.3.      Para evitar una costosa carrera por las subvenciones entre los Estados miembros, el CESE propone que se coordine la financiación pública en el ámbito de la Unión en la medida de lo posible (por ejemplo, utilizando el marco de las empresas comunes y los PIICE y coordinando los capítulos digitales de los planes nacionales de recuperación y resiliencia, que está previsto dediquen un 20 % —esto es, 145 000 millones EUR— a la transformación digital). También sería oportuno adaptar la aplicación del mecanismo de control de las ayudas estatales conforme al artículo 107 del TFUE para permitir una evaluación más rápida y predecible de las ayudas públicas. En ese sentido cabe señalar que, por ejemplo, el marco temporal asociado a la COVID-19 ha demostrado garantizar eficazmente un apoyo oportuno y adecuado, y lo mismo sucede con las directrices sobre las ayudas a la banda ancha. Si bien las ayudas públicas a las instalaciones de producción integrada y las fundiciones abiertas de la UE pueden recibir un apoyo de hasta el 100 % de la brecha de financiación, sería muy deseable que se proporcionasen orientaciones adicionales sobre el análisis. Por ejemplo, las instalaciones de producción integrada y las fundiciones abiertas de la UE que también cumplan el criterio de «utilidad común para la UE» podrían optar a una autorización más rápida de las ayudas.

 

         4.3.4.      El CESE considera que, al evaluar las ayudas estatales, la Comisión debería tener en cuenta otros objetivos: por ejemplo, los de promover sectores estratégicos como el de defensa y el aeroespacial y garantizar la coherencia con los objetivos de sostenibilidad de la Unión.

4.4.   Abordar la grave escasez de capacidades profesionales

         4.4.1.      Las competencias digitales son determinantes para alcanzar las ambiciones de Europa en el ámbito de los semiconductores, y su demanda seguirá creciendo. Por ello, el CESE acoge favorablemente la intención de abordar las carencias de Europa en materia de competencias digitales y pide que se apliquen de manera ambiciosa las iniciativas pertinentes previstas.

4.5.   Comprensión de las cadenas de suministro mundiales y anticipación de futuras crisis

         4.5.1.      El CESE acoge favorablemente el énfasis estratégico en cartografiar y supervisar las cadenas de suministro y detectar los riesgos de trastornos. Algunos riesgos son especialmente relevantes para los sectores de la defensa y la industria aeroespacial, como la repercusión para los proveedores de las políticas ambientales, sociales y de gobernanza, la reglamentación de la Unión (como el Reglamento REACH) y las políticas exteriores y de exportación de los países de los proveedores de fuera de la Unión (por ejemplo, la normativa ITAR/EAR estadounidense).

 

         4.5.2.      Esta tarea exige un planteamiento que refleje la naturaleza compleja y transfronteriza de las cadenas de suministro y garantice la coherencia de la información. El CESE pide por ello que la recopilación de datos se realice de forma centralizada por un único órgano designado a escala de la UE ante el que las empresas de todo el territorio de la Unión presentarían la información siguiendo unos requisitos claros y simplificados. Deben establecerse mecanismos adecuados para garantizar la confidencialidad de la información sensible proporcionada por la industria.

 

         4.5.3.      Por último, es importante tener claras las normas aplicables en «modo de crisis». Por ejemplo, puesto que la mayoría de los tipos de chips se utilizan en diferentes industrias, durante una situación de escasez mundial es probable que empresas de diversos sectores críticos necesiten acceder a los mismos productos y capacidades de producción. Por ello, es necesario definir criterios claros para la priorización de los pedidos y la asignación de productos tras las compras comunes.

4.6.   Cooperación internacional

            4.6.1.   El ecosistema mundial de los semiconductores es complejo, especializado y muy interdependiente. Por ello, los esfuerzos para impulsar la capacidad de producción y la resiliencia en el ámbito de la Unión deben ir acompañados de la cooperación con socios internacionales afines. Aprovechar los puntos fuertes de cada parte y desarrollar estrategias coordinadas contribuirá a impulsar las sinergias, evitar la duplicación de esfuerzos y aumentar la eficiencia a lo largo de toda la cadena de valor.

A la hora de cooperar con sus socios en el ámbito de los chips, la Unión debería aprovechar al máximo los foros existentes, como el Consejo UE-EE. UU. de Comercio y Tecnología, con participación de las partes interesadas de la industria por su experiencia y su papel en la aplicación de los proyectos sobre el terreno.

Bruselas, 13 de mayo de 2022.

El Presidente de la Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales

Pietro Francesco DE LOTTO


(1)  TechNavio, Semiconductor Market in Military and Aerospace Industry by Product and Geography-Forecast and Analysis, 2021-2025, noviembre de 2021; Gartner, «Worldwide Semiconductor Revenue Grew 10,4 % in 2020», Comunicado de prensa de Gartner, 12 de abril de 2021.

(2)  Attinasi, Maria Grazia, et al.«The semiconductor shortage and its implication for euro area trade, production and prices», ECB Economic Bulletin 4/2021, abril de 2021 (URL).