lunes, 16 de junio de 2025

UN MUNDO SIN TRABAJO - COMO LAS NUEVAS TECNOLOGIAS Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL ESTAN TRANSFORMANDO EL MERCADO LABORAL DANIEL SUSSKIND - LA NUEVA REVISTA DEL TRABAJO.

 Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

Resumen

En el libro "Un mundo sin trabajo", de Daniel Susskind, Jean Luc Metzger, explora en la Revista del Trabajo,  26 /2025 las consecuencias de los avances tecnológicos y la inteligencia artificial en el mercado laboral del siglo XXI. El análisis de Susskind destaca la siguiente paradoja: si bien la tecnología promete mayor prosperidad, también conduce a una escasez de trabajo remunerado, reemplazando gradualmente a las personas en muchos sectores, desde la medicina hasta la justicia, pasando por la escritura y la administración de empresas.

Susskind señala que el trabajo no desaparecerá por completo, sino que se volverá más escaso, lo que aumentará el riesgo de desempleo tecnológico y ampliará las desigualdades sociales. Enfatiza que la capacitación y la adaptación de habilidades no serán suficientes para contrarrestar esta tendencia, ya que la automatización está afectando a profesiones que antes no se veían afectadas.

Ante estos desafíos, el autor aboga por una fuerte intervención gubernamental: propone la redistribución de la riqueza, la implementación de medidas como la renta básica universal y la limitación del poder de las grandes empresas tecnológicas (GAFAM). Para Susskind, el futuro estará determinado por el equilibrio de poder entre los "Grandes Estados" y las "Grandes Tecnológicas".

Finalmente, nos invita a repensar el lugar del trabajo en la sociedad, a explorar alternativas al empleo asalariado tradicional y a cuestionar el sentido de la vida sin trabajo. Su ensayo pragmático y matizado advierte sobre los riesgos políticos y sociales de un mundo donde el trabajo se convierte en un bien escaso, a la vez que abre caminos de reflexión para prepararnos para el "mundo después".

Este libro debiera advertirnos de los desafíos asociados a las tecnologías y en particular a la Inteligencia Artificial pregonados en múltiples foros latinoamericanos, desde la sola perspectiva del derecho y la administración de justicia por quienes abogan por una mayor eficiencia y eficacia productiva, permanente capacitación y adaptación de habilidades contradiciendo las teorías neoshumpeterianas pero sin que ellas logren revertir la tendencia de rarefacción del trabajo, pérdida de ingresos, aumento de las desigualdades sociales pero también de límites en la demanda de bienes. 

El presente artículo fue traducido del francés al castellano por el suscrito con la ayuda del aplicativo Google Translator, el texto original se encuentra al final, después de la Bibliografía.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico:cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

______________________________________________________

Daniel Susskind, Un mundo sin trabajo. Cómo las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial están transformando el mercado laboral

 Jean-Luc Metzger

https://doi.org/10.4000/13uoq

Referencias:

 Daniel Susskind, Un mundo sin trabajo. Cómo las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial están transformando el mercado laboral, París, Flammarion, 2023, 430 p. Título original: Un mundo sin trabajo. Tecnología, automatización y cómo deberíamos responder, 2020.

 1 Publicado en el Reino Unido en 2020 y disponible en francés en 2023, Un mundo sin trabajo  - que debería haberse titulado ¿Hacia un mundo sin empleos?, o mejor aún, ¿Qué hacer en un mundo con menos empleos? - ha sido objeto de varias presentaciones en línea, entrevistas con el autor y algunas reseñas de economistas y periodistas económicos. Por lo tanto, los lectores pueden hacerse una idea inicial del contenido y la relevancia de este libro consultando (Desnoyer, 2023; Deubel, 2023; Fortin, 2023; Lavarec, 2023).

 2 Entonces, ¿qué sentido tiene ampliar la lista de perspectivas de este grueso libro de 430 páginas? Desde la perspectiva de un sociólogo, esperamos, con esta reseña, ayudar a quienes, abrumados por la gran cantidad de publicaciones sobre el futuro del trabajo o los impactos sociales de la inteligencia artificial (IA), deseen incluir este abundante volumen en su lista de lecturas obligatorias. 

 3 La idea de este libro, nos cuenta Daniel Susskind, surgió de la escasez de empleo que, entre 2020 y 2022, caracterizó la pandemia mundial de confinamientos y toques de queda. Susskind observó, como si los hubiera magnificado con un microscopio, los riesgos asociados al desarrollo descontrolado de nuevas generaciones de "nuevas tecnologías". De hecho, escribe en el prefacio, el período de confinamiento y la drástica reducción de las comunicaciones "nos brindaron una doble visión: de cómo podría ser el futuro y de la magnitud de los desafíos que enfrentaremos cuando finalmente llegue" (p. 8). Para él, este período ha acelerado la tendencia hacia la destrucción, no de "empleos", sino de "empleos". Y esta aceleración es el resultado de una ola sin precedentes de automatización de tareas gracias al uso masivo de un nuevo tipo de dispositivos técnicos: los basados ​​en IA. Lo que hace única a esta importante reducción de personal es que se ha llevado a cabo en sectores que uno podría no haber pensado que se conservarían, como la atención médica (programación de citas, diagnóstico) o el derecho: «De la noche a la mañana, los tribunales se convirtieron en servicios en línea» (p. 13).

4 Si bien él, a su vez, retoma la clásica y frecuentemente debatida cuestión de las consecuencias a largo plazo de la innovación tecnológica, las conclusiones de Daniel Susskind contradicen las teorías neoschumpeterianas dominantes. Cabe recordar que estas teorías sostienen que, a largo plazo, el uso de las innovaciones crea más empleos de los que destruye a corto plazo. Para el autor, esto no ocurrirá con las últimas generaciones de software de IA. Para finales del siglo XXI, las colosales inversiones de las multinacionales que diseñan y venden estas tecnologías eliminarán una gran cantidad de empleos.

5 Y esto es cierto independientemente del nivel de cualificación asociado a ellas. De hecho, para Daniel Susskind, los dispositivos basados ​​en software de IA se distinguen por su capacidad de autoaprendizaje. Indefinidamente. Por lo tanto, no hay límites a cómo se utilizarán estas tecnologías, intencionalmente, para reemplazar, una tras otra, tareas que antes realizaban los humanos. Seamos claros: las máquinas no simplemente invadirán nuestras tareas, sino que nos reemplazarán. Las últimas generaciones de innovaciones serán diseñadas deliberadamente por equipos de profesionales para excluir a la mayoría de los demás profesionales, con la aprobación informada de los gestores de capital. 

6 ¿Incluso las tareas manuales? Sí, siempre y cuando su sustitución resulte rentable desde la perspectiva del inversor. Esto se demostró durante los confinamientos y los toques de queda: «Pienso en las máquinas que reponen estanterías, preparan embalajes, reciben a los clientes, entregan mercancías, limpian suelos, toman la temperatura, etc.» (p. 16). Las categorías más afectadas por la pérdida de empleos fueron las de los puestos menos cualificados y peor remunerados. 

7 ¿Y las llamadas tareas de interacción humana? La misma respuesta. Hasta 2020, estos trabajos habían escapado relativamente a la automatización porque implicaban interacciones interpersonales. Pero el confinamiento ha impulsado la automatización de estas tareas, y el autor está convencido de que esta tendencia se intensificará. Esto se debe a la capacidad de ciertos programas de software para reconocer los sentimientos o las intenciones de los seres humanos, basándose en una interpretación cada vez más precisa de sus expresiones faciales o apariencia general. Por ejemplo, se utilizan robots sociales para monitorizar a pacientes con Alzheimer. 

8 Lo mismo ocurrirá con las llamadas profesiones intelectuales: el libro está repleto de ejemplos del ámbito jurídico, donde el software está invadiendo tareas que antes realizaban abogados, jueces y profesionales del derecho en general. El campo médico también está en su mejor momento para la sustitución del trabajo humano por dispositivos basados ​​en IA, ya sea en el desarrollo de diagnósticos o el diseño de nuevos fármacos. La docencia, las finanzas, el periodismo, por no hablar del ámbito militar, la creación artística, etc., no parece haber ningún ámbito de actividad que pueda escapar al afán de racionalización de multinacionales como Alphabet (Google), Apple, Cisco, Criteo, DeepMind, Fujitsu, HPE, IBM, Intel, Meta, Microsoft, Nvidia, Samsung, SAP y Uber.

9 Sin duda, seguirá habiendo empleos escasos y altamente cualificados, pero la gran mayoría de los empleos intermedios, más fáciles de rutinizar, racionalizar y, por lo tanto, sustituir por sistemas basados ​​en IA, desaparecerán en cuanto esto pueda generar valor para los accionistas. 

10 Sin embargo, en tal contexto, cabe preguntarse quiénes serán los consumidores, qué poblaciones encarnarán la "demanda". Sin empleo, ¿no se verán la mayoría de las personas privadas de ingresos y poder adquisitivo? ¿Se beneficiarán de los ingresos de reemplazo, resultantes de los procesos de redistribución? Esto es lo que el autor sugiere en la tercera parte del libro  - la más extensa en páginas - al invocar la acción de un "superestado", al que denomina "Gran Estado", un estado intervencionista, una innovación institucional para regular a las multinacionales de la IA. 

11 Es aún más urgente concebir este Deus ex machina, insiste Daniel Susskind, dado que el futuro de la humanidad promete estar plagado de amenazas, mucho más allá de la esfera puramente económica. El autor identifica tres categorías principales. 

12 Por un lado, las desigualdades entre los tenedores de capital y el resto de la población —desigualdades que se hicieron evidentes en 2020 y 2021— se agravarán aún más y alcanzarán niveles dramáticos. Para reducirlas, será inútil invertir masivamente en capacitación para trabajos que las máquinas podrán realizar con mayor eficiencia y precisión que los individuos.

13 Por otro lado, el hiperpoder de las multinacionales - las grandes tecnológicas - les permitirá imponer sus leyes a estados, naciones y ciudadanos. 

14 Pero, aún más grave, a juicio del autor, parece ser la cuestión del significado. De hecho, sin empleo, sin trabajo remunerado, las personas perderán lo que, hasta ahora, ha forjado su identidad y dado sentido a sus vidas. ¿Cómo sería, en realidad, una sociedad de puro ocio, compuesta por desempleados, incluso si tuvieran ingresos?

15 Sin aventurarse a especificar qué sería realmente el Gran Estado, esta figura hipotética llamada a dar a las sociedades un rumbo emancipador, el autor especifica sus «dos funciones principales: deberá gravar significativamente a quienes conservan capital e ingresos valiosos, y encontrar la mejor manera de compartir el dinero recaudado con quienes no tienen ni lo uno ni lo otro» (p. 253).

16 Entre quienes poseen riqueza, obviamente será necesario gravar tanto el capital patrimonial como a las grandes tecnológicas, lo que requerirá acceso a información previamente confidencial. El Gran Estado se convertirá en el Gran Hermano, pero por una buena causa.

17 ¿Misión imposible? La historia económica del siglo XX muestra, por el contrario, que una fuerte voluntad política ha permitido reducir drásticamente la participación de los mayores patrimonios en la riqueza nacional, como ocurrió entre 1933 y 1979. La Figura 8.7, página 218, es inequívoca al respecto. La misma figura ilustra cómo esta tendencia se revirtió con el cambio de política económica implementado a partir de 1979 por los líderes estadounidenses y británicos, seguidos por la mayoría de los países desarrollados.

18 En cuanto a la distribución de los ingresos así recaudados, el autor propone la introducción de una renta básica individual (RBU), «disponible solo para ciertas personas y sujeta a condiciones» (p. 267). El autor se cuida de no especificar los criterios de selección de los beneficiarios de la RBU ni definir las condiciones a las que deben adherirse, limitándose a esbozar los dilemas que cada estado deberá resolver. El Gran Estado también deberá asignar inversiones.

19 Finalmente, en cuanto a la cuestión del significado, los fundamentos de la identidad en un mundo con muchos menos empleos, la nueva figura del Estado fuerte también desempeñará un papel cada vez más importante: «Primero, reintroduciendo la política educativa de tal manera que prepare a los niños para prosperar en un mundo sin trabajo. Segundo, animando, incluso exigiendo, a las personas a ocupar su tiempo de ciertas maneras. Finalmente, si todavía hay quienes continúan 'trabajando', el Estado debe ayudar a definir el perfil de estos puestos, incluso si no son remunerados» (p. 340). 

20 Daniel Susskind, autor de medios, profesor de economía e investigador del King's College de Londres, ocupó anteriormente diversos cargos en varios gobiernos británicos. Y es sin duda en su calidad de asesor de príncipes contemporáneos que emprende esta labor de síntesis. 

21 De ahí la impresión de una obra ecléctica, con una estructura desconcertante, que oscila entre el ensayo, el libro de texto, la tesis académica y el libro de divulgación, que abarca un amplio espectro, moviliza los resultados de la investigación fundamental tanto en economía como en ciencia cognitiva, citando artículos de publicaciones periódicas populares así como de revistas de ciencias sociales, filósofos —de Hannah Arendt a Bertrand Russell, de David Hume a Thomas Hobbes, de René Descartes a Jean-Jacques Rousseau— así como grandes nombres de la paleontología —Charles Darwin— y, por supuesto, economistas —desde los más clásicos a los más recientes, como Thomas Piketty y Joseph Stiglitz. 

22 En su afán de convencer, el autor a veces adopta el estilo de un profesor que, en clase, para mantener la atención de su audiencia, multiplica anécdotas, digresiones, apartes, sin justificar necesariamente su relevancia o los vínculos que teje entre ellos. Por ejemplo, largas discusiones se centran en los modelos teóricos que sirven de base para el desarrollo de las máquinas digitales. Cabría preguntarse, por tanto, por qué repasar, aunque sea a grandes rasgos, las etapas del pensamiento matemático que dieron origen a la invención de generaciones de IA. De hecho, el autor dedica decenas de páginas a presentar la obra seminal de Alain Turing, los diversos intentos de imitar el funcionamiento de la inteligencia humana, las diferentes líneas de investigación contempladas, el ensayo y error, los fracasos, los avances, etc. Al parecer, estos desvíos le fueron necesarios para llegar a esta afirmación: «Estos sistemas pueden ser impresionantes y parecerse a un ser humano, pero no son en absoluto capaces de inteligencia». […] Carecen de conciencia, no piensan, no razonan y no sienten como humanos» (p. 93). Nos tranquiliza.

23 Pero ¿no habría sido más relevante mencionar la huella de carbono generada por los dispositivos basados​​en IA? La amenaza climática parece ajena al Mundo Sin Trabajo. 

24 Por lo tanto, el autor nos advierte menos contra una criatura maligna que ha escapado de su creador, que contra el poder destructivo del capitalismo desenfrenado, los empresarios multimillonarios y sus utopías desmedidas. Hay que contener y regular la arrogancia; debemos inventar poderes compensatorios más poderosos que las multinacionales más poderosas. Debemos evitar que destruyan nuestras sociedades.

25 Ciertamente, pero en un mundo de competencia intensa y agresiva, donde todo vale, cada estado aislado, incluso si se convierte en un Gran Estado, no tendrá ninguna posibilidad de competir en igualdad de condiciones con estos gigantes financieros que se benefician y alimentan las rivalidades entre las leyes laborales y los impuestos. Los think tanks y las consultoras, reemplazados por la IA, Renovará la vieja amenaza: si nos imponen impuestos, nos trasladaremos a paraísos fiscales.

26 En un momento en que las sucesivas COP confirman a diario la incapacidad de los estados rivales para acordar la reducción de los riesgos climáticos, en un momento en que las diversas agencias de la ONU observan con impotencia cómo los estados beligerantes violan el derecho internacional, ¿cómo podemos moldear la tan necesaria cooperación internacional?

27 Sin duda, el autor es muy consciente de estos obstáculos. Por eso, su libro puede considerarse una distopía, que presenta el peor escenario posible para que, quizás, ciertos actores convencidos cooperen e inventen una especie de New Deal global.

Bibliografía

Desnoyers François (2023), « “Un monde sans travail” : quand le chômage technologique arrivera… », Le Monde, 26 janvier 2023.

Deubel Philippe, « Note de lecture de Daniel Susskind. Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail », Sociétal, décembre 2023, numéro spécial « Le travail », tome II, p. 39-41.

Fortin Daniel (2023), « Le mythe porteur de la fin du travail », Les Échos, 20 janvier 2023.

Lavarec Lionel (2023), « Lecture de Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail, traduit de l’anglais par Céline Alexandre, Paris, Flammarion, 2023 », Hermès, La Revue, no 92, 2023/2, p. 226-228.

__________________________________________________________

Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail.

Référence électronique

Jean-Luc Metzger« Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail »La nouvelle revue du travail [En ligne], 26 | 2025, mis en ligne le 28 avril 2025, consulté le 15 juin 2025URL : http://journals.openedition.org/nrt/20034 ; DOI : https://doi.org/10.4000/13uoq

Jean-Luc Metzger
Référence(s) :

Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail, Paris, Flammarion, 2023, 430 p. Titre original : A World Without Work. Technology, automation, and How we Should Respond, 2020.

Texte intégral

1Paru en 2020 aux Royaume-Uni, disponible en français en 2023, Un monde sans travail – qui aurait dû être intitulé Vers un monde sans emploi ?, ou encore mieux, Que faire dans un monde avec moins d’emplois ? – a fait l’objet de plusieurs présentations en ligne, d’interviews de l’auteur, de quelques recensions de la part d’économistes et de journalistes économiques. Le lecteur pourra donc se faire une première idée du contenu et de l’intérêt de ce livre en se reportant à (Desnoyer, 2023 ; Deubel, 2023 ; Fortin, 2023 ; Lavarec, 2023).

2Dès lors, à quoi bon allonger la liste des regards portés sur cet épais livre de 430 pages ? En adoptant une perspective de sociologue, nous souhaitons, dans cette recension, aider ceux et celles qui, débordés par l’ampleur des publications concernant l’avenir du travail ou les impacts sociaux de l’intelligence artificielle (IA), souhaiteraient situer cette somme foisonnante dans leur pile à lire absolument.

3L’idée de cet ouvrage, nous dit Daniel Susskind, lui aurait été inspirée par la raréfaction des emplois qui, entre 2020 et 2022, a caractérisé la pandémie mondiale de confinements et de couvre-feux. Il y aurait vu, comme grossis au travers d’un microscope, les risques liés au développement incontrôlé des nouvelles générations de « nouvelles technologies ». En effet, écrit-il dans la préface, la période du confinement et de la très forte réduction des échanges « nous a donné un double aperçu : de ce à quoi le futur pourrait ressembler et de l’ampleur des défis que nous devrons relever quand il sévira » (p. 8). Pour lui, cette période a été un accélérateur des tendances à détruire, non pas « des » emplois, mais « les » emplois. Et cette accélération résulte d’une vague sans précédent d’automatisation des tâches grâce à l’usage massif de dispositifs techniques d’un nouveau type : ceux basés sur l’IA. Ce qui rend ce grand dégraissage particulier, c’est qu’il a été pratiqué dans des secteurs d’activité que l’on n’aurait pu croire préservés, comme la santé – prise de rendez-vous, diagnostic – ou le droit – « Du jour au lendemain, les tribunaux sont devenus des services en ligne » (p. 13).

4S’il reprend à son tour la question, classique et maintes fois débattue, des conséquences à long terme de l’innovation technologique, les conclusions auxquelles parvient Daniel Susskind entrent en contradiction avec les théories néo-schumpétériennes dominantes. Rappelons que ces théories soutiennent qu’à long terme, les usages des innovations permettent de créer plus d’emplois qu’elles n’en détruisent à court terme. Pour l’auteur, il n’en ira pas de même avec les dernières générations de logiciels d’IA. D’ici la fin du xxie siècle, les investissements colossaux des multinationales qui conçoivent et vendent ces technologies feront disparaître un très grand nombre d’emplois.

5Et ce, quel que soit le niveau de qualification qui leur est associé. En effet, pour Daniel Susskind, les dispositifs basés sur l’utilisation des logiciels d’IA se distinguent par leurs capacités d’autoapprentissage. Indéfiniment. Il n’y a dès lors pas de limites à ce que ces technologies soient utilisées, intentionnellement, pour remplacer, les unes après les autres, les tâches réalisées jusqu’ici par des individus. Soyons clairs : les machines ne vont pas se contenter d’empiéter sur nos tâches, elles vont nous remplacer. Les dernières générations d’innovations vont être délibérément conçues par des équipes de professionnels pour exclure la plupart des autres professionnels, avec la bénédiction avisée des gestionnaires de capitaux.

6Même les tâches manuelles ? Oui, dès lors que leur substitution s’avère profitable du point de vue des investisseurs. C’est ce qu’a pu montrer la période des confinements et des couvre-feux : « Je pense aux machines qui approvisionnent les rayons, préparent les emballages, accueillent les clients, livrent les marchandises, nettoient les sols, prennent la température, etc. » (p. 16). Les catégories les plus touchées par la perte d’emploi ont été celles qui occupaient les postes les moins qualifiés, les moins bien rémunérés.

7Et les tâches dites d’interaction avec des personnes ? Même type de réponses. Jusqu’en 2020, ces emplois avaient relativement échappé à l’automatisation, parce qu’ils concernaient les interactions interpersonnelles. Mais le confinement a poussé à automatiser ces tâches et l’auteur est persuadé que cette tendance va s’accentuer. Et ce, grâce à l’aptitude de certains logiciels à reconnaître les sentiments ou les intentions des êtres humains, à partir d’une interprétation de plus en fine des expressions de leur visage, ou de leur allure générale. Des robots sociaux sont, par exemple, utilisés pour la surveillance des malades d’Alzheimer.

8Il en ira tout autant des professions dites intellectuelles : l’ouvrage fourmille à leur propos d’exemples empruntés au domaine juridique, où des logiciels empiètent sur les tâches jusqu’ici dévolues aux avocats, aux juges, aux hommes de loi en général. Le domaine médical est également propice à la substitution du travail humain par des dispositifs à base d’IA, qu’il s’agisse d’élaborer des diagnostics ou de concevoir de nouveaux médicaments. L’enseignement, la finance, le journalisme, sans oublier le domaine militaire, la création artistique, etc., il ne semble pas exister de sphère d’activité susceptible d’échapper à l’appétit de rationalisation des multinationales telles qu’Alphabet (Google), Apple, Cisco, Criteo, DeepMind, Fujitsu, HPE, IBM, Intel, Meta, Microsoft, Nvidia, Samsung, SAP, Uber.

9Certes, il restera sans doute des emplois rares et très qualifiés, mais l’immense majorité des emplois intermédiaires, plus faciles à routiniser, puis à rationaliser et donc à remplacer par des dispositifs à base d’IA, disparaîtront dès lors que cela pourra créer de la valeur pour l’actionnaire.

10On peut toutefois se demander, dans un tel contexte, qui seront les consommateurs, quelles populations incarneront la « demande ». Sans emplois, la plupart des individus ne seront-ils pas dépourvus de revenus, de pouvoir d’achat ? Bénéficieront-ils de revenus de substitution, issus de processus de redistribution ? C’est ce que suggère l’auteur dans la troisième partie du livre – la plus importante en nombre de pages – en invoquant l’action « d’un super-État », que l’auteur appelle « un Big State », État interventionniste, innovation institutionnelle pour réguler les multinationales de l’IA.

11Il est d’autant plus urgent de concevoir ce Deus ex machina, insiste Daniel Susskind, que l’avenir de l’humanité s’annonce lourd de menaces et ce, bien au-delà du seul registre de l’économie. L’auteur en dénombre trois grandes catégories.

12D’une part, les inégalités entre les détenteurs des capitaux et le reste de la population – inégalités qui ont éclaté au grand jour en 2020 et 2021 – vont encore s’aggraver et atteindre des niveaux dramatiques. Pour les réduire, il ne servira à rien d’investir massivement dans des formations à des emplois que les machines sauront réaliser avec plus d’efficacité et d’exactitude que les individus.

13D’autre part, l’hyperpuissance des multinationales – Big Tech – va leur permettre d’imposer leurs lois aux États, aux nations, aux citoyens.

14Mais, encore plus grave, semble-t-il, aux yeux de l’auteur, se posera la question du sens. En effet, sans emplois, sans travail rémunéré, les individus vont perdre ce qui, jusqu’à présent, forgeait leur identité, donnait sens à leur vie. Que serait, en effet, une société de purs loisirs, constituée de sans-emploi, même s’ils disposaient de revenus ?

15Sans s’aventurer à préciser ce que serait concrètement le Big State, cette figure hypothétique appelée à donner une direction émancipatrice aux sociétés, l’auteur en précise les « deux rôles principaux. Il devra imposer de manière significative ceux qui conservent un capital et des revenus de valeur. Et trouver la meilleure façon de partager l’argent collecté avec ceux qui n’ont ni l’un ni l’autre » (p. 253).

16Parmi les détenteurs de richesse, il faudra bien évidemment taxer le capital patrimonial et les Big Tech, ce qui nécessitera d’accéder à des informations jusqu’ici confidentielles. Le Big State se fera Big Brother, mais pour la bonne cause.

17Mission impossible ? L’histoire économique du xxe siècle montre au contraire qu’une volonté politique forte a permis de faire baisser drastiquement la part des plus hauts patrimoines dans la richesse nationale, comme ce fut le cas de 1933 à 1979. Le graphique 8.7, page 218 est à ce propos sans ambiguïté. Le même graphique illustre combien cette tendance s’est inversée avec le changement de politique économique qu’ont mis en œuvre à partir de 1979, les leaders américains, britanniques, suivis par la plupart des pays développés.

18Quant à la répartition des recettes ainsi collectées, l’auteur propose d’introduire un revenu de base individuel (RBI), « disponible uniquement pour certaines personnes et assorti de conditions » (p. 267). L’auteur se garde bien de préciser sur quels critères choisir les bénéficiaires du RBI et définir les conditions auxquels ils devront se soumettre, se contentant de pointer les dilemmes que chaque État devra trancher. Le Big State devra aussi répartir les investissements.

19Enfin, en ce qui concerne la question du sens, des fondements de l’identité dans un monde avec beaucoup moins d’emplois, la nouvelle figure de l’État fort jouera là aussi un rôle croissant : « D’abord en reprenant la politique de l’éducation de façon à préparer les enfants à s’épanouir dans un monde pauvre en travail. Ensuite, en encourageant, voire en obligeant les gens à occuper leur temps de certaines manières. Enfin, s’il s’en trouve encore pour continuer à “travailler”, l’État doit contribuer à définir le profil de ces postes, même s’ils ne sont pas rémunérés » (p. 340).

20Auteur médiatique, professeur d’économie et chercheur au Kings Collège de Londres, Daniel Susskind a préalablement exercé diverses fonctions au sein de plusieurs gouvernements britanniques. Et c’est sans doute au titre de conseiller des princes contemporains qu’il entreprend ce travail de synthèse.

21D’où le sentiment d’un ouvrage éclectique, à la construction déroutante, oscillant entre l’essai, le manuel scolaire, la thèse érudite et le livre de vulgarisation, brassant très large, mobilisant les résultats de recherches fondamentales en économie comme en sciences cognitives, citant aussi bien des articles de périodiques grand public que des revues de sciences sociales, des philosophes – d’Hannah Arendt à Bertrand Russel, de David Hume à Thomas Hobbes, de René Descartes à Jean-Jacques Rousseau –, comme de grands noms de la paléontologie – Charles Darwin –, et bien sûr des économistes – des plus classiques aux plus récents comme Thomas Piketty ou Joseph Stiglitz.

22Dans sa volonté de convaincre, l’auteur adopte parfois le style d’un enseignant qui, en cours, pour conserver l’attention de son auditoire, multiplie les anecdotes, les digressions, les apartés, sans forcément justifier leur pertinence ni les liens qu’il tisse entre elles. Par exemple, de longues discussions portent sur les modèles théoriques servant de base aux développements des machines numériques. On peut ainsi se demander pourquoi retracer, même à grands traits, les étapes de la pensée mathématique qui sont à l’origine de l’invention des générations d’IA. L’auteur consacre en effet des dizaines de pages à présenter les travaux séminaux d’Alain Turing, puis les différentes tentatives pour imiter le fonctionnement de l’intelligence humaine, les différentes pistes de recherche envisagées, les tâtonnements, les échecs, les avancées, etc. Apparemment, ces détours lui auront été nécessaires pour parvenir à cette affirmation : « Ces systèmes ont beau impressionner et ressembler à s’y méprendre à un être humain, ils ne sont en aucun cas capables d’intelligence. […] Ils n’ont aucune conscience, ne pensent pas, ne raisonnent pas et ne ressentent pas comme les humains » (p. 93). Nous voilà rassurés.

23Mais n’aurait-il pas été plus pertinent d’évoquer l’empreinte carbone qu’engendrent les dispositifs à base d’IA ? La menace climatique semble étrangère au Monde sans travail.

24C’est donc moins contre une créature maléfique qui aurait échappé à son créateur que l’auteur nous met en garde, que contre la puissance destructrice du capitalisme sans entrave, des entrepreneurs milliardaires et de leurs utopies démesurées. L’hubris doit être contenue, régulée, il faut inventer des contre-pouvoirs plus puissants que les plus puissantes multinationales. Il faut les empêcher de détruire nos sociétés.

25Certes, mais dans un monde en compétition exacerbée, agressive, où tous les coups deviennent permis, chaque État isolé, fut-il devenu un Big State, n’aura aucune chance de lutter à armes égales avec ces mastodontes financiers qui profitent et entretiennent les rivalités entre législations du travail et fiscalités. Des think-tanks et des cabinets de consultants, remplacés par des IA, sauront renouveler l’antique menace : si vous nous taxez, nous nous délocaliserons dans des paradis artificiels.

26Au moment où la succession des COP confirme chaque jour l’impuissance des États rivaux à s’entendre pour réduire les risques climatiques, au moment où les différentes agences de l’ONU regardent, impuissantes, les États belliqueux bafouer le droit international, comment façonner la si nécessaire coopération internationale ?

27Nul doute que l’auteur est bien conscient de ces obstacles. C’est pourquoi son livre peut être envisagé comme une dystopie, donnant à voir le scénario du pire pour que, peut-être, certains acteurs convaincus s’attèlent à coopérer et inventent une sorte de New Deal planétaire.

Haut de page

Bibliographie

Desnoyers François (2023), « “Un monde sans travail” : quand le chômage technologique arrivera… », Le Monde, 26 janvier 2023.

Deubel Philippe, « Note de lecture de Daniel Susskind. Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail », Sociétal, décembre 2023, numéro spécial « Le travail », tome II, p. 39-41.

Fortin Daniel (2023), « Le mythe porteur de la fin du travail », Les Échos, 20 janvier 2023.

Lavarec Lionel (2023), « Lecture de Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail, traduit de l’anglais par Céline Alexandre, Paris, Flammarion, 2023 », Hermès, La Revue, no 92, 2023/2, p. 226-228.

Haut de page

Pour citer cet article

Référence électronique

Jean-Luc Metzger« Daniel Susskind, Un monde sans travail. Comment les nouvelles technologies et l’intelligence artificielle reconfigurent le marché du travail »La nouvelle revue du travail [En ligne], 26 | 2025, mis en ligne le 28 avril 2025, consulté le 15 juin 2025URL : http://journals.openedition.org/nrt/20034 ; DOI : https://doi.org/10.4000/13uoq

Haut de page

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y TECNOLOGÍAS DE PRÓXIMA GENERACIÓN – ENISA, UNION EUROPEA

 Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

Resumen

La Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad, ENISA desempeña un papel fundamental en la anticipación y gestión de los retos asociados a la transformación digital, en particular la IA y la computación cuántica. El objetivo estratégico de la agencia es desarrollar una metodología de previsión para identificar amenazas futuras, mapear los desafíos emergentes y priorizar los esfuerzos en tecnologías con un gran impacto en la ciberseguridad.

La IA está revolucionando muchos sectores (sanidad, finanzas, vehículos autónomos, atención al cliente, etc.) al automatizar tareas que requieren inteligencia humana. Sin embargo, su integración también genera nuevos riesgos: manipulación de resultados, ataques dirigidos y desafíos para la seguridad y confidencialidad de los datos. Paradójicamente, la IA también puede convertirse en una herramienta poderosa para fortalecer la ciberseguridad, siempre que se implementen medidas específicas que garanticen la fiabilidad y seguridad de los propios sistemas de IA.

ENISA se mantiene al día de la rápida evolución de las tecnologías digitales, incluyendo la IA y la computación cuántica, y publica regularmente informes y estudios sobre estos temas. La Ley de Inteligencia Artificial de la UE, vigente desde agosto de 2024, introduce un marco regulatorio basado en riesgos para la IA, al cual ENISA apoya en su implementación, proporcionando orientación y recomendaciones para garantizar ejecuciones de IA seguras y fiables.

Entre las tecnologías de próxima generación destaca la computación cuántica que representa un riesgo significativo para los sistemas criptográficos actuales, pudiendo vulnerar los métodos de cifrado más utilizados. También ENISA apoya activamente el desarrollo y la estandarización de algoritmos criptográficos poscuánticos para preparar el futuro de la computación cuántica.  Finalmente, ENISA trabaja con la Comisión Europea, los Estados miembros y otros organismos de la UE para promover las buenas prácticas y garantizar un enfoque coordinado ante los nuevos desafíos criptográficos.

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico: cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

______________________________________________________

La Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad, ENISA, se mantiene al día en la rápida evolución digital, las tecnologías emergentes y los desafíos que plantean actualmente la IA y la era de la computación cuántica.

Inteligencia Artificial y tecnologías de nueva generación

Como uno de los principales objetivos estratégicos de ENISA, la prospectiva permite reflexionar sobre posibles futuros y sobre la preparación estratégica anticipándose a escenarios plausibles. ENISA desarrolló una metodología de prospectiva aplicada para identificar futuras amenazas de ciberseguridad, mapear los desafíos emergentes y priorizar los esfuerzos en nuevas tecnologías con posibles implicaciones para la ciberseguridad.

ENISA se mantiene alerta y al día con la información y las directrices más recientes sobre los avances en ciberseguridad en áreas emergentes. Un ejemplo de este enfoque específico son los informes y estudios sobre temas relacionados con la Inteligencia Artificial (IA) publicados por ENISA en los últimos años. Entre ellos se incluyen "Ciberseguros: modelos y métodos y el uso de la IA" (2024), "Investigación sobre Inteligencia Artificial y Ciberseguridad" y "¿Es posible una IA segura y confiable?". La UE lidera el camino, la atención a la brecha en la estandarización de la ciberseguridad para la inteligencia artificial y una serie de informes sobre ciberseguridad y privacidad en la IA, entre otros, todos publicados en 2023.

La inteligencia artificial es un campo de la informática cuyo objetivo es facilitar la creación de sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Estas tareas pueden abarcar cualquier aspecto relacionado con la toma de decisiones, la resolución de problemas, el aprendizaje a partir de datos, el reconocimiento de voz y la comprensión del lenguaje natural. Las tecnologías de IA, en rápida evolución, ya están profundamente integradas en diversos sectores, desde la sanidad y las finanzas hasta los vehículos autónomos y la atención al cliente. Si bien es indudable que es beneficiosa, la IA y su aplicación a la toma de decisiones automatizada, especialmente en entornos donde la seguridad es crucial, podrían abrir nuevas vías para la manipulación y los métodos de ataque, a la vez que plantean nuevos desafíos para la seguridad y la privacidad.

Es fundamental reconocer el doble papel de la IA en la seguridad: si bien puede explotarse para manipular los resultados esperados, las técnicas de IA también pueden mejorar las operaciones de seguridad y ayudar a mitigar los ataques adversarios. Sin embargo, el uso de la IA como herramienta de ciberseguridad es esencial para desarrollar medidas específicas que garanticen la fiabilidad y la seguridad de los propios sistemas o herramientas de IA. En este sentido, la Unión Europea introdujo la Ley Europea de Inteligencia Artificial (Ley de IA), el primer reglamento integral sobre inteligencia artificial. El Reglamento (UE) 2024/1689 entró en vigor el 1 de agosto de 2024 y tiene como objetivo apoyar el desarrollo y la aplicación responsables de la IA en la UE. Al adoptar un enfoque de seguridad de los productos basado en los niveles de riesgo, el reglamento establece un conjunto uniforme de requisitos y obligaciones para el uso de la IA.

ENISA continúa supervisando y evaluando los riesgos específicos asociados a las tecnologías emergentes a través de su pertenencia al Grupo de Cooperación NIS. Este último también trabaja para garantizar la seguridad de las infraestructuras críticas en Europa. Además, ENISA ha establecido un Grupo de Trabajo ad hoc sobre Prospectiva para los Desafíos Emergentes y Futuros de la Ciberseguridad para realizar sistemáticamente ejercicios de prospectiva. Por último, pero no menos importante, la Agencia continúa trabajando en el análisis del ecosistema de ciberseguridad de la IA y en la elaboración de recomendaciones de seguridad para los desafíos previstos.

Criptografía Postcuántica

La criptografía es un componente vital de la ciberseguridad, ya que propiedades de seguridad como la confidencialidad, la integridad, la autenticación y el no repudio dependen en gran medida de los mecanismos criptográficos. La introducción de la tecnología cuántica promete impulsar avances significativos en múltiples industrias, ya que tiene el potencial de resolver problemas aún no resueltos por las tecnologías actuales. Sin embargo, también presenta desafíos significativos para la infraestructura de seguridad, especialmente en el ámbito de la criptografía.

El auge de la computación cuántica plantea inquietudes sobre la integridad y la seguridad de las soluciones criptográficas actuales, lo que lleva al desarrollo del campo de la criptografía postcuántica. El objetivo de estos desarrollos es crear soluciones criptográficas diseñadas para ser seguras contra las posibles amenazas que plantean las computadoras cuánticas. Si bien las computadoras cuánticas tienen el potencial de descifrar muchos de los sistemas criptográficos actualmente en uso, la criptografía postcuántica busca proporcionar soluciones alternativas que se mantengan seguras incluso en un mundo con computación cuántica.

ENISA lleva varios años trabajando en criptografía poscuántica y ha elaborado informes sobre el estado actual del arte y las técnicas de mitigación para desafíos relevantes. El trabajo de ENISA ofrece una visión general concisa del progreso del proceso de estandarización de los esquemas de criptografía poscuántica e introduce un marco para analizar las soluciones existentes resistentes a la tecnología cuántica, clasificándolas en familias y analizando sus ventajas y desventajas. Además, la integración de la criptografía poscuántica con las soluciones criptográficas y los protocolos de comunicación existentes es una de las principales prioridades de ENISA.

En colaboración con la Comisión Europea, los Estados miembros y otros organismos de la UE, ENISA colabora con grupos de expertos para abordar los desafíos emergentes y promover las buenas prácticas, especialmente en el contexto de la criptografía poscuántica.


jueves, 12 de junio de 2025

EL ROL DEL SUPERVISOR EUROPEO DE PROTECCION DE DATOS SOBRE LA IA.

  Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

Resumen

El Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD) desempeña un rol fundamental en la aplicación de la legislación europea sobre inteligencia artificial (IA), con responsabilidades claves organizadas en torno a tres áreas principales:

  • Supervisión de las instituciones europeas. El SEPD actúa como autoridad competente para supervisar el cumplimiento de la legislación sobre IA en las instituciones, organismos y agencias de la UE. Esta misión incluye:

o        Verificar la conformidad de los sistemas de IA implementados.

o        Imponer multas administrativas en caso de incumplimiento del reglamento

o    Publicación de la lista de organismos responsables de la supervisión de los sistemas de alto riesgo (artículo 77 de la ley)

  • Coordinación con el marco jurídico vigente. El SEPD garantiza la armonización entre la IA y el RGPD:

o  Reitera que los modelos de IA entrenados con datos personales no pueden considerarse anónimos por defecto.

o    Especifica las condiciones para utilizar el interés legítimo como base jurídica para el desarrollo de sistemas de IA.

o    Analiza las consecuencias jurídicas de los modelos desarrollados ilegalmente.

  • Reivindicación de un rol ampliado. Las autoridades de protección de datos, a instancias del SEPD, solicitan ser designadas como autoridades de vigilancia del mercado para sistemas de alto riesgo en áreas sensibles:

o    Identificación biométrica

o    Gestión de fronteras

o    Administración de justicia

Esta posición  se apoya en la experiencia adquirida en la protección de los derechos fundamentales y tiene como objetivo garantizar la coherencia normativa entre el RGPD y la nueva legislación sobre IA. La CNIL en Francia ilustra esta dinámica con la creación de un servicio de expertos dedicado a las cuestiones de IA.

El presente artículo publicado en francés ha sido traducido al castellano por el suscrito con la ayuda del aplicativo Google Translator, contiene dos enlaces, uno, La ley sobre la Inteligencia artificial, y el segundo, sobre Las instituciones, órganos y agencias de la Union Europea. El enlace al texto original del artículo se encuentra en: https://www.edps.europa.eu/artificial-intelligence/loi-sur-lintelligence-artificielle_fr

A fin de acceder a normas similares y estándares europeos, las empresas, organizaciones públicas y privados interesados en asesorías, consultorías, capacitaciones, estudios, evaluaciones, auditorías sobre el tema, sírvanse comunicar al correo electrónico: cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

______________________________________________________

Hogar

Ley de Inteligencia Artificial

La Ley sobre la Inteligencia Artificial entró en vigor en la Unión Europea el 1 de agosto de 2024. Se trata del primer marco jurídico mundial en materia de IA, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo y la adopción de sistemas de IA seguros y fiables en toda la UE, así como el respeto de los derechos fundamentales, la seguridad y los principios éticos, abordando los riesgos de los modelos de IA potentes.

Dado que las instituciones, órganos y organismos de la UE entran en el ámbito de aplicación de la Ley de IA, el SEPD actúa como autoridad competente para su supervisión. Como tal, el SEPD es responsable de supervisar la aplicación y el cumplimiento de la Ley de IA en las instituciones de la UE y está facultado para imponer multas administrativas, en determinadas condiciones, a quienes no cumplan el Reglamento.

Del mismo modo, el SEPD actúa como autoridad de vigilancia del mercado, organismo de notificación y autoridad de notificación para las Instituciones de la UE que entran en el ámbito de aplicación de la Ley de IA.

La Ley de IA define a una autoridad de vigilancia del mercado como la autoridad nacional que lleva a cabo las actividades y adopta las medidas de conformidad con el Reglamento (UE) 2019/1020. El Reglamento 2019/1020 define la vigilancia del mercado como «las actividades realizadas y las medidas adoptadas por las autoridades de vigilancia del mercado para garantizar que los productos son conformes a las exigencias establecidas en la legislación de armonización de la Unión pertinente y para garantizar la protección del interés público cubierto por dicha legislación».

Un organismo notificado se define en la Ley de IA como un organismo de evaluación de la conformidad notificado de conformidad con el presente Reglamento y con otras legislaciones de armonización pertinente de la Unión.

La autoridad notificante designa a la autoridad nacional responsable de establecer y aplicar los procedimientos necesarios para la evaluación, designación y la notificación y seguimiento de los organismos de evaluación de la conformidad.

Con la entrada en vigor de la Ley de IA, el SEPD ejercerá sus funciones en virtud de la Ley de IA sin perjuicio de las competencias, funciones, poderes e independencia con arreglo a la legislación aplicable en materia de protección de datos, en particular el Reglamento (UE) 2018/1725.

Información adicional

Nuestro plan para la inteligencia artificial en las instituciones europeas

Ver el mensaje en vídeo del SEPD Wojciech Wiewiórowski

Artículo 77 de la Ley de IA 

De conformidad con el artículo 77, apartado 2, de la Ley de IA, el SEPD (como autoridad de vigilancia del mercado de las instituciones, agencias y organismos de la Unión Europea) debe hacer pública la lista de autoridades y organismos públicos de la UE que entran en el ámbito de aplicación del artículo 77, apartado 1, de la Ley de IA y que supervisan o garantizan el cumplimiento de las obligaciones en virtud del Derecho de la Unión que protege los derechos fundamentales en relación con el uso de sistemas de IA de alto riesgo.

En el marco de las competencias del Supervisor Europeo de Protección de Datos en virtud de la Ley de IA, y de conformidad con la obligación establecida anteriormente, se han identificado los siguientes organismos:

• Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD)

• Mediador Europeo

• Autoridad para los partidos políticos europeos y las fundaciones políticas europeas (APPF)


miércoles, 11 de junio de 2025

COOPERACION UE-JAPON EN TECNOLOGIAS DE FABRICACION BASADAS EN IA.

 Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

Resumen

El proyecto EU-Japan.AI tiene como objetivo apoyar la cooperación entre la UE y Japón en áreas relevantes para la innovación impulsada por la IA en la fabricación y las plataformas industriales digitales. Su alto impacto se basará en el uso de una plataforma en línea para mejorar el intercambio de conocimientos e información entre todas las partes interesadas en el área. En relación con esto, se fortalecerá la cooperación entre las partes involucradas y se transformará en una colaboración duradera, impulsada por la estrategia a largo plazo.

El proyecto conectará a los socios entre sí y creará una red dinámica y en expansión a su alrededor, además de aumentar la sincronización y la cooperación en IA y tecnologías digitales relacionadas con la fabricación, con un mayor impacto global. Los objetivos y tipos de acciones planificados en EU-Japan.AI generarán resultados que cumplirán con los requisitos de la convocatoria, pero también pretenden ir más allá.

El consorcio europeo japonés ha creado una plataforma web abierta que conecta a las partes interesadas y facilita el intercambio de información y conocimientos entre ellas.

Para acceder a normas y estándares europeos similares, las empresas, organizaciones públicas y privadas que deseen beneficiarse de consultoría, formación, estudios, evaluaciones o auditorías sobre este tema sírvanse tomar contacto al correo  aente: cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

______________________________________________________


© ART STOCK CREATIVE/stock.adobe.com
Novedades acerca de EU-Japan.AI: Apoyo a la cooperación entre Europa y Japón en tecnologías de fabricación basadas en la inteligencia artificial

Dos años y medio después de que finalizara el proyecto EU-Japan.AI, financiado con fondos europeos, sus logros siguen sirviendo para impulsar la colaboración y el intercambio de información entre la Unión Europea (UE) y Japón en el ámbito de la fabricación inteligente.

Economía digital

Tecnologías industriales

El proyecto EU-Japan.AI(se abrirá en una nueva ventana) se puso en marcha en 2021 para avanzar en la cooperación a largo plazo y el intercambio de conocimientos entre la UE y Japón para la innovación impulsada por la inteligencia artificial (IA) en la fabricación. Para ello, el consorcio del proyecto creó una plataforma web abierta(se abrirá en una nueva ventana) que conectaría a todas las partes interesadas y facilitaría el intercambio de información entre ellas. Estas iniciativas continuarán hasta bien entrado 2025.

Datos que siguen aportando

Durante el proyecto, los investigadores de EU-Japan.AI recopilaron una importante cantidad de datos de una encuesta internacional a empleados del sector manufacturero. La encuesta se realizó para conocer los beneficios que los trabajadores esperan obtener de la IA en el lugar de trabajo, así como sus preocupaciones al respecto. Desde la finalización del proyecto en octubre de 2022, la colaboración continuada entre los socios del proyecto, la Universidad Meiji de Japón y la empresa española de investigación e innovación Tecnalia, ha dado lugar a la publicación de un documento conjunto(se abrirá en una nueva ventana) que se presentó en la XXI Conferencia Internacional sobre los Impactos Éticos y Sociales de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, celebrada en España en marzo de 2024. «La riqueza de los datos de la encuesta recopilados ofrece valiosas perspectivas sobre el impacto económico y social de la digitalización en la industria manufacturera. Ello contribuirá a esbozar orientaciones para futuras investigaciones conjuntas y servirá de base para nuevos proyectos de investigación», comenta Damir Haskovic, director del proyecto de MINDS & SPARKS GmbH, la organización austriaca de investigación e innovación que ha coordinado EU-Japan.AI. 

El éxito del compromiso entre los socios del consorcio EU-Japan.AI y los miembros del consejo de expertos y asesores, que generó varias oportunidades de colaboración internacional posteriores, fue posible gracias a la financiación europea. Basándose en la excelencia investigadora mutuamente reconocida, investigadores de la UE y Japón unieron sus fuerzas para abordar los retos éticos y sociales relacionados con la IA en el ámbito de la investigación y la innovación responsables, basándose en los resultados de la investigación del proyecto EU-Japan.AI (Advancing Collaboration and Exchange of Knowledge Between the EU and Japan for AI-Driven Innovation in Manufacturing). «Tales valores y visión compartidos reafirman la importancia de una asociación estratégica a largo plazo entre la UE y Japón», concluye Haskovic.

Palabras clave

EU-Japan.AI, IA, fabricación, Japón, investigación e innovación

Proyectos conexos

Proyecto

Advancing Collaboration and Exchange of Knowledge Between the EU and Japan for AI-Driven Innovation in Manufacturing

EU-Japan.AI


 


martes, 10 de junio de 2025

DATOS RELATIVOS AL REPRESENTANTE DE UNA PERSONA JURIDICA - SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA EUROPEO. REPUBLICA CHECA.

   Por: Carlos A. FERREYROS SOTO

Doctor en Derecho

Universidad de Montpellier I Francia.

cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

Resumen

La cuestión prejudicial se refiere a la solicitud de L. H. de obtener información sobre la identidad y la firma de los representantes de las personas jurídicas que firmaron contratos para la compra de pruebas de detección de la COVID-19, así como los certificados correspondientes. El Ministerio de Sanidad divulgó los documentos, pero ocultó los datos personales de los representantes (apellidos, nombre, firma, cargo y, en ocasiones, los datos de contacto o el sitio web de su empresa), alegando la protección de datos personales conforme al RGPD.

L. H. impugnó esta decisión ante el tribunal checo, que falló a su favor, sosteniendo que el Ministerio debería haber informado y consultado a los interesados ​​antes de denegar la divulgación de los datos, de conformidad con la jurisprudencia nacional. La cuestión prejudicial se refería a la interpretación de los artículos 4 (definiciones), 6 (licitud del tratamiento) y 86 (acceso público a documentos oficiales) del RGPD.

Las autoridades públicas deben, en la medida de lo posible, informar y consultar a los interesados ​​antes de decidir divulgar o suprimir sus datos personales, salvo que esto sea imposible o suponga un esfuerzo desproporcionado. El Tribunal reitera la importancia de conciliar el derecho de acceso público a los documentos oficiales y la protección de datos personales, teniendo en cuenta los requisitos de proporcionalidad y viabilidad.

Esta sentencia aclara la aplicación del RGPD a los datos personales de los representantes de personas jurídicas en el contexto del acceso a documentos oficiales y regula estrictamente las obligaciones de las autoridades públicas en este ámbito.

Para acceder a normas y estándares europeos similares, las empresas, organizaciones públicas y privadas que deseen beneficiarse de consultoría, formación, estudios, evaluaciones o auditorías sobre este tema sírvanse tomar contacto al correo electrónico siguiente: cferreyros@ferreyros-ferreyros.com

______________________________________________________

European flag

Diario Oficial
de la Unión Europea

ES

Serie C


C/2025/3020

10.6.2025

Sentencia del Tribunal de Justicia (Sala Primera) de 3 de abril de 2025 (petición de decisión prejudicial planteada por el Nejvyšší správní soud – República Checa) – L. H. / Ministerstvo zdravotnictví

[Asunto C-710/23,  (1) Ministerstvo zdravotnictví (Datos relativos al representante de una persona jurídica)]

(Procedimiento prejudicial - Protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales - Reglamento (UE) 2016/679 - Artículo 4 - Definiciones - Artículo 6 - Licitud del tratamiento - Artículo 86 - Acceso del público a documentos oficiales - Datos relativos al representante de una persona jurídica - Jurisprudencia de un órgano jurisdiccional nacional que impone la obligación de informar y consultar a la persona interesada antes de comunicar documentos oficiales que contengan tales datos)

(C/2025/3020)

Lengua de procedimiento: checo

Órgano jurisdiccional remitente

Nejvyšší správní soud

Partes en el procedimiento principal

Demandante: L H.

Demandada: Ministerstvo zdravotnictví

Fallo

1)

El artículo 4, puntos 1 y 2, del Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos),

debe interpretarse en el sentido de que

la comunicación del nombre, de los apellidos, de la firma y de los datos de contacto de una persona física que representa a una persona jurídica constituye un tratamiento de datos personales. La circunstancia de que esa comunicación se efectúe con el único fin de posibilitar la identificación de una persona física autorizada a actuar en nombre de dicha persona jurídica carece de pertinencia a este respecto.

2)

El artículo 6, apartado 1, letras c) y e), del Reglamento 2016/679, en relación con el artículo 86 de este Reglamento,

debe interpretarse en el sentido de que

no se opone a una jurisprudencia nacional que obliga a un responsable del tratamiento, que es una autoridad pública encargada de conciliar el derecho de acceso del público a documentos oficiales con el derecho a la protección de datos personales, a informar y consultar a la persona física interesada antes de comunicar documentos oficiales que contengan tales datos, siempre que esa obligación no sea imposible de poner en práctica ni exija esfuerzos desproporcionados y, por tanto, no conlleve una restricción desproporcionada del derecho de acceso del público a esos documentos.


(1)  DO C, C/2024/1520.


ELI: http://data.europa.eu/eli/C/2025/3020/oj

ISSN 1977-0928 (electronic edition)