viernes, 19 de julio de 2024

COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN EUROPEA PARA LA LUCHA CONTRA EL TRÁFICO DE DROGAS Y LA DELINCUENCIA ORGANIZADA - DICTAMEN DEL COMITE ECONOMICO Y SOCIAL EUROPEO.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

 

cferreyros@hotmail.com

RESUMEN

La presente Comunicación de la Comisión Europea al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la hoja de ruta de la UE para la lucha contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada recoge el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo (CESE) al respecto.

Entre sus Conclusiones destaca que la hoja de ruta de la UE para la lucha contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada requiere tanto de una mayor cooperación y coordinación a escala europea como de una adecuada financiación de las autoridades de seguridad, dotando los Estados miembros a sus autoridades aduaneras y policiales de recursos humanos y técnicos adecuados, salarios y condiciones laborales dignos y formación continua. Incluyendo la participación de los sindicatos que representan a los funcionarios de policía y aduanas para determinar de forma adecuada sus necesidades.

Desde el punto de vista de la sociedad civil, el consumo de drogas debe abordarse más con medidas preventivas y de acompañamiento, y menos con la represión.

En materia de digitalización, el CESE, insta a los Estados miembros a acelerar ésta, fomentar el intercambio de información entre las autoridades policiales, incluidas las medidas de digitalización asociadas, desarrollar una conectividad digital óptima entre las autoridades aduaneras y armonizar la digitalización entre las autoridades públicas.

El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge con satisfacción la propuesta de iniciativas efectivas para desmantelar las redes delictivas, entre ellas, aquellas relacionadas con el secreto bancario y la existencia de paraísos fiscales, el blanqueo de capitales y la corrupción elementos de la mayor importancia para la delincuencia organizada. Por ultimo recomienda, que se adopten más iniciativas para la prevención de adicciones.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com

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Diario Oficial
de la Unión Europea

ES

Serie C


C/2024/4066

12.7.2024

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la hoja de ruta de la UE para la lucha contra el tráfico de drogas y la delincuencia organizada

[COM(2023) 641 final]

(C/2024/4066)

Ponente:

Christian MOOS

Consulta

Comisión Europea, 28.2.2024

Base jurídica

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

Empleo, Asuntos Sociales y Ciudadanía

Aprobado en sección

12.4.2024

Aprobado en el pleno

25.4.2024

Pleno n.o

587

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

147/1/7

1. Conclusiones y recomendaciones

 1.1. La lucha contra la delincuencia organizada requiere tanto de una mayor cooperación y coordinación a escala europea como de la adecuada financiación de las autoridades de seguridad. Los Estados miembros deben dotar a sus autoridades aduaneras y policiales de recursos humanos y técnicos adecuados, salarios y condiciones laborales dignos y formación continua.

 

 1.2. La lucha contra el abuso de estupefacientes y drogas duras requiere un enfoque más diferenciado, que incluya a la sociedad en su conjunto. Desde el punto de vista de la sociedad civil, el consumo de drogas debe abordarse más con medidas preventivas y de acompañamiento, y menos con la represión.

 

 1.3. La atención especial a los puertos se justifica por el volumen del comercio en tránsito, pero no por ello deben dejarse de adoptar medidas para abordar otras rutas y puntos de acceso.

 

 1.4. El uso del término «asociación entre los sectores público y privado» es muy desafortunado cuando se aplica a la cooperación entre autoridades públicas y entidades privadas en el contexto que nos ocupa. En su lugar, la Comisión debería referirse a un enfoque multilateral.

 

 1.5. El Comité Económico y Social Europeo (CESE) acoge con satisfacción la propuesta de iniciativas efectivas para desmantelar las redes delictivas. El secreto bancario y la existencia de paraísos fiscales, el blanqueo de capitales y la corrupción son elementos de la mayor importancia para la delincuencia organizada.

 

 1.6. A fin de combatir la delincuencia organizada de la manera más eficaz posible, el CESE aboga por una mejor coordinación transfronteriza entre las autoridades aduaneras y policiales y por una mejor cooperación entre las autoridades policiales, judiciales y tributarias.

 

 1.7. El CESE insta a los Estados miembros a que inviertan fondos suficientes en sus administraciones públicas y a que aceleren su digitalización al objeto de luchar contra la delincuencia organizada.

 

 1.8. Es importante incluir a los sindicatos que representan a los funcionarios de policía y aduanas para determinar de forma adecuada las necesidades de personal y material y tener en cuenta sus conocimientos y experiencia.

 

 1.9. Los toxicómanos son víctimas y no delincuentes, siempre y cuando el uso que hagan de las drogas no desemboque en la comisión de delitos derivados de la adquisición de estupefacientes ni ponga en peligro a terceros. El CESE recomienda encarecidamente que se estudien las experiencias de los países y regiones en los que se tolera el consumo de determinadas drogas o se ha despenalizado el consumo de cannabis.

 

 1.10. El CESE recomienda que se adopten más iniciativas para la prevención de adicciones -y que estas no se centren únicamente en las drogas duras - con el fin de proteger a los europeos, especialmente a la juventud, de los riesgos que conllevan. Los fondos incautados deberían utilizarse para proyectos de prevención.

2. Observaciones generales sobre la hoja de ruta de la UE

 2.1. El CESE coincide con la Comisión Europea en que la delincuencia organizada es una de las amenazas para la seguridad más graves a la que se enfrenta Europa. La lucha contra la delincuencia organizada requiere tanto de una mayor cooperación y coordinación europeas como de la adecuada financiación de las autoridades de seguridad a escala de la UE y, primero y ante todo, de los Estados miembros. Asimismo, la lucha contra el abuso de estupefacientes y drogas duras requiere un enfoque más diferenciado que incluya a la sociedad en su conjunto, y no basarse únicamente en la coerción. En este marco, el papel de la sociedad civil es esencial, y no un mero añadido.

 

 2.2. El consumo de drogas causa enormes daños a la salud, la sociedad y la economía. Perjudica no solo a los toxicómanos, sino también a sus familiares y a comunidades enteras. Altera peligrosamente el orden social y va asociado a la comisión —por no decir que la fomenta— de numerosas faltas y delitos, también los más graves.

 

 2.3. El tráfico de drogas y la delincuencia organizada no son solo fenómenos de carácter transfronterizo; siempre tienen una dimensión geopolítica. La delincuencia organizada puede socavar las estructuras estatales y, en última instancia, conducir a la desintegración o captura del Estado por parte de regímenes dictatoriales con élites gobernantes de tipo mafioso, lo que afecta a las relaciones internacionales y al orden de seguridad internacional.

 

 2.4. La delincuencia organizada siempre está vinculada a graves violaciones de los derechos fundamentales y los derechos humanos y contribuye a la desestabilización de las democracias liberales. Cuando la delincuencia organizada detenta un gran poder informal, refuerza las tendencias autoritarias.

 

 2.5. La lucha contra la delincuencia organizada es esencial para combatir no solo la corrupción y el blanqueo de capitales, sino también la financiación de las redes terroristas, la trata de seres humanos y otros delitos. Los Estados miembros de la UE deben colaborar entre ellos y con terceros países, con el apoyo efectivo de la Unión, para hacer cumplir la ley, mantener el orden público y garantizar el monopolio estatal del uso de la fuerza contra las bandas, clanes y redes de tipo mafioso. Para ello, el estricto cumplimiento de las normas del Estado de Derecho es una condición indispensable.

 

 2.6. La incautación de bienes sigue siendo demasiado baja. Estas medidas deben reforzarse y la UE debe fijar objetivos (por ejemplo, un porcentaje mínimo) de reutilización social de bienes incautados para campañas públicas de prevención de adicciones y proyectos de la sociedad civil en este ámbito que se destinen especialmente a la juventud.

 

 2.7. Los denominados «narcoestados» desempeñan un papel importante en el tráfico mundial de drogas. La Comisión Europea y el SEAE deben disponer de recursos suficientes para impedir ya en origen la llegada de sustancias ilícitas. La estrategia «Global Gateway» de la UE puede ofrecer alternativas económicas a la población de los países en las que se cultivan.

 

 2.8. Debe prestarse especial atención al sector financiero y fomentar los conocimientos especializados correspondientes, así como la cooperación con las autoridades fiscales. El secreto bancario y la existencia de paraísos fiscales son mucho más importantes para la subsistencia de la delincuencia organizada que, por ejemplo, sus logros aislados en la entrega de drogas a través de los puertos europeos.

 

 2.9. Los toxicómanos son víctimas y no delincuentes, siempre y cuando el uso que hagan de las drogas no desemboque en la comisión de delitos derivados de la adquisición de estupefacientes ni ponga en peligro a terceros. Por lo expuesto, el CESE recomienda encarecidamente que se estudien las experiencias de despenalización del consumo de drogas duras, entre otros en Columbia Británica (Canadá), Oregón (Estados Unidos) y Portugal. La legalización del consumo de drogas puede propiciar un aumento de las medidas preventivas y orientadas a la salud y reorientar los recursos. De hecho, puede reducir los índices de delincuencia asociados a la adquisición de drogas por parte de los usuarios finales, además de ofrecerles unas condiciones más seguras de consumo y de mitigar las repercusiones en la vida pública y la seguridad. Portugal registró una disminución de las muertes por drogas, que pasaron de 369 en 1999 a 30 en 2016. Más aún, se redujeron significativamente las cifras totales de adictos a la heroína, al igual que las de los nuevos casos de VIH y hepatitis C.

 

 2.10. Desde el punto de vista de la sociedad civil, el consumo de drogas debe abordarse más con medidas preventivas y de acompañamiento, y menos con medidas represivas. Los recursos necesarios para luchar eficazmente contra la delincuencia organizada estarían mejor orientados si se dirigieran contra las redes delictivas y, sobre todo, contra sus activos e instrumentos financieros, en lugar de contra los toxicómanos. En este contexto, es importante recordar que el número de muertes causadas por la adicción a sustancias legalmente permitidas (tabaco, alcohol) es mucho mayor que las ocasionadas por el consumo de sustancias ilegales. Conforme a los datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, en 2021 se produjeron 6 166 muertes inducidas por drogas en la UE. Según la Comisión Europea, casi 700 000 europeos mueren al año debido a enfermedades causadas por el tabaquismo o el vapeo. El alcoholismo también es causa de cientos de miles de muertes prematuras.

 

 2.11. Las organizaciones de la sociedad civil deben participar activamente en la futura aplicación de la Estrategia de la UE contra la Delincuencia Organizada 2021-2025 y la Agenda Europea de Lucha contra la Droga, dada su condición de prestatarias de la mayor parte de los servicios de asistencia. Dichas organizaciones brindan además un apoyo vital a los sistemas sanitarios y sociales y disponen de los conocimientos y la experiencia pertinentes.

 

 2.12. Es igualmente importante la inclusión de los interlocutores sociales y, en concreto, de los sindicatos que representan a los funcionarios de policía y aduanas que combaten la delincuencia organizada. La participación de los funcionarios de policía y aduanas es fundamental para poder anticipar y limitar eficazmente los potenciales riesgos a que se exponen los investigadores e inspectores, evaluar y planificar adecuadamente las necesidades de recursos materiales y humanos y adoptar un enfoque ascendente que permita incorporar los conocimientos técnicos. Esto es pertinente en particular de cara a la próxima evaluación de la Estrategia sobre Drogas en 2024.

 

 2.13. Dada la crítica situación del principio de legalidad en algunos Estados miembros de la UE, ya no es posible garantizar el pleno respeto de los derechos fundamentales y del Estado de Derecho. En opinión del CESE, si las autoridades de los veintisiete Estados miembros de la UE han dejado de cooperar sobre la base del respeto de los derechos fundamentales, dicha cooperación debería garantizarse alternativamente mediante el procedimiento de cooperación reforzada.

3. Observaciones sobre otras iniciativas

 3.1. El CESE acoge con satisfacción la propuesta de iniciativas efectivas para desmantelar las redes delictivas, siempre que respeten el Estado de Derecho. Lo mismo cabe decir de una mayor consolidación de la cooperación policial y el intercambio de información entre las autoridades policiales, incluidas las medidas de digitalización asociadas.

 

 3.2. Habida cuenta de la evolución extremadamente rápida del mercado de las drogas ilícitas y de la producción y proliferación de drogas sintéticas cada vez más peligrosas, el Comité acoge con especial satisfacción la próxima puesta en marcha de la actividad y el refuerzo de las competencias del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, que en breve pasará a denominarse Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA), así como el futuro sistema europeo de alerta en materia de drogas.

 

 3.3. El CESE celebra los objetivos fundamentales de la propuesta de reforma de la unión aduanera [COM(2023) 257 final]. Es importante reforzar las administraciones aduaneras y la cooperación tanto entre ellas como con las autoridades policiales, con el fin de evitar la importación en la UE de productos peligrosos e ilegales.

 

 3.4. No obstante, el CESE señala que la reforma aduanera también debe ser compatible con la Alianza Europea de Puertos a que se alude. Si bien la propuesta de la Comisión tiene por objeto reforzar los puertos y centros logísticos, suscita preocupación que la gobernanza operativa planteada a escala de la UE pueda, en última instancia, debilitar las competencias de las administraciones aduaneras y dar lugar a una reducción de las oficinas de aduana fuera de los centros logísticos especificados. Tal reducción sería rechazada tanto por las empresas, que requieren distancias cortas y conocimientos sobre la región, como por los sindicatos afectados.

 

 3.5. En esencia, en lo que respecta a las autoridades pertinentes de los Estados miembros y el reparto de competencias, debe prestarse especial atención a determinar las necesidades operativas específicas y darles mejor respuesta. Los gobiernos nacionales tienen una responsabilidad material en este ámbito.

 

 3.6. En los casos en que la cooperación más estrecha entre los veintisiete Estados miembros de la UE siga siendo difícil y, como consecuencia de ello, los enfoques supranacionales pierdan impulso, debe darse prioridad a la cooperación específica entre grupos de Estados miembros, como también ocurre con el apoyo a Europol y Eurojust, que ya ha dado lugar a resultados satisfactorios en la lucha contra las redes delictivas de tráfico de drogas.

 

 3.7. La plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas (EMPACT) y la red operativa contra los grupos delictivos organizados de tipo mafioso son instrumentos eficaces en la lucha contra el tráfico de drogas, y deben ampliarse y reforzarse. Sin embargo, desde el punto de vista de la sociedad civil, siempre es necesario velar por que la cooperación policial y entre las fuerzas o cuerpos de seguridad no dé lugar a abusos por parte de las autoridades de los Estados miembros o de terceros países que no operen (o hayan dejado de operar) de conformidad con el Estado de Derecho.

 

 3.8. El CESE desearía que se adoptaran más iniciativas —y que estas no se centraran únicamente en las drogas duras— para proteger a los europeos, especialmente a la juventud, de los riesgos asociados a las adicciones. El consumo elevado de alcohol, por ejemplo, tiene los mismos efectos que una droga dura si se consideran sus riesgos para la salud, además de causar perjuicios considerables a la sociedad, entre otros a los hijos de padres alcohólicos abusivos y al mercado laboral, al afectar la aptitud de los trabajadores.

4. Evaluación de las medidas y acciones prioritarias

 4.1. El CESE subraya la importancia de los puertos como puntos de entrada de las drogas y precursores necesarios para la producción de drogas sintéticas. La Alianza Europea de Puertos propuesta y una conectividad digital óptima entre las autoridades aduaneras a escala de la UE son planteamientos útiles, y cabe acoger favorablemente la financiación en el marco del programa Aduana.

 

 4.2. Para que la comunidad aduanera sea la primera línea de defensa contra el tráfico de artículos ilegales y peligrosos, como señala la Comisión, los Estados miembros deben dotar a sus administraciones aduaneras y a sus fuerzas policiales de recursos humanos y técnicos adecuados, así como de formación continua. Por ejemplo, cuando las autoridades aduaneras no disponen de recursos humanos o equipos adecuados, como ocurre en muchos Estados miembros, los controles periódicos de los contenedores se ven obstaculizados y se reduce su frecuencia, lo que facilita a las redes delictivas el acceso a las instalaciones portuarias. Asimismo, aumentan los riesgos de seguridad para los funcionarios de aduanas, lo que resulta incompatible con una gestión responsable de los riesgos.

 

 4.3. El CESE espera con interés la evaluación de Schengen, la propuesta de recomendaciones del Consejo y los estudios encargados sobre los datos del transporte marítimo y las necesidades policiales en el transporte ferroviario y por carretera. Dado que es cierto que las redes delictivas se adaptan con rapidez, no basta con realizar un seguimiento más estrecho de los centros logísticos. La atención especial a los puertos se justifica por el volumen del comercio en tránsito, pero no por ello deben dejarse de adoptar medidas para abordar otras rutas y puntos de acceso del tráfico ilícito, como los aeropuertos, las carreteras y el ferrocarril.

 

 4.4. El uso del término «asociación entre los sectores público y privado» es muy desafortunado cuando se aplica a la cooperación entre autoridades públicas y entidades privadas, como los operadores de los puertos, con el fin de reforzarlos contra la infiltración de redes delictivas. Las asociaciones entre los sectores público y privado suponen subdelegar funciones públicas en entidades privadas que prestan un servicio público con ánimo de lucro. En estos casos no se debería, ni cabe de ninguna manera, recurrir a este tipo de asociaciones, ya que son funciones que competen a las autoridades públicas. En su lugar, la Comisión debería referirse a la noción de enfoque multilateral. La cooperación voluntaria, por ejemplo con las compañías navieras privadas, debería redundar en el propio interés de estas últimas, ya que en caso de duda pueden ser consideradas responsables de los delitos cometidos por sus empleados. La cooperación preventiva, entre otros entre Europol y los proveedores de servicios financieros, sí cobra pleno sentido.

 

 4.5. En opinión del CESE, los grupos de proyecto y los equipos de expertos previstos deberían contar con la participación de los representantes de los trabajadores de aduanas, a fin de garantizar una salud y seguridad óptimas durante la coordinación de las actividades aduaneras. Son fundamentales una formación y unos recursos humanos adecuados.

 

 4.6. A fin de evitar obstáculos innecesarios a la puesta en marcha de las investigaciones, el CESE aboga por una mejor coordinación transfronteriza entre las autoridades policiales y aduaneras, una mejor cooperación entre las autoridades policiales y judiciales, y un diálogo periódico entre las autoridades judiciales. Otros ámbitos administrativos, en particular las administraciones locales, han de integrarse también en la estrategia global. Afortunadamente, la Comisión ha anunciado que elaborará en 2024 orientaciones prácticas.

 

 4.7. A pesar de la armonización de la legislación europea a tal efecto, la digitalización de las administraciones públicas de los Estados miembros —también en materia financiera y de seguridad— no es uniforme. El CESE insta a los Estados miembros a que inviertan suficientemente en sus administraciones públicas y a que agilicen su digitalización, ya que solo con la máxima interoperabilidad y disponibilidad de datos en tiempo real puede impulsarse con posibilidades de éxito la cooperación europea en la lucha contra la delincuencia organizada.

 

 4.8. El CESE acoge con satisfacción un planteamiento que deje de centrarse en los delincuentes individuales y en la captura exclusiva de los «peces pequeños», y que también persiga cortar de raíz redes enteras. A tal fin, las medidas de seguimiento de los flujos de dinero son muy importantes, al igual que la futura Autoridad de Lucha contra el Blanqueo de Capitales (ALBC). Sin embargo, la creación de la ALBC no debe dar lugar a una duplicación de estructuras; debe ser un complemento útil de las actividades de las autoridades de los Estados miembros.

 

 4.9. El CESE apoya el llamamiento de la Comisión a los Estados miembros a que hagan pleno uso de las herramientas que el SIS, el Sistema de Información de Schengen, pone a su disposición para luchar contra la delincuencia organizada.

 

 4.10. El desarrollo de la herramienta informática propuesta para vigilar la red oscura sería muy útil, ya que todavía no está disponible en algunos Estados miembros. En principio, dichas herramientas deberían ponerse directamente a disposición de las autoridades de los Estados miembros para investigaciones específicas.

 

 4.11. El Comité apoya el objetivo de armonización de las definiciones jurídicas. Las sanciones penales más estrictas deben ir dirigidas a los delincuentes integrados en las redes delictivas. El CESE considera que los consumidores de drogas ilícitas y los toxicómanos en general, ya sea de drogas legales o ilegales, son víctimas de su adicción a sustancias peligrosas. El CESE pide un apoyo mucho mayor a estas víctimas y a sus familias.

 

 4.12. Debe haber más trabajo preventivo y ofertas de apoyo, algo que dispensan principalmente las organizaciones de la sociedad civil como parte de sus actividades sin ánimo de lucro, además de los organismos gubernamentales. En este contexto, el CESE acoge con satisfacción el enfoque multidisciplinar y multiinstitucional de la prevención de la delincuencia y la clara referencia de la Comisión a la aplicación del pilar europeo de derechos sociales.

 

 4.13. La Comunicación guarda silencio sobre la perspectiva de un enfoque uniforme de la UE en torno a la legalización o no de determinadas drogas. Cada uno de los países de la UE cuenta ya con una amplia experiencia sobre las consecuencias para el consumo de drogas y el desarrollo de la delincuencia organizada.

 

 4.14. Dado que el narcotráfico es un fenómeno internacional y, como ya se ha señalado, tiene incluso una dimensión geopolítica, las medidas de cooperación internacional propuestas por la Comisión son coherentes. No obstante, se plantea la cuestión de si la UE tiene suficiente proyección en la escena mundial como para influir en los terceros países en este sentido. La fuerza del mercado único por sí sola no será suficiente para ello. Una mejor coordinación de la política exterior y de seguridad europea también parece esencial en este contexto, así como el planteamiento, mencionado anteriormente, de incluir a la sociedad en su conjunto.

 

 4.15. Cabe acoger positivamente el planteamiento de unas normas más flexibles sobre la inclusión de precursores de drogas en la catalogación. Sin embargo, esto puede implicar un aumento de las cargas que supone el control del cumplimiento, ya que será necesario someter a pruebas y seguimiento a una gama más amplia de sustancias. En muchos Estados miembros no hay suficientes laboratorios de aduanas. Por lo tanto, es necesario ampliar la red de laboratorios aduaneros.

 Bruselas, el 25 de abril de 2024.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Oliver RÖPKE


ELI: http://data.europa.eu/eli/C/2024/4066/oj

ISSN 1977-0928 (electronic edition)

jueves, 18 de julio de 2024

«HACIA UNA EUROPA MAS RESILIENTE, COMPETITIVA Y SOSTENIBLE» - DICTAMEN DEL COMITE ECONOMICO Y SOCIAL EUROPEO.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

 

cferreyros@hotmail.com

RESUMEN

El presente Dictamen recoge la posición del Comité Económico y Social Europeo (CESE) respecto de la Comunicación COM(2023)558 ComunicaciónFinal de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al ComitéEconómico Y Social Europeo y al Comité de las Regiones Hacia una Europea mas resiliente,competitiva y sostenible, adoptada por la Comisión Europea de cara a la celebración de la cumbre de Granada, con el fin de tenerla en cuenta en la preparación del próximo mandato legislativo europeo.

Dada la diversidad de las cuestiones abordadas en el documento (Reforzar nuestras capacidades de defensa y construir una paz duradera en Europa, Mejorar la seguridad energética de Europa y hacer frente a la crisis climática, Construir una base económica más sólida y sostenible, Fomentar la inversión pública y privada), el presente Dictamen se centra en cuatro sectores clave para el futuro de la autonomía estratégica de Europa: la energía, las tecnologías digitales, la defensa y el espacio. En él se formulan propuestas concretas para reafirmar la necesidad de que Europa sea una potencia económica y política.

La UE ha actuado decididamente para hacer frente a los riesgos económicos y las dependencias estratégicas adoptando medidas de reducción del riesgo en ámbitos claves [1) Materias primas fundamentales, 2) Semiconductores, 3) Tecnologías de cero emisiones netas, 4) Sanidad, 5) Transformación digital, 6) Productos alimenticios y 7) Tecnologías críticas].

Particularmente en Transformación digital, la UE está decidida a mantener e intensificar su participación activa en diversos foros internacionales, en particular el Proceso de Hiroshima puesto en marcha por el G7, y a promover bilateralmente el desarrollo y la adopción de una inteligencia artificial fiable a escala mundial. Adicionalemnte ver: Reglamento Europeo en materia de Inteligencia ArtificialInterrogantes y Respuestas de la CNIL sobre riesgos y articulación de los Reglamentos de Protección de Datos Personales y de Inteligencia Artificial

El Dictamen del CESE concluye pidiendo a la Comisión Europea que:

— garantice una mejor coordinación de la industria europea de la defensa;

— invierta masivamente en I+D para reforzar la soberanía tecnológica de Europa en ámbitos críticos y garantizar su superioridad operativa frente a posibles adversarios;

— vele por que la UE y sus Estados miembros aumenten de forma considerable sus contribuciones para adaptar la defensa europea al nuevo entorno estratégico;

— facilite el acceso a la inversión y la financiación privadas y públicas mediante políticas y medidas reglamentarias; y

— fomente y apoye los esfuerzos de los Estados miembros destinando la mayor parte de los presupuestos a adquirir equipos y sistemas de proveedores europeos.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@hotmail.com

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Diario Oficial
de la Unión Europea

ES

Serie C


C/2024/4062

12.7.2024

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo

Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones

Hacia una Europa más resiliente, competitiva y sostenible

[COM(2023) 558 final]

(C/2024/4062)

Ponente:

Alain COHEUR

Coponente:

Alain TACCOEN

Asesor

Olivier LEMAITRE (por el ponente del Grupo III)

Consulta

13.11.2023

Base jurídica

Artículo 304 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea

Sección competente

Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales

Aprobado en sección

8.4.2024

Aprobado en el pleno

24.4.2024

Pleno n.o

587

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

163/0/1


1. Conclusiones y recomendaciones

 1.1. En el presente Dictamen se recoge la posición del CESE respecto de la Comunicación COM(2023) 558 final adoptada por la Comisión Europea de cara a la celebración de la cumbre de Granada, con el fin de tenerla en cuenta en la preparación del próximo mandato legislativo europeo. Dada la diversidad de las cuestiones abordadas en el documento, el presente Dictamen se centra en cuatro sectores clave para el futuro de la autonomía estratégica de Europa: la energía, las tecnologías digitales, la defensa y el espacio. En él se formulan propuestas concretas para reafirmar la necesidad de que Europa sea una potencia económica y política.

 

 1.2. El CESE expresa su profunda preocupación por el retraso acumulado con respecto a Estados Unidos y China en sectores tan estratégicos como los que se abordan en el presente Dictamen, lo que sigue debilitando la independencia, la soberanía y el modelo de sociedad europeos. Debido a la grave falta de inversión en comparación con sus competidores, la Unión Europea (UE) no tiene una posición dominante en prácticamente ninguno de estos sectores industriales y carece de liderazgo geoestratégico. La voluntad de la UE de volver a ejercer un control estricto sobre el gasto público debilitará aún más de manera permanente su modelo económico y social.

 

 1.3. En el futuro, el sistema energético de la UE estará altamente electrificado y dominado por las energías renovables intermitentes. Satisfará una demanda variable, por lo que será necesario en todo caso velar por su independencia y su seguridad energética. En la actualidad, el equilibrio entre la oferta y la demanda depende en gran medida de las centrales hidroeléctricas, nucleares, térmicas y fósiles; por ello, garantizar dicho equilibrio en el futuro revestirá una extrema complejidad. Al mismo tiempo, deberá reforzarse la seguridad energética de la UE, lo que requerirá cuantiosas inversiones y un marco normativo propicio.

 

 1.4. Asegurar la transición energética de Europa implica mantener numerosos empleos dignos y disponer de nuevas competencias. Además, la UE deberá poner a disposición de la ciudadanía itinerarios educativos que les permitan detectar mejor los patrones de desinformación y, en consecuencia, contrarrestarlos de manera más eficaz.

 

 1.5. La independencia digital de Europa se basará en varios elementos, a saber, su capacidad para desarrollar superordenadores, almacenar datos en su territorio y fomentar el desarrollo de auténticos agentes industriales.

 

 1.6. La sostenibilidad y la soberanía de la industria espacial europea deberán afrontar numerosos desafíos: la fragmentación, la duplicación y el escaso volumen de los principales mercados institucionales europeos debilitan la Unión; al mismo tiempo, aumenta el déficit de financiación respecto de Estados Unidos y China, y la UE se enfrenta a operadores gigantes del sector privado que están optimizando sus cadenas de suministro internas. La crisis de la industria europea de lanzadores pone de manifiesto estas vulnerabilidades y afecta ahora al segmento de los satélites. Las capacidades de la Unión siguen evaluándose en gran medida desde el estrecho ángulo de las políticas nacionales, pero son inadecuadas para responder a la dimensión europea de los grandes retos espaciales, lo que se traduce en menores volúmenes de producción para todos los agentes y mayores costes unitarios para los clientes.

 

 1.7. En los próximos años, la industria europea de la defensa tendrá que dotar a los Estados miembros y a sus fuerzas armadas de equipos y capacidades de defensa de alta calidad y adaptados al nuevo entorno estratégico, pero también prestar asistencia militar continua a Ucrania y a otros socios; además, deberá garantizarse la adaptabilidad, la sostenibilidad, la capacidad, la resiliencia y la competitividad de la base tecnológica e industrial europea de defensa.

2. Observaciones generales

2.1. Garantizar la seguridad energética de la UE

 2.1.1. La UE es un importador neto: en 2020, el 58 % de la energía disponible en la UE procedía de un tercer país. Cabe señalar que Europa ha pasado de depender en gran medida de un proveedor, Rusia, a depender de Estados Unidos para sus compras de gas. China mantiene una posición dominante en una gran parte de las cadenas de valor industriales del sector de la energía.

 

 2.1.2. Para responder a los riesgos que plantea el cambio climático, la UE se ha comprometido a alcanzar la neutralidad en carbono de aquí a 2050. La Comisión Europea ha propuesto reducir los gases de efecto invernadero entre un 85 % y un 95 % antes de 2040 mediante una disminución de la demanda, la descarbonización de los usos finales gracias a una fuerte electrificación y la renovación energética de los edificios, cuyo ritmo es en la actualidad demasiado lento.

 

 2.1.3. La electrificación deberá desarrollarse rápidamente en el futuro, con una producción prevista de 3 362 TWh en 2030, frente a 2 901 TWh en 2021. Para abastecer esta demanda final, la producción debe basarse en un desarrollo masivo de la producción de electricidad descarbonizada y en una aceleración de los procedimientos de autorización de los permisos de producción.

 

 2.1.4. Los usos térmicos y de refrigeración, la movilidad y la industria son los tres principales sectores de consumo de energía. La UE ha decidido avanzar hacia la electrificación directa (con bombas de calor o baterías, entre otras soluciones) e indirecta (mediante hidrógeno electrolítico) y los combustibles renovables e hipocarbónicos, sin descuidar la captura de carbono.

 

 2.1.5. El CESE alberga dudas sobre las hipótesis de referencia que maneja la Comisión Europea, que no permiten a los agentes industriales prever una planificación estratégica de sus inversiones. En 2009, la captura de carbono se consideraba fundamental para 2030, antes de retrasarse a 2035 en 2013, luego para después de 2040 en 2016, desaparecer en 2020 y volver a ser clave en 2024. También cabe poner en tela de juicio los volúmenes de hidrógeno: para 2030, el ajuste al objetivo del 55 % preveía 233 TWh; REPowerEU, 670 TWh, y en 2024 vuelve a situarse en 105 TWh.

 

 2.1.6. El futuro sistema eléctrico europeo estará dominado por las energías renovables intermitentes y tendrá que satisfacer una demanda variable. En la actualidad, el equilibrio entre la oferta y la demanda depende de las centrales nucleares, térmicas, fósiles e hidroeléctricas. Habrá que prestar especial atención a estas últimas en el marco de los principios y medidas del Pacto Azul propuesto por el CESE. Garantizar dicho equilibrio en el futuro revestirá una mayor complejidad, debido a las nuevas flexibilidades (como la elasticidad de la demanda o el almacenamiento).

 

 2.1.7. La seguridad energética de la UE presupone cuantiosas inversiones, con un marco favorable a la inversión, en gran medida privada, aunque los Estados miembros puedan ofrecer ayudas.

 

 2.1.8. La transición energética requiere contar con empleos dignos de diferente nivel y disponer de las competencias necesarias en todas las actividades. En el Pacto por las Capacidades, la Comisión Europea insta a todas las partes interesadas a que adopten medidas destinadas a impulsar el reciclaje y el perfeccionamiento profesionales. Resulta esencial la coordinación local y regional entre empresas, sindicatos, corporaciones locales, universidades y escuelas.

 

 2.1.9. Por último, el CESE llama la atención sobre el riesgo natural, si bien escaso, de las erupciones solares, cuyas consecuencias, subestimadas en la actualidad, serían catastróficas y podrían interferir en el funcionamiento de los satélites, las redes eléctricas y las tecnologías digitales.

 

2.1.10. El CESE pide a la Comisión Europea que:

— haga balance y refuerce el dominio de la UE en las cadenas de valor de las distintas tecnologías de descarbonización;

 

— evalúe los riesgos de dependencia y proponga medidas correctoras en casos de alto riesgo, o incluso de monopolio o cuasimonopolio a escala mundial;

 

— fomente, manteniendo la neutralidad tecnológica, la adopción de productos descarbonizados por medio de incentivos (como impuestos, subvenciones, normas o etiquetas);

 

— elucide la razón por la que no se desarrolla la electrificación de los usos energéticos y tome medidas para remediar esta situación;

 

— garantice la financiación mediante un marco adecuado y apoye a los Estados miembros para que puedan responder de forma rápida y eficaz a las necesidades de renovación energética de los edificios;

 

— compruebe, a partir de los planes nacionales integrados de energía y clima para 2024, el grado de coherencia de las proyecciones de los Estados miembros con los objetivos europeos y extraiga las conclusiones necesarias;

 

— estudie los modelos de mercado eléctrico que remuneran la flexibilidad en función del valor creciente del servicio prestado;

 

— tenga en cuenta las propuestas del CESE sobre el Pacto Azul; y

 

— evalúe las consecuencias y proponga planes para anticiparse a las erupciones solares.

2.2. Garantizar la seguridad digital de la UE

 2.2.1. Las tecnologías digitales han revolucionado la existencia de la especie humana y han brindado numerosas ventajas innegables como la comunicación instantánea o el acceso inmediato a la información. También facilita muchas de las tareas cotidianas. Para que todo el mundo pueda beneficiarse, debe mejorarse la formación digital de la ciudadanía; esto también es fundamental para hacer frente a los retos de la desinformación y responder a los desafíos del mercado laboral. El CESE también acoge con satisfacción los recientes avances en materia de IA.

 

 2.2.2. Si se utilizan indebidamente, las tecnologías digitales facilitan la difusión de información engañosa, que puede tener graves consecuencias para la sociedad. El CESE acoge favorablemente las medidas adoptadas a nivel europeo, como el Reglamento de Servicios Digitales y el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación. Este último instrumento de autorregulación se basa en el compromiso voluntario de los firmantes. El CESE insiste en su vigilancia, tal como prevé la Comisión Europea.

 

 2.2.3. Salvaguardar las instituciones democráticas requiere educar y formar permanentemente a toda la ciudadanía europea, a fin de permitirle detectar mejor los patrones de desinformación y, en consecuencia, contrarrestarlos de manera más eficaz. Esta formación debe permitir la adquisición de las competencias necesarias para participar de manera constructiva en las conversaciones sociales y para reconocer y contrarrestar la desinformación.

 

 2.2.4. Los datos europeos están alojados en diferentes países. Resulta preocupante que en 2021 (1) Estados Unidos albergase el 35 % de los centros de datos del mundo. Aunque la normativa de la UE permite escoger el lugar donde se almacenan los datos, no cabe duda de que el dominio de los agentes digitales extranjeros crea una dependencia de la UE respecto de países no europeos. El CESE expresa su preocupación por la extraterritorialidad de la Ley de Computación en la Nube de los Estados Unidos (Cloud Act), que entra en conflicto con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). El CESE subraya la importancia del proyecto Gaia-X, cuyo objetivo es crear un ecosistema europeo en la nube basado en un planteamiento común.

 

 2.2.5. Los principales riesgos para la ciberseguridad son las amenazas que pueden comprometer la seguridad, la confidencialidad, la integridad o la disponibilidad de los datos y sistemas informáticos. Dichos riesgos pueden tener graves consecuencias: el sector sanitario se enfrenta a un preocupante recrudecimiento de los ciberataques, según se describe en el informe «Panorama de amenazas» de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA). El CESE está muy atento al despliegue del Reglamento sobre la Ciberseguridad y acoge favorablemente el nuevo sistema europeo de certificación de la ciberseguridad.

 

 2.2.6. En la industria digital hay que distinguir entre la fabricación de dispositivos y el desarrollo de aplicaciones informáticas. Mientras que casi todos nuestros dispositivos provienen de Asia, Europa domina eslabones clave de sectores industriales fuertes, como el de los equipos de litografía ultravioleta. El CESE apoya la Ley Europea de Chips, indispensable para la reindustrialización digital de la UE, y subraya la importancia de contar en Europa con empresas líderes en sus mercados a escala mundial.

 

 2.2.7. La independencia digital de la UE depende de su capacidad informática y de su nivel de ciberseguridad. A finales de diciembre se inauguró MareNostrum (2), uno de los diez superordenadores más potentes del mundo, financiado al 50 % con fondos europeos. Esta iniciativa debe proseguir durante el próximo mandato.

 

2.2.8. El CESE pide a la Comisión Europea que:

— siga supervisando la alfabetización informática de la ciudadanía europea y anime a los Estados miembros a sensibilizar a la población sobre los riesgos asociados al uso de las tecnologías digitales;

 

— evalúe la aplicación real de la autorregulación mediante el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación, sobre todo en este año de elecciones europeas;

 

— señale los lugares donde se almacenan los datos europeos, teniendo en cuenta que los datos sensibles deben alojarse dentro de la UE;

 

— proponga soluciones al conflicto entre la Ley de Computación en la Nube de Estados Unidos y el RGPD de la Unión;

 

— supervise el grado de conocimientos de la ciudadanía europea en materia de ciberseguridad;

 

— extraiga lecciones del éxito industrial de determinadas empresas de la UE y saque conclusiones sobre la situación de la competencia a escala mundial;

 

— siga invirtiendo en el desarrollo de superordenadores en Europa.

 

2.3. Garantizar el futuro de la industria espacial europea

 2.3.1. Los servicios espaciales se han vuelto estratégicos para las sociedades y economías europeas, y el espacio es esencial para la libertad de acción y la autonomía de decisión de la UE. Del espacio dependen la economía y muchas políticas públicas: el transporte, el posicionamiento, las telecomunicaciones, la meteorología, la vigilancia del medio ambiente, la comprensión del cambio climático y la observación de la Tierra con fines de defensa y seguridad.

 

 2.3.2. Los principales clientes y operadores de infraestructuras espaciales son las autoridades públicas, con atribuciones de servicio público. Las entidades que proporcionan las infraestructuras necesarias para suministrar estos datos y servicios son empresas industriales privadas. La industria espacial desempeña un papel estratégico.

 

 2.3.3. La industria espacial ha contribuido positivamente a la balanza comercial de la UE, con un superávit neto medio de 900 millones USD anuales en la última década, gracias a las exportaciones de sistemas de satélites y servicios de lanzamiento. La industria espacial europea se caracteriza esencialmente por la dependencia respecto a su capacidad para obtener contratos en mercados abiertos (muy pequeños) en comparación con la situación de otras potencias espaciales (entre el 30 % y el 50 % del volumen de negocios se genera en estos mercados abiertos).

 

2.3.4. La industria espacial europea se enfrenta a un número cada vez mayor de amenazas:

— El déficit de financiación respecto de Estados Unidos y China es cada vez mayor: los presupuestos espaciales europeos son seis veces inferiores a los de Estados Unidos, y los presupuestos espaciales de que se disponen en la UE no están coordinados en la mayoría de los casos, mientras que la doctrina espacial estadounidense ha hecho del espacio un instrumento esencial para su supremacía e independencia. El auge exponencial de China no puede ignorarse. Otros agentes, como Rusia y la India, también están intensificando su actividad. Por último, la industria espacial europea se enfrenta ahora a operadores gigantes no pertenecientes a la Unión (en particular SpaceX) que optimizan sus cadenas de suministro internas y generan perturbaciones a gran escala en los mercados.

 

— La crisis de la industria europea de lanzadores ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de este segmento, y ahora le toca sufrir la misma suerte a la industria de satélites: en la actualidad, las cifras muestran que la rentabilidad de la industria espacial rara vez es positiva en un momento en que realizar inversiones cruciales es cada vez más importante.

 

— La norma del «retorno geográfico» de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha demostrado ser un medio eficaz de garantizar la mayor parte de la financiación de los programas, pero no está exenta de defectos. Esta norma también puede favorecer la atomización de la cadena de suministro con la presencia de contribuyentes muy pequeños. Preservar a toda costa las capacidades nacionales aumenta la duplicación y la fragmentación en un mercado muy reducido. Ello conlleva un menor volumen de producción para todos y mayores costes unitarios para los clientes.

El CESE pide a la Comisión Europea que:

— diseñe y aplique una estrategia de la industria espacial a escala europea, teniendo en cuenta la fragmentación, la duplicación y el escaso volumen de los principales mercados institucionales europeos, que amenazan la sostenibilidad y la soberanía de la industria de la UE;

 

— garantice que las autoridades públicas tengan acceso sin trabas a las capacidades espaciales necesarias para aplicar políticas públicas, con el grado de independencia requerido (capacidades que pueden, por tanto, obtenerse de manera unificada en Europa y deben mantenerse bajo el control de entidades europeas);

 

— apoye la competitividad de la industria espacial europea, dada la dependencia del sector industrial espacial respecto de los mercados abiertos y, por tanto, su necesidad vital de ser competitivo;

 

— integre el carácter estratégico de la industria espacial, sus características (largo plazo, alto nivel de riesgo, gran intensidad de capital) y las políticas de otras potencias para poner en marcha dicha estrategia de la industria espacial. Las autoridades europeas pueden recurrir a numerosas herramientas (normas de contratación pública, financiación de la investigación y el desarrollo, legislación, diplomacia).

 

2.4. Garantizar el futuro de la defensa europea

2.4.1. La industria europea de la defensa es esencial para:

— proporcionar a los Estados miembros de la UE y a sus fuerzas armadas los equipos y las capacidades de defensa que necesitan para defender a Europa y a su ciudadanía frente a una amplia gama de amenazas complejas;

 

— preservar la soberanía de Europa y garantizar la protección de la democracia y la estabilidad en el continente a largo plazo, con un nivel adecuado de autonomía estratégica; y

 

— apoyar directamente la estabilidad, la paz y la seguridad de los Estados miembros de la OTAN y de la UE, así como de sus aliados.

 

2.4.2. Los retos que afronta la industria europea de la defensa son dobles y se han visto todavía más agravados por la agresión de Rusia contra Ucrania: en los próximos años, dotar a los Estados miembros y a sus fuerzas armadas de equipos y capacidades de defensa rentables, de alta calidad y adaptados al nuevo entorno estratégico, y permitirles prestar asistencia militar continua a Ucrania y a otros socios; a más largo plazo, garantizar la adaptabilidad, la sostenibilidad, la capacidad, la resiliencia y la competitividad de la base tecnológica e industrial europea de defensa.

 

2.4.3. Además, no puede haber un pilar europeo sólido de la OTAN sin una base industrial creíble, autónoma y sostenible. La OTAN ha reconocido que la Alianza necesita una industria de defensa fuerte y eficiente, con una mayor cooperación europea.

El CESE pide a la Comisión Europea que:

— garantice una mejor coordinación de la industria europea de la defensa (en concreto alentando las adquisiciones públicas comunes) y su capacidad de suministrar los equipos que necesitan las fuerzas armadas de los Estados miembros de la UE, en cualquier momento y circunstancia; por tanto, debe ser capaz de aumentar rápidamente su producción para responder a las necesidades urgentes del momento y mantener después un nivel de preparación adecuado;

 

— invierta masivamente en I+D para reforzar la soberanía tecnológica de Europa en ámbitos críticos y garantizar su superioridad operativa frente a posibles adversarios. La UE debe aumentar de forma sustancial el presupuesto para un Fondo Europeo de Defensa que sea más estratégico;

 

— vele por que, en el próximo marco financiero plurianual y en la línea presupuestaria destinada a defensa, la UE y sus Estados miembros aumenten de forma considerable sus contribuciones para adaptar la defensa europea al nuevo entorno estratégico;

 

— facilite el acceso a la inversión y la financiación privadas y públicas mediante políticas y medidas reglamentarias que velen por que las consideraciones y los criterios de sostenibilidad no discriminen a las empresas europeas de defensa; y

 

— fomente y apoye los esfuerzos de los Estados miembros para invertir la situación actual destinando la mayor parte de los presupuestos a adquirir equipos y sistemas de proveedores europeos, condición sine qua non para mantener una industria europea de la defensa viable.

 Bruselas, 24 de abril de 2024.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Oliver RÖPKE


(1)   https://es.statista.com/

(2)   https://es.wikipedia.org/wiki/MareNostrum


ELI: http://data.europa.eu/eli/C/2024/4062/oj

ISSN 1977-0928 (electronic edition)