Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
RESUMEN
Considerando: que las proteínas son esenciales tanto para
los seres humanos como para los animales, constituyendo un componente indispensable
de los alimentos y los piensos consumidos cada día; los efectos significativos que
la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania han tenido en el comercio
europeo y mundial, poniendo de relieve que la Unión necesita diversificar sus cadenas
de suministro de alimentos y piensos para aumentar su autonomía abierta y reducir
su dependencia de los insumos procedentes de un único o pocos proveedores extranjeros
tanto como reforzar la producción de proteínas vegetales y la resiliencia general
del sector de las proteínas de la Unión.
Considerando: que una mayor circularidad entre las proteínas
vegetales y animales, como el uso de los flujos de residuos de proteínas vegetales
para alimentos como pienso para la producción de proteínas de origen animal, a
la par de una producción más sostenible de todos los tipos de proteínas disponibles,
resultan esenciales para la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles
con menor impacto en el clima y la biodiversidad. Así como el aumento del cultivo
y el consumo de proteínas vegetales también son factores que facilitan la transición;
la reduccion de la huella ambiental de los productos de origen animal puede mediante
aditivos para piensos que ayuden a los animales a digerir las proteínas y reducir
sus emisiones de metano y amoniaco. Ademas de otros factores relacionados a la política agrícola
común, la transformacion de cultivos y pastizales, el cambio climatico, los
objetivos del Pacto Verde, los aportes de la ganadería, el potencial de las
proteinas basadas en insectos, la nvestigacion e innovacion en materia de
produccion sostenible, la resiliencia y la seguridad alimentaria, la exigencia
de mayor transparencia e información sobre la sostenibilidad alimentaria
y la formación general y la transferencia de conocimientos a los
agricultores.
Para todo
ello, se requiere una estrategia global de la Unión
en materia de proteínas para aumentar el potencial proteínico, una visión para incrementar
la producción de proteínas en la Unión, mejores condiciones para la producción de
proteínas en la Unión, garantizar una economía circular adecuada y funcional reconociendo
la función complementaria de las proteínas animales y vegetales en el sistema, un
enfoque holístico que incluya toda la cadena de valor alimentaria y la aplicación
de acciones políticas concretas.
A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com
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Diario Oficial | ES Serie C |
C/2024/2657 | 29.4.2024 |
P9_TA(2023)0375
Estrategia europea en materia de proteínas
Resolución del Parlamento Europeo, de 19 de octubre de 2023, sobre la estrategia europea en materia de proteínas (2023/2015(INI))
(C/2024/2657)
El Parlamento Europeo,
— Vista su Resolución, de
17 de abril de 2018, sobre una estrategia europea para la promoción
de las proteaginosas: fomentar la producción de proteínas y leguminosas en el
sector agrícola europeo (1),
— Vista su Resolución, de
24 de marzo de 2022, sobre la necesidad de un plan de acción urgente
de la UE para garantizar la seguridad alimentaria dentro y fuera de la Unión en
vista de la invasión rusa de Ucrania (2),
— Vista su Resolución, de
20 de octubre de 2021, sobre una Estrategia «de la Granja a la Mesa»
para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio
ambiente (3),
— Visto el informe de la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicado
en 2022, con el título «Thinking about the future of food safety and food
allergies with regard to certain types of novel foods and protein sources»
(Pensar en el futuro de la seguridad alimentaria y las alergias alimentarias en
relación con determinados tipos de alimentos nuevos y fuentes de proteínas),
— Visto el estudio del Centro Común de
Investigación (JRC), de julio de 2020, titulado «Future of EU livestock: how to
contribute to a sustainable agricultural sector?» (El futuro de la ganadería de
la UE: ¿cómo contribuir a un sector agrícola sostenible?),
— Vista la Declaración de Dublín de 2022
acerca del papel de la ganadería en la sociedad,
— Vistos los conocimientos científicos más
recientes, incluida la Declaración de Dublín de 2022 y las publicaciones
conexas en la revista científica Animal Frontiers,
— Visto el informe de la FAO de 2022
titulado «Thinking about the future of food safety – A foresight report»
(Pensar en el futuro de la seguridad alimentaria: un informe de prospectiva),
— Vista la Comunicación de la Comisión, de
15 de noviembre de 2022, titulada «Hacia un sector de las algas en la
UE sólido y sostenible» (COM(2022)0592),
— Visto el informe de la Organización de
Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y la FAO titulado «Perspectivas
Agrícolas 2022-2031»,
— Visto el informe de la Comisión, de
diciembre de 2022, titulado «EU agricultural outlook – For markets, income and
environment 2022-2032» (Perspectivas agrícolas de la UE para los mercados, los
ingresos y el medio ambiente 2022-2032),
— Visto el informe de la FAO, de junio de
2023, titulado «Contribution of terrestrial animal source food to healthy diets
for improved nutrition and health outcomes – An evidence and policy overview on
the state of knowledge and gaps» (Contribución de los alimentos obtenidos de
animales terrestres a unas dietas saludables para la mejora de la nutrición y
la salud: visión general de los datos disponibles y las medidas sobre el estado
actual de los conocimientos y las lagunas),
— Visto el informe de la FAO y la
Organización Mundial de la Salud (OMS), de 2019, titulado «Sustainable
healthy diets – guiding principles» (Dietas saludables sostenibles: principios
rectores),
— Visto el informe de la FAO de 2021
titulado «Integration of environment and nutrition in life cycle assessment of
food items: opportunities and challenges» (Integración del medio ambiente y la
nutrición en las evaluaciones del ciclo de vida de los productos alimenticios:
oportunidades y retos),
— Visto el informe de la Comisión, de
22 de noviembre de 2018, sobre el desarrollo de proteínas vegetales
en la UE (COM(2018)0757),
— Visto el documento de trabajo de los
servicios de la Comisión, de 4 de enero de 2023, titulado «Drivers of
food security» (Factores impulsores de la seguridad alimentaria)
(SWD(2023)0004),
— Vista la Comunicación de la Comisión, de
20 de mayo de 2020, titulada «Estrategia “de la granja a la mesa”
para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio
ambiente» (COM(2020)0381),
— Visto el Acuerdo adoptado en París en la
21.a Conferencia de las Partes en
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) el
12 de diciembre de 2015 (en lo sucesivo, «Acuerdo de París»),
— Visto el Reglamento (UE) 2021/1119
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de junio de 2021,
por el que se establece el marco para lograr la neutralidad climática y se
modifican los Reglamentos (CE) n.o 401/2009 y (UE) 2018/1999 («Legislación
europea sobre el clima») (4),
— Vistos la Agenda 2030 de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS),
— Vistas las perspectivas de la población mundial
de las Naciones Unidas para 2022,
— Vistas las «Perspectivas Agrícolas 2021-2030»
de la OCDE y la FAO,
— Visto el estudio del Grupo de Expertos
sobre el Futuro de la Ciencia y la Tecnología titulado « “Got protein?”
Alternative protein sources in sustainable animal and human nutrition:
Potentials and prospects» («¿De dónde se pueden obtener las proteínas?» Fuentes
alternativas de proteínas en el marco de una nutrición humana y animal
sostenible: posibilidades y perspectivas),
— Vista la Declaración de Versalles de los días
10 y 11 de marzo de 2022,
— Visto el artículo 54 de su Reglamento
interno,
— Vista la opinión de la Comisión de Pesca,
— Visto el informe de la Comisión de Agricultura
y Desarrollo Rural (A9-0281/2023),
A. Considerando que las proteínas son
esenciales tanto para los seres humanos como para los animales y que, por lo
tanto, constituyen un componente indispensable de los alimentos y los piensos
consumidos cada día;
B. Considerando que la pandemia de COVID-19
y la invasión rusa de Ucrania han tenido efectos significativos en el comercio
europeo y mundial, poniendo de relieve que la Unión necesita diversificar sus
cadenas de suministro de alimentos y piensos para aumentar su autonomía abierta
y reducir su dependencia de los insumos procedentes de un único proveedor
extranjero, o de unos pocos, con el fin de reforzar la producción de proteínas
vegetales y la resiliencia general del sector de las proteínas de la Unión;
C. Considerando que la Unión produce el
77 % de las proteínas forrajeras que utiliza (porcentaje que asciende al
96 % en el caso de los piensos de bajo contenido proteínico y al 89 %
de los piensos con contenido proteínico medio); que, sin embargo, solo el 29 %
de la materia prima con alto contenido proteínico necesaria para equilibrar los
piensos procede de la Unión; que, como consecuencia de ello, la Unión tiene una
fuerte dependencia de las importaciones de productos vegetales de alto
contenido proteínico procedentes de terceros países, que la hace depender de
las importaciones de habas de soja y soja triturada de los Estados Unidos y
América del Sur; que, especialmente en América del Sur, esta dependencia suele
ser motivo del cambio de uso de la tierra y de un aumento de la huella hídrica
de la Unión, además de otros problemas medioambientales en los países
productores, como la contaminación de las aguas subterráneas, la escasez de
agua, la pérdida de nutrientes, la erosión del suelo y la deforestación, lo que
da lugar a un declive de la biodiversidad; que el cultivo de proteaginosas
puede tener consecuencias sociales y sanitarias negativas en los países
productores, que se ven agravadas por la fragilidad de los derechos de tenencia
de tierras, el acaparamiento de tierras, las expulsiones forzosas y otras
violaciones de los derechos humanos;
D. Considerando que, pese a que la
producción de proteaginosas en la Unión ha mejorado en los últimos diez años,
la producción interna sigue adoleciendo de un déficit considerable, ya que la
producción ganadera también ha aumentado, consolidando la fuerte dependencia de
la Unión respecto de las importaciones de cultivos ricos en proteínas
procedentes de terceros países;
E. Considerando que una mayor circularidad
entre las proteínas vegetales y animales, como el uso de los flujos de residuos
de proteínas vegetales para alimentos como pienso para la producción de
proteínas de origen animal, junto con una producción más sostenible de todos
los tipos de proteínas disponibles, son esenciales para la transición hacia
sistemas alimentarios más sostenibles con menor impacto en el clima y la
biodiversidad; que el aumento del cultivo y el consumo de proteínas vegetales
también son factores que facilitan la transición; que la huella ambiental de
los productos de origen animal puede reducirse mediante aditivos para piensos
que ayuden a los animales a digerir las proteínas y reducir sus emisiones de
metano y amoniaco;
F. Considerando que los cultivos de
leguminosas y los pastizales ayudan a mantener y mejorar la calidad y la
fertilidad del suelo, aumentan la biodiversidad, así como la fijación del
carbono y del nitrógeno, y contribuyen a la retención de agua; que las leguminosas
pueden cultivarse con menos fertilizantes químicos gracias a la simbiosis con
las bacterias del suelo; que el cultivo de leguminosas, pese a su escasa
rentabilidad económica, contribuye positivamente a mitigar el cambio climático
y otros efectos medioambientales, así como a reducir la presión de las malas
hierbas, abordando así los retos medioambientales y climáticos en consonancia
con los objetivos del Pacto Verde;
G. Considerando que las nuevas técnicas de
cría podrían desempeñar un papel muy importante a la hora de mejorar la
rentabilidad y cumplir los objetivos del Pacto Verde, aumentar la producción,
incrementar el contenido proteínico y la calidad y facilitar que la Unión
mejore la adaptación regional de los cultivos y los haga más resilientes al
cambio climático y los patógenos;
H. Considerando que la política agrícola
común (PAC) permite apoyar el cultivo de proteaginosas y pastizales;
I. Considerando que la transformación de
los cultivos proteaginosos y los pastizales genera subproductos que pueden
utilizarse de un modo que contribuya a la economía circular, como su uso para
el consumo humano, la generación de energías renovables y la producción de
fertilizantes, piensos o productos químicos ecológicos; que el ganado genera,
como subproducto, un fertilizante valioso que contribuye a la resiliencia de la
Unión en la producción de alimentos; que el nitrógeno necesario para plantar
cultivos lo proporcionan principalmente fertilizantes sintéticos, cuya
producción es costosa y consume una gran cantidad de energía; que el nitrógeno
recuperado del estiércol (RENURE), como parte de los sistemas de gestión del
estiércol y el uso seguro de los lodos de depuradora, contribuye a una
utilización más eficiente de los recursos y permite avanzar hacia una economía
más circular;
J. Considerando que la ganadería puede
generar proteínas muy biodisponibles para la nutrición humana;
K. Considerando que la producción de todos
los tipos de cultivos agrícolas, incluidos los cultivos proteaginosos, genera
biomasa en su mayoría no comestible por seres humanos (un kilo de proteínas
vegetales genera alrededor de entre tres y cinco kilos de biomasa solo
comestible por rumiantes);
L. Considerando que el consumo de proteínas
animales producidas a nivel local y de un modo sostenible contribuye a la
seguridad alimentaria de la Unión y refuerza la vitalidad de las zonas rurales
de Europa; que las proteínas animales que se producen en la Unión cumplen
algunas de las normas de sostenibilidad más estrictas del mundo en materia de
bienestar animal, clima y medio ambiente, y suelen ser un componente importante
de una dieta equilibrada; que el sector ganadero de la Unión depende en gran
medida de las importaciones de cultivos con alto contenido proteínico, que
deben producirse en tierras de cultivo fuera de la Unión;
M. Considerando que la mejora de la
resiliencia y la seguridad alimentarias europeas y el consumo de proteínas
animales producidas en la Unión contribuyen a una producción más sostenible a
escala mundial;
N. Considerando que las proteínas de origen
animal aportan proteínas de alta calidad y constituyen la fuente de proteínas
más biodisponible para los seres humanos, lo que reviste especial importancia
para las mujeres en edad fértil, los niños, los adolescentes y las personas
mayores o con salud frágil;
O. Considerando que la producción ganadera
extensiva, en particular en zonas remotas y montañosas, es una actividad muy
sostenible y contribuye a garantizar que estas zonas permanezcan pobladas;
P. Considerando que las proteínas
acuáticas y acuícolas sostenibles pueden contribuir a la seguridad alimentaria,
la nutrición y dietas equilibradas y saludables a escala mundial; que la
acuicultura intensiva puede ir frecuentemente acompañada de diversos efectos
medioambientales negativos, como las consecuencias del uso de productos
químicos o antibióticos; que las algas pueden ofrecer una oportunidad de
reducir los efectos medioambientales negativos de la acuicultura;
Q. Considerando que las proteínas
alternativas, como los hongos y los productos de la fermentación, requieren
insumos ricos en hidratos de carbono; que esta producción podría utilizar
residuos y flujos de residuos de la producción convencional de alimentos,
contribuyendo así a una economía más circular; que la legislación de la Unión
en materia de residuos impone una carga normativa considerable a los
productores que transforman residuos de alimentos;
R. Considerando que está aumentando el
potencial de las proteínas basadas en insectos para la nutrición humana, y en
especial para la nutrición animal, y podría reducir la dependencia de la Unión
de la importación de proteínas; que es necesario un mayor conocimiento sobre la
sostenibilidad de la cría de insectos y los consumidores deben recibir la
información clara que desean recibir y que tienen derecho a recibir sobre la
presencia de ingredientes basados en insectos en diferentes productos finales;
S. Considerando que el mercado de todos
los tipos de proteínas producidas de forma sostenible, especialmente de
proteínas vegetales y animales, se ha desarrollado en los últimos años; que la
producción de estas proteínas genera numerosas oportunidades para los
agricultores y los productores de alimentos europeos; que las proteínas
vegetales ya disfrutan de una alta aceptación y una demanda creciente entre los
consumidores, así como madurez tecnológica;
T. Considerando que los consumidores piden
más transparencia e información sobre la sostenibilidad alimentaria; que no
existen etiquetas o declaraciones de producto voluntarias normalizadas para
garantizar la sostenibilidad medioambiental de las proteínas para el consumo
humano o para piensos y aditivos para piensos;
U. Considerando que es importante adoptar
un planteamiento basado en la cadena de valor con el fin de crear valor añadido
para las proteínas de producción sostenible, especialmente las vegetales, dado
que la elaboración de productos de origen local y alto valor añadido refuerza
la cadena de valor y anima a los agricultores a invertir;
V. Considerando que la investigación e
innovación en materia de producción sostenible de todas las fuentes de
proteínas debe incluir a los agricultores y debe dedicar una mayor atención a
las proteínas vegetales y animales, dado que en las últimas décadas la
investigación e innovación pública y privada de la Unión se ha centrado
principalmente en los cereales y las oleaginosas;
W. Considerando que la formación general y
la transferencia de conocimientos solo llega a aproximadamente el 10 % de
las explotaciones agrícolas de la Unión; que existe una necesidad imperiosa de
seguir invirtiendo en formación y servicios de asesoramiento para los
agricultores, con el fin de difundir conocimientos técnicos sobre las
proteaginosas, las mejores prácticas, cambios de comportamiento, el cultivo de
pastizales y la extracción de proteínas de fuentes alternativas;
Una clara necesidad de
una estrategia global de la Unión en materia de proteínas para aumentar el
potencial proteínico
1. Pide a la Comisión que presente
urgentemente una estrategia global y ambiciosa de la Unión en materia de
proteínas que cubra la producción y el consumo sostenibles de todos los tipos
de proteínas en la Unión, especialmente proteínas vegetales y animales, e
introduzca medidas eficaces para impulsar la autonomía abierta europea en
materia de proteínas a corto, medio y largo plazo; subraya que debe priorizarse
la producción de proteaginosas y de proteínas vegetales;
2. Considera
que la estrategia de la Unión en materia de proteínas debe basarse en:
a) Una visión para unos flujos estratégicos y
sostenibles de producción y comercio de proteínas en la Unión que se ajuste a
nuestras necesidades y demandas;
b) Un plan de acción para incrementar la
producción y el consumo de proteínas vegetales en la Unión;
c) Mejores condiciones para una producción
más sostenible de proteínas tanto vegetales como animales en la Unión;
d) El desarrollo de sistemas de proteínas
sostenibles para alimentos y piensos;
e) Un enfoque holístico que incluya
necesariamente a los agricultores, junto con toda la cadena de valor
alimentaria, teniendo en cuenta los principios de la economía circular;
f) Actuaciones estratégicas concretas basadas
en datos científicos para el desarrollo, la innovación y la investigación de
proteínas producidas de forma sostenible;
Una visión para
incrementar la producción de proteínas en la Unión
3. Subraya que, desde una perspectiva
geopolítica y estratégica, así como para garantizar la seguridad alimentaria,
deben reforzarse significativamente los niveles de resiliencia europeos en
sectores cruciales, como el suministro de alimentos y piensos, reduciendo, en
la medida de lo posible, la dependencia de los productos y recursos agrícolas
de un único proveedor, o de unos pocos proveedores, mediante una mayor
producción interna, fomentando al mismo tiempo la competitividad de la Unión
para evitar la concentración de los mercados en manos de unos pocos agentes
clave; insiste, por tanto, en que la Unión debe intensificar la producción de
proteínas vegetales, lo cual puede hacerse por etapas para permitir que los
agricultores y los mercados puedan adaptarse en consecuencia;
4. Destaca que la producción sostenible,
diversificada e interna de proteínas debe reconocerse como un aspecto crucial
del sistema de alimentos y piensos de la Unión, con el fin de garantizar una
disponibilidad suficiente de alimentos y piensos seguros y de calidad y de
mantener unas cadenas de suministro y unos flujos comerciales de alimentos
funcionales y resilientes; hace hincapié en el objetivo de obtener un
suministro de proteínas más sostenible y diversificado en el sistema
alimentario de la Unión;
5. Considera que el cultivo de proteaginosas
y pastizales puede tener importantes beneficios para la calidad del suelo, el
clima y la biodiversidad, y que, en determinadas condiciones, puede reducir
insumos como los fertilizantes y los productos fitosanitarios; señala que la
ganadería extensiva basada en pastizales también satisface las necesidades
alimenticias naturales de los animales y puede tener efectos positivos en el
medio ambiente y contra el cambio climático, contribuyendo asimismo a una economía
circular; destaca la importancia de los cereales y los pastizales,
especialmente los pastos de hierba y trébol, como fuente de alimento para el
ganado y opina que los Estados miembros deben considerar la introducción de
regímenes ecológicos para las leguminosas y los pastizales y la creación de
fondos específicos para las proteaginosas, como ya tienen algunos Estados
miembros; destaca que la producción ganadera extensiva, en particular en zonas
remotas y montañosas, es una actividad sostenible y ofrece a las poblaciones
locales más incentivos para vivir en estas zonas;
6. Señala que la estrategia en materia de
proteínas debe apoyar la transición medioambiental a través del desarrollo de
fuentes de proteínas sostenibles y debe contribuir tanto a la autonomía abierta
europea en materia de proteínas como a la resiliencia de los agricultores y las
zonas rurales de la Unión; reconoce el papel de las fuentes de proteínas en la
economía circular y considera que desarrollar una economía circular y
garantizar la producción de todos los tipos de proteínas disponibles,
especialmente las proteínas vegetales y animales, puede contribuir a mantener
altos niveles de salud humana y a facilitar la transición hacia sistemas
alimentarios verdaderamente sostenibles; recuerda la importancia de la
circularidad entre la ganadería y el cultivo sostenibles;
7. Considera que el desarrollo de una
producción sostenible de proteínas vegetales en la Unión, así como la mejora de
la sostenibilidad de la ganadería a través de medidas como el aumento de la
circularidad de las cadenas de valor de los alimentos y los piensos, son formas
eficaces de abordar muchos de los retos medioambientales, sociales y climáticos
a los que se enfrenta la Unión, así como de prevenir la deforestación, la
deslocalización de la producción y la sobrepesca fuera de la Unión; opina que
los agricultores podrían desempeñar un papel fundamental en la construcción de
un sistema de proteínas resiliente si reciben un apoyo adecuado, y reconoce que
la producción de proteínas requiere un enfoque holístico para unos sistemas
alimentarios sostenibles y resilientes;
8. Destaca que la deslocalización de la
producción fuera de la Unión y la importación de carne de vacuno o
proteaginosas, como la soja, a veces está asociada a la deforestación, el
cambio insostenible del uso de la tierra y otros efectos medioambientales negativos,
como la erosión del suelo y la contaminación de las aguas subterráneas, ya que
los productores de terceros países pueden estar sujetos a menores exigencias
normativas, éticas y en materia de sostenibilidad que los productores de la
Unión; considera que los productos importados deben cumplir normas de
sostenibilidad comparables para ofrecer una mayor competitividad a los
productores de la Unión y evitar la deslocalización de la producción de la
Unión en el extranjero;
9. Llama la atención sobre el continuo
aumento de la demanda mundial de proteínas, incluidas las proteínas de origen
animal;
10. Recuerda los compromisos de la Unión con los
ODS de las Naciones Unidas y la importante contribución de la agricultura y la
acuicultura de la Unión al suministro de proteínas sostenibles, teniendo en
cuenta la contribución de la producción de proteínas de la Unión a los ODS;
11. Considera que reforzar la autosuficiencia
alimentaria de la Unión es un objetivo clave que requiere unas condiciones de
competencia equitativas y un apoyo firme al sector agrícola europeo;
Mejores condiciones
para la producción de proteínas en la Unión
12. Hace hincapié en que la producción de
proteínas comienza con los agricultores, con el apoyo de los pescadores y los
acuicultores, por lo que deben estar en el centro de la estrategia, dado que
son esenciales para construir un sistema de proteínas resiliente; recalca que
un sector agrícola, de los alimentos y de los piensos rentable constituye una
condición necesaria para un sector de las proteínas sólido en la Unión; pide,
por tanto, a la Comisión que estudie oportunidades para facilitar un modelo
empresarial rentable para los agricultores con el fin de ayudarlos a reorientar
sus cultivos hacia alimentos y piensos atractivos aumentando la resiliencia de
los cultivos, los rendimientos de las proteínas y la calidad de las proteínas;
13. Subraya que, según el balance de proteínas
forrajeras de la Unión, todos los tipos de proteínas vegetales pueden
contribuir a aumentar la producción de proteínas en la Unión: proteínas con un
contenido proteínico inferior al 15 % (piensos, cereales), proteínas con
un contenido proteínico medio del 15-30 % (piensos secos, salvado de
trigo), proteínas con un alto contenido proteínico del 30-50 % (torta de
semillas oleaginosas) y proteínas con un contenido proteínico muy alto superior
al 50 % (subproductos de almidonería, proteínas de patata, proteínas
animales procesadas, proteínas derivadas de insectos); subraya asimismo que la
investigación en materia de proteínas animales puede contribuir a aumentar esta
producción;
14. Subraya que la agricultura y las empresas
europeas deben ser más competitivas en el ámbito de las proteínas para
alimentos y piensos y que el sector agrícola depende de insumos sostenibles y
asequibles, como la energía, los piensos, los aditivos para piensos, materiales
vegetales de calidad, los fertilizantes y suelos de buena calidad; considera
que, para aumentar la competitividad de los productores europeos de proteínas,
se deben incrementar los incentivos y aligerar las cargas normativas
innecesarias para la producción de proteínas;
15. Reconoce la importancia de los aditivos para
piensos para reducir las emisiones, mejorar la digestión de proteínas y
garantizar unas estrategias de alimentación correctas y la reformulación de los
piensos; recalca que el período de autorización para aditivos para piensos debe
reducirse y debe permitirse una mayor flexibilidad; subraya que el proceso de
renovación de las autorizaciones debe diseñarse de tal manera que no se corra
el riesgo de eliminar gradualmente los aditivos eficaces;
16. Recuerda que será imposible aumentar la
producción de proteínas vegetales sin materiales vegetales de buena calidad;
recuerda que las nuevas técnicas de cría brindarán grandes oportunidades para
desarrollar plantas y especies adaptadas a las regiones y optimizadas para las
condiciones europeas; considera que se necesita más investigación y desarrollo
sobre cereales, proteaginosas y pastos con el fin de aumentar su valor
nutricional, su adaptación local y su resistencia frente a amenazas naturales;
17. Pide la rápida adopción de un marco adaptado a
las nuevas técnicas de cría para permitir un desarrollo más rápido de nuevas
variedades vegetales robustas, incluidas las proteaginosas;
18. Considera que el control de plagas y de
patógenos desempeña un papel vital en el éxito de las cosechas de
proteaginosas, por lo que resultan cruciales el seguimiento y la investigación
científica sobre la aparición, el desarrollo y la propagación de estas plagas y
patógenos; reconoce que el desarrollo de medidas eficientes destinadas a
reducir los daños económicos causados por estas plagas y patógenos y de medidas
alternativas en términos de innovación técnica, como la agricultura de
precisión o la robótica, los insectos beneficiosos o los plaguicidas de bajo
riesgo, es importante para impulsar la producción total de proteínas en Europa;
19. Cree que la fertilización de los pastizales
con estiércol contribuye a la autosuficiencia de los agricultores en términos
de proteínas; considera que los pastos adecuadamente fertilizados siguen siendo
con diferencia la fuente más barata, eficiente y sostenible de proteínas para
los rumiantes; pide a la Comisión que, teniendo en cuenta las evaluaciones
medioambientales realizadas, proponga sin demora medidas políticas a medio y
largo plazo para cerrar el circuito de nutrientes, como permitir el uso de productos
orgánicos alternativos como el nitrógeno recuperado del digestato, los
biorresiduos, otros productos del estiércol (RENURE) y los residuos de la
industria alimentaria, clasificándolos como sustitutos de los fertilizantes
químicos sobre la base de criterios científicos, como oportunidad para que los
agricultores reduzcan su dependencia de los fertilizantes químicos y aumenten
la circularidad en la explotación y la producción ganadera sostenible a través
de la recuperación y reutilización de residuos como el estiércol;
20. Recuerda que la producción de biometano,
biogás, biocombustibles u otros productos químicos biológicos que utilizan
flujos de biorresiduos es uno de los factores que contribuyen a una producción
más sostenible y constituye una fuente de ingresos importante que aumenta el
valor de los cultivos ricos en proteínas y refuerza la justificación económica
de su adopción para los agricultores, al tiempo que ofrece alternativas
sostenibles a los combustibles fósiles y contribuye a una reducción
significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero; subraya que el
crecimiento de la producción de proteínas vegetales para alimentos y piensos
podría dar lugar a que los subproductos se utilicen más para la bioenergía y,
por tanto, a un mayor valor económico de la producción de proteaginosas;
considera, a este respecto, que se debe garantizar la coherencia entre las
diferentes políticas de la Unión;
21. Reconoce que la producción de energía
renovable en las explotaciones está a menudo vinculada a la producción de
proteínas y debe ser facilitada en mayor medida, y que, por consiguiente, un
aumento de la producción de proteínas puede ayudar a la Unión a reforzar la
producción de productos bioenergéticos;
22. Reconoce que el desarrollo, la producción y la
utilización de cultivos ricos en proteínas a menudo requieren nuevas prácticas
de gestión y cooperación entre los agricultores, y considera que debe
analizarse la posibilidad de reconocer nuevas estructuras organizativas en el
marco de la PAC;
23. Destaca que, para impulsar las inversiones en
suelos más sanos y nuevas prácticas de rotación de cultivos, los objetivos a
largo plazo deben estar acompañados de una evaluación de los servicios
prestados a la sociedad;
Garantizar una
economía circular adecuada y funcional reconociendo la función complementaria
de las proteínas animales y vegetales en el sistema
24. Destaca el importante potencial y valor
añadido de las proteínas animales y vegetales de producción sostenible y el
hecho de que el desarrollo sostenible del sector beneficiará a los agricultores
europeos, la calidad del suelo, los ciclos de los nutrientes, la biodiversidad,
el clima, la economía circular y la salud humana, y es importante desde un
punto de vista estratégico para la seguridad alimentaria europea;
25. Subraya que las políticas deben crear unas
condiciones de competencia equitativas entre todas las partes interesadas y
todos los productos, y que el consumo de proteínas debe ser más sostenible;
apoya las medidas políticas para permitir a los consumidores comparar el
rendimiento de distintos productos, según se indica en el próximo marco
legislativo para un sistema alimentario sostenible;
26. Destaca la importancia del forraje basto, como
los pastizales o las mezclas de gramíneas y trébol, en particular combinados
con la producción animal, como fuente de proteínas y los posibles cobeneficios
que tienen los pastizales para la biodiversidad; pide a la Comisión y a los
Estados miembros que hagan uso de herramientas de la PAC, como los regímenes
ecológicos, para incentivar esas fuentes de proteínas en el marco de estos
regímenes; subraya que la cría de rumiantes es una forma eficaz de convertir los
pastos permanentes en alimentos disponibles para el consumo humano; destaca la
importancia de los proyectos que extraen de los pastizales proteínas de alta
calidad para alimentos y piensos por medio de la biorrefinación y que, al mismo
tiempo, pueden producir productos bioenergéticos como subproducto; considera
que es necesario destinar más financiación a la investigación de a
biorrefinación y su despliegue comercial;
27. Recuerda que la producción de proteínas
animales sobre la base de recursos no alimenticios utilizados como piensos (por
ejemplo, forrajes y subproductos de la transformación de proteaginosas)
contribuye en gran medida a la circularidad al minimizar los residuos
alimentarios, aporta un valor añadido significativo a la producción de
proteaginosas y es además fundamental para garantizar el dinamismo de las zonas
rurales, la gestión del paisaje y la preservación del medio ambiente;
28. Anima a la producción de semillas de soja en
la Unión Europea como fuente de proteína vegetal incentivando la inversión en
investigación y desarrollo para mejorar la calidad y el rendimiento de los
cultivos; llama la atención sobre la necesidad de garantizar el acceso a la
financiación y la necesidad de apoyo adicional para los productores agrícolas,
incluidos los pequeños productores, a fin de aumentar la producción de semillas
de soja en la Unión; considera necesario determinar y promover las mejores
prácticas agrícolas para el cultivo de la semilla de soja en la Unión, también
el uso de tecnologías de producción sostenible y el cumplimiento de las normas
de protección del medio ambiente; llama la atención sobre la necesidad de
reducir la dependencia de la soja en los piensos procedente de terceros países;
29. Recalca que los programas de investigación
deben centrarse en los cultivos de proteaginosas adecuados para el clima y las
condiciones de cultivo europeos y que puedan integrarse en los sistemas
agrícolas existentes; cree que resulta importante apoyar a los agricultores en
esta transición, eliminar las barreras a la entrada en este mercado y ayudarlos
a beneficiarse de estas nuevas cadenas de valor;
30. Pide más investigación y desarrollo en las
variedades de cultivos que proporcionan fuentes adicionales de proteínas con
ciclos de producción cortos aptas para el cultivo intermedio dentro de las
rotaciones de cultivos existentes;
31. Anima a los Estados miembros a que utilicen
todos los incentivos disponibles de la PAC para aumentar los cultivos de
leguminosas, como la ayuda asociada, las medidas agroambientales, los servicios
de asesoramiento y los nuevos programas sectoriales; considera que, además, las
campañas de promoción para impulsar la demanda de leguminosas para la
alimentación podrían estimular en gran medida la producción de la Unión;
32. Reconoce el gran potencial del cáñamo como
cultivo proteico sostenible y subraya la necesidad de armonizar su normativa a
escala de la Unión para facilitar su cultivo y transformación en alimentos y
piensos;
33. Subraya la importancia de aplicar normas de
sostenibilidad a los productos importados, proteger la competitividad de los
productores europeos y garantizar la transparencia de la información a los
consumidores;
34. Reconoce que el Acuerdo de Blair House de 1992
sigue suponiendo un freno significativo para el desarrollo de cultivos de
oleaginosas en la Unión y, por tanto, considera necesario estudiar la
posibilidad de revisar dicho Acuerdo;
35. Recalca que el sector pesquero europeo
proporciona una fuente importante de proteínas sostenibles de alta calidad para
el uso humano en forma de pescado fresco y que debe mantenerse la viabilidad
del sector pesquero;
36. Subraya el papel de los sectores de la pesca y
la acuicultura sostenibles a la hora de garantizar la seguridad alimentaria,
así como en las dietas basadas en proteínas saludables y de alta calidad;
destaca que los productos de la pesca y la acuicultura sostenibles pueden
desempeñar un papel importante en el establecimiento de un sistema alimentario
sostenible; pide a la Comisión que garantice que la próxima estrategia europea
en materia de proteínas reconozca el papel de los sectores de la pesca y la
acuicultura y la necesidad de continuar la transición hacia un sector de la
pesca y la acuicultura más sostenible, también de la mejora del bienestar
animal en el sector de la acuicultura, que puede conducir a la reducción de las
enfermedades y del uso de antibióticos y a ecosistemas más saludables,
reconociendo al mismo tiempo las estrictas normas de sostenibilidad en la
Unión; destaca la importancia de implicar al sector en el desarrollo de su
estrategia en materia de proteínas;
37. Destaca que la Unión es un importador neto de
productos de la pesca y la acuicultura, ya que se importa casi el 60 % del
consumo total en la Unión; considera necesario, por tanto, reforzar la
viabilidad económica y la sostenibilidad global de los sectores europeos de la
pesca y la acuicultura, teniendo en cuenta sus tres dimensiones (económica,
medioambiental y social), a fin de reducir la creciente dependencia de la Unión
de las importaciones; destaca la importancia de los sectores de la pesca y la
acuicultura sostenibles para el suministro de proteínas en la Unión y, en
particular, el importante papel de los pescadores artesanales y a pequeña
escala, así como de los mariscadores, tanto dentro como fuera de la Unión;
38. Subraya que el consumo regular de productos de
la pesca y la acuicultura constituye un elemento esencial de una dieta sana y
que, gracias a sus propiedades cardiosaludables, el consumo de pescado tiene un
gran potencial para hacer frente a las enfermedades relacionadas con la alimentación,
como las cardiovasculares; se muestra preocupado, por lo tanto, por el descenso
del consumo de pescado en la Unión; pide a la Comisión y a los Estados miembros
que refuercen el papel de los productos de la pesca y la acuicultura, en
particular de los productores locales, en sus políticas y programas
nutricionales, teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS sobre el
consumo de alimentos acuáticos, en particular fomentando su consumo entre
grupos específicos, como los jóvenes, e incluso introduciendo o aumentando su
consumo en las escuelas y en el marco de programas que combatan carencias
nutricionales específicas; recuerda, además, que la
Directiva 2006/112/CE (5) permite
a los Estados miembros aplicar tipos reducidos del IVA a las entregas de
productos alimenticios y servicios conexos, y pide a los Estados miembros que
hagan uso de esta posibilidad en relación con los productos de la pesca, habida
cuenta de los beneficios del consumo de pescado;
39. Opina que la acuicultura sostenible es un
importante productor de proteínas y que el uso de algas como aditivo para
alimentos o piensos ofrece la posibilidad de reducir parcialmente las emisiones
del ganado y es también una buena fuente de proteínas para el pienso; señala
que las algas y las microalgas pueden ser una importante fuente complementaria
de proteínas como parte de un sistema de producción alimentaria sostenible y
pide a la Comisión que incluya esto en la estrategia europea en materia de
proteínas; señala el potencial de la innovación y las nuevas empresas en la
creación de nuevos piensos para peces con una menor huella de carbono y un
menor impacto en la biodiversidad, y que existe la necesidad de reducir aún más
la contaminación del agua causada por la acuicultura; destaca que un mayor
desarrollo y una innovación sostenible en relación con la producción de
proteínas vegetales y fuentes complementarias de proteínas constituyen una
manera de afrontar con eficacia muchos de los retos medioambientales y
climáticos a los que se enfrenta el sector de la pesca y la acuicultura de la
Unión;
40. Destaca que la acuicultura y la maricultura de
la Unión pueden contribuir mucho más de lo que lo hacen actualmente a la
producción sostenible de alimentos y proporcionar proteínas más saludables,
justas y sostenibles que dependan menos de los piensos a base de pescado y que
no utilicen piensos derivados de la producción de harina y aceite de pescado a
partir de capturas procedentes de la pesca ilegal, no declarada y no
reglamentada (INDNR); destaca la necesidad de mejorar el bienestar de los
animales acuáticos, ya que un mayor bienestar implica menos enfermedades, un
menor uso de antibióticos y ecosistemas más sanos; acoge con satisfacción las
«Directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y
competitiva para el período 2021-2030» y señala la necesidad de supervisar y
fomentar la aplicación de las reformas presentadas en los planes estratégicos
plurianuales para el desarrollo de la acuicultura, a fin de impulsar una
producción sostenible; reitera su petición de que se establezca un marco
jurídico sólido, fiable, predecible, racionalizado y favorable a las empresas
que apoye el desarrollo de una acuicultura sostenible;
41. Subraya que los insectos, siempre que cumplan
unos estrictos requisitos de seguridad, podrían considerarse una fuente
alternativa útil y circular de proteínas, en particular para la alimentación
animal orgánica y convencional, que contribuye a reducir el déficit de
proteínas de la Unión y a aumentar la circularidad de la agricultura; reconoce
que las cargas normativas indebidas, como la prohibición de utilizar residuos
biodegradables como pienso para insectos o para la fermentación de proteínas,
obstaculizan el desarrollo de una agricultura circular y sostenible; destaca
que el interés en esta producción está aumentando y que, una vez que se logren
economías de escala, los costes de producción disminuirán; manifiesta su
preocupación por los elevados requisitos energéticos de la cría a gran escala
de insectos y subraya la necesidad de analizar los efectos medioambientales,
sanitarios, de bienestar animal, sociales y económicos;
42. Opina que las autorizaciones concedidas por
medio de la legislación sobre nuevos alimentos deben basarse en las garantías
más estrictas de seguridad alimentaria del producto y que deben tenerse en
cuenta sus repercusiones en la salud humana y el medio ambiente, de conformidad
con el principio de cautela; recalca que el proceso de autorización debe ser
más transparente y eficiente, sin rebajar las estrictas normas de seguridad
alimentaria; destaca que se debe seguir un enfoque de «Una sola salud» en lo
que respecta al desarrollo de la producción de nuevas proteínas, y que debe
respetarse la legislación pertinente en materia de bienestar animal y
necesidades medioambientales;
43. Pide a la Comisión que presente una evaluación
de impacto exhaustiva de los nuevos alimentos para el consumo humano de
conformidad con el modelo agrícola, la sociedad, la salud humana, el medio
ambiente y la economía europeos; recalca que se debe tener en cuenta el
principio de cautela;
44. Observa que los alimentos a base de células,
que se producen cultivando células aisladas de plantas y animales, plantean
retos éticos, sociales, medioambientales y económicos, y que el Reglamento
relativo a los nuevos alimentos (6) no
es adecuado para su propósito; recalca que se deben reflejar mejor los
intereses y las expectativas de consumidor;
45. Pide a la Comisión que vele por que los
alimentos en la Unión procedan de sistemas agrícolas sostenibles; recuerda el
vínculo entre producción de alimentos sostenibles, naturaleza, agricultores y
desarrollo rural, y subraya el valor añadido y los servicios ecosistémicos
proporcionados por los agricultores;
46. Pide más investigación y desarrollo de la
seguridad y la producción sostenible de proteínas en la Unión y sus
repercusiones en el enfoque de «Una sola salud»; subraya la necesidad urgente
de investigación pública y privada, infraestructura de investigación e
instalaciones de demostración para ampliar un sistema de proteínas europeo
resiliente; recalca el importante papel de los institutos de investigación en
la Unión para aumentar aún más la eficiencia y la sostenibilidad del sistema
alimentario de la Unión;
Un enfoque holístico
que incluya toda la cadena de valor alimentaria
47. Subraya que es necesario mejorar la
coordinación y la colaboración entre las partes interesadas de la cadena de
suministro a lo largo de toda la cadena de valor para colmar las brechas que
existen actualmente entre los agricultores, los transformadores y los
minoristas; resalta que se debe promover activamente una colaboración colectiva
más sólida entre los agentes, en particular mediante organizaciones de
agricultores y cooperativas agrícolas, con vistas a configurar unas cadenas de
mayor valor añadido;
48. Pide, a este respecto, a los Estados miembros
y a las partes interesadas que utilicen todas las normas disponibles incluidas
en el Reglamento OCM (7) en
beneficio de unas cadenas eficientes e innovadoras; pide a las partes
interesadas que desarrollen la contratación con el fin de planificar la
producción a largo plazo; cree que las organizaciones de productores, en
especial las cooperativas, así como las organizaciones interprofesionales,
desempeñan un papel fundamental en la estructuración y el refuerzo de las
cadenas de valor de proteínas;
49. Hace hincapié en la importancia de la
aceptación por parte de los consumidores y de la información dirigida a ellos;
recalca que la producción de proteínas vegetales y alternativas debe satisfacer
las expectativas de los consumidores, lo que implica seguir mejorando las
funcionalidades de estas proteínas en términos de sabor, textura, valor
nutricional y precio;
50. Considera que los consumidores son cada vez
más conscientes de los alimentos que consumen y de cómo se han producido;
reitera su petición de que se facilite más información a los consumidores sobre
el impacto medioambiental de los diferentes productos alimenticios, incluidas
las proteínas, así como información sobre su producción, a fin de contribuir a
un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente;
celebra la intención de la Comisión, expresada en la Estrategia «De la Granja a
la Mesa», de ampliar el requisito de una indicación obligatoria de origen o
procedencia a otros productos;
51. Destaca que la cantidad de proteínas vegetales
producidas de forma sostenible en la Unión no aumentará si no hay demanda del
mercado o beneficios adecuados para los agricultores; considera que las ayudas
públicas específicas, como los regímenes ecológicos, podrían aumentar la
rentabilidad de los cultivos; insta a los agentes del mercado a que desarrollen
técnicas para determinar el contenido en proteínas y su calidad en los
cereales, las proteaginosas y los piensos con el fin de reflejar mejor el valor
de las proteínas; recalca que una mayor transparencia del mercado puede mejorar
el funcionamiento del mercado, reducir los residuos y dar lugar a un sector
alimentario más circular; cree que las estrategias políticas y los marcos
legislativos deben incentivar estos mercados; subraya que la producción de
proteínas vegetales con un menor contenido de proteínas sigue siendo esencial,
junto con la producción de cultivos con alto contenido de proteínas, y que el
desarrollo de estas fuentes debe guiarse por el principio de un balance de masa
positivo con respecto a la materia seca y las proteínas;
52. Considera que la industria alimentaria forma
parte integrante de la cadena de valor circular de las proteínas, dado que
permite que se obtenga más valor de las proteaginosas; hace hincapié en la
necesidad de aumentar la capacidad de transformación de las proteínas
vegetales; considera importante que la industria de transformación cartografíe
sus flujos de residuos para que puedan ser cuantificables y aumente su circularidad;
53. Reitera el objetivo de la Estrategia «De la
Granja a la Mesa» de reducir el desperdicio de alimentos en un 50 %,
que podría alcanzarse en parte mediante una cadena alimentaria más corta y
eficiente y un sector agrícola y de producción alimentaria más circulares, en
el que los residuos biodegradables se consideran un recurso más que un residuo;
reitera que garantizar un medio de vida sostenible para los productores
primarios es crucial para alcanzar los objetivos de la Estrategia «De la Granja
a la Mesa»;
54. Destaca la importancia de reducir los
descartes como una forma de evitar el desperdicio de alimentos; reitera, a este
respecto, la petición formulada en su Resolución de 18 de mayo de
2021 (8) de
que se identifiquen oportunidades comerciales o benéficas para lograr el mejor
uso posible de las capturas inevitables o no deseadas que no alcancen las
tallas mínimas de referencia a efectos de conservación, al tiempo que se
favorece el uso de técnicas de pesca que eviten y reduzcan tales capturas todo
lo posible; subraya, en este contexto, la necesidad de evitar la creación o la
expansión de un mercado secundario de productos del mar;
55. Subraya que muchos agricultores carecen de los
conocimientos necesarios para cultivar leguminosas de manera eficaz; recuerda
la necesidad de promover sistemas de conocimiento e innovación agrícolas, así
como de puesta en común de conocimientos y formación, que permitan que todos
los agentes de la cadena alimentaria se vuelvan sostenibles, acelerando para
ello la innovación y la transferencia de conocimientos, entre otras medidas;
pide a la Comisión de la Unión que cree la correspondiente plataforma en línea
de fácil acceso para el intercambio de ejemplos de mejores prácticas e
información sobre la producción de proteínas vegetales y animales;
56. Subraya que es necesario actuar a todos los
niveles para aumentar la producción sostenible de proteínas, en particular la
producción nacional de proteína vegetal, apoyando a los agricultores,
especialmente a las pequeñas y medianas explotaciones y a las explotaciones
familiares; pide, por tanto, a los Estados miembros que introduzcan y aumenten
el apoyo a la inversión y a la investigación a niveles de sistema, de empresa y
de producción, por ejemplo, proporcionando apoyo a la inversión a la cadena de
transformación;
57. Considera que la contratación pública debe
incentivar una producción y un consumo de proteínas más sostenibles;
Acciones políticas
concretas
58. Pide a la Comisión que presente las
siguientes acciones políticas:
i. un Reglamento sobre aditivos para
piensos que promueva la estabilidad y la innovación en la producción de
aditivos para piensos;
ii. un documento de orientación científica y
técnica que complemente el documento de orientación administrativa sobre la
preparación y presentación de solicitudes de nuevos alimentos con el fin de
aclarar el proceso de autorización, asegurando al mismo tiempo las garantías y
normas de seguridad alimentaria más estrictas y una evaluación adecuada de los
riesgos potenciales para el consumo humano, en consonancia con el principio de
precaución;
iii. una Directiva sobre los subproductos que
permita que más tipos de subproductos biodegradables sean considerados piensos
y que posibilite la utilización y el transporte de residuos derivados de la
producción de alimentos;
iv. un marco sobre energías renovables que
proporcione una regulación estable, sostenible y a largo plazo para la
utilización de los flujos secundarios de la extracción de proteína vegetal, los
residuos agrícolas y los flujos de residuos de la producción de bioenergía,
priorizando al mismo tiempo la producción de alimentos y piensos en terrenos
agrícolas fértiles;
v. una Directiva sobre fiscalidad de la
energía que establezca normas fiscales claras y a largo plazo y que incentive
la producción de todos los biocombustibles;
vi. un Reglamento sobre nuevas técnicas
genómicas que permita la adopción de nuevas técnicas de cría, sin aumentar las
posiciones dominantes en el mercado y teniendo en cuenta la necesidad
específica de innovación de las pymes europeas;
vii. un marco de certificación de la eliminación
de carbono que permita prácticas agrícolas de captura de carbono relacionadas
con los cultivos ricos en proteínas, garantizando al mismo tiempo ingresos
adicionales a los agricultores;
viii. una combinación de normas de la PAC que
proporcionen un marco estable, prácticas de gestión flexibles e incentivos para
la producción de cultivos ricos en proteínas y, en general, cultivos,
pastizales y leguminosas más ricos en proteínas. Se debe incentivar la
producción de cultivos ricos en proteínas en el marco de la PAC actual y
mediante lo regímenes ecológicos. La Comisión debe considerar la posibilidad de
permitir la producción de cultivos alimentarios ricos en proteínas en tierras
retiradas de la producción, respetando al mismo tiempo normas medioambientales
estrictas. La Comisión debe presentar un documento de orientación con las
mejores prácticas en la aplicación de la PAC al objeto de mejorar la producción
de cultivos sostenibles ricos en proteínas, como las proteaginosas y las
leguminosas, junto con una hoja de ruta sobre estrategias para reforzar los
vínculos entre la ganadería y el potencial forrajero regional;
ix. un marco normativo para el uso sostenible
de los productos fitosanitarios que también permita el seguimiento y la
investigación científica sobre la aparición, el desarrollo y la propagación de
plagas y patógenos que pongan en peligro el éxito de las cosechas de cultivos
proteaginosos;
x. una estrategia clara de financiación de
la investigación y del desarrollo a fin de promover y estimular el desarrollo
de medidas alternativas para la protección de las plantas en términos de
innovaciones técnicas, como la agricultura de precisión o el uso de la
robótica, los insectos beneficiosos o los plaguicidas de bajo riesgo;
xi. un etiquetado basado en la ciencia y
voluntario en el marco legislativo para unos sistemas alimentarios sostenibles,
que permita la comparación de la huella medioambiental de los alimentos y
requisitos similares los piensos, basado de manera científica en datos reales
de los productos;
xii. un balance de las proteínas alimentarias;
xiii. un Reglamento sobre subproductos de origen
animal que, manteniendo la aplicación de unos niveles de seguridad estrictos
para los productos agrícolas transformados, ofrezca la posibilidad de utilizar
más antiguos alimentos e ingredientes derivados del pescado como pienso;
xiv. una combinación de normas de contratación
pública que facilite el establecimiento de requisitos mínimos de
sostenibilidad;
xv. una estrategia clara de financiación de la
investigación y del desarrollo, que incluya incentivos financieros para
promover y estimular las proteínas producidas de manera sostenible,
especialmente las proteínas vegetales y animales, para alimentos y piensos en
la Unión, aprovechando y liberando el potencial de Horizonte Europa, el
Fondo de Innovación, el programa LIFE, EIT Alimentos y otros fondos de la Unión
pertinentes para la tecnología alimentaria y el desarrollo agrícola;
xvi. a corto plazo, una excepción temporal con
una seguridad jurídica suficiente para garantizar que se pueda utilizar RENURE
y, a largo plazo, la aplicación jurídica de los criterios elaborados por el
Centro Común de Investigación sobre RENURE, clasificándolo como fertilizante
químico en el marco de la Directiva sobre los nitratos (9);
xvii. un apoyo continuado a la investigación con respecto
a la mejora de la sostenibilidad de los sistemas de ganadería, en particular en
lo que respecta al uso de ingredientes y subproductos no comestibles en los
piensos;
xviii. una modificación del anexo III de la
Directiva sobre nitratos para facilitar el uso del digestato procedente de
residuos orgánicos obtenidos de la digestión anaerobia del estiércol;
xix. un marco para conectar la producción de
proteínas vegetales con el Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más
Desfavorecidas;
xx. políticas que garanticen que las
importaciones de proteínas cumplen normas comparables de producción y calidad
en cuanto a su impacto en la salud y el medio ambiente, con el fin de evitar
fugas de carbono, mejorar la competitividad de los productores de la Unión con
respecto a los productores de terceros países y garantizar unas normas más
estrictas a escala mundial;
xxi. una estrategia de pastoreo para Europa con
el objetivo de promover el pastoreo extensivo cuando se ajuste a las
condiciones y el contexto regionales, un estudio a escala de la Unión sobre el
potencial y las necesidades de suelo de los cultivos proteicos y oleaginosos
que pueden cultivarse en la Unión, y un estudio sobre el impacto de la
introducción de un mercado de futuros de proteínas que permita a los
agricultores gestionar sus riesgos;
xxii. un estudio analítico sobre el espacio
disponible en el mercado para las proteínas que presentará la Comisión, y
xxiii. una mayor investigación sobre los análisis del
ciclo de vida nutricional de los alimentos;
59. Encarga a su presidenta que transmita la presente Resolución al Consejo y a la Comisión.
.(1) DO C 390 de 18.11.2019, p. 2.
(2) DO C 361 de 20.9.2022, p. 2.
(3) DO C 184 de 5.5.2022, p. 2.
(4) DO L 243 de 9.7.2021, p. 1.
(5) Directiva 2006/112/CE del Consejo, de 28 de noviembre de 2006, relativa al sistema común del impuesto sobre el valor añadido (DO L 347 de 11.12.2006, p. 1).
(6) Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2015, relativo a los nuevos alimentos, por el que se modifica el Reglamento (UE) n.o 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo y se derogan el Reglamento (CE) n.o 258/97 del Parlamento Europeo y del Consejo y el Reglamento (CE) n.o 1852/2001 de la Comisión (DO L 327 de 11.12.2015, p. 1).
(7) Reglamento (UE) n.° 1308/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre de 2013, por el que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios y por el que se derogan los Reglamentos (CEE) n.° 922/72, (CEE) n.° 234/79, (CE) n.° 1037/2001 y (CE) n.° 1234/2007 (DO L 347 de 20.12.2013, p. 671).
(8) Resolución del Parlamento Europeo, de 18 de mayo de 2021, sobre el cumplimiento de los objetivos de la obligación de desembarque establecida en el artículo 15 de la política pesquera común (DO C 15 de 12.1.2022, p. 9).
(9) Directiva 91/676/CEE del Consejo, de 12 de diciembre de 1991, relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias (DO L 375 de 31.12.1991, p. 1).
ELI: http://data.europa.eu/eli/C/2024/2657/oj
ISSN 1977-0928 (electronic edition)
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