jueves, 18 de julio de 2024

«HACIA UNA EUROPA MAS RESILIENTE, COMPETITIVA Y SOSTENIBLE» - DICTAMEN DEL COMITE ECONOMICO Y SOCIAL EUROPEO.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

 

cferreyros@hotmail.com

RESUMEN

El presente Dictamen recoge la posición del Comité Económico y Social Europeo (CESE) respecto de la Comunicación COM(2023)558 ComunicaciónFinal de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al ComitéEconómico Y Social Europeo y al Comité de las Regiones Hacia una Europea mas resiliente,competitiva y sostenible, adoptada por la Comisión Europea de cara a la celebración de la cumbre de Granada, con el fin de tenerla en cuenta en la preparación del próximo mandato legislativo europeo.

Dada la diversidad de las cuestiones abordadas en el documento (Reforzar nuestras capacidades de defensa y construir una paz duradera en Europa, Mejorar la seguridad energética de Europa y hacer frente a la crisis climática, Construir una base económica más sólida y sostenible, Fomentar la inversión pública y privada), el presente Dictamen se centra en cuatro sectores clave para el futuro de la autonomía estratégica de Europa: la energía, las tecnologías digitales, la defensa y el espacio. En él se formulan propuestas concretas para reafirmar la necesidad de que Europa sea una potencia económica y política.

La UE ha actuado decididamente para hacer frente a los riesgos económicos y las dependencias estratégicas adoptando medidas de reducción del riesgo en ámbitos claves [1) Materias primas fundamentales, 2) Semiconductores, 3) Tecnologías de cero emisiones netas, 4) Sanidad, 5) Transformación digital, 6) Productos alimenticios y 7) Tecnologías críticas].

Particularmente en Transformación digital, la UE está decidida a mantener e intensificar su participación activa en diversos foros internacionales, en particular el Proceso de Hiroshima puesto en marcha por el G7, y a promover bilateralmente el desarrollo y la adopción de una inteligencia artificial fiable a escala mundial. Adicionalemnte ver: Reglamento Europeo en materia de Inteligencia ArtificialInterrogantes y Respuestas de la CNIL sobre riesgos y articulación de los Reglamentos de Protección de Datos Personales y de Inteligencia Artificial

El Dictamen del CESE concluye pidiendo a la Comisión Europea que:

— garantice una mejor coordinación de la industria europea de la defensa;

— invierta masivamente en I+D para reforzar la soberanía tecnológica de Europa en ámbitos críticos y garantizar su superioridad operativa frente a posibles adversarios;

— vele por que la UE y sus Estados miembros aumenten de forma considerable sus contribuciones para adaptar la defensa europea al nuevo entorno estratégico;

— facilite el acceso a la inversión y la financiación privadas y públicas mediante políticas y medidas reglamentarias; y

— fomente y apoye los esfuerzos de los Estados miembros destinando la mayor parte de los presupuestos a adquirir equipos y sistemas de proveedores europeos.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com

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European flag

Diario Oficial
de la Unión Europea

ES

Serie C


C/2024/4062

12.7.2024

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones

Hacia una Europa más resiliente, competitiva y sostenible

[COM(2023) 558 final]

(C/2024/4062)

Ponente:

Alain COHEUR

Coponente:

Alain TACCOEN

Asesor

Olivier LEMAITRE (por el ponente del Grupo III)

Consulta

13.11.2023

Base jurídica

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales

Aprobado en sección

8.4.2024

Aprobado en el pleno

24.4.2024

Pleno n.o

587

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

163/0/1


1. Conclusiones y recomendaciones

 1.1. En el presente Dictamen se recoge la posición del CESE respecto de la Comunicación COM(2023) 558 final adoptada por la Comisión Europea de cara a la celebración de la cumbre de Granada, con el fin de tenerla en cuenta en la preparación del próximo mandato legislativo europeo. Dada la diversidad de las cuestiones abordadas en el documento, el presente Dictamen se centra en cuatro sectores clave para el futuro de la autonomía estratégica de Europa: la energía, las tecnologías digitales, la defensa y el espacio. En él se formulan propuestas concretas para reafirmar la necesidad de que Europa sea una potencia económica y política.

 

 1.2. El CESE expresa su profunda preocupación por el retraso acumulado con respecto a Estados Unidos y China en sectores tan estratégicos como los que se abordan en el presente Dictamen, lo que sigue debilitando la independencia, la soberanía y el modelo de sociedad europeos. Debido a la grave falta de inversión en comparación con sus competidores, la Unión Europea (UE) no tiene una posición dominante en prácticamente ninguno de estos sectores industriales y carece de liderazgo geoestratégico. La voluntad de la UE de volver a ejercer un control estricto sobre el gasto público debilitará aún más de manera permanente su modelo económico y social.

 

 1.3. En el futuro, el sistema energético de la UE estará altamente electrificado y dominado por las energías renovables intermitentes. Satisfará una demanda variable, por lo que será necesario en todo caso velar por su independencia y su seguridad energética. En la actualidad, el equilibrio entre la oferta y la demanda depende en gran medida de las centrales hidroeléctricas, nucleares, térmicas y fósiles; por ello, garantizar dicho equilibrio en el futuro revestirá una extrema complejidad. Al mismo tiempo, deberá reforzarse la seguridad energética de la UE, lo que requerirá cuantiosas inversiones y un marco normativo propicio.

 

 1.4. Asegurar la transición energética de Europa implica mantener numerosos empleos dignos y disponer de nuevas competencias. Además, la UE deberá poner a disposición de la ciudadanía itinerarios educativos que les permitan detectar mejor los patrones de desinformación y, en consecuencia, contrarrestarlos de manera más eficaz.

 

 1.5. La independencia digital de Europa se basará en varios elementos, a saber, su capacidad para desarrollar superordenadores, almacenar datos en su territorio y fomentar el desarrollo de auténticos agentes industriales.

 

 1.6. La sostenibilidad y la soberanía de la industria espacial europea deberán afrontar numerosos desafíos: la fragmentación, la duplicación y el escaso volumen de los principales mercados institucionales europeos debilitan la Unión; al mismo tiempo, aumenta el déficit de financiación respecto de Estados Unidos y China, y la UE se enfrenta a operadores gigantes del sector privado que están optimizando sus cadenas de suministro internas. La crisis de la industria europea de lanzadores pone de manifiesto estas vulnerabilidades y afecta ahora al segmento de los satélites. Las capacidades de la Unión siguen evaluándose en gran medida desde el estrecho ángulo de las políticas nacionales, pero son inadecuadas para responder a la dimensión europea de los grandes retos espaciales, lo que se traduce en menores volúmenes de producción para todos los agentes y mayores costes unitarios para los clientes.

 

 1.7. En los próximos años, la industria europea de la defensa tendrá que dotar a los Estados miembros y a sus fuerzas armadas de equipos y capacidades de defensa de alta calidad y adaptados al nuevo entorno estratégico, pero también prestar asistencia militar continua a Ucrania y a otros socios; además, deberá garantizarse la adaptabilidad, la sostenibilidad, la capacidad, la resiliencia y la competitividad de la base tecnológica e industrial europea de defensa.

2. Observaciones generales

2.1. Garantizar la seguridad energética de la UE

 2.1.1. La UE es un importador neto: en 2020, el 58 % de la energía disponible en la UE procedía de un tercer país. Cabe señalar que Europa ha pasado de depender en gran medida de un proveedor, Rusia, a depender de Estados Unidos para sus compras de gas. China mantiene una posición dominante en una gran parte de las cadenas de valor industriales del sector de la energía.

 

 2.1.2. Para responder a los riesgos que plantea el cambio climático, la UE se ha comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono de aquí a 2050. La Comisión Europea ha propuesto reducir los gases de efecto invernadero entre un 85 % y un 95 % antes de 2040 mediante una disminución de la demanda, la descarbonización de los usos finales gracias a una fuerte electrificación y la renovación energética de los edificios, cuyo ritmo es en la actualidad demasiado lento.

 

 2.1.3. La electrificación deberá desarrollarse rápidamente en el futuro, con una producción prevista de 3 362 TWh en 2030, frente a 2 901 TWh en 2021. Para abastecer esta demanda final, la producción debe basarse en un desarrollo masivo de la producción de electricidad descarbonizada y en una aceleración de los procedimientos de autorización de los permisos de producción.

 

 2.1.4. Los usos térmicos y de refrigeración, la movilidad y la industria son los tres principales sectores de consumo de energía. La UE ha decidido avanzar hacia la electrificación directa (con bombas de calor o baterías, entre otras soluciones) e indirecta (mediante hidrógeno electrolítico) y los combustibles renovables e hipocarbónicos, sin descuidar la captura de carbono.

 

 2.1.5. El CESE alberga dudas sobre las hipótesis de referencia que maneja la Comisión Europea, que no permiten a los agentes industriales prever una planificación estratégica de sus inversiones. En 2009, la captura de carbono se consideraba fundamental para 2030, antes de retrasarse a 2035 en 2013, luego para después de 2040 en 2016, desaparecer en 2020 y volver a ser clave en 2024. También cabe poner en tela de juicio los volúmenes de hidrógeno: para 2030, el ajuste al objetivo del 55 % preveía 233 TWh; REPowerEU, 670 TWh, y en 2024 vuelve a situarse en 105 TWh.

 

 2.1.6. El futuro sistema eléctrico europeo estará dominado por las energías renovables intermitentes y tendrá que satisfacer una demanda variable. En la actualidad, el equilibrio entre la oferta y la demanda depende de las centrales nucleares, térmicas, fósiles e hidroeléctricas. Habrá que prestar especial atención a estas últimas en el marco de los principios y medidas del Pacto Azul propuesto por el CESE. Garantizar dicho equilibrio en el futuro revestirá una mayor complejidad, debido a las nuevas flexibilidades (como la elasticidad de la demanda o el almacenamiento).

 

 2.1.7. La seguridad energética de la UE presupone cuantiosas inversiones, con un marco favorable a la inversión, en gran medida privada, aunque los Estados miembros puedan ofrecer ayudas.

 

 2.1.8. La transición energética requiere contar con empleos dignos de diferente nivel y disponer de las competencias necesarias en todas las actividades. En el Pacto por las Capacidades, la Comisión Europea insta a todas las partes interesadas a que adopten medidas destinadas a impulsar el reciclaje y el perfeccionamiento profesionales. Resulta esencial la coordinación local y regional entre empresas, sindicatos, corporaciones locales, universidades y escuelas.

 

 2.1.9. Por último, el CESE llama la atención sobre el riesgo natural, si bien escaso, de las erupciones solares, cuyas consecuencias, subestimadas en la actualidad, serían catastróficas y podrían interferir en el funcionamiento de los satélites, las redes eléctricas y las tecnologías digitales.

 

2.1.10. El CESE pide a la Comisión Europea que:

— haga balance y refuerce el dominio de la UE en las cadenas de valor de las distintas tecnologías de descarbonización;

 

— evalúe los riesgos de dependencia y proponga medidas correctoras en casos de alto riesgo, o incluso de monopolio o cuasimonopolio a escala mundial;

 

— fomente, manteniendo la neutralidad tecnológica, la adopción de productos descarbonizados por medio de incentivos (como impuestos, subvenciones, normas o etiquetas);

 

— elucide la razón por la que no se desarrolla la electrificación de los usos energéticos y tome medidas para remediar esta situación;

 

— garantice la financiación mediante un marco adecuado y apoye a los Estados miembros para que puedan responder de forma rápida y eficaz a las necesidades de renovación energética de los edificios;

 

— compruebe, a partir de los planes nacionales integrados de energía y clima para 2024, el grado de coherencia de las proyecciones de los Estados miembros con los objetivos europeos y extraiga las conclusiones necesarias;

 

— estudie los modelos de mercado eléctrico que remuneran la flexibilidad en función del valor creciente del servicio prestado;

 

— tenga en cuenta las propuestas del CESE sobre el Pacto Azul; y

 

— evalúe las consecuencias y proponga planes para anticiparse a las erupciones solares.

2.2. Garantizar la seguridad digital de la UE

 2.2.1. Las tecnologías digitales han revolucionado la existencia de la especie humana y han brindado numerosas ventajas innegables como la comunicación instantánea o el acceso inmediato a la información. También facilita muchas de las tareas cotidianas. Para que todo el mundo pueda beneficiarse, debe mejorarse la formación digital de la ciudadanía; esto también es fundamental para hacer frente a los retos de la desinformación y responder a los desafíos del mercado laboral. El CESE también acoge con satisfacción los recientes avances en materia de IA.

 

 2.2.2. Si se utilizan indebidamente, las tecnologías digitales facilitan la difusión de información engañosa, que puede tener graves consecuencias para la sociedad. El CESE acoge favorablemente las medidas adoptadas a nivel europeo, como el Reglamento de Servicios Digitales y el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación. Este último instrumento de autorregulación se basa en el compromiso voluntario de los firmantes. El CESE insiste en su vigilancia, tal como prevé la Comisión Europea.

 

 2.2.3. Salvaguardar las instituciones democráticas requiere educar y formar permanentemente a toda la ciudadanía europea, a fin de permitirle detectar mejor los patrones de desinformación y, en consecuencia, contrarrestarlos de manera más eficaz. Esta formación debe permitir la adquisición de las competencias necesarias para participar de manera constructiva en las conversaciones sociales y para reconocer y contrarrestar la desinformación.

 

 2.2.4. Los datos europeos están alojados en diferentes países. Resulta preocupante que en 2021 (1) Estados Unidos albergase el 35 % de los centros de datos del mundo. Aunque la normativa de la UE permite escoger el lugar donde se almacenan los datos, no cabe duda de que el dominio de los agentes digitales extranjeros crea una dependencia de la UE respecto de países no europeos. El CESE expresa su preocupación por la extraterritorialidad de la Ley de Computación en la Nube de los Estados Unidos (Cloud Act), que entra en conflicto con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El CESE subraya la importancia del proyecto Gaia-X, cuyo objetivo es crear un ecosistema europeo en la nube basado en un planteamiento común.

 

 2.2.5. Los principales riesgos para la ciberseguridad son las amenazas que pueden comprometer la seguridad, la confidencialidad, la integridad o la disponibilidad de los datos y sistemas informáticos. Dichos riesgos pueden tener graves consecuencias: el sector sanitario se enfrenta a un preocupante recrudecimiento de los ciberataques, según se describe en el informe «Panorama de amenazas» de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA). El CESE está muy atento al despliegue del Reglamento sobre la Ciberseguridad y acoge favorablemente el nuevo sistema europeo de certificación de la ciberseguridad.

 

 2.2.6. En la industria digital hay que distinguir entre la fabricación de dispositivos y el desarrollo de aplicaciones informáticas. Mientras que casi todos nuestros dispositivos provienen de Asia, Europa domina eslabones clave de sectores industriales fuertes, como el de los equipos de litografía ultravioleta. El CESE apoya la Ley Europea de Chips, indispensable para la reindustrialización digital de la UE, y subraya la importancia de contar en Europa con empresas líderes en sus mercados a escala mundial.

 

 2.2.7. La independencia digital de la UE depende de su capacidad informática y de su nivel de ciberseguridad. A finales de diciembre se inauguró MareNostrum (2), uno de los diez superordenadores más potentes del mundo, financiado al 50 % con fondos europeos. Esta iniciativa debe proseguir durante el próximo mandato.

 

2.2.8. El CESE pide a la Comisión Europea que:

— siga supervisando la alfabetización informática de la ciudadanía europea y anime a los Estados miembros a sensibilizar a la población sobre los riesgos asociados al uso de las tecnologías digitales;

 

— evalúe la aplicación real de la autorregulación mediante el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación, sobre todo en este año de elecciones europeas;

 

— señale los lugares donde se almacenan los datos europeos, teniendo en cuenta que los datos sensibles deben alojarse dentro de la UE;

 

— proponga soluciones al conflicto entre la Ley de Computación en la Nube de Estados Unidos y el RGPD de la Unión;

 

— supervise el grado de conocimientos de la ciudadanía europea en materia de ciberseguridad;

 

— extraiga lecciones del éxito industrial de determinadas empresas de la UE y saque conclusiones sobre la situación de la competencia a escala mundial;

 

— siga invirtiendo en el desarrollo de superordenadores en Europa.

 

2.3. Garantizar el futuro de la industria espacial europea

 2.3.1. Los servicios espaciales se han vuelto estratégicos para las sociedades y economías europeas, y el espacio es esencial para la libertad de acción y la autonomía de decisión de la UE. Del espacio dependen la economía y muchas políticas públicas: el transporte, el posicionamiento, las telecomunicaciones, la meteorología, la vigilancia del medio ambiente, la comprensión del cambio climático y la observación de la Tierra con fines de defensa y seguridad.

 

 2.3.2. Los principales clientes y operadores de infraestructuras espaciales son las autoridades públicas, con atribuciones de servicio público. Las entidades que proporcionan las infraestructuras necesarias para suministrar estos datos y servicios son empresas industriales privadas. La industria espacial desempeña un papel estratégico.

 

 2.3.3. La industria espacial ha contribuido positivamente a la balanza comercial de la UE, con un superávit neto medio de 900 millones USD anuales en la última década, gracias a las exportaciones de sistemas de satélites y servicios de lanzamiento. La industria espacial europea se caracteriza esencialmente por la dependencia respecto a su capacidad para obtener contratos en mercados abiertos (muy pequeños) en comparación con la situación de otras potencias espaciales (entre el 30 % y el 50 % del volumen de negocios se genera en estos mercados abiertos).

 

2.3.4. La industria espacial europea se enfrenta a un número cada vez mayor de amenazas:

— El déficit de financiación respecto de Estados Unidos y China es cada vez mayor: los presupuestos espaciales europeos son seis veces inferiores a los de Estados Unidos, y los presupuestos espaciales de que se disponen en la UE no están coordinados en la mayoría de los casos, mientras que la doctrina espacial estadounidense ha hecho del espacio un instrumento esencial para su supremacía e independencia. El auge exponencial de China no puede ignorarse. Otros agentes, como Rusia y la India, también están intensificando su actividad. Por último, la industria espacial europea se enfrenta ahora a operadores gigantes no pertenecientes a la Unión (en particular SpaceX) que optimizan sus cadenas de suministro internas y generan perturbaciones a gran escala en los mercados.

 

— La crisis de la industria europea de lanzadores ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de este segmento, y ahora le toca sufrir la misma suerte a la industria de satélites: en la actualidad, las cifras muestran que la rentabilidad de la industria espacial rara vez es positiva en un momento en que realizar inversiones cruciales es cada vez más importante.

 

— La norma del «retorno geográfico» de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha demostrado ser un medio eficaz de garantizar la mayor parte de la financiación de los programas, pero no está exenta de defectos. Esta norma también puede favorecer la atomización de la cadena de suministro con la presencia de contribuyentes muy pequeños. Preservar a toda costa las capacidades nacionales aumenta la duplicación y la fragmentación en un mercado muy reducido. Ello conlleva un menor volumen de producción para todos y mayores costes unitarios para los clientes.

El CESE pide a la Comisión Europea que:

— diseñe y aplique una estrategia de la industria espacial a escala europea, teniendo en cuenta la fragmentación, la duplicación y el escaso volumen de los principales mercados institucionales europeos, que amenazan la sostenibilidad y la soberanía de la industria de la UE;

 

— garantice que las autoridades públicas tengan acceso sin trabas a las capacidades espaciales necesarias para aplicar políticas públicas, con el grado de independencia requerido (capacidades que pueden, por tanto, obtenerse de manera unificada en Europa y deben mantenerse bajo el control de entidades europeas);

 

— apoye la competitividad de la industria espacial europea, dada la dependencia del sector industrial espacial respecto de los mercados abiertos y, por tanto, su necesidad vital de ser competitivo;

 

— integre el carácter estratégico de la industria espacial, sus características (largo plazo, alto nivel de riesgo, gran intensidad de capital) y las políticas de otras potencias para poner en marcha dicha estrategia de la industria espacial. Las autoridades europeas pueden recurrir a numerosas herramientas (normas de contratación pública, financiación de la investigación y el desarrollo, legislación, diplomacia).

 

2.4. Garantizar el futuro de la defensa europea

2.4.1. La industria europea de la defensa es esencial para:

— proporcionar a los Estados miembros de la UE y a sus fuerzas armadas los equipos y las capacidades de defensa que necesitan para defender a Europa y a su ciudadanía frente a una amplia gama de amenazas complejas;

 

— preservar la soberanía de Europa y garantizar la protección de la democracia y la estabilidad en el continente a largo plazo, con un nivel adecuado de autonomía estratégica; y

 

— apoyar directamente la estabilidad, la paz y la seguridad de los Estados miembros de la OTAN y de la UE, así como de sus aliados.

 

2.4.2. Los retos que afronta la industria europea de la defensa son dobles y se han visto todavía más agravados por la agresión de Rusia contra Ucrania: en los próximos años, dotar a los Estados miembros y a sus fuerzas armadas de equipos y capacidades de defensa rentables, de alta calidad y adaptados al nuevo entorno estratégico, y permitirles prestar asistencia militar continua a Ucrania y a otros socios; a más largo plazo, garantizar la adaptabilidad, la sostenibilidad, la capacidad, la resiliencia y la competitividad de la base tecnológica e industrial europea de defensa.

 

2.4.3. Además, no puede haber un pilar europeo sólido de la OTAN sin una base industrial creíble, autónoma y sostenible. La OTAN ha reconocido que la Alianza necesita una industria de defensa fuerte y eficiente, con una mayor cooperación europea.

El CESE pide a la Comisión Europea que:

— garantice una mejor coordinación de la industria europea de la defensa (en concreto alentando las adquisiciones públicas comunes) y su capacidad de suministrar los equipos que necesitan las fuerzas armadas de los Estados miembros de la UE, en cualquier momento y circunstancia; por tanto, debe ser capaz de aumentar rápidamente su producción para responder a las necesidades urgentes del momento y mantener después un nivel de preparación adecuado;

 

— invierta masivamente en I+D para reforzar la soberanía tecnológica de Europa en ámbitos críticos y garantizar su superioridad operativa frente a posibles adversarios. La UE debe aumentar de forma sustancial el presupuesto para un Fondo Europeo de Defensa que sea más estratégico;

 

— vele por que, en el próximo marco financiero plurianual y en la línea presupuestaria destinada a defensa, la UE y sus Estados miembros aumenten de forma considerable sus contribuciones para adaptar la defensa europea al nuevo entorno estratégico;

 

— facilite el acceso a la inversión y la financiación privadas y públicas mediante políticas y medidas reglamentarias que velen por que las consideraciones y los criterios de sostenibilidad no discriminen a las empresas europeas de defensa; y

 

— fomente y apoye los esfuerzos de los Estados miembros para invertir la situación actual destinando la mayor parte de los presupuestos a adquirir equipos y sistemas de proveedores europeos, condición sine qua non para mantener una industria europea de la defensa viable.

 Bruselas, 24 de abril de 2024.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Oliver RÖPKE


(1)   https://es.statista.com/

(2)   https://es.wikipedia.org/wiki/MareNostrum


ELI: http://data.europa.eu/eli/C/2024/4062/oj

ISSN 1977-0928 (electronic edition)


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