Por: Carlos A. FERREYROS SOTO
Doctor en Derecho
Universidad de Montpellier I Francia.
cferreyros@ferreyros-ferreyros.com
Resumen
El Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT, ha desarrollado un juego de cartas llamado "Data Slots" (Ranuras de datos) para explorar y enseñar el valor y la protección de los datos personales en diferentes contextos. Este juego no es solo un experimento social, sino también una herramienta educativa sobre privacidad y protección de datos.
El funcionamiento parece muy simple. Cada jugador recibe cartas que representan 12 tipos de datos personales, relacionados a su perfil personal, datos de salud, datos de su domicilio, etc. Ellos se agrupan en tres ámbitos: vida privada, laboral, ámbito público. Los jugadores intercambian cartas e ideas sobre posibles usos de estos datos. Luego evalúan y apuestan por las ideas que consideran más relevantes o inquietantes en términos de protección de su privacidad.
El objetivo es que los participantes reflexionen y evalúen, de forma participativa, los riesgos y beneficios de compartir diferentes tipos de datos personales.
En conclusión, el juego de cartas del MIT permite comprender que la protección de datos personales es dinámica y depende tanto del tipo de información como del contexto para su uso.
A fin de acceder a normas similares y
estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados
interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones,
auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico: cferreyros@ferreyros-ferreyros.com
_____________________________________________________
Unos investigadores utilizan un innovador juego de cartas para que la gente
reflexione sobre el uso responsable y ético de los datos en la vida cotidiana.
© Lukas
Biba
Salvaguardar los datos personales en el
mundo hiperconectado de hoy es cada vez más vital. Pero ¿cómo debemos proteger
los datos personales recopilados a través de distintas fuentes, como
plataformas de redes sociales y dispositivos de autoseguimiento? La respuesta
está en encontrar el equilibrio adecuado entre el acceso y el uso de los datos,
y los beneficios para todos los implicados. Un equipo de investigación del
InstitutoTecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) diseñó
un juego de cartas como parte de un experimento para demostrar cómo influye el
contexto en las decisiones. El estudio, basado en el juego, se publicó en la
revista «Humanities
and Social Sciences Communications»(se abrirá en una nueva
ventana).
La privacidad de los datos no es un
juego
Según comentó el coautor Fàbio Duarte,
investigador científico principal del Senseable City Lab del MIT, en una nota
de prensa(se abrirá en una nueva ventana):
«No hay un valor absoluto en la privacidad. Dependiendo de la aplicación, la
gente puede sentir que el uso de sus datos es más o menos invasivo». Para
evaluar las opiniones de distintas personas sobre la posible compensación entre
las ventajas de las soluciones basadas en datos y la privacidad individual, los
investigadores desarrollaron Data
Slots(se abrirá en una nueva ventana).
Los jugadores cooperan y compiten entre sí. Al juego han jugado más de
2 000 personas en todo el mundo: en persona en 18 países y en línea en 79.
El objetivo es «dejar que la propia gente proponga sus ideas y evalúe las
ventajas y los problemas de privacidad de las ideas de sus compañeros, de forma
participativa», explicó Carlo Ratti, director del Senseable City Lab. Los
jugadores intercambian tarjetas que representan posibilidades de datos, generan
ideas para soluciones, evalúan las sugerencias de los demás en cuanto a
beneficios y problemas de privacidad y, en última instancia, utilizan la
estrategia para idear aplicaciones potenciales para el uso de datos. Las
tarjetas representan doce tipos de datos, como un perfil personal, métricas de
salud e información sobre la ubicación del vehículo, relacionados con la vida
doméstica, el trabajo y los espacios públicos.
Navegar por las complejidades de la
privacidad de los datos
Algunos resultados revelan que los participantes en Data Slots se preocupan
mucho por los datos sanitarios y reconocen la importancia de utilizar datos
ambientales en el trabajo. Cuando hay beneficios evidentes, les importa menos
la privacidad de los datos. «Incluso en lo que respecta a los datos sanitarios
en los espacios de trabajo, si se utilizan de forma agregada para mejorar el
espacio de trabajo, para algunas personas merece la pena combinar los datos
sanitarios personales con los datos ambientales», añade Simone Mora,
investigador científico del Senseable City Lab. Martina Mazzarello,
investigador posdoctoral en el Senseable City Lab, explicó con más detalle:
«Ahora quizá la empresa pueda hacer algunas intervenciones para mejorar la
salud general. Puede que sea invasivo, pero es posible que te devuelva algunos
beneficios». Las ciudades deben conocer mejor la opinión de los ciudadanos
sobre la privacidad de los datos. Solo así podrán tomar decisiones más
informadas sobre cuestiones como la prestación de mejores servicios de salud
pública. «La conclusión es que si las ciudades revelan lo que piensan hacer con
los datos y si implican a las partes interesadas residentes para que aporten
sus propias ideas sobre lo que podrían hacer, eso sería beneficioso para nosotros
—declaró Duarte—. Y en esos supuestos, la preocupación por la privacidad de la
gente empieza a disminuir mucho». En general, los resultados muestran que la
percepción que la gente tiene de la privacidad puede cambiar debido a
diferentes contextos y a cómo se aplican realmente los datos. «Demostramos que
los valores atribuidos a los datos son combinatorios, situacionales,
transaccionales y contextuales», concluyen los autores.
Palabras clave
datos, datos personales, juego, privacidad, juego de cartas, Data Slots
Compartir esta página
·
X
·
Facebook
·
LinkedIn
DescargarDescargar
el contenido de la página
·
·
No hay comentarios:
Publicar un comentario